Argentina
El desalojo de Guernica

La recuperación de tierras en Guernica, en el sur de la provincia de Buenos Aires, terminó con un desalojo violento por parte de miles de agentes de policía. El asentamiento estaba formado por gente que no había podido continuar pagando un alquiler por la falta de ingresos. Durante el desalojo, la fuerza pública utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y balines de plomo contra los residentes y personas solidarias.
Desalojo de Guernica (Argenina)
Desalojo de Guernica (Argentina). Foto de Vero Mastrosimone.
16 nov 2020 17:56

El 29 de octubre Guernica despertó envuelta en nubes de humo. En medio de la madrugada, un ejército de miles de policías había rodeado los cuatro barrios surgidos en tiempos del coronavirus, en el frío invierno bonaerense, y donde residían según el censo 1.450 familias. A las cinco de la mañana comenzaron a desalojarlo, casilla por casilla. Arrastraron, golpearon o dispararon a las personas que intentaron interponerse, derrumbaron o prendieron fuego a sus chabolas. Detrás venían las máquinas. El humo gris de incendios y los gritos se colaban entre las paredes improvisadas y despertaban a quienes aún dormían.

Alrededor de 4.400 residentes se quedaron sin techo, incluyendo más de 2.000 menores de edad. En el fuego se perdieron documentos de identidad y otros objetos personales.


Los destruidos barrios de Veinte de Julio, San Martín, La Lucha y La Unión se ubicaban en el municipio que comparte nombre, Guernica, con la ciudad bombardeada por los nazis. Se trata de una zona poco urbanizada, repleta de tierras baldías (“tierras ociosas”) sin un dueño claro. Salpican también el paisaje algunas urbanizaciones cerradas para ricos (countries o “clubes de campo”), atraídos por estos lugares casi inaccesibles en transporte público. En un acto de solidaridad el 6 de noviembre en la plaza del Obelisco de Buenos Aires, una anciana del movimiento de memoria por los desaparecidos argentinos comentó que los primeros countries que se construyeron en la zona “son de la época de Videla”.

Casi la mitad del asentamiento se situaba sobre tierras abandonadas cuyos “dueños”, en su mayoría ligados al poder político local, no podían demostrar documentalmente que fueran los propietarios

De la última dictadura militar data igualmente el fenómeno de las tomas de tierras. Según tres geógrafxs de la universidad de Buenos Aires, la urbanización informal mediante asentamientos en tierras baldías comenzó a principios de los ochenta “como consecuencia de la creciente pauperización socio-económica y de las políticas expulsivas de población de la ciudad llevadas a cabo por la última dictadura cívico-militar”. Cuarenta años después, quienes recuperaron tierras abandonadas en Guernica el 20 de julio eran en su mayoría personas que “no han podido continuar pagando un alquiler por la falta de ingresos –e incluso han sido desalojadas de los lugares donde alquilaban–, o escapan de situaciones de hacinamiento extremo”. También había mujeres que llegaron huyendo de situaciones de violencia de género.

La propiedad fantasmagórica de la tierra, o dos modelos de ciudad

La recuperación de tierras en Guernica enseguida se judicializó. Las autopistas recientemente construidas habían incrementado el valor futuro de la zona a través de la especulación, así que pronto surgieron reclamos de propiedad en contra de los nuevos habitantes. Casi la mitad del asentamiento se situaba sobre tierras abandonadas cuyos “dueños”, en su mayoría ligados al poder político local, no podían demostrar documentalmente que fueran los propietarios. A pesar de ello, las autoridades de la provincia de Buenos Aires se posicionaron rápidamente “del lado de la propiedad privada”. Políticos y medios de la derecha lanzaron un pánico moral en torno a los “usurpadores” a los que acusaron de tener, quizás, ya una vivienda. La “propiedad privada” devino un símbolo vacío de contenido jurídico, agitado como estandarte contra los moradores.

“No solamente nos estamos peleando por el derecho a la vivienda sino que también la recuperación de territorio implica [...] cómo queremos que nuestros hijos y nuestras hijas se críen”, dice una de las manifestantes

El 55% de las tierras tomadas sí que tenían un dueño demostrable: eran de la constructora Bellaco, que planeaba usarlas para edificar un conjunto de urbanizaciones cerradas de lujo con piscina y canchas de rugby. Para que esta parte del asentamiento no fuera ilegal, geógrafos y urbanistas de la Universidad de Buenos Aires lo rediseñaron junto con los habitantes de modo que las tierras pertenecientes a Bellaco supusieran un 10% del total que la empresa iba a destinar al complejo de barrios de lujo. Ese es el porcentaje que un gran emprendimiento inmobiliario puede ser obligado a ceder a alojamientos sociales o de bajo coste según la Ley 14.449 de Acceso Justo al Hábitat. En el juego político que siguió a la toma, la ley 14.449 resultó ser papel mojado para los vecinos de Guernica.

Guernica Argentina
Ampliar
Comisión de Urbanismo de la toma de tierras de Guernica.


La propuesta de la Comisión de Urbanismo del asentamiento buscaba en el contexto de la pandemia crear un hábitat digno e higiénico para familias de las capas populares: los cuatro barrios creados, con “una superficie de 200m2 como plantea la Ley 14.449 en su artículo 20”, mantendrían el trazado de la zona urbanizada del municipio y contarían con espacios comunes para reforzar la integración social, espacios al aire libre de uso recreativo, huertas barriales y un paseo ribereño junto al cauce de agua. Cosas de las que en general carecen las mayorías sociales relegadas a los barrios hacinados de la periferia de Buenos Aires.

Como explicó una joven en el acto del 6 de noviembre, “no solamente nos estamos peleando por el derecho a la vivienda sino que también la recuperación de territorio implica [...] cómo queremos que nuestros hijos y nuestras hijas se críen, queremos plaza, queremos una salita cerca, queremos una escuela cerca, queremos sistemas cloacales, queremos luz... […] Por eso se votó por asamblea “recuperación de tierras” para resignificar un montón de derechos que nos han sido negados”. En respuesta, las autoridades ofrecieron inicialmente un acuerdo de retirada a cambio de una pequeña ayuda económica o algunos materiales para que construyeran sobre las viviendas de familiares o conocidos. Los tribunales dictaminaron que el asentamiento debía ser desalojado para permitir la construcción de countries y clubes de campo.

“Guernica no está sola”
Foto del asentamiento en Guernica (Argentina). Fotografía: Matías B. La Izquierda Diario.

De Guernica a Stone, y la imagen de Evita

Las autoridades avisaron que desalojarían Guernica el 30 de octubre, pero comenzaron por sorpresa en la madrugada del 29. Durante el desalojo, que empleó 4.200 policías con todo tipo de vehículos, la fuerza pública utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y balines de plomo contra los residentes y personas solidarias. Tras dos meses de debate sobre el posible desalojo, las imágenes de brutalidad policial convirtieron a Guernica en uno de los principales temas de debate público. El gobierno regional, dirigido por el kirchnerista Axel Kicillof, se escudó en que “no era el final que deseaban” pero tenían que cumplir la orden judicial. Dos días después del desalojo, su ministro de Seguridad Sergio Berni publicó un vídeo de propaganda institucional de tono militarista sobre la operación, en un tweet titulado “El derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada son innegociables. #FuerzaBuenosAires”.


La violencia del desalojo de Guernica llevó a los afectados de una estafa de compra de tierras en el barrio Stone (Escobar) a aceptar su desalojo pacífico el martes siguiente. Como explicó un joven en el acto del 6 de noviembre, “...llegamos a un acuerdo con las autoridades [...] para no tener que exponer a nuestras familias, para evitar esto que... que todos conocemos que pasó en Guernica. Nosotros nos retiramos voluntariamente firmando un acuerdo por el cual si nosotros salíamos pacíficamente ellos se comprometían a darnos una solución habitacional inmediata, lo cual obviamente no se cumplió. Se comprometieron a alojarnos en hostelería, a evaluar caso por caso... Esto no fue así, y hoy en día estamos con el compañero y con muchas familias desparramados, desparramadas como ustedes saben por casas de parientes. Nosotros estamos alojados en un jardín, nos tienen custodiados, nos persiguen en el distrito...“. Según otro joven que le acompañaba, ”Estamos esperando que cumplan con su palabra y nos den lo que está firmado acá. [...] Nuestros hijos están asustados. No queríamos que les pasara lo mismo que les pasó a los chicos de Guernica“.

Diversos aliados del gobierno, especialmente del movimiento de derechos humanos y madres de la plaza de mayo, han denunciado los hechos de Guernica como una “vergüenza”

El desalojo violento de Guernica quizás buscaba un efecto ejemplarizante para el movimiento de recuperación de tierras y las organizaciones piqueteras. Pero podría revelarse un error político. Diversos aliados del gobierno, especialmente del movimiento de derechos humanos y madres de la plaza de mayo, han denunciado los hechos de Guernica como una “vergüenza” que no esperaban; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha solicitado informes de lo ocurrido. El escándalo que ha supuesto el desalojo para los sectores de izquierda puede debilitar parte del apoyo al gobierno regional en su enfrentamiento contra el macrismo. Parece que el Frente para Todos perdió en Guernica una oportunidad para demostrar que son efectivamente el “gobierno de los pobres” y tienen una agenda sobre hábitat y vivienda diferente de la de los poderes fácticos. Una fractura política similar podría darse en España, donde la crisis del coronavirus está incrementando la desigualdad mientras persiste la burbuja de los alquileres y la carencia de viviendas sociales.

La tarde caía lentamente sobre la multitud congregada en el acto de solidaridad con Guernica del 6 de noviembre. Cerca del obelisco, un gigantesco mural de Evita parecía contemplar la concentración. Un médico pediatra de la Comisión de Salud expresó lo que muchas personas mayores estaban quizás sintiendo: ”La lucha que se pierde es la que se abandona. Tenemos que volver [...]. ¡Delante de la imagen de Evita quisiera decir que... tiene que perdonar a esta gente que se cree que sigue sus ideales y los traiciona!". ¿Qué pensaría Evita de todo esto? Mientras continúan los desalojos de tierras, los alojamientos sociales que construyó Evita languidecen y se profundiza la fractura urbana.

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Argentina
Argentina Golpe a la memoria en Argentina: los retrocesos en políticas de derechos humanos en la era Milei
La política de derechos humanos en Argentina enfrenta retrocesos alarmantes bajo la gestión de Javier Milei. Despidos masivos, cierre de espacios de memoria y desfinanciamiento amenazan el legado de memoria, verdad y justicia.
Argentina
La motosierra de Milei La canción infantil que Milei no quiere que se escuche
El Gobierno de La Libertad Avanza censura un tema musical que habla sobre los abusos a la infancia y ha servido para destapar casos de agresiones sexuales.
Argentina
Dolores Reyes “La literatura es la verdadera libertad, no la que Milei propone”
‘Cometierra’, de Dolores Reyes, fue un hito literario en 2019. Ahora el Gobierno de Milei lo ha incluido en una lista de libros calificados como “degradantes”, “inmorales” o “degenerados”.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Pensiones
Pensiones públicas El Gobierno y el PP sacan adelante la reforma de las pensiones para incentivar el trabajo hasta los 72 años
Con apoyo de la patronal, los grandes sindicatos y el partido de Feijóo, el Gobierno aprobó la reforma que permitirá retrasar de forma voluntaria la jubilación.
Congreso de los Diputados
Ley ómnibus El Congreso aplasta el ‘escudo social’ del Gobierno
La moratoria de desahucios y de cortes de suministros para familias vulnerables del ‘escudo social‘, así como los descuentos en el transporte y en el bono social eléctrico quedan suspendidos tras la derrota del Gobierno en el Congreso.
Fiscalidad
Impuestos Junts y PNV eliminan el impuesto a las grandes energéticas
Las derechas vasca y catalana se suman al PP y Vox para que no se prorrogue el impuesto pese a las concesiones.
Palestina
Genocidio No hay tregua para Israel, que multiplica sus ataques sobre la población de Cisjordania
Las Fuerzas Armadas de Israel han lanzado la operación “muro de hierro” sobre Jenin, donde se han producido más de diez asesinatos y docenas de detenciones en las últimas horas.
El Salto n.77
El Salto 77 La desastrosa gestión de la dana en la nueva revista de El Salto
A las vidas que se perdieron en el fango y la riada, a la gestión del desastre, dedicamos la portada de nuestro número de invierno de 2025.

Últimas

Crónica
Palestina El viaje vacío: el espejismo de la ayuda humanitaria en la frontera de Rafah
Un enviado especial de El Salto a Rafah explica cómo se ha producido el primer acceso de los periodistas extranjeros a este punto de la frontera de Egipto con Palestina tras el anuncio de alto el fuego en vigor desde el 20 de enero.
Estados Unidos
Crisis climática El portazo de EE UU al Acuerdo de París, una decisión que costará vidas
El magnate promulga en su primer día una batería de leyes anticlima y saca a Estados Unidos del plan global para frenar el cambio climático en el año en que el planeta ha sobrepasado los 1,5ºC de calentamiento.
Estados Unidos
Ola antigénero Trump, pasado y futuro del infierno que viven las personas trans en Estados Unidos
Aunque los atentados más graves contra los derechos trans en EE UU en los últimos años han venido de parte de los Estados, Trump empieza su mandato cargando contra el derecho a la no discriminación o los tratamientos médicos para el colectivo.
Galicia
Galicia Noruega frena una celulosa similar a Altri amparándose en la directiva europea que regula los vertidos
La Agencia de Medio Ambiente del país da carpetazo a la construcción de una fábrica en su territorio y argumenta su decisión por las potenciales afecciones a la calidad del agua. El proyecto, señalado por Greenpeace, era más pequeño que el gallego.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Sanidad a la madrileña La policía levanta una mesa que recogía reclamaciones en el Hospital 12 de Octubre de Madrid
Vecinas y vecinos de barrios y pueblos de Madrid llevan un año recogiendo reclamaciones por el estado de la sanidad. Este miércoles la acción ha sido impedida por la Gerencia del hospital, en un contexto de lucha.

Recomendadas

Palestina
Genocidio “Felicidad mezclada con mucha tristeza”, gazatíes en Egipto reciben las noticias del alto al fuego
Las personas palestinas refugiadas en Egipto celebran el alto el fuego aunque reconocen muchas dudas sobre el posible retorno a su tierra, toda vez que la campaña de Israel ha terminado con las infraestructuras y diezmado a las familias gazatíes.
Galicia
Galicia La Xunta reparte 2,6 millones en 59 convenios con los grandes medios gallegos basándose en el “interés general”
En poco más de año y medio, las consellerías firmaron 59 convenios para la publicación de campañas y contenidos periodísticos relativos a sus ámbitos competenciales, reservándose el derecho a hacer observaciones en los contenidos.
Yemayá Revista
Yemayá Revista El feminismo saharaui, una lucha debilitada por el abandono de un pueblo
Pese a lo esencial de la lucha de las mujeres saharauis por reivindicar sus derechos y los de su tierra, 50 años de exilio y colonización han tenido impactos en los ejes patriarcales de los campamentos de personas refugiadas en Tinduf.
Migración
Derechos Humanos 2.465 personas han muerto o desaparecido intentando llegar a territorio español en 2024
El informe ‘Derechos humanos en la Frontera Sur’ de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía pone el foco este año en la situación de los asentamientos en Huelva y Almería donde viven más de 12.000 personas.