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Pista de aterrizaje
Ana Hérica Ramos: “La Zona Sur de Jerez ha sufrido mucha estigmatización”
Ana Hérica Ramos llegó hace doce años desde Bolivia y se lanzó a trabajar en la ONG CEAin Jerez.
Buenas prácticas, programa, proyecto, líneas de trabajo, objetivos, justificación... A Ana Hérica Ramos (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) muchos de estos conceptos le sonaban muy lejanos cuando, en verano de 2006, asistía a la asamblea anual de la ONG CEAin Jerez. Llevaba solo tres meses en España, pero había encontrado apoyo en la entidad y quiso sumar. Doce años después, es una de las referencias del trabajo comunitario desarrollado en la Zona Sur de Jerez de la Frontera y una de las protagonistas de la acción social de la localidad.
¿Cuándo llegaste a Jerez y por qué justo aquí?
Llegué hace 12 años a Jerez de la Frontera. Soy Licenciada en Comunicación Social y en mi país, Bolivia, había tenido también experiencia como maestra, pero la migración me regaló la oportunidad de un cambio de vida, de empezar en un contexto diferente. Recuerdo que, aunque el idioma es el mismo, al principio me sentía como si no supiera nada. Es algo psicológico, pierdes la perspectiva de ti misma. Aquí vivían ya mi madre y mi hermano. Yo vine solo por un mes, pero al llegar me encontré a mi madre como en una jaulita, con miedo a salir. Le decían que la podían parar por la calle y enviar a Bolivia, así que apenas salía. Me pidió conocer mejor la situación de las personas migrantes aquí y nos sirvió a las dos: terminé quedándome.
¿Cómo fueron esos primeros meses?
Encontré mucho apoyo en CEAin Jerez. Veía que era una entidad que estaba para apoyar a personas migrantes y me sirvió de guía. Me ayudaron a saber que teníamos acceso a la sanidad, la importancia del empadronamiento, las posibilidades de formación... Todo lo que había que hacer para arrancar una vida nueva.
¿Fue ahí cuando decidiste hacer voluntariado?
Sí, sentía que me ayudaban mucho y yo no tenía nada que ofrecer, así que me propuse como voluntaria y empecé a dar clases de español a menores migrantes. El voluntariado me permitió conocer la realidad y la vida asociativa de la ciudad, y participar en un curso sobre mediación intercultural, que más tarde me sirvió para entrar a formar parte en un proyecto pionero de desarrollo comunitario en la Zona Sur de Jerez.
¿Y cuáles están siendo sus resultados?
He formado parte del equipo de intervención comunitaria de Jerez, dentro de CEAin, desde 2010. Es un trabajo que permite intervenir en territorios partiendo de lo existente, de una radiografía de la zona, pero contando siempre con todos los protagonistas. Es un acompañamiento a la comunidad: invitamos a personas de referencia en la zona en salud, educación o servicios sociales, a entidades, referentes religiosos... Todo para proponer una organización de la comunidad, una mejora que permita transformar la realidad desde sus oportunidades y potencialidades. Es un trabajo a largo plazo. Se han hecho actividades y formaciones, se han creado mesas sectoriales en educación y otros campos y, entre otras muchas más iniciativas, se ha puesto en marcha la escuela abierta de verano, donde se trabaja cada año con más de 200 familias durante cuatro meses. Y desde 2017 también trabajamos de forma transversal el proyecto Stop Rumores, una iniciativa de Andalucía Acoge.
¿Cómo se desarrolla ese trabajo transversal?
La Zona Sur, donde viven 26.000 personas, es un lugar que ha sufrido mucha estigmatización basada siempre en prejuicios y estereotipos. Es algo que les cuesta mucho quitarse de la mochila. Con las herramientas de Stop Rumores hemos trabajado para visibilizar lo bueno, analizar datos, conocer cómo funcionan los rumores... para que sean los propios residentes quienes consigan acabar con las falsas creencias que se tiene del barrio. Empoderarles ha sido muy importante: han conseguido dar a conocer su riqueza, entrega y lucha.
¿Es posible la cooperación entre entidades sociales?
Por supuesto. Cada entidad sigue teniendo sus propios objetivos y proyectos, pero una parte de esa energía se vuelca a algo de carácter más amplio con lo que se va a conseguir un resultado común mucho más importante, como es mejorar y transformar la calidad de vida de las personas con las que trabajamos. El trabajo en la Zona Sur o Stop Rumores son buenos ejemplos, de ahí que participemos en octubre en el encuentro estatal de Quorum Global, donde se pondrán en común experiencias de trabajo y se impulsará la acción social.