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Música
‘100% Oion’, el disco de un pueblo alavés contra los prejuicios
No en centros mundiales de la música como Londres o Nueva York. Tampoco en la moderna Barcelona. El disco más interesante de 2017 se ha gestado durante dos años en Oyón, en la Rioja alavesa. En comunidad y contra los prejuicios xenófobos.
Oyón-Oion es un municipio pequeño, con un censo de 3.217 habitantes, muy próximo a Logroño. Una de cada cuatro personas que vive allí está en paro, lo que supone una de las tasas de desempleo más altas del País Vasco. En torno al 16% de su población es de origen migrante, principalmente de Marruecos y Pakistán. Allí se ha grabado el disco más especial de este verano, y posiblemente de 2017, titulado 100% Oion, que ha contado con la participación directa de un buen número de vecinos del pueblo, de todas las edades y nacionalidades.
Hace un par de años, la asociación de vecinos Bitartean Jolasean propuso una acción para mejorar la convivencia entre las comunidades de Oyón, que enfrentase los rumores y anulase los estereotipos que caen sobre la población foránea, oponiendo una dimensión crítica a los prejuicios racistas. Esa idea fue seleccionada por el programa Nuevos Comanditarios, una plataforma para desarrollar arte desde la sociedad civil promovida por la asociación Artehazia.
“Tuvimos una mesa de mediación cada mes en el pueblo y desde allí surgió lo del disco. La idea era hacer algo sobre la convivencia en el pueblo. Y al final decidimos que íbamos a grabar un cd de música”, explica a El Salto Ilham Mounir, marroquí residente en Oyón desde hace cinco años. Ella es una de las mujeres musulmanas que ha intervenido activamente en este proyecto, concretado en el disco que se presentó el domingo 11 de junio en el cine municipal.
La artista Idoia Zabaleta ha sido la encargada de coordinar el proceso, intercediendo entre las partes implicadas: “He estado en medio de todo, de lo bueno y lo malo. He tenido que mediar entre intereses, deseos, frustraciones, amores, diferencias que se han generado en estos casi dos años de trabajo”.
El desarrollo del proyecto le reveló que el desmontaje de los prejuicios contra las personas migrantes tiene mucho de otras cosas. “El de fuera es un chivo expiatorio, la excusa para cosas internas sin resolver. Es un nivel de complejidad profundo, relacionado con dinámicas arraigadas en el pueblo”, afirma.
“En el tiempo de preparación hemos ganado relaciones y acercarnos unos a otros. El resultado, el disco, creo que sirve para la convivencia en cualquier sitio, no solo en Oyón”, dice Ilham Mounir
Para dar forma al disco, en el que se pretendía implicar al coro del municipio, al grupo de rock de allí, a los bertsolaris, a la asamblea de jóvenes, a las auroras de Oyón (cantes tradicionales del pueblo) se ha contado con la música Mursego, Maite Arroitajauregi.
Para ella, 100% Oion ha sido un reto en el que se ha vaciado y que le ha reportado una cuantiosa recompensa. “Ha habido momentos muy duros, pero a cambio estoy aprendiendo a paladas”, reconoce a El Salto. “Nunca había compuesto para coro –hay tres canciones de coro, con la complejidad añadida de que son amateur–, ni había currado en un proyecto en el que coordinar a 100 personas, con momentos en que todo te pasa por encima”.
Uno de esos, recuerda, fue dialogar con las mujeres marroquíes, ya que decían que el Corán les impide cantar en público. “También hablamos mucho con ellas de temas como la menstruación, que no era lo previsto”, añade Zabaleta, que asegura que este proyecto ha desplazado las zonas de confort de las personas que han participado.
El disco tiene ocho canciones, entre ellas una techno jota, una aurora, una canción tradicional islámica –“es muy famosa en el mundo árabe, la hemos traducido al castellano y al euskera y la enseñamos a niños y mayores”, dice Mounir sobre este tema en el que cantan ella y su hija–, y un coro de quejas, que levantó mucha polvareda durante la creación.
Hubo una recogida por escrito de cuestiones que molestaban a los vecinos, para incluirlas en la letra, pero al circular la maqueta y los rumores sobre lo que en ella se decía –precisamente el boca a boca, el concepto sobre el que pivota esta intervención–, hubo también toma de posiciones. “Alguna gente no quería que en la canción figurasen algunas de las cosas que se decían”, comenta la mediadora.
100% Oion ha removido cosas en Oyón-Oion. A pequeña escala, pero significativa. Algunos vecinos reconocen que ahora se saludan más por la calle. Es un ejemplo. Otro: Mursego nos escribe para decir que “la presentación fue muy bien, con un montón de emociones, cantamos, bailamos, lloramos…”.
Y Mounir lo confirma: “En el tiempo de preparación hemos ganado relaciones y acercarnos unos a otros. El resultado, el disco, creo que sirve para la convivencia en cualquier sitio, no solo en Oyón”.