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Opinión
La estafa de la Fundación Cajastur
La sociedad tiene una representación financiera con un poder que no ejerce, dejando que se expoliara Cajastur y empeorara la situación de Liberbank.
María es una septuagenaria de Figaréu que el pasado 16 de junio caminó desde su casa hasta la sucursal de Liberbank de su pueblo para tratar de evitar su cierre. Ni ella ni el medio centenar de vecinos que acudieron tuvieron ocasión siquiera de protestar. Se encontraron con dos carteles: uno advertía de que la oficina permanecería cerrada ese día por problemas técnicos, qué casualidad. Otro explicaba que la decisión del cierre respondía a "ofrecer un mejor servicio", qué eufemismo.
Días antes, en la central de Liberbank de la plaza de la Escandalera (sede central de Uviéu) no había ningún cartel. Sin embargo, nadie quiso recibir a estos vecinos, alegando que no se trata de una sede sino de una oficina más y les remitió a Madrid. Ahora, María y otras tantas personas se ven obligadas a caminar tres kilómetros para hacer gestiones bancarias.
En el primer trimestre de este año, Liberbank cerró 168 oficinas en España, varias decenas de ellas en Asturies. Al cierre de ese periodo, tenía 4.011 empleadas y empleados, 1.235 menos que hace un año.
Sergio, como otros 28 compañeros, se quedó en el paro en 2015. Su empresa, European Center for Soft Computing, instalada en Mieres y con un patronato sustentado por Cajastur, cerró abandonada por sus patronos, que dieron la espalda a un proyecto de I+D+i que buscaba ser puntero desde la cuenca del Caudal. Llegaron a contar con medio centenar de personas trabajando.
Rogelio, Servanda, Luisa o José Luis ya no tienen el centro de pensionistas de la Caja en su barrio de La Felguera, les dijeron en su oficina que no era rentable.
Irene trabaja en Madison, el contact center de Liberbank, que la entidad ha sacado a concurso. A las 257 trabajadoras y trabajadores les preocupa la incertidumbre acerca de posibles despidos o una eventual deslocalización, sin mentar las condiciones precarias que sufren desde hace meses, con unos salarios máximos de 800 euros mensuales.
Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, cobra 400.000 euros anuales, más de mil al día. Nombrado hace muchos años presidente de Cajastur por quien entonces mandaba en Asturies, pasó de la dirección de la Caja a la presidencia del Patronato de su Fundación, y fue el anterior representante de la Junta General en la Fundación Cajastur, elegido por el PSOE y el PP.
Hace más de un año compareció en la Comisión de Hacienda, tras no haberlo hecho nunca antes pese a llevar desde 1995 ejerciendo cargos de dirección en Cajastur. Despreció entonces a los parlamentarios que le interpelaron sobre el desmantelamiento de Cajastur, su integración en Liberbank, los activos tóxicos del banco, la estafa a miles de personas, los EREs, los cierres de oficinas, el fin de los hogares de pensionistas, la desaparición de la Obra Cultural, la precarización de las condiciones de trabajo de sus empresas externalizadas…
A Menéndez le sustituyó al frente del Patronato Jaime Montalvo. El 28 de mayo, después de justificar en dos ocasiones su ausencia, por fin acudió a la Junta General. De la comparecencia de Montalvo, la conclusión es que el Patronato se reúne no se sabe para qué, ni cuándo, ni cómo funciona esa estructura opaca, que se envuelve en una pírrica y arbitraria acción social para justificar un bien común que no tiene, porque representando como representa al 30% del accionariado de Liberbank junto con la representante, vetada, del Ayuntamiento de Xixón, no ejerce influencia alguna en las decisiones del banco.
Xixón continúa sin representante en el Patronato porque la elegida fue vetada con el voto de Montalvo. No solo es un veto intolerable, sino también ilegal, así lo interpretan los servicios jurídicos del Ayuntamiento. ¿Por qué no defiende el PSOE los intereses de la ciudad y su gente?
La Fundación Bancaria Cajastur es una estafa. La sociedad tiene una representación financiera con un poder que no ejerce, dejando que se expoliara Cajastur y empeorara la situación de Liberbank. El ‘bloque PPSOE’ es férreo cuando de Cajastur se trata. Ese es el problema que tiene la ciudadanía para hacer valer el peso social en Liberbank como banca asturiana de referencia.