Ibex 35
Razón de estado, negocio privado

La llamada “razón de estado” ha sido el pretexto para una instrumentalización de la acción exterior por parte del sector privado. Al tiempo, la empresa pública ha desaparecido.

Periodista y sociólogo

5 ene 2020 06:03

La articulación de la Razón de Estado con la empresa adquiere en España hoy una configuración singular. Ello es fruto de las peculiaridades del tipo hegemónico de capitalismo hoy vigente, que es de cuño financiero, especulativo e improductivo, en pugna con el capitalismo industrial y comercial clásico, éste a su vez muy capitidisminuido: primero, en la fase de la autarquía franquista, desde 1939 a 1959, con el Instituto Nacional de Industria (INI) como buque insignia; y luego, pese a conseguir cierta autonomía formal a partir del Plan de Estabilización de 1959, por acogerse a la inercia de una fase subvencionista, es decir muy apegado a las ayudas estatales, sin apenas contraer riesgos, cuyos ecos aún se escuchan fuertemente, sobre todo a escala regional, como muestra el asunto de los ERE en Andalucía.

La razón de Estado, que integra los intereses relativos a la supervivencia estatal en el espacio territorial, geopolítico-económico, y en el tiempo histórico, cuenta entre sus principales muñidores e ideadores el mundo financiero-bancario, que ha conseguido contaminar la mayor parte de la doctrina y las prácticas económicas estatales con un discurso neoliberal extremo que justifica mediante la llamada ingeniería financiera. Prueba de ello es que de las 130 empresas públicas estatales con las que España contaba hace apenas tres décadas hoy tan solo dispone, a escala estatal, de 16. España es el país de Europa más precario en empresas públicas estatales, más que Portugal, Alemania y Francia. La parte mollar de los ingresos del Estado español en este ámbito proceden solo de la Lotería y de la mitad, no privatizada, de AENA, vinculada a la gestión aeroportuaria.

La diplomacia oficial convirtió a numerosos jefes de Misión en verdaderos negociantes, más atentos a la obligada gestión de asuntos privados que a la representación de los intereses de los ciudadanos españoles

Sin embargo, a escala regional, la proliferación de empresas públicas, que en la mayoría de los casos adoptan objetivamente la condición de verdaderos chiringuitos clientelares en Gobiernos autonómicos y Ayuntamientos, llega a varios millares. Sus prácticas, no obstante, son muy semejantes a las de las entidades privadas, por la impregnación doctrinal de sus actividades en clave neoliberal. Solo son formalmente empresas públicas, pues sus actuaciones lo desmienten y apenas revierten en mejoras sociales.

Puertas giratorias
Puertas giratorias. Arte El Salto

Altas esferas

La articulación entre empresa y razón de Estado en España se macera, se traba y se vertebra mediante los consejos áulicos, señaladamente los que asesoran a importantes instituciones del Estado, como la Corona. Ésta, pese a carecer de prerrogativas legales al respecto, durante el mandato del rey hoy emérito, se arrogó arbitrariamente la titularidad de una diplomacia paralela, por encima de la oficial gubernamental. Quienes le aleccionaban en tales tareas eran destacados miembros de círculos empresariales selectivos y privados, con acceso directo al palacio de La Zarzuela, donde decidían las grandes líneas de negocios a los cuales hacían concurrir al Estado y escudándose en él y en las amistades del titular de la Casa Real para maquinar sus tasas de ganancia.

Los asesores áulicos, procedentes en su mayoría de la empresa privada o versados hacia ella tras dejar sus cargos oficiales, verdaderos exponentes de las puertas giratorias, consiguieron contaminar tales prácticas “diplomáticas” con el discurso privatizador y con consignas tales como el de la automática generación de empleo “para España”, como efecto directo de los negocios financieros privados, muchos de ellos meramente especulativos e improductivos, a los cuales se les asignaba a priori una “españolidad” incuestionable.

Régimen del 78
El Estado que dejó de ser feliz

La última descarga de la crisis en el sur de Europa se produce entre millones de ciudadanos “hartos de ser españoles”, pero también entre jóvenes catalanes condenados a un presente de precariedad. La Marca España se ha visto incapaz de contener la rabia y el desengaño de una generación condenada a la precariedad y a la falta de diálogo sobre la plurinacionalidad

Distintos Gobiernos, por no decir todos, entes políticos concernidos en la aplicación de la Razón de Estado, durante toda la etapa de la post-transición, abdicaron reiteradamente de sus funciones en pos de la defensa de los intereses realmente nacionales, al permitir que Juan Carlos I se introdujera de hoz y coz y de manera continuada en la negociación y la contrata de grandes obras públicas en el extranjero, gestiones que resultaron satisfacer a compañías de ingeniería, energéticas, de transportes o químicas, en ocasiones afectadas por graves irregularidades —como alteraciones al alza de lo presupuestado al comienzo de las obras—, cuando no verdaderas prácticas de corrupción, comisiones incluidas, que degradaban precisamente la imagen exterior de España.

Claro que, la diplomacia oficial convirtió a numerosos jefes de Misión en verdaderos negociantes, más atentos a la obligada gestión de asuntos económicos de compañías privadas que a la política o a la representación de los intereses de los ciudadanos españoles en el extranjero. La pantalla bajo la que todo ello se escondía era la llamada Marca España, un dispositivo que asocia al Estado español a un producto comercial mercantil como cualquier otro.

Los medios de comunicación privados, muñidores a su manera, directa o indirectamente, de algunos flecos legitimadores de la Razón de Estado, como la opinión pública, experimentaron asimismo pareja contaminación doctrinaria ultraliberal. La aplicación e implantación general de tales doctrinas llevaba aparejada una previa e intencionada degradación, inducida desde el ámbito mediático, de todo lo que tuviera que ver con la eficiencia de la gestión empresarial pública estatal, así como con el ataque sistemático hacia cualquier tipo de planificación.

Se impuso y se dejó en manos de la Bolsa la valoración global y total de la actividad económica, devaluando al Estado abiertamente y dejándolo al pairo de crisis cíclicas de todo tipo, como la de 2008. Hasta los periódicos acudieron al mercado bursátil a cotizarse; eso sí, tras haber quedado desmantelada la Prensa pública que, despojada de su impregnación franquista cuando se denominaba Prensa del Movimiento, pudo haber sido, en años posteriores a la Transición, transformada en una herramienta eficaz para contribuir a democratizar la información y la cultura y fortificar una peana estatal con vocación social. “La mejor ley de Prensa es la que no existe”, fue el mantra acuñado entonces en los medios privados, embarcados en una política informativa que no solo les convirtió en apóstoles de la desregulación de los mercados financieros, sino que acabaron por confundir esa política informativa con la información política, práctica que dura hasta nuestros días.

Medios de comunicación
Historia de un desguace

En los últimos quince años, la crisis y algunas decisiones empresariales escudadas en ella han construido unas nuevas relaciones laborales en prensa, convirtiendo en papel mojado los convenios y los derechos de las plantillas.

El piano de TVE

Es práctica común que las escasas empresas públicas estatales españolas se vuelquen permanentemente en la subcontratación, despilfarrando recursos propios y cediendo los beneficios a entidades privadas que litigan por conseguirlas mediante ofertas siempre a la baja que, a su vez, degradan la calidad de los servicios subcontratados por el Estado. Se contaba ejemplo de un célebre caso: el de un piano alquilado y pagado anualmente a una entidad privada durante varias décadas por parte de TVE, de tal modo que el precio final abonado multiplicaba por veinte lo que hubiera costado su adquisición inicial directa. Por cierto, la televisión pública fue pionera en la subcontratación de programas y medios a productoras privadas, despreciando copiosos recursos personales y materiales de los que disponía.

Medios de comunicación
¿Qué pasa con RTVE?
El miércoles 4 de julio se vota en el Congreso la composición del Consejo de Administración de RTVE, que supondrá la salida de la corporación de periodistas afines al Partido Popular.

En el segundo cinturón de la razón de Estado, el de la gestión de los intereses estatales, protagonizada ésta por los servicios de Inteligencia, tal supuesta españolidad causó efectos semejantes. Como gran novedad del arranque del siglo XXI se impuso entre sus líneas de acción una mentada “inteligencia económica”, doctrina cuya aplicación incurrió en la identificación entre los beneficios empresariales privados con los intereses sociales y públicos. Y lo pregonaban como si, de manera automática y mecánica, esos beneficios se tradujeran en siempre en empleo bien remunerado y en mejoras de las condiciones laborales. Lo cierto era que engordaron la tasa de ganancia de los dueños del capital, con magros resultados para su base empleada.

La política estatal de adquisición —y venta— de armas, por ejemplo, sigue al pie de la letra las consigas doctrinarias de esos mercados y de las doctrinas que los rigen, al igual que la de los astilleros, hoy en pleno declive, otrora florón de la economía estatal española.

La Razón de Estado muestra en España una caracterización según la cual, el capitalismo financiero, la ha sometido mayoritariamente a su servicio 

Poderes del Estado como el Judicial mantienen nexos irrompibles que fuerzan a los ciudadanos incluso a depositar gravámenes, fianzas, impuestos, multas y otros ítems en bancos determinados, casi siempre los mismos, yugulando la libertad de elección y teledirigiendo la tenencia de esa masa de fondos públicos hacia los bolsillos privados.

En este proceso, que cabe definir como de auténtica privatización del Estado, tuvieron mucho que ver las limitaciones de soberanía impuestas primero por la irrupción de compañías estadounidenses en inversiones españolas, fruto de la dependencia político-militar de Madrid respecto de Washington durante el Plan de Estabilización, y las procedentes de la Europa comunitaria, señaladamente después del Tratado de Maastrich en 1992, con la ulterior conversión de la peseta española en euros.

En definitiva, la Razón de Estado muestra en España una caracterización según la cual, el capitalismo financiero —cuyos vínculos con el crimen organizado han sido puestos de manifiesto en distintos procesos judiciales protagonizados por el PP—, la ha sometido mayoritariamente a su servicio, invirtiendo el sentido histórico de tal relación. Y lo ha hecho impregnándola con sus prácticas privatizadoras, antisociales pues, mediante un proceso de abducción por parte de círculos financieros que configuran la hegemonía doctrinal intramuros de los consejos áulicos, que no solo asesoran sino que casi siempre gestionan también la actividad económica de algunas de las principales instituciones estatales. La ingeniería financiera ha dislocado, plenamente, no solo la Razón sino el Estado mismo, devaluándolo hacia niveles de irrelevancia.

Economía
Desvelos del capitalismo marca España

Las grandes fortunas españolas se encuentran en fase de “intranquilidad”. Más allá de la incertidumbre sobre el nuevo Gobierno, las multinacionales han entrado en una fase de baja rentabilidad que ha atraído a tiburones de las finanzas internacionales. La inestabilidad internacional puede ser una oportunidad para la redistribución... o para que esas empresas exacerben su lógica de acumulación caiga quien caiga.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Tribuna
BlackRock ¿Por qué debe preocuparnos la presencia de Blackrock en España?
La presión de estos fondos hace que sean más caras las facturas del gas y la luz, la hipoteca, el precio de la vivienda y los alquileres.
Tribuna
Gobierno Jordi Hereu, nuevo peón de las empresas para el impulso de la reindustrialización verde
Su elección es importante, ya que será el responsable de una de las agendas más importantes de la nueva legislatura y clave para que el Ibex 35 pueda garantizar el futuro de sus negocios
Sanidad
Sanidad Óscar López desoye a Mónica García y concede más dinero a las aseguradoras de Muface
El Consejo de Gobierno aprueba una nueva licitación que incluye un aumento de las primas para las aseguradoras privadas del 33,5%, empujados por las protestas de sindicatos como CC OO y UGT, y en contra de la propuesta del Ministerio de Sanidad.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Junts permite que la proposición de ley que pretende regular el alquiler de temporada entre en el Congreso
El partido de Carles Puigdemont cambia de opinión y permite que la ley propuesta por los sindicatos de inquilinos y presentada por los socios de izquierda del ejecutivo comience su trámite parlamentario.
Crisis climática
Crisis climática El Constitucional admite a trámite la demanda que reactiva el Juicio por el Clima
El Tribunal acepta el recurso de Ecologistas en Acción, Greenpeace, Oxfam Intermón, Fridays For Future y la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo por el que se demanda al Estado español por inacción climática.
Sanidad
Sanidad Denuncian que Defensa cede a Quirón el antiguo Hospital del Generalísimo Franco por una cantidad “irrisoria”
La Fundación Jiménez Díaz pagará ocho euros por metro cuadrado por la cesión de un edificio público, mientras la media del precio del alquiler en Madrid es de 20 euros por metro cuadrado.
Siria
Jiyan Malla “Los kurdos tienen que formar una parte importante de la transición en Siria”
Integrante del Departamento de Relaciones Exteriores de la Región de la Administración Autónoma Democrática, Jiyan Malla analiza la situación de Rojava tras el derrocamiento del régimen sirio, y el rol de Turquía e Israel en este nuevo escenario.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Alquiler
Huelga de alquileres Cuando Barcelona se levantó contra la patronal inmobiliaria y declaró la huelga de alquileres
Recién entrada la República española, 100.000 familias dejaron de pagar durante cuatro meses los precios abusivos que ya entonces se reclamaban por las viviendas.

Últimas

Que no te cuenten películas
Que no te cuenten películas En estas fiestas, que todo quede en casa: regala libros de la Tienda de El Salto
Aprovecha los regalos de estas fiestas para respaldar proyectos alternativos. En El Salto te lo ponemos muy fácil: desde hoy y hasta el cinco de enero, si eres socia tienes un 5% de descuento en todos los libros y te los enviamos gratis.
Trabajo sexual
PROPUESTA No, el SEPE no te va a obligar a ser prostituta: la propuesta de despenalización del trabajo sexual al detalle
El sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS está iniciando una ronda de consultas con los partidos políticos para pedir que apoyen la propuesta de ley despenalizadora que presentaron en verano, pero ¿qué implicaría esta norma?
Más noticias
Universidad pública
Universidades La universidad pública madrileña sale a la calle para defender su futuro
Estudiantes, profesores y sindicatos hacen un llamamiento para acudir el día 19 a la Asamblea de Madrid para denunciar la “asfixia económica” que sufren los centros privados con un presupuesto insuficiente.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Viajante
Solo en el último catálogo surgía la esperada sorpresa, el objeto de edición limitada que ofrecía a personas de confianza, a quienes le unía un nexo, decía, más allá del mero vínculo comercial.

Recomendadas

Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.