Represión
“Mi hijo irá a prisión por ir a una manifestación contra Vox y estoy orgulloso de que estuviera allí”

El padre de Javitxu, uno de los seis de Zaragoza, que acaba de ser condenado a prisión con el testimonio de la policía como única prueba, pide al gobierno que reflexione sobre una amnistía para todas las causas de represión.
Seis de Zaragoza
Francho Aijón, padre de Javitxu, uno de los seis de Zaragoza.

Cuatro años y nueve meses de prisión. Esta es la condena que acaba de emitir la Sala Penal del Tribunal Supremo contra cuatro de los seis de Zaragoza, jóvenes que se manifestaron contra un acto del partido de extrema derecha Vox el 17 de enero de 2019, en el que siete policías resultaron heridos. La sentencia rebaja la pena pedida por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que era de siete años, y la de la Audiencia de Zaragoza, que les condenó a seis años. Pero esta rebaja no impide su entrada en la cárcel.

A pocos días de que la orden de entrada en prisión llegue a casa de Javitxu, uno de los cuatro condenados, su padre, Francho Aijón habla de un proceso largo y desgastante. Defiende que su hijo no hizo “absolutamente nada”. De hecho, fueron detenidos tras la protesta y la única prueba presente durante el juicio fue el testimonio de los policías que “ni siquiera recordaban cómo iba vestido mi hijo”, explica.

Antifascismo
Represión El Supremo condena a cuatro años y nueve meses de prisión a cuatro de los seis antifascistas de Zaragoza
El Tribunal Supremo rebaja la pena impuesta por la Audiencia de Zaragoza y el Tribunal Superior de Justicia de Aragón a cuatro de los seis jóvenes antifascistas que se manifestaron contra un acto de Vox en enero de 2019.

La Audiencia de Zaragoza, de la mano del juez Carlos Lasala cuyo padre fue presidente de la Audiencia Provincial de Zaragoza durante el régimen franquista, les condenó a un total de seis años de prisión, tres por desórdenes y tres por atentado. El Tribunal Superior de Justicia añadió un año por lesiones, lo que desmoralizó aún más a Javitxu. “Tuvimos que perseguirle para recurrir”, explica Francho, ante el miedo a que el Tribunal Supremo de Justicia aumentara aún más la pena.

Seis años después ya tienen el último pronunciamiento: cuatro años y nueve meses. Francho explica que, si un indulto no lo evita, irán a prisión porque este auto aúna el delito de desórdenes y el delito de atentado. “Estos dos delitos juntos superan los dos años, llegando a 3 años y 9 meses. Si hubieran seguido por separado y hubieran rebajado los dos delitos a dos años de prisión, no entrarían”, explica el padre del condenado, que es el portavoz de la Plataforma de Madres y Padres por la Absolución de los 6 de Zaragoza. Porque los seis de Zaragoza no están solos, han conseguido una masa de gente que les apoya, incluidos políticos y personas de la cultura, y han llevado su caso hasta Estrasburgo de la mano del eurodiputado Miguel Urban. Este lunes 12 de febrero a las 18 horas habrá una concentración en la Plaza de las Cortes de Madrid para pedir su libertad y a las 20:00 horas en la Plaza de España de Zaragoza.

Primero de todo, ¿cómo estáis?
Ha sido un proceso demasiado largo. Durante estos cinco años hemos pasado por tantos estados que te diría que ahora mismo no estamos ni tan mal. Llevábamos un peso de siete años de prisión a la espalda y cuatro años y nueve meses pesan menos. Una vez que te enfrentas a la realidad del asunto, la absolución la vamos a pedir y la vamos a exigir, pero sabes que es imposible. Por lo tanto, lo mejor es hacerse a la idea de que hay que ir laminando todo este tipo de infraestructuras judiciales para poder sacar pues eso, una reducción, como ha pasado ahora. Y después, si llegamos hasta el indulto, pues que el Consejo de Ministros lo promueva.

Te diría que estamos mejor de lo que estábamos con la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que les añadió un año más. Venían de seis años y sumaron a siete, entonces la incertidumbre de si seguirían subiendo estaba ahí. Pero estamos mal, que mi hijo me tenga que decir que con una pena así calcula que con un tercio de la de la condena, que es un año y medio, él puede estar un año y medio en la cárcel y eso lo puede aguantar… si no ha hecho nada no debería de estar ni siquiera en un proceso tan largo.

De cara a la opinión pública se ve que les han rebajado la pena y, por otro lado, nos cierran completamente la posibilidad de que no entren en prisión

Finalmente, con esta pena puede entrar en prisión
Sí, porque han mantenido el año que añadió el Tribunal Superior de Justicia por las lesiones. Y luego lo que han hecho es agrupar las dos penas máximas de tres años a una única pena de tres años y nueve meses. Si hubiese habido una rebaja de un año en cada una de las penas de tres años, y pasaran a dos años, no entrarían en prisión. Entonces hay una trampa. De cara a la opinión pública se ve que les han rebajado la pena y, por otro lado, nos cierran completamente la posibilidad de que no entren en prisión.

¿Por qué creéis que han tomado esta decisión?
Lo que creemos es que esta condena y todos los pasos que se han dado en este juicio son para dar un escarmiento y que sea un aviso a navegantes.

El mayor delito que cometió mi hijo es su estética que les condujo a pensar que había estado en la manifestación

¿Qué estaba haciendo tu hijo cuando le detuvieron?
Tomando un café con leche en un bar. Él admitió que había estado dentro de la manifestación. La policía cargó antes de que terminaran de agruparse todos. No llegaron a concentrarse y la Policía ya estaba en actitud de ataque, con escudo, porras, cascos. Así que no esperaron ni siquiera a que terminara la manifestación. Muchos entraron como mi hijo en la universidad porque estaban acorralados, la propia Policía les tenía acorralados. Cuando acabó todo, tanto mi hijo como los otros cinco, fíjate si se sentirían culpables de haber hecho algo que se quedaron por la zona. Mi hijo se fue a tomar un café con leche. El mayor delito que cometió es su estética que les condujo a pensar que había estado en la manifestación.

En el juicio la policía no recordaba ni siquiera cómo iba vestido mi hijo, que además iba vestido de rojo y negro, bastante llamativo

Estamos hablando de una detención que se realiza sin ningún tipo de pruebas más allá del testimonio de los policías y llegáis a decir que durante el juicio los policías entraron en contradicción. Explícanos un poco.
Yo tengo claro que los atestados los hacen in situ. Una vez que detienen a mi hijo, cogen y dicen: el individuo iba vestido así y asá y rellenan un parte de atestado. Luego en el juicio la policía no recordaba ni siquiera cómo iba vestido mi hijo, que además iba vestido de rojo y negro, bastante llamativo. Y nos llamó la atención porque claro, como fue la probatoria por la que el juez decide condenarles, si hay un testimonio que no tiene muy claro cómo van vestidos... Le aplican dos penas máximas solo con lo que dice la Policía y desatienden la prueba que el propio fiscal mete que es un vídeo.

En la sentencia el juez justifica la contradicción de los policías por el paso del tiempo. No puede ser el testimonio de un policía la única fuente para poder juzgar y sentenciar a unas personas. Un policía que está pertrechado con su casco y a una distancia considerable.

¿Hay una prueba de vídeo que se desestimó?
Hay un vídeo que introduce la Fiscalía como prueba en el que se ve a mi hijo entrar en el recinto de la universidad y donde efectivamente se ven a las personas que lanzan objetos contra la Policía y donde no se puede localizar a ninguno de los seis de Zaragoza. Es verdad que el vídeo no se ve muy bien y cuando el fiscal ve que se ha pillado los dedos porque en ese vídeo precisamente no se ve a ninguno, quiere retirar la prueba. La defensa dijo que no se retirara y el juez argumentó que como estaba borroso y no se ve nada, en vez de llamar a un perito y a ver si lo arregla, retiró la prueba.

Nos gastamos dinero en el peritaje del vídeo pensando que ese podía ser un buen argumento para el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, y el tribunal ni siquiera admitió la prueba, no la quso ni ver. La tira para atrás con un argumento digno de José Luis Cuerda: Que aunque no estuvieran dentro de ese plano, en ese momento de la grabación, bien podrían estar fuera de él. Eso incluye a 6 mil millones de habitantes del planeta Tierra. Es decir, fuera de ese foco está todo lo demás.

Esto pasó hace ya seis años, ¿cómo se vive la pena de banquillo?
Pues tienes diferentes fases. En la primera fase no dábamos credibilidad a que se les pudiera meter en la cárcel. De hecho pedían tantos años que decías “esto no tiene ni pies ni cabeza”. De hecho no hicimos nada, no hubo mucha movilización. Hasta que vimos la sentencia y empezamos a ver que aquello se ponía feo.

Después ya empezamos a movilizarnos de verdad. Yo vivo en Madrid, la primera vez que subí a Zaragoza para ir a la manifestación me dio un ataque de ansiedad, casi no podía respirar. Tuve una pérdida de realidad, no sabes si eso te está pasando a ti o estás viendo una película. Ese es el momento en el que te empiezas a dar cuenta de lo que pasa. El apoyo de la gente en esa manifestación estuvo muy bien, hubo mucha gente.

Y después cuando vivimos el proceso del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, el añadido de un año, eso fue muy duro. Teníamos que estar detrás de Javitxu para hacer el recurso al Supremo, porque él no quería. Él decía: “¿Para qué si esto está yendo a peor?”. Temía que le pudieran subir la condena aún más. Fue duro, fue complicado, pero a la vez de ahí salió reforzado. Empezó a salir, a dar charlas por ahí, a hacerse visible. Podemos nos llevó al Congreso. Javitxu habló de todo este proceso, de lo jodido que es que te estén acusando de algo que no has hecho y que puedas perder tu libertad. Y ahora está más fuerte que su madre y que yo, lo veo con una entereza admirable.

Tu hijo y sus compañeros se manifestaron contra el fascismo. ¿Qué supone reprimir este tipo de protestas?
Yo me he salido de Twitter porque hay demasiado odio. Alguien me dijo que era un mal padre por haber educado así a mi hijo y yo le di la vuelta. No, somos buenos padres cuando nuestro hijo va a manifestarse contra personas que odian. Mi hijo irá a prisión por manifestarse contra Vox. Mal padre sería si mi hijo estuviera a favor de odiar al pobre, al migrante, estuviera en contra de los derechos del colectivo LGTBIQ+, estuviera en contra del feminismo. Orgulloso de que mi hijo estudiara filosofía, de que mi hijo tuviera conciencia.

Estas personas representan un paso atrás en la historia de España donde hemos vivido con 40 años de dictadura. Por lo tanto, yo orgulloso de que mi hijo estuviera ahí.

En este momento en el que vemos que la amnistía se pone sobre la mesa, nos gustaría que se tuvieran en cuenta otros casos de represión

Habéis recibido muchos apoyos en todo este tiempo. ¿Qué mensaje le mandarías al Gobierno que tendría el indulto en sus manos?
El indulto es reconocer la pena. Y evidentemente en un caso extremo es lo que lo que nos toca hacer si queremos optar al indulto. Es una herramienta que tiene el Gobierno y en otro momento lo vería.

Pero en este momento en el que vemos que la amnistía se pone sobre la mesa, que incluso en la misma mesa se pone la amnistía de los policías y de los manifestantes del procés, pues sí que nos gustaría que se tuvieran en cuenta otros casos de represión como el de estos chavales de Zaragoza, las compañeras sindicalistas de La Suiza en Xixon o los activistas que siguen pendientes de condena por parar desahucios de la PAH.

El indulto es una herramienta que tiene el gobierno en su poder para revertir casos donde claramente la judicatura se apoya en la ideología para condenar a alguien. Hay una trampa en la separación de poderes. El pueblo solo elige al ejecutivo, no elige al poder judicial. Por lo tanto, el poder judicial debería estar sujeto mucho más al ejecutivo.

No es independencia judicial que los jueces condenen sin pruebas, porque las leyes se lo permiten. El gobierno prometió derogar la Ley Mordaza y ahí sigue. Ahora tiene que tener una postura clara y diáfana, no solo con los encausados en Catalunya. Si reconocemos que ahí las cosas no se hicieron bien, no se hicieron bien en Catalunya ni en el resto de España. Y si tenemos dudas sobre la ideología de la mayoría de los jueces de España, pues bueno, solo tenemos que ver el dinero que vale hacerse juez. Son 75.000 euros lo que tiene que pagar un joven que quiere ser juez. Evidentemente no sé que joven de clase obrera puede pagar 75.000 euros.

Se habla de amnistía para la gente imputada con relación al procés. Se habló de amnistía desde unos parámetros electoralistas, para conseguir el Gobierno. Pero esa amnistía debería llegar a todas las personas que están sufriendo la represión judicial, ¿no?
Se está haciendo un barrido muy interesado, al final parece que la única excusa que tiene la amnistía es poder gobernar. Yo puedo entender que se puedan llegar a pactos para gobernar y ahí ya no me voy a meter. Pero como padre de una persona que está a días de recibir una orden de ingreso en prisión sí que estoy preocupado porque este gobierno entienda que eso mismo que sucedió en Catalunya ha ido sucediendo en otros sitios. Mi hijo va a entrar en prisión por no hacer nada y eso atenta contra el Estado democrático.

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Preocupado
12/2/2024 17:30

Todo el mundo sabe que hay jueces de ultraderecha. Otro caso Altzatsu.

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0
Sererchio
10/2/2024 12:54

Todo mi apoyo y respeto a los 6 de Zaragoza, son un ejemplo de lucha antifascista y a sus familias, es una injusticia terrible lo que les están haciendo, pero desde luego la dignidad y el compromiso y la lucha está en ellos.

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RamonA
10/2/2024 10:53

Un claro ejemplo de que el partido judicial facha actúa en política en contra del antifascismo y, por tanto, en contra de la democracia.

Condenar a cuatro personas sin pruebas, sólo por el señalamiento del policía, pone de manifiesto la urgente necesidad de derogar la ley mordaza y, sobre todo, hacer limpieza en el seno de las FCSE de elementos antidemocráticos.

No puede ser que les destrocen la vida a cuatro jóvenes inocentes cuyo único “delito” es ser antifascista, delito que todo demócrata tiene la obligación de cometer. Espero que no pisen la cárcel, por ellos y por la democracia.

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