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LGTBIAQ+
Colectivos LGTBIQ+ andaluces: “Somos un escudo infranqueable ante la amenaza de la ultraderecha”
El pasado 13 de junio, tras el debate electoral, Fran Fernández, profesor de instituto y activista por los derechos LGTBIQ+, escribía un tweet haciendo referencia a la actitud de la candidata de la ultraderecha a la junta de Andalucía ante la educación afectivo-sexual, que decía lo siguiente: “Dicen los de Vox que no quieren educación afectivo-sexual en las escuelas, ellos quieren unos hijos como sus padres, que humillen a gays y trans como llevan haciendo desde 1936. Callaítos y en un armario”. Ante la publicación de este tuit, Fernández recibió repetidos comentarios por partes de usuarios de ultraderecha, según contó en la celebración del orgullo disidente de Sevilla el pasado 24 de junio: “Me llamaron perro, depravado, maricón, sidoso, adiestrador de la masturbación y que te mueras”.
Este episodio no es un caso aislado. En esas mismas semanas, la activista trans Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera (ATA), recibía amenazas de muerte tras anunciar la propuesta de distintos colectivos LGTBIQ+ de frenar a la ultraderecha a través del voto a la izquierda en las pasadas elecciones del 19 de junio.
Ayer recibí esta amenaza de muerte por la que voy a presentar denuncia. ¿Hasta cuando se va a permitir la proliferación de discursos odio hacia las personas trans y LGTBIQ? ¿Hasta que materialicen sus amenazas? ¿Cómo se puede permitir de manera impune EL REGRESO DEL FASCISMO? 👇 pic.twitter.com/NoR23jGqfU
— 🔻Mar Cambrollé Jurado🏳️⚧️ Habrá Ley Trans (@CambrolleMar) May 27, 2022
Los discursos de odio y la LGTBfobia auspiciados por la ultraderecha no solo están aumentando en las redes, sino en el espacio público en Andalucía. En 2021, los delitos de odio LGTBfóbicos subieron en un 8% en la comunidad autónoma. Una realidad que también ve su reflejo en las políticas tras cuatro años de un gobierno en la Junta de Andalucía compuesto por los partidos que se negaron a apoyar la ley LGTBI en noviembre de 2019, apoyados por la ultraderecha, cuyo portavoz en el parlamento andaluz prometía eliminar las ayudas a asociaciones LGTBI.
A pesar de que el próximo gobierno andaluz no contará con la presencia de la ultraderecha, sí existe una estela de conservadurismo en un PP que, aunque venda un discurso moderado y aperturista, mantiene una posición ambigua con los derechos LGTBIQ+, sin aparecer nada específico en su plan de gobierno y con una cultura de clara homofobia en la historia del partido.
Orgullo Crítico Málaga: “Somos conscientes del riesgo que suponen los discursos de odio de la ultraderecha, pero también tenemos claro que no nos salvarán ni el poder punitivo ni la disciplina represiva del estado”
La ultraderecha está fuera de las decisiones políticas, pero eso no tranquiliza a los colectivos LGTBIQ+ que viven un ascenso de la LGTBfobia en la calle y la perspectiva de un gobierno que no va a avanzar en ampliar derechos a las disidencias. Mar Cambrollé, presidenta de ATA, considera que “la ultraderecha puede poner en peligro el avance de derechos ya que puede congelar leyes que se han aprobado con la unanimidad de los grupos parlamentarios”. Cambrollé insiste en que a la ultraderecha se la vence “haciendo proposiciones proactivas” y comenta que, desde ATA, el próximo curso se harán distintas propuestas a través de los grupos de la oposición parlamentaria “al amparo de la ley de memoria histórica, queremos convertir la antigua cárcel de Huelva en un lugar de memoria histórica LGTBIQ+”.
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Elecciones en Andalucía Andalucía, propuestas contra la amnesia histórica
Desde otros colectivos como el Orgullo Crítico de Málaga creen que para hacer frente a la ultraderecha hay que utilizar espacios más allá de lo parlamentario: “Somos conscientes del riesgo que suponen los discursos de odio de la ultraderecha, pero también tenemos claro que no nos salvarán ni el poder punitivo ni la disciplina represiva del estado”. Los colectivos de disidencias sexuales y de género en Andalucía inciden en la necesidad de generar espacios propios: “Necesitamos crear redes, crear espacios propios, ya que muchas veces no tenemos espacios públicos donde hablar de lo que necesitamos”, comenta Cristina Rodríguez Rodulfo, de Almería con Orgullo. La importancia de estos espacios reside en el aprendizaje según incide el colectivo Granada Visible: “La importancia de la colectivilización es el aprendizaje continuo y no solo individual sino, colectivo. El aprendizaje de las mismas o diferentes realidades”.
El colectivo Granada Visible reflexiona sobre la ultraderecha nacional y mira con preocupación la prohibición del aborto por parte de EE UU, ya que cree que “se copian mucho de lo que hacen los partidos conservadores en Estados Unidos”. Desde este colectivo insisten en la necesidad de generar alianzas “interseccionales” con otros sectores de la población que también “se vean afectados por el auge de la ultraderecha”. Algo en lo que también coinciden el Orgullo Crítico de Málaga: “Apostamos por la construcción de comunidad de la mano de las distintas expresiones del movimiento social organizado como son las asambleas transfeministas, los espacios sociales, los colectivos migrantes y antirracistas y los sindicatos de clase que tienen presente que la clase obrera es diversa y que cuestionan la normatividad y las dimensiones del heterosexismo y el cisexismo”.
La activista trans migrante Kim Hallen reivindicó en una charla sobre la resistencia trans migrante celebrada en el Orgullo Crítico en Sevilla la necesidad de que la población blanca se revise sus privilegios dentro del colectivo LGTBIQ+ con respecto a las compañeras migrantes “ignorar también es un privilegio, ignorar lo que no te afecta”.
Actualidad LGTBIQ+
Actualidad LGTBIQ Colectivizar el bienestar contra la LGTBIQfobia
Los colectivos andaluces LGTBIQ coinciden en la necesidad de crear espacios cuidados y colectivos donde poder hacer frente a la derechización de la sociedad y a los discursos de odio que se han colado en la cotidianeidad de las ciudades: “Juntes somos un escudo infranqueable, fuerte y afectivo con el que enfrentar el peligro latente que de nuevo amenaza con hacer retroceder nuestros derechos”, sentencian desde el Orgullo crítico de Málaga.