Salud mental
“Usted lo que necesita no es un psicólogo sino un sindicato”

La medicina y la psicología en muchas (muchísimas) ocasiones son utilizadas como instrumentos de atomización de las respuestas colectivas, de responsabilización individual sobre problemas en los que la responsabilidad hace mucho que quedó fuera del individuo.

pastillas verdes, rojas y amarillas

De tan manida que está esta frase ya no sabemos dónde la escuchamos o leímos por primera vez, aunque sí recordamos haberla vista encabezando algún titular de prensa e incluso la hemos repetido en alguna charla porque, ciertamente, tiene pegada.

El problema es que, a veces, de mucho manosear un dilema se acaba alejando un poco de su significado original (o de su significado más potente, incluso si éste no era el original).

Cuando Juan José o Miriam vienen a consulta pidiendo ir al psicólogo/psiquiatra/psicoterapeuta porque trabajan para una empresa de trabajo temporal donde curran semana sí semana no en trabajos físicos que les dejan hechos polvo y con una inseguridad financiera que hace que no puedan dormir porque no saben si el mes que viene podrán pagar el alquiler y la factura de la luz, decirles que lo que necesitan es un sindicato y no un psicoterapeuta no tiene mucho que ver con la persona a la que ha de ser referido, sino con que la respuesta a su problema no puede ser individual, aunque desde la individualidad tratemos de ayudarles.

La medicina y la psicología en muchas (muchísimas) ocasiones son utilizadas como instrumentos de atomización de las respuestas colectivas, de responsabilización individual sobre problemas en los que la responsabilidad hace mucho que quedó fuera del individuo. Ahí es donde la dicotomía “psicólogo/ sindicato” cobra su máxima relevancia.

A su vez, pensar inmediatamente en psicoterapia cuando vemos a alguien angustiado habla más de nosotros y nuestra capacidad de escucha que de quien está relatando su malestar. Qué nos ha pasado y qué sociedad ha ido cristalizando a nuestro alrededor para que, cuando alguien expresa sufrimiento ante nosotros, solo seamos capaces de pensar en que esa persona tiene que corregir algo dentro de sí, localizar una pauta-problema y sustituirla por mecanismos más adaptativos.

Es evidente que la psicoterapia puede resultar útil en un millar de situaciones distintas, pero es preocupante que sea la única solución que nos viene a la cabeza ante el malestar ajeno. Si vas andando por el campo y te encuentras a una persona conocida cuya pierna se ha quedado atrapada en un cepo para osos, ¿tu primera reacción es decir “vas a tener que ir a traumatología a que te reparen esos huesos astillados”? Es obvio que las heridas requerirán tratamiento, pero también parece obvio que tu primera reacción será intentar liberar a tu amigo del cepo.

Es cierto que no siempre los cepos en los que nuestro entorno o nosotros mismos nos vemos atrapados son evidentes y casi nunca son tangibles de forma directa. No puedes intentar desarticular la bisagra de una explotación laboral, de una burbuja de vivienda, del clasismo, machismo y racismo estructurales, de las crisis vitales, etc. Pero entre desarticular un cepo haciendo palanca y solo ser capaz de ver soluciones técnicas a largo plazo como la psicoterapia debería haber un espectro continuo de opciones en el que pudiéramos encontrar tantas vías de alivio como sujetos sufriendo. Y sin embargo nos encontramos una tendencia masiva a encasillar el sufrimiento en el, poco a poco, único lugar donde podemos darle cabida.

A su vez, la palabra “psicoterapia” no está exenta de carga política. Hay múltiples escuelas psicoterapéuticas que, como refleja la célebre figura de la carrera en Alicia en el país de las maravillas, “todas han ganado y todas deben recibir su premio”, es decir, todas son potencialmente igual de útiles porque su baza fundamental es el vínculo entre paciente y terapeuta, independientemente de la escuela aplicada. Sin embargo, cuando entramos a una librería y vemos la sección dedicada a este tema, nos encontramos una aplastante mayoría de discurso de autoayuda, coaching, motivación para el emprendimiento, etc. Si alguien ajeno a nuestra sociedad viera esas estanterías, extrapolaría una idea un tanto extraña sobre qué nos hace sufrir. Probablemente muy diferente (por estereotipada y homogénea) a todas aquellas situaciones en las que recomendamos a alguien que vaya a un psicoterapeuta.

El sufrimiento psíquico y su(s) respuesta(s) son uno de los muchos marcadores de qué rumbo toma la sociedad en cada momento. En un contexto social donde la división trabajo-vida personal se desdibuja progresivamente (soy asalariado pero también comerciante en Wallapop, casero en Airbnb, transportista en Blablacar, etc), que el sufrimiento vaya progresivamente cabiendo solo en formatos reglados y tarifados tiene connotaciones ideológicas y políticas complicadas. Por supuesto esto no invalida en absoluto la utilidad de las psicoterapias. Simplemente convierte en peligroso que sea la única forma de responder al sufrimiento que concebimos. Ante esta unicidad surgen dilemas como el de psicólogo-sindicato. Como si fueran excluyentes y soluciones absolutas.

¿No hay alternativa a esa dicotomía? Por supuesto que sí, la articulación de respuestas colectivas que consideren la salud individual en el contexto de la lucha colectiva por los derechos laborales debería ser uno de los objetivos de la acción comunitaria en salud en muchos barrios y en muchos grupos etarios. Pero también la forma en la que concebimos el malestar de nuestro interlocutor, en el trabajo, en la familia, en los amigos, en toda esa amalgama de gente en la interfaz trabajo-vida personal. Nuestra respuesta individual ante cada relato de sufrimiento forma parte de un discurso más amplio que, como un río, a veces nos dirige a donde conviene a otros y, a veces, podemos, poco a poco y entre todos, redirigir hacia el destino que queremos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Salud mental
Cambio de paradigma De la deprescripción de psicofármacos al refuerzo de plantillas: claves del Plan Nacional de Salud Mental
El Ministerio de Sanidad ha logrado un consenso para aprobar una nueva estrategia en salud mental, poniendo de acuerdo de un lado a todas las comunidades autónomas y del otro a todas las asociaciones.
Salud mental
Salud mental Sanidad consigue que se apruebe el plan de salud mental que apuesta por la deprescripción de algunos fármacos
Ministerio y comunidades autónomas acuerdan el plan que incluye la disminución en el consumo de psicofármacos, un aumento en las plantillas y una mejora en las garantías de los derechos de las personas con sufrimiento psíquico.
Miguel Ángel García
18/9/2018 11:22

Totalmente de acuerdo. Pero no sé si es sólo dejarnos derrotar por el ambiente social dominante, que damos por inamovible, o si también contribuye la propia psicología dominante, con una visión excesivamente individualista de la psicología humana, que se ha acostumbrado a ver los problemas psicológicos desde la perspectiva de la respuesta del propio individuo, y no desde los entramados de relaciones (y no sólo laborales) en que nos vemos inmersos. De ahí que la imagen de la psicología actual sea, como dices, el coaching, la autoayuda... Me temo que a la psicología (como a tantas áreas del conocimiento y de la vida) le falta asumir la filosofía relacional del siglo XX, mientras que se ha quedado con la individual (y ahora mira a la social) del siglo XIX.

3
1
#23106
17/9/2018 22:57

Tengo una enfermedad incurable además de otras patologías, entre ellas una depresión que me tiene encerrado y solo pensando en tirar de la cadena. Ya hice la vida, o sea que ..sin dramatismos. Pienso que psiquiatras/psicólogos/as poco podéis hacer en la Seguridad Social con tanta masificación, mis citas son cada 2 meses... si recurro al sindicato para tramitar una incapacidad la respuesta general es: ¡no dan ninguna...hay que ir a tribunales!. Entonces..¿de que estamos hablando?..de vías muertas. Lo peor vendrá ahora con el "sentimiento de culpa garrapatero", ese que nos dice: no hay futuro (cambio climático, peak oil, colapso del sistema, etc) y nadie ve la manera de parar este monstruo. Trabajo no os va a faltar a los/as profesionales, otra cosa serán los resultados.

8
0
#23120
18/9/2018 10:18

Eres más consciente de los graves problemas que acechan que la mayoría de la gente que huye de ellos en trabajos alienantes y en esas vacaciones que son las migajas de ese 1% plutocrata para que no nos rebelemos contra este tipo de vida enfermiza. Ánimo!!

8
0
#23084
17/9/2018 16:54

Este neoliberalismo busca crear individuos desconectados en sus redes anestésicas, más fáciles de manejar y explotar.

Nos empujan a ser emprendedores individuales detrás de un sueño que en este sistema canibal no alcanzaremos nunca.

Para los empresarios es ideal tener trabajadores desunidos y en precario que jamás alzarían la voz para mejorar sus condiciones laborales, y sin embargo ocurre.

9
0
#23069
17/9/2018 13:06

No es una cuestión de patologizar y ponerle nombre a todo. Pero quizá es interesante, en ese ejemplo, valorar qué ha llevado a esa persona a la indefensión que hace que tolere esa situación. O enseñarle a gestionarla. Si no pudiéramos trabajar con la realidad que nos trae la gente... Estaría jodida la cosa

3
7
#23057
17/9/2018 8:12

La frase es del fantástico libro: 'Las enfermedades mentales no existen... Son los padres' de Rafa Millán. Luego empezó a compartirse en redes sociales y se perdió la autoría. Gracias

3
0
Elena
17/9/2018 1:08

Estoy pasando por el momento muy dificil en mi vida. Tuve que cambiar el trabajo, ciudad...Al empezar en nuevo sitio, las chicas me estaban haciendo las preguntas sobre mi. Normal, al verme triste, despistada. Por ser muy abierta por mi naturaleza y al no tener a nadie al lado(soy extranjera), yo sin ninguna sospecha hablaba sobre mi vida.....Mi jefa me ha dicho: "Estamos aqui no para buscar las amigas, aqui estamos para trabajar".Y mas cosas, que me han echo sentir mas sola todavia!

7
0
Lidia P.F
16/9/2018 21:09

Como Licenciada en Psicología no puedo estar más de acuerdo. "Patologizar" sin medida, encasillar a las personas en un diagnóstico sin contemplaciones y sin la rigurosidad científica y humana requerida, es una simplificación y una aberración. Muy buena reflexión.

17
1
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez piensa en un paréntesis legislativo para evitar roces con los socios tras una semana explosiva
El choque bronco por el caso de las compras de balas israelíes a cargo de Grande Marlaska puso sobre la mesa como nunca la ruptura de la coalición, aunque nunca fue una opción.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Galicia
Galicia Cuidar sin derechos: la lucha de las trabajadoras en las residencias privadas de Galicia salta a la huelga
Sin tiempo ni medios para ofrecer unos cuidados adecuados, alertan de una situación insostenible en los centros y denuncian la privatización de un servicio a costa del bienestar de las personas mayores y dependientes.
València
València Convocan una huelga general contra Mazón el próximo 29 de mayo
CGT, CNT, COS e Intersindical llaman a la movilización por la gestión de la Dana, los recortes y la situación de acceso a la vivienda.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Más noticias
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.
Opinión
Opinión IA: un proyecto tecnosupremacista
La pregunta que me hice hace algunos años fue: ¿Por qué existe un evidente interés en “crear la cuestión de la IA”, cuando las tecnologías y las lógicas que la componen están ya operativas desde hace años?

Recomendadas

Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.