LGTBIAQ+
La Manada homófoba: así funciona la violencia disciplinaria masculina

Samuel fue asesinado no por su orientación, sino por la vinculación social que se establece entre la masculinidad hegemónica y el rechazo visceral de todo aquello que sea interpretado como femenino.
11 jul 2021 07:00

“Lo que te llaman mientras te matan importa”. Esta frase se ha quedado grabada en mi cabeza en los últimos días, ondeando entre la rabia, la tristeza y la frustración. No solo por la oleada de realidad que supone el asesinato de Samuel, sino por el hecho de que sea necesario seguir insistiendo en la realidad de la cultura lgtbífobo frente a esas voces negacionistas.

Algunos medios de comunicación y representantes políticos insisten en su negativa de calificar con rotundidad el asesinato de violencia homófoba. Les parece más apropiado, amparándose en una falsa neutralidad y búsqueda de veracidad, reducir el discurso político del asesinato a la compasión y la pena silenciando, de esta manera, el contexto de violencia que lo motiva, algo que no sirve más que para preparar el caldo de cultivo de vulnerabilidad de los colectivos que son víctimas de dichas agresiones.

No deberíamos permitir que se tachen elementos importantes de la ecuación, porque entonces dejamos que sean ellos, esos que nos violentan, los que definan de qué estamos hablando y, sobre todo, de qué podemos hablar.

Según los datos del INE, el 83% de delitos de odios son cometidos por hombres, quienes, sumado a esto, ejecutan las tipologías penales más violentas, por ejemplo, lesiones, robo con violencia o intimidación, daños, coacciones y amenazas.

No podemos permitirnos olvidar el odio visceral a todo lo alejado de la sacrosanta cisheterosexualidad sobre la que se construye nuestra sociedad

No es posible separar el asesinato de la dolorosa realidad de que fue un grupo de hombres, una manada más, quienes mataron a golpes a un joven al que le gritaron en repetidas ocasiones “maricón”. No podemos permitirnos olvidar el odio visceral a todo lo alejado de la sacrosanta cisheterosexualidad sobre la que se construye nuestra sociedad. No podemos obviar el poder de la manada, del grupo homosocial masculino y su capacidad aniquiladora, correctiva y controladora. Y es necesario recalcar que esta es una batalla de una guerra mucho mayor en la que el patriarcado se revuelve contra nuestras vidas marcadas por múltiples ejes de opresión.

La interpretación legal no es la única posible

“Lo que te llaman mientras te matan importa”, porque revela la posición de vulnerabilidad en la que ese grupo de asesinos posicionó al cuerpo del joven al ser leído en clave de menor hombría y, por lo tanto, de ser un cuerpo que puede ser sancionado. Samuel fue asesinado no por su orientación, sino por la vinculación social que se establece entre la masculinidad hegemónica y el rechazo visceral de todo aquello que sea interpretado como femenino. Ese “maricón” refiere al género y a la sexualidad y no a la capacidad de amar de nadie. He aquí la poca utilidad de proclamar el “love is love”. No nos matan por nuestra capacidad de amar: nos matan por la subversión de las normas identitarias patriarcales.

No nos matan por nuestra capacidad de amar: nos matan por la subversión de las normas identitarias patriarcales

No es mi intención realizar un análisis de por qué la articulación legal del delito de odio es pobre, está alejada de la realidad material y social y, sobre todo, nos deja desprovistas de herramientas de protección. Me parece más apropiado recalcar la insistencia machacona con la que la violencia estructural y sobre todo jurídica nos atormenta la existencia. Necesitamos emprender una enorme batalla por la configuración de un entramado legal sólido y efectivo en la protección de las víctimas y, a la par, debemos recordarnos que el que un hecho no sea definido por la legalidad vigente bajo la tipología penal de “delito de odio” no quiere decir que no haya existido o exista violencia lgtbífoba.

Buscamos la racionalidad del delito en una supuesta cadena lógica que en muchas ocasiones termina por ser una justificación encubierta en términos explicativos. El sustrato lgtbifobo se encarga de esto precisamente. La mínima comprensión de los procesos bajo los que se despliega la masculinidad patriarcal nos ofrece un panorama mucho más complejo y eficiente en la explicación causal de los delitos lgtbífobos.

Violencia estructural

Que te llamen maricón un grupo de hombres justo antes de asesinarte con una paliza no es un hecho casual, esporádico o un suceso anecdótico. Hay un ensañamiento identitario, aprendido, cultural y estructural. Es un asesinato producto de un sistema; ejecutado por unos asesinos que colaboraron para acabar con la vida de una persona apoyándose en un sentido común de masculinidad y una autolegitimación basada en aquello que puede ser golpeado hasta la muerte: un maricón falto de hombría.

Es un acto colectivo, no solo porque se hizo en manada, sino porque los significados de su masculinidad, de esa que les daba permiso para acabar con la vida de una persona también se estaban construyendo en comunidad

Es un acto colectivo, no solo porque se hizo en manada, sino porque los significados de su masculinidad, de esa que les daba permiso para acabar con la vida de una persona también se estaban construyendo en comunidad. De la misma manera, se repiten por nuestro territorio agresiones contra mujeres trans, lesbianas, personas racializadas y contra todos esos cuerpos que han sido definidos como “agredibles” al ser deshumanizados por la normatividad social.

Hablar de la violencia como una estructura es también abandonar la idea de que esta se produce de manera aislada, que es el producto de un individuo específico, de una maldad concreta, o incluso, de una maldad que emana de la propia naturaleza humana. Decir esto es pararnos a pensar sobre cómo estos actos enraizan con aprendizajes culturales, con nuestra socialización de género y con mensajes lgtbífobos con los que se nos moldea a lo largo de nuestras vidas.

Manada y masculinidad

Hace unos días la activista feminista Irantzu Varela señalaba en su Twitter precisamente la masculinidad como un factor fundamental para comprender no solo este asesinato, sino para poner el foco en cómo se ejecutan las diferentes violencias patriarcales: “El último bastión de la masculinidad es la manada. Se dan palmadas en el hombro, se ríen de sus chistes, deshumanizan a las mujeres, se ríen de la gente LGTBIQ y se escudan en una 'clase' a la que no pertenecen. Ellos nos violan y nos matan. Ellos nos pegan al grito de maricón”.

Aun así, sigue sin parecer un buen momento para hablar de la masculinidad. Los medios continúan empeñados en silenciar la naturaleza lgtbífoba de muchos de los delitos, amparándose en una falsa búsqueda de la neutralidad informativa. Y es que es el modus operandi habitual: la palabra “hombre” se obvia cuando se considera estratégicamente innecesaria, tal y como ocurre con la cobertura mediática de las manifestaciones de neonazis y fachas, y con los altercados en los espacios masculinos como el fútbol.

O ponemos la masculinidad y los atributos que la configuran en el foco o seguiremos manifestándonos tras el asesinato de algunxs de nosotrxs

Los datos nos muestran la necesidad de establecer políticas públicas que se orienten a la deconstrucción de la masculinidad de la que emana la violencia. Y, sin embargo, seguimos negando la máxima: o ponemos la masculinidad y los atributos que la configuran en el foco o seguiremos manifestándonos tras el asesinato de algunxs de nosotrxs.

Reclamar la visibilización de la masculinidad no solo es aludir, como menciona Elizabeth Duval (2021), al género como proceso, sino también al género como sistema de dominación, como una estructura ideológica que articula nuestros procesos sociales, legales y económicos.

La invisibilización de la masculinidad a la que nos enfrentamos es profundamente estratégica, porque anulando el concepto del que emana el problema se eliminan e invisibilizan también sus consecuencias, es decir, la violencia patriarcal, lgtbífoba, racista, capacitista, etc. Como menciona la historiadora Gemma Torres: “Cuestionar la masculinidad ha sido una tarea muy difícil porque implicaba no sólo cuestionar la identidad de los hombres, sino todos aquellos significados que estaban adheridos: la nación, el estado el imperio, la diferencia de clase”. Enfrentarnos a la masculinidad en este sentido es poner en cuestión los valores neoliberales a partir de los cuales la neutralidad se ha constituido como un espacio de estabilidad del capital y, por ende, del pacto social.

Con rabia hacia alianzas de futuros posibles

Nos acusan de “politizar” la realidad como si esta estuviera ausente de significados y como si la única manera de presentarse como digerible para el sistema fuera borrando cualquier rasgo de nuestras identidades. Apelar a la neutralidad no es posible en un sistema en el que la desigualdad estructura las posibilidades de nuestras vidas y de su articulación política. Enfrentarnos a este sistema es poner en cuestión la racionalidad occidental cisheteropatriarcal. No debemos consentir la despolitización de las categorías que atraviesan nuestros cuerpos y experiencias y necesitamos que se abandonen lavados de cara a los discursos que nos oprimen, negando nuestros sufrimientos y vivencias cotidianas.

En este contexto convulso apelar a la rabia solidaria es tratar de canalizar ese sentimiento de desprotección e indefensión en la construcción de alianzas que potencien nuestras luchas para así trascender los marcos interpretativos que nos vuelcan a pensarnos y vivirnos en la norma.

Masculinidades
Hombres entre hombres de verdad
Lo homosocial es esa búsqueda de una mirada cómplice, de una “resonancia identitaria”; es un “estoy contigo, tío”. Una necesidad inconfesable de aprobación que oscila entre el narcisismo, el miedo a mostrarse vulnerable y una muy ansiada legitimación identitaria
Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Violencia machista
Violencia Machista ¿Es útil el #YesAllMen? Dilemas de la posición masculina frente a las violencias machistas
Lo que hacemos los hombres para politizar y desindividualizar nuestro compromiso no tiene mucho efecto: depende de una viralización que nunca llega y se da en términos moralizantes.
Violencia machista
Machismo ¿Somos los hombres potenciales violadores?
¿De verdad no compartimos nada con ese bombero, ese informático, ese concejal, ese periodista que participaron en el horror de Dominque Pélicot?
Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Crímenes del franquismo
Víctimas de la dictadura Admitida a trámite otra querella por los crímenes del franquismo en Madrid
Carlos Serrano Suarez denuncia que fue sometido a torturas por parte de cinco policías de la Brigada Político Social. El juzgado número 41 ha decidido abrir el caso, algo que desde CEAQUA califican como “excepcional”.
Opinión
Opinión Monetizadores de la estupidez
Ser un chalado anticiencia puede llevar a pasearte por radios, televisiones y streamings porque eres rentable para gente sin un mínimo de ética periodística.
Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Opinión
Opinión Un monstruo camina sobre suelo urbanizable
El cojín socioeconómico y cultural que sostiene los sucesivos desfalcos del PP valenciano solo se entiende desglosando un ecosistema alimentado por la catalanofobia y las fiestas con toros.

Últimas

Sanidad
Sanidad privatizada Óscar López vuelve a ceder al chantaje de las aseguradoras y aumenta un 41% el dinero para Muface
El gobierno aprueba en el Consejo de Ministros un aumento de las primas para las aseguradoras privadas del 41,2%, superior al que en un primer momento estas empresas demandaban.
Euskal Herria
Justicia Aplazado el juicio contra los activistas por el paso de migrantes durante la Korrika
La vista se retrasa al 7 de octubre para que el tribunal pueda responder a las preguntas de los abogados. Los acusados han presentado más de 3500 autoinculpaciones recogidas con la campaña “J'accuse”
Madres protectoras
Justicia Colectivos feministas piden medidas para asegurar un juicio justo a una madre protectora acusada de secuestro
Las organizaciones piden que se tome en consideración la denuncia por abusos sexuales contra el progenitor, los intentos de la mujer por buscar medidas de protección en España y el arrancamiento de su hija.
Galicia
Galicia La Xunta maniobra para ampliar la balsa de lodos rojos de Alcoa pese a los riesgos medioambientales
La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, garantizó al comité de empresa de la planta de Alcoa en San Cibrao, situada en Cervo (Lugo), que ampliará su capacidad a pesar del riesgo medioambiental.
Militarismo
Militarismo Reloj, no marques las horas que quedan hasta el apocalipsis (marca los segundos)
El Boletín de los científicos atómicos lanza su anual advertencia sobre la proximidad del fin del mundo. Se trata un instituto fundado en 1945 por Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer y los científicos del Proyecto Manhattan.
Más noticias
Música
Música Apoteòsic Muguruza
Barcelona, Palau Sant Jordi. 24 de enero de 2025.
Cine
Cine ‘La ciudad es nuestra’, la película sobre las primeras asociaciones vecinales de Madrid, cumple medio siglo
‘La ciudad es nuestra’, de Tino Calabuig y Miguel Ángel Cóndor, continúa igual de vigente que cuando se filmó, convirtiéndose en una película de imprescindible visionado, tanto por su valor documental histórico como por el ejemplo que presenta.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez resucita el decreto ómnibus con más ayudas a los propietarios
El Gobierno anuncia un acuerdo con Junts para reflotar el decreto que permite revalorizar las pensiones con nuevos avales estatales para caseros. El presidente se compromete a convocar una moción de confianza.

Recomendadas

Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista
Jaén
Andalucía Lopera no quiere que Greenalia especule con sus olivos
Decenas de pequeños olivareros de la Campiña Norte de Jaén podrían perder sus terrenos en beneficio de una empresa que quiere talar los árboles para instalar siete parques fotovoltaicos.
Redes sociales
Nuevas normas Meta abraza el discurso de odio y desafía la normativa anti discriminación
La plataforma de Mark Zuckerberg anunció cambios en sus normas: cuando empiecen a aplicarse, los comentarios misóginos y LGTBIAQ+fobos no violarán su política, pero existen herramientas para denunciar el discurso de odio.
Cómic
Cómic Cómo la gentrificación del webcómic explica el estado de internet y de la cultura actual
Las nuevas generaciones leen viñeta a viñeta en la pantalla del móvil y las plataformas rentabilizan la parte del león de las visitas e influyen en el tipo de historias y estilos que se leen o no.