Música
Begoña Astigarraga: “Nos habíamos criado con tal falta de libertad que salir de aquello era una prioridad”

Begoña Astigarraga, bajista en Vulpes, grupo de punk vasco que llegó a recibir una querella de la Fiscalía en 1983 tras su actuación en un programa de TVE, habla, entre otras cosas, de su impacto mediático en aquella época y la nueva ola represiva contra la libertad de expresión.

Begoña Vulpes 2
Begoña Astigarraga, bajista en Vulpes Teresa Villaverde
28 feb 2018 15:43

Begoña Astigarraga tenía 21 años cuando salió en 1983 en el programa de TVE Caja de ritmos tocando el bajo en las Vulpes. Aquella actuación dio una excusa al periódico ABC para abrir una línea de ataque contra el PSOE por su gestión de la televisión pública, que había permitido que la banda vasca de punk cantara en horario infantil que les gustaba ser unas zorras.

La batalla se saldó con la cancelación del programa, la dimisión de su director y una querella de la Fiscalía del Estado contra el grupo. Vulpes terminó por disolverse. Después de aquello, Begoña tocó durante un año en Primitivos. Luego se mudó a Londres y dejó la música.

Desde hace poco ha dejado también el bullicio del Casco Viejo de Bilbao para vivir en las afueras. Lo que no parece abandonar es el deje punki: “No pongas a qué me dedico, no me parece relevante. Si a alguien le interesa mucho, que busque”, dice. Y da un sorbo a su café sin inmutarse.

Al repasar la prensa del 83 se encuentran páginas surrealistas como una “encuesta” de ABC a personajes sevillanos. En concreto, el vicepresidente del Consejo de Cofradías y Hermandades, quizá como garante de la moral, tachaba de “inadmisible” la canción reconociendo que ni siquiera había visto el programa. ¿Cómo vivisteis el revuelo mediático? ¿Leíais la prensa u os mantuvisteis al margen?
Claro que leíamos lo que decían de nosotras. Fue flipante todo el lío que se montó de la noche a la mañana, entrevistas, reportajes, columnas de opinión en las principales cabeceras, viñetas en revistas satíricas de gran tirada como El Jueves, una querella criminal del fiscal general del Estado, salimos hasta en El Caso. En fin, fue evidente desde el principio que aquello era algo que interesaba a alguien y nosotras estábamos en medio de la corriente intentando que no nos engullera, pero al final fue perjudicial para nosotras y acabamos separándonos.

¿Alguna vez sientes nostalgia?
No me gusta anclarme en el pasado. Vulpes fue para mí una etapa de mi vida, genial, divertida, enérgica y llena de experiencias, pero ha habido otras tan interesantes o más. No sé si llamarlo nostalgia, pero sí echo de menos en la juventud de hoy ese espíritu que teníamos entonces y que tanto se ha idealizado. Nos íbamos de casa sin nada, a vivir a otros países sin sentir la necesidad de seguridad, nos habíamos criado con tal falta de libertad y tantas imposiciones morales que salir de aquello era una prioridad.

¿Crees que al final lo que quedó fue la imagen-mito de las jovencitas rebeldes y poco de vuestro discurso?
Quedó la imagen de cuatro chavalas rebeldes que cantaban cosas reivindicando nuestro espacio y nuestros derechos, pero porque nos hicieron mediáticas sin comerlo ni beberlo. Nuestras canciones mostraban inconformismo, y lo decíamos con todo el descaro porque así era el punk. Queríamos tocar, divertirnos, como lo hacían los chicos, pero a nuestra manera.

Pasa de mí era una respuesta adolescente al mensaje de nuestros padres de ser formales, educadas y estudiosas, a los novios posesivos o a quienes te miraban mal por la calle por vestir con las medias rasgadas, los pelos cardados y de colores.

Sexo por la cara era decirles a los hombres “yo soy la que decido cuando quiero sexo y no te asustes de que te lo diga a la cara, también puedo disfrutar contigo y decirte adiós, o pedirte sexo sin compromiso”. Pero también cantábamos contra la amenaza nuclear, contra la iglesia, la policía, las normas y los políticos. Siempre con ironía y humor. Yo creo que a pesar de que Me gusta ser una zorra fue la canción bandera, en los conciertos y las maquetas quedó todo nuestro mensaje, y mucha gente lo conoce.

Pienso que, siendo mujeres, el escándalo en TVE tuvo más impacto mediático, pero está claro que las querellas han caído y siguen cayendo igual 35 años después

¿Fuisteis un blanco fácil quizá por ser mujeres? No pasó nada con otros grupos, como Siniestro total y su Sexo chungo
Cuando grabamos para Caja de Ritmos nos pidieron que cambiáramos las letras. Nos negamos porque preferíamos que taparan con un pitido ciertas palabras y demostrar así que la transición no había traído la libertad de expresión.

Finalmente se emitió íntegra y no pasó nada, al menos hasta que, diez días después, ABC publicó en portada el titular “Una canción obscena, nuevo escándalo en TVE” y la letra de la canción.

Ese titular ya dice mucho de que la derecha católica ya recriminaba al PSOE, recién llegado al Gobierno, la gestión de la televisión pública. Solo fuimos el instrumento. Pienso que, siendo mujeres, fue mucho más impactante mediáticamente, pero está claro que las querellas han caído y siguen cayendo igual 35 años después.

¿Crees que vuestras letras seguirían resultando ofensivas ahora que se dice que el feminismo está de moda?
Supongo que hoy en día podría haber pasado algo parecido. Siempre hay mentes cínicas dispuestas a escandalizarse por cualquier cosa si entienden que va en contra de la moral cristiana. Ahí está el caso de las Pussy Riot.

Sin embargo, a mí me indigna ver programas en algunas cadenas privadas donde se da una imagen retrógrada de la mujer, aun de mujer objeto, o videoclips musicales que me dan ganas de vomitar. No diría que el feminismo está de moda, lo que pasa es que se cuestiona todo más abiertamente, los casos de abusos sexuales han dejado de esconderse, el maltrato machista se denuncia, las reivindicaciones de igualdad salarial, la paridad en las tareas del hogar... Hay mucho espacio ganado, pero aún queda muchísimo terreno por andar.

El vuestro fue el primer ejemplo mediático de censura después de la dictadura franquista. ¿Qué opinas de casos similares más actuales?
Suelo interesarme por ellos y, lamentablemente, no se limitan a letras de canciones de grupos. Hay obras como la del artista Abel Azkona en la que se escribía con hostias la palabra “pederastia”, las querellas contra los titiriteros, contra el cantante de Def con Dos, la sentencia de dos años y un día de cárcel para los 12 raperos del colectivo La Insurgencia, entre otros muchos. Son querellas que atentan contra la libertad de expresión en la propia actividad artística y que son arbitrariamente interpretadas.

Eso sí, casi siempre se judicializa a una corriente ideológica concreta. En el sentido contrario se ven pocas sentencias, pero se escuchan muchas barbaridades que justifican o hacen apología de la violencia machista, comentarios xenófobos y racistas, apología del abuso sexual contra las mujeres, y otras cosas que a mí me parecen mucho más peligrosas.

Alguna vez habéis comentado que, después de la polémica, vuestra gira fue censurada de forma soterrada. ¿Cómo fue tocar fuera de Euskadi?
Yo no diría que fuimos boicoteadas, si no, no nos habrían contratado para tocar en tantos sitios. Entrábamos en un mundo que desconocíamos, había promotores interesados en vender Vulpes en el cartel de una forma morbosa.

Al principio nos ponían como teloneros a bandas mucho más profesionales que nosotras que no coincidían para nada en estilo, y por tanto el público tampoco. Con el tiempo, y algunos buenos palos, fuimos aprendiendo a elegir mejor dónde y con quien tocar.

Actuamos en Rockola, en la meca de la movida madrileña, y los seguratas, que eran policías de paisano, nos hicieron una encerrona y nos dieron leña por, según ellos, poner al público en su contra.

En Palma de Mallorca nos advirtieron de que había militares en la sala dispuestos a disparar al aire si cantábamos cierta canción. Había sitios donde nos recibían de maravilla y otros donde tuvimos que salir por patas y sin cobrar porque no nos dejaban actuar en paz. Era todo bastante surrealista.

En Euskal Herria lo llevamos mejor, aún no había una infraestructura de gaztetxes donde poder tocar, pero actuábamos en plazas de pueblo con grupos punks y también en salas de fiesta donde te iba a ver gente de todo pelaje, y claro, a veces se pasaban mil pueblos.

¿Planeáis alguna otra vuelta del grupo o con la grabación de 2005 en recuerdo de Lupe saldasteis las cuentas con los años 80?
Aquella fue una oportunidad que nos surgió a raíz de hacer un homenaje por los diez años de la muerte de Lupe, la batería. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo para robarle horas a nuestras vidas de madres y trabajadoras, ponernos al día y preparar bien unos cuantos temas. De ese tirón salió la idea de hacer una nueva producción de los viejos temas y dejar grabado un CD con la mayoría de canciones. Ese debía ser el broche de Vulpes y así fue. No hay perspectivas de un revival.

Archivado en: Punk Hordago Música
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Música
Música Un decálogo para acabar con la discriminación de las mujeres en la industria musical
La asociación Mujeres de la Industria de la Música lanza un manifiesto con diez medidas para combatir la desigualdad que sufren las trabajadoras del sector, tanto artistas como el resto de profesionales.
Música
Jaume Sisa “Llegar a ser tú la obra de arte es el ideal más bello que pueda existir”
Asegura que hace mucho tiempo que decidió no celebrar nada, pero el cantautor galáctico Jaume Sisa está de cumpleaños: su disco ‘Qualsevol nit pot sortir el sol’ ha alcanzado el medio siglo.
#9424
28/2/2018 19:51

Muy interesante. Y que foto tan bonita. Gracias

2
0
#9435
1/3/2018 0:38

Sí, muy bonitas las dos fotos de Teresa Villaverde.

2
0
Gasto militar
Industria militar Europa y su alternativa a Trump: aumentar el gasto militar
La Comisión Europea anuncia el aumento del gasto militar en 800.000 millones de euros. "Estamos en una era de rearme”, dice la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen.
Granada
8 de marzo Diez mujeres que dan la cara por Granada
Marta, Roxana, Margarita, Olalla, Silvia, Lola, Saskia, Laura, Loli y Bethlehem son las voces visibles de algunas de las muchas luchas sociales, medioambientales y en defensa de los derechos humanos que se libran en Granada
8 de marzo
Mapa del 8M Mapa | El 8M se acerca a las mil convocatorias
La jornada del miércoles cerró con un total de 935 convocatorias. Las autoras del mapa detectan cómo algunos colectivos se disuelven y las instituciones absorben parte de los actos.
Arte
Arte La reivindicación de María Magdalena como acto político, poético y social de la artista Marina Vargas
‘Revelaciones’ es la exposición más grande de la artista granadina Marina Vargas, una de las representantes más relevantes del arte español, que combate la invisibilidad de las mujeres.

Últimas

República Democrática del Congo
África Claves para entender la guerra en la República Democrática del Congo, más allá de sus recursos
El análisis de este conflicto se ha centrado en la avaricia de estos actores armados ante las riquezas congolesas, obviando e invisibilizando el resto de cuestiones en la génesis de este complejo conflicto.
Opinión
Opinión La liberación según Margaret Thatcher
El debate sobre el velo no es un debate sobre el velo sino un ejercicio de poder, un abuso del mismo, una demostración de quién manda aquí, de quién tiene derecho a opinar sobre todo y quién no tiene derecho a hablar.
Opinión
Defensa del territorio La indefensión ante el caos de un territorio en lucha
Araba enfrenta la tormenta perfecta de las renovables con un modelo que prioriza el beneficio económico sobre la sostenibilidad y el bienestar de sus habitantes.
Más noticias
Gasto militar
Gasto militar Trump no reconoce el esfuerzo en gasto militar que sí han hecho Europa y Canadá
Los socios europeos de la OTAN y Canadá no han dejado de elevar su gasto militar, gastando ahora un 70% más que hace una década.
Fronteras
Fronteras PSOE y Junts no tienen los números para su acuerdo de gestión policial de la migración en Catalunya
Junts pretende asociar la concesión de permisos al conocimiento del catalán, algo que no aparece explícitamente en el acuerdo. El entendimiento para la cesión de competencias en materia de fronteras tiene por delante un tortuoso recorrido.
Carlos Mazón
València Nubarrones a la vista en el horizonte de Carlos Mazón
La instrucción judicial de la jueza de Catarroja, la presión popular en la calle y el ruido interno hostigan al president de la Generalitat.

Recomendadas

Culturas
Sandra Cendal “No miramos lo que hacen las grandes editoriales porque no jugamos en esa liga”
La editora de Continta me tienes habla de los diez años de la colección ‘(h)amor’, de consolidarse como editorial desde los márgenes y del “tsunami” que viene de la mano del fascismo.
Música
Jaume Sisa “Llegar a ser tú la obra de arte es el ideal más bello que pueda existir”
Asegura que hace mucho tiempo que decidió no celebrar nada, pero el cantautor galáctico Jaume Sisa está de cumpleaños: su disco ‘Qualsevol nit pot sortir el sol’ ha alcanzado el medio siglo.
Madrid
Madrid Inquilinas despliegan decenas de piquetes para ampliar la lucha antirrentista e impulsar huelgas de alquileres
Estos grupos agitativos territoriales, que se mantendrán a lo largo de los próximos meses, se han distribuido por distritos y barrios de Madrid como Villaverde, Lucero, Vallecas o Leganés.