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Instituciones culturales
¿Techo de cristal o de cemento armado?
Algunas de las mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en el paisaje cultural en España cuentan por dónde va el camino para vislumbrar un entorno cultural más equitativo.
El Observatorio de Igualdad de Género en la Cultura fue creado en 2019 para “impulsar la presencia de las mujeres en todas las manifestaciones culturales y en puestos de responsabilidad”. Por la Ley Orgánica 3/2007 del 22 de marzo ya se exige una igualdad efectiva de mujeres y hombres. Sin embargo, el primer avance de una investigación desarrollada desde esta entidad, que analizó medio centenar de instituciones vinculadas al Ministerio de Cultura entre 2000 y 2018, arrojó como principal conclusión que “el ámbito de poder más inexpugnable para las mujeres es, sin duda, el poder cultural. El poder de legitimación artística es abrumadoramente masculino”.
Cuando se trata de exponer con objetividad, los datos hablan por sí solos: el 77% de los puestos directivos de museos, teatros y otras instituciones culturales de alto nivel son ocupados por hombres, mientras que solo el 22% de las mujeres se sientan en la butaca directiva, según avanza un informe elaborado por el Observatorio de Igualdad de Género en el ámbito de la Cultura. Hay más: si se eliminan las direcciones técnicas y gerenciales y se valoran solo las artísticas, el rosco se cierra en 82% hombres vs 18% mujeres.
Esta brecha varía según el sector, siendo más abrupta en las artes escénicas, donde las mujeres en cargos de dirección artística se sitúan entre el 4% y el 18% y, según un estudio realizado por la Asociación Clásicas y Modernas en colaboración con la SGAE, en la temporada 2018-2019 el 22% de los espectáculos analizados fueron escritos por mujeres y solo el 25% dirigidos por ellas. ¿Qué puede decirse al respecto? Con su primer aniversario recién cumplido al frente del Teatro Fernán Gómez, la directora y dramaturga Laia Ripoll no lo duda: “Es triste y decepcionante”.
Instituciones culturales
Solo una de cada tres exposiciones individuales en museos españoles es de una artista
La programación de exposiciones individuales incumple la ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en la inmensa mayoría de museos y centros de arte. Durante el último lustro, solo el 31% de las realizadas fue de artistas mujeres, según un informe presentado por la asociación Mujeres en las Artes Visuales, un colectivo que también propone un manual y una app de autodiagnóstico para que las instituciones culturales corrijan esta desigualdad.
No es por falta de mujeres en el mundo de la cultura, sino que se mueven en un entorno en el que las decisiones son tomadas por sus pares hombres. “Tenemos grandes artistas, grandes intelectuales, grandes empresarias, mujeres más que preparadas para liderar al mismo nivel que muchos hombres, pero no se valoran sus candidaturas porque las personas que forman parte de las comisiones que deciden son hombres y les resulta más fácil confiar en sus colegas”, apunta Blanca Li, directora de los Teatros del Canal.
“Los puestos directivos relevantes siguen siendo mayoritariamente ocupados por hombres y las mujeres son una excepción”, dice Mireia Massagué, directora del Museo Chillida Leku
Una tesis en sintonía con la de Mireia Massagué, directora del Museo Chillida Leku: “El mundo del arte y los museos ha estado copado por hombres. Sí es verdad que, en la última década, el número de profesionales relacionados con el ámbito del comisariado, la restauración y la gestión se ha incrementado exponencialmente por especialistas femeninas, pero la realidad es que los puestos directivos relevantes siguen siendo mayoritariamente ocupados por hombres y las mujeres son una excepción”. A este respecto sentencia: “El techo de cristal sigue existiendo y está lejos de romperse”.
El talento femenino precisa así de un altavoz que rompa moldes e impulse el cambio: “Todavía encontramos jurados, tribunales, comités que están formados exclusivamente por hombres o en los que las mujeres son minoría. A menudo se piensa que se ha seleccionado simplemente a los profesionales más competentes pero, cuando se pide hacer un esfuerzo y pensar en mujeres profesionales con el mismo nivel de excelencia, resulta fácil encontrarlas y equilibrar la selección”, explica Marta Pérez Ibáñez, presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo.
Música clásica
El mapa para encontrar a las desconocidas compositoras en la historia de la música
En la música clásica hay mujeres y no solo apellidos de hombres ilustres como Mozart, Beethoven, Vivaldi o Morricone. La musicóloga Sakira Ventura ha creado una antología cartográfica que, de momento, suma 440 biografías y sigue creciendo.
La oportunidad que tenemos hoy ante nosotros es un reto muy positivo para ser líderes de la transformación, como recalca la gestora cultura y socia de Una más Una, Irene Aláez: “Nos encontramos en un momento clave para equilibrar un relato social elaborado predominantemente por los hombres y bajo una mirada que, sin lugar a dudas, ha condicionado cada parte de las estructuras y el sistema”.
El peso de romper patrones: esfuerzo y compromiso
El tema de la desigualdad en cultura está presente en muchos países, lo dice un estudio de la Comisión Europea de la Cultura elaborado en 2019, que muestra que en música hay un 20% de mujeres profesionales, en teatro la representatividad es inferior al 37% y en artes visuales las colecciones permanentes tienen solo al 5% de artistas creadoras. Además, como explica la presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo, en el caso español existe un obstáculo de base que sitúa a las mujeres por detrás desde la misma casilla de salida: “España tiene raíces culturales más difíciles y lentas de superar, aún hay generaciones muy activas que se han educado en una cultura en la que el hombre ostentaba el poder económico, político y social”.
Y no solo es llegar, sino cargar con el estigma del privilegio y el escrutinio público: “Se nos exige más, debemos demostrar más, y se nos valora y retribuye menos que a un hombre”, no duda en aseverar Massagué.
“Es muy difícil que las mujeres creadoras estemos presentes en el imaginario y, al mismo tiempo, siento que cuando cometemos un error, cosa que en un varón pasa casi desapercibida, en nosotras se convierte en una mancha difícil de borrar”, puntualiza Ripoll, que añade que “lo que es evidente es que el techo de cristal existe y, a veces, más que de cristal directamente es de cemento armado”.
La máxima responsable del Teatro Español y las Naves de Matadero, Natalia Menéndez, puntualiza sin embargo que ya se han dado pasos importantes hacia un dibujo más equilibrado: “Al principio sí que fue más difícil, porque predominaba el machismo en nuestro sector pero, con el paso de los años, la evolución es hacia una cierta equiparación”.
“Las autoras, las directoras de escena, las coreógrafas tienen y tenemos que estar presentes en las programaciones y ya no es necesario recurrir a las cuotas, con tener los ojos y los oídos abiertos es suficiente”, dice Laia Ripoll, directora del Teatro Fernán Gómez
Lo aún pendiente es generar un compromiso y esfuerzos coherentes que visibilicen la creación femenina, como avanza la directora del Fernán Gómez: “Los referentes son imprescindibles, desgraciadamente las mujeres de mi generación hemos tenido muy pocos. Nos queda muchísimo por hacer, tenemos que contar, que estar presentes en los imaginarios y para eso es preciso predicar con el ejemplo. Las autoras, las directoras de escena, las coreógrafas tienen y tenemos que estar presentes en las programaciones y ya no es necesario recurrir a las cuotas, con tener los ojos y los oídos abiertos es suficiente”.
Lo mismo dice Blanca Li, que para esta temporada presentó una programación con un 40% de representación femenina: “Desde la dirección de los Teatros del Canal voy a seguir impulsando el cambio, creo que es fundamental apoyar a las creadoras y contribuir a una sociedad más diversa e igualitaria”.
La solución: la educación de las futuras generaciones
El trabajo no solo viene por pensar en un presente que sea diverso y un reflejo de nuestra sociedad, sino en lo que se deja a las futuras generaciones. Para ello, la educación es el arma más poderosa, como relata Natalia Menéndez: “Debemos realizar acciones y apostar por proyectos que sirvan para educar y concienciar. Además, en la programación crear proyectos donde se visibilice a la mujer”.
Respecto a esto, la presidenta del Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, Idoia Fernández, añade: “La igualdad es un factor transversal y, por ello, su radicación debe ser un trabajo en todos los aspectos. Me parece fundamental la actuación de observatorios, la elaboración de estudios o barómetros, y la concienciación social de la importancia de estas cuestiones”.
“El papel de la gestión cultural es hoy fundamental para forzar o presionar en la aplicación de la perspectiva de género en cada proyecto en el que nos involucremos”, asegura Irene Aláez, de Una más Una
“El papel de la gestión cultural es hoy fundamental para forzar o presionar en la aplicación de la perspectiva de género en cada proyecto en el que nos involucremos”, asegura Irene Aláez, de Una más Una. En definitiva, más mujeres a cargo de las instituciones culturales traerán formas alternativas de gestión como ya se ha comprobado con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, o la de Finlandia, Sanna Marin: “Creo que las mujeres tenemos un estilo de liderazgo distinto y hasta hace poco no se nos ha dejado demostrarlo. Las pocas mujeres en posiciones de poder tendían a tener un liderazgo muy parecido al masculino, para asemejarse y sentirse integradas. Hoy en día, tenemos ejemplos más visibles donde un liderazgo femenino puede ser igual de potente con sus propias características”, asegura la responsable del Chillida Leku.
Formas alternativas de encarar los problemas, flexibilidad en los horarios que permita la conciliación, la optimización de las reuniones o la incorporación del teletrabajo han sido prioridades de muchas mujeres en las cúpulas de poder en las últimas décadas. Aunque no hay que olvidar, como concluye Natalia Menéndez, que “somos mujeres y hombres quienes estamos impulsando el cambio e impulsando el rol de la mujer en las artes”.
Una lucha ante la pasividad y resistencia al cambio que va ganando grandes batallas como cuando hace unas semanas se nombraba a la primera vicepresidenta electa de los Estados Unidos, Kamala Harris, que quizás diera en su discurso de investidura esa clave que nos precipita a un camino sin retorno: “Si bien soy la primera mujer en ocupar este cargo, no seré la última”.
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Ole, y para terminar Kamala Harris, ahora que nos bombardeen a todas y todes. Pero usando lenguaje inclusivo. El imperialismo,o será feminista, o no sera.
pero que nos bombardeen con perspectiva de género por favor, y atendiendo a las diferentes identidades bombas de diferentes colores. Sí se puede, como en Libia.
Y el techo de cristal de limpiar alcantarillas y asfaltar carreteras, ¿para cuándo?
A los hombres en general nada nos favorece que unos pocos sean directivos, por qué no se cuenta el número de trabajadores total de las instituciones culturales? Verán que la mayoría son mujeres, en una época en que el paro nos machaca. La institución cultural genera más empleo femenino que masculino, y que un tipo sea director no nos ayuda al resto a pagar facturas.
Pero si el sector de la cultura está feminizado, y el feminismo es la marca que más vende en el ámbito cultural. Ustedes... ya han ganado, su discurso es el hegemónico
Aquí la hegemonía es del que tiene dinero, de la “gente bien”.
El empoderamiento de la que llena latas de berberechos, friega escaleras, o es gitana (p.ej.) no interesa nada. Estamos hablando de chicas inteligentes para dirigir stands de ARCO, que es una cosa seria y socialmente clave.
Las trabajadoras de a pie a su “performance”, que esto es para gente fina y educada.
"El entusiasmo", de Remedios Zafra explica, de forma clara y magistral, la situación de precariedad absoluta en la que se vive en el mundo cultural y artístico hoy en día. Por supuesto, en este sector más aún, la pobreza y el cansancio crónico tienen rostro de mujer
...Las chicas de la Moraleja... que quieren romper el techo de cristal.
La mayoría proletaria luchamos para no hundirnos en el fango, pero debemos apoyar nuevas jefaturas. Que de los cuatro mayores bancos de España estén dirigidos por mujeres no cuenta, pues al ser CEOs de grandes bancos, en realidad mandan como hombres (?).
¡Ya están las elites pidiendo apoyo para sus hijas con grado en la Sorbona y boina de Chanel!
Cuando esto afecta a una minoría social privilegiada... ¿en serio que hay que tomarlo como reivindicación del pueblo?
¡Abajo los poderosos! ¡Arriba las poderosas! ¡Viva la revolución!