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Coronavirus
Cuidado con el miedo
Una cosa que ha quedado evidenciada, es la desinformación continua, desde medios que la lanzan a propósito y premeditadamente (sobre todo por wasap) con el objeto de confundir, de crispar, de meter MIEDO, ya que el miedo es el caldo de cultivo ideal para abrazar las autarquías políticas.
Por supuesto que agradezco cada día a todo ese personal sanitario que está prestando diariamente su servicio denodadamente ante esta crisis que estamos sufriendo. Este personal incluye por supuesto además de a los médicos y las médicas, enfermeros y enfermeras, auxiliares, celadores y celadoras, personal de limpieza, personal de mantenimiento, cocina, administrativos…
También agradezco toda esa labor que, dentro de esta situación excepcional que estamos atravesando, llevan a cabo las diferentes policías, militares, etc…
Pero también reconozco, doy valor y agradezco, la labor que realizan otros medios esenciales, como son las gentes de los supermercados, los almaceneros de logística (mi padre fue almacenero) y los transportistas que traen ese stock hasta las tiendas. Sumo barrenderos, limpiadores, jardineros, personal que recoge la basura diariamente, personal que está detrás de los servicios esenciales de agua, luz y gas, personal que mantiene el flujo de las comunicaciones, y más en este tiempo, a tope, como es así en nuestros días de confinamiento.
Incluso doy las gracias también al actual Gobierno. No creo que otro gobierno lo hubiera hecho mejor que este. Teniendo en cuenta que nos enfrentamos a una situación excepcional para el mundo occidental. Y que nadie, por tanto, tiene un ‘manual’ una ‘guía’ para afrontar esto…
Hasta aquí, todo normal, como supongo que piensa una gran mayoría, con ‘dos dedos de frente’.
Sin embrago, y no todo iban a ser aplausos, creo que se está dando una situación bastante peligrosa, y que no debería pasarnos inadvertida. Y esto tiene que ver, con que esta crisis del coronavirus, ha puesto en evidencia unas cuantas de cosas.
Por un lado, a puesto en evidencia nuestra dependencia del exterior, llámese China, Alemania, la Unión Europea, o Estados Unidos; y que esto no nos está ayudando en nada, demostrando la debilidad del actual sistema económico mundial, centrado en el capitalismo de las ganancias, a costa de la explotación de los recursos y de las personas.
Por otro lado, también está quedando en evidencia, que los medios gubernamentales y sus brazos policiales, tienen un gran poder para someternos, atemorizarnos y recluirnos, esgrimiendo ‘que es por nuestro bien’. Y de esta manera, empezar a controlarnos en nuestra intimidad del día a día, y encima lo estamos acogiendo con entusiasmo ‘porque es por nuestro bien’. El estado, los médicos, la ‘autoridad competente’ ya cuidan de nosotros, ¿ya que nosotros somos incapaces de ello?
Y otra cosa que también ha quedado evidenciada, es la desinformación continua, desde medios que la lanzan a propósito y premeditadamente (sobre todo por wasap) con el objeto de confundir, de crispar, de meter MIEDO, ya que el miedo es el caldo de cultivo ideal para abrazar las autarquías políticas, seguido de la pérdida de derechos fundamentales, como el libre deambular y de manifestación del propio parecer que sea diferente al generalizado, en definitiva el miedo paraliza y da paso a la posibilidad de entregar la propia autogestión de la vida, a terceros, sean otras personas, que saben o pueden más que tú, o al propio sistema en el que vives, y que precisamente se está poniendo en cuestionamiento con esta crisis, denotando que tiene fallas garrafales, de índole económica, pero también social con una desigualdad galopante en todo el mundo, y con su vertiente climática, que a la postre es el Planeta en el que viajamos, que nos sustenta y nos da la vida y que hace aguas por todos lados…
Todo esto nos está invitando a cambiar nuestra forma de pensar la vida, a explorar ‘una nueva forma de pensar la vida’ como bien dice la antropóloga afrocubana Aída Bueno Sarduy: “Existen otras maneras de vivir y algunas, definitivamente, son un poco más felices que la occidental”.