Música
Valtònyc, el chaval que rapeaba entre balas de paja

Cantaban en los garajes. O entre balas de paja, depende del día. Swing y Valtònyc. Dos cantantes de la ruralía. Una bofetada que te despierta.

Valtònyc, Fermín Muguruza y Anna Gabriel
Valtònyc en rueda de prensa con Fermín Muguruza y Anna Gabriel.
22 feb 2018 14:08

Valtònyc todavía tenía cara aniñada y ni un pelo en la barbilla, cuando se empezó a escuchar su nombre por los ambientes alternativos de Palma,

—¡Hay un chaval de Sineu que hace rap en mallorquín y es un crack!

David Pujol, activista ‘indepe’ con cesta de mimbre, me lo decía emocionado. Y explicaba cómo lo había visto en un combate contra Mateu Xurí, alma máter de los glosadores (las y los bertsolaris de Mallorca). La palabra improvisada con dos pieles diferentes: Glosa versus Rap. Vaya: Como un bertso-saioa entre bertsolaris y raperos.


Corría el 2012 y la promiscuidad de Valtònyc con la glosa seducía a los independentistas de la isla. Un muchacho que conectaba un canto ancestral mallorquín con el rap forastero. Y con todo el descaro del mundo, motherfucker! No había precedentes. Para muchas, era una esperanza para la lengua catalana. Quizá incluso para la batalla por la supervivencia de la identidad mallorquina. ¡Eh! Con ocho millones de turistas al año y más de la mitad de la población nacida fuera de las Islas (según el INE), hay que trabajar la cultura propia. 

Leer: “En Balears han actuado las lógicas más salvajes del mercado”

Valtònyc demostraba que era posible tener un aire de poligonero y estimar tu tierra. Que era posible importar culturas de fuera de la isla y no por ello caer en el auto-odio. O sea, en aquellos urbanitas que comen piña en invierno, pero ver ETB1 les parece estrambótico.

Era tiempos en los que toda disidencia acababa imputada en los Juzgados de Via Alemania. Porque hubo un tiempo en que cada semana nos caminar hasta allí

Parece una evidencia, que hay quillos y chonis borrokas. ¡Y menos mal que es así! Pero entonces todo era muy oscuro. José Ramon Bauzá y el peor PP que se recuerde habían arrasado en las elecciones de 2011. Tanto, que se permitió una legislatura de hachazos contra el catalán. Años de trincheras poéticas en las noches de la Obra Cultural Balear (entidad a medio camino entre AEK i Euskaltzaindia). Meses de escraches en cada acto del Govern del PP, días en los que se intuía una tímida primavera mallorquina y noches saliendo de la redacción para llegar a la barra de los únicos bares estilo ‘Casco Viejo’ de Palma: El Pinzell y el Siset.

Era tiempos en los que toda disidencia acababa imputada en los Juzgados de Via Alemania. Porque hubo un tiempo en que cada semana nos tocaba caminar hasta allí. Por la puerta delantera, a aplaudir a los imputados que entraban a declarar. Por la puerta trasera, a hacer guardia hasta que soltaban a los detenidos. Y puño en alto, subían la misma rampa que Iñaki Urdangarin y tantos otros corruptos habrían de popularizar en todo el Estado.

Ya desde su nombre de aire genuinamente comunista —que no independentista—. Joan Miquel Arenas, camarada Arenas. A pesar de que tenía buena relación con Arran (el referente de Ernai en los Países Catalanes). Porque en Mallorca —especialmente bajo gobiernos bauzanianos— era difícil no hacer piña. Y el espacio de la disidencia, desengañémonos, era estrecho. Fue en aquel tiempo cuando Campos denunció al propio Valtònyc por su tema Círcol Balear. “Jorge Campos se merece una bomba de destrucción nuclear”. Valtònic tenía 17 años, cuando lo escribió. Campos era amigo de Santiago Abascal (¡hijo!).

En paralelo, Campos denunciaba a los jóvenes de Arran en otro memorable juicio, a pesar de que la jugada no le salió bien. O mejor dicho: consiguió notoriedad, gracias a llevar a juicio a diez jóvenes —por no decir adolescentes—. Pero no arrancó la condena que perseguía, ya que todo quedó en un delito de faltas. Es ahora cuando se acaba de cobrar su presa. La de Joan Miquel Arenas, Valtònyc.

Íbamos a sus conciertos en las noches tropicales de verano. Recuerdo el de sa Pobla, celebrando los diez años del nacimiento del colectivo Pinyol Vermell, en un polígono a las afueras. Los cubatas servidos en el maletero y los vasos de plástico duro y fiestas ya pasadas. 

“Hay un muchacho de Sineu que hace rap en mallorquín y es un crack!”, me habían dicho.

Cantaban en los garajes. O entre balas de paja, depende del día. Swing y Valtònyc. Dos cantantes de la ruralía. Una bofetada que te despierta. Ya nos había llegado un ejemplar de su primer disco, Rap Rural, a la redacción del Diari de Balears. Bases de hip hop, notas de folk, sueños de jazz... “Y que reivindican el uso del mallorquín como lengua de expresión", defendían ya entonces.

Hoy ya no es ese muchacho de los primeros ‘combates’ contra el bertsolari mallorquí Xurí. Sólo hay que verlo en el Parlament de Catalunya —en aquella rueda de prensa con Fermin Muguruza y la diputada Anna Gabriel—, cómo aferra el atril con las manos. Parece tener la fuerza de Durruti en sus brazos: está a punto de romperlo.

Quizás tendrá que dejar la frutería donde trabaja actualmente. Working class que no ha hecho dinero con la música, sino que la ha vivido, la ha sudado y la ha batallado.

La gira por Catalunya también lo llevó a dar conciertos como el de Badalona, rodeado de más músicos imputados como Pablo Hasel, Elgidio y César Strawberry. Mientras tanto, llega abril y con él la CUP de Barcelona reproduce las letras —por las cuales le han condenado— en un fanzine editado con motivo de Sant Jordi. El juicio está a punto de arrancar. Más tarde llegará la condena, el recurso ante el Tribunal Supremo. Y esta maldita semana, la confirmación de la sentencia.

Filtró una extravagancia: ¡Había donado 20.000 euros de su caja de resistencia a Puigdemont y la CUP! Inmediatamente abría las portadas de los digitales. Pero era fake news. Sólo quería trolearlos. Y se partía de risa.

¿Entrará en prisión? Pues así como se está afilando la represión en el Estado, quizá lo tengamos que ir a visitar a algún país centro-europeo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Música
Festival de Valdencín Música y reivindicación: así fue el II Festival Tejiendo Redes en Valdencín
Reivindicando el espacio de las mujeres en la música, Valdencín (Cáceres) se convirtió el 9 de noviembre en el escenario de una celebración que trascendió lo meramente musical: la segunda edición del Festival Tejiendo Redes.
Euskal Herria
Kortatu El “Sarri, Sarri” suena en la cárcel de Martutene y el Gobierno Vasco no volverá a permitirlo
Tras las críticas de Covite, PNV y PSE-EE apuestan por una postura unitaria que pasa porque el departamento de Justicia y Derechos Humanos endurezca los requisitos para los actos culturales dentro de las penitenciarías.
Opinión
Opinión Quan isc a buscar l'alegria (carta de amor a València)
Muchas aprendimos a amar València a kilómetros de distancia gracias a una cultura musical y antifascista llena de luz y de sal, de ardor y de dulzaina, de voces que pusieron letra y sonido a nuestros malestares.
Cinturon Morado
24/2/2018 13:04

"Pablo Iglesias me pidió que hiciera un tema hablando del Borbón para su programa y ahora cuando me juzgan por él calla." Valtonyc

13
1
matriouska
24/2/2018 4:17

Articulazo y gran homenaje a Valtònyc. Mejor centro-europa que comerse una injusta prisión por cantar..

8
2
Genocidio
Genocidio El Tribunal Penal Internacional emite orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.