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Lunes de plomo en Madrid. Las manos en los bolsillos, y con las manos, otras preocupaciones. El fin de mes y el otoño. La navidad a las puertas. Plomo. Las conversaciones han bajado decibelios. El sábado cambió la historia de España, de Catalunya, de Madrid. Hay una victoria que cuelga de los balcones. Y miles de derrotados, de derrotadas, que caminan hacia el trabajo. Entre contaminación atmosférica. Bajo menos ruido. Se oye una victoria. Y se intuyen miles de derrotas.
La suspensión de autonomía de Catalunya, tras la declaración de independencia, tras la celebración del referéndum. O la no suspensión de autonomía, tras la no declaración de la independencia de Catalunya, tras el referéndum que no existió. En Madrid, el ‘sí’ o el ‘no’ no ha alterado el producto. La petición de castigo colgaba de los balcones. Y acabó despeñándose por ellos.
Antes se ensayó con Venezuela. Había que intervenir para defender el estado de las cosas, para restaurar las cosas a un estado como dios manda. Como entretenimiento. Como tema de conversación. Como ‘quién se creen ellos, con quién se creen que están jugando’. En Madrid se sabe contra quién hay que jugar. Por eso nos retiramos. Analizamos. No actuamos, porque, ¿cómo actuar ante el rotundo “con quién se creen que están jugando”?
Que el proceso hacia la independencia era del tipo ilusionista se supo en Madrid antes que en ninguna otro lugar de Europa. Hemos leído mucho sobre ello. La Unión Europea, aquel edificio que se nos impuso en septiembre de 2011 y en julio de 2012, nunca quiso hablar del tema, eso bastaba para saber que todo iba a acabar mal. El día a día, el Barça y el Madrid, la navidad y el otoño, iba a terminar con la improvisación. Y si no, Rajoy. El que ganó a la tercera. El que repitió las elecciones para ganar. El que nunca hace nada.
Lo que no vimos venir fue que de la derrota del adoctrinamiento de Catalunya iba a surgir la evidencia del adoctrinamiento español
Lo que no vimos venir fue que de la derrota del adoctrinamiento de Catalunya iba a surgir la evidencia del adoctrinamiento español. Banderas en los estados de WhatsApp, la legalidad por bandera, el discurso del abanderado de 1992. En Madrid teníamos nuestros propios límites. El 135. Los medios en contra. El desfile kilométrico del ejército. ¿Cómo íbamos a actuar?
La foto de las Azores de Rajoy se ha hecho en casa. Albert Rivera, como el alumno aplicado, Pedro Sánchez, como el futuro arrepentido de la fotografía. El 155 de Rajoy pone fin al régimen –o consenso. Elijan– del 78 y abre otra etapa. El simple fin del pacto territorial o el comienzo de la democracia autoritaria. Las manos en los bolsillos. La tendencia ha comenzado en todo Occidente. Legislación y apoyo de mayorías igual las minorías tienen la ONU para reclamar protección. Y algunas ni eso. La era de la democracia autoritaria, de la democracia intervenida o de la democracia asaltada. Turquía, Grecia, Brasil.
Imponer la Ley
El artículo 155 es ya el juguete dialéctico de esta navidad. Lo piden en Navarra y en Castilla-La Mancha. En el País Vasco, el portavoz del PP lo vaticina. Si no te gusta la política legislativa, impón la Ley. Y antes de la Ley, la creación de un enfrentamiento entre opiniones públicas. Política de bloques informativos. Los medios ejerciendo de únicos espacios de diálogo y a la vez de liquidadores del diálogo. Puigdemont no declara la independencia, decimos que declara la independencia. Rajoy declara la suspensión de la autonomía de Catalunya, decimos que no declara la suspensión de la autonomía de Catalunya.
La victoria de Rajoy es la victoria pírrica de lo que representa. Se termina el mito de la España que avanza. El rey se enroca. Pero no se trata de ajedrez. No hay metáforas. Si la democracia debe ser autoritaria, la monarquía se adecuará a ella. Es algo que facilita su supervivencia. ¿En qué momento lo dudamos? ¿Con quién creíamos que estábamos jugando?
Cambiará la Constitución para garantizar que quienes quieran imponer la suspensión de la autonomía de Castilla-La Mancha o Navarra puedan imponerla
Las manos en los bolsillos. Llega el frío, cambia el clima. El sábado trae el frío en un mundo en proceso irreversible de calentamiento. Las próximas generaciones comenzarán a fechar en 2017 el momento en que comenzó a cambiar todo. Cambiará la Constitución para garantizar que quienes quieran imponer la suspensión de la autonomía de Castilla-La Mancha o Navarra puedan imponerla. El extremo centro recupera el centralismo este otoño.
En Madrid, la derrota del independentismo se podía prever. La voluntad de aplastamiento siempre causa sorpresa.
Las manos en los bolsillos. El otoño llama al orden. Pronto habrá que comprar los regalos de navidad. No ha llovido y ya queda lejos, lejísimos, el último mes de mayo. En la bolsa suben Técnicas Reunidas, Arcelor e Indra. Bajan Mediaset, Ferrovial y Siemens. En la calle, el otoño ha pillado “de lunes” al personal. Se intuyen miles de derrotas hasta el viernes.
¿Cómo vamos a actuar ahora?
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Las calles, siempre las calles. La lucha en las calles. Salir a las calles. Tomar las calles. Sacar las manos de los bolsillos y apuntar con nuestro dedo a la yugular de quien quiere someternos en las calles. Arder de rábia sin dejar que nos consuma, propagar nuestro fuego por las calles. Didáctica, dialéctica, pedagogía en las calles. ¿París? No... Siempre nos quedarán las calles.
Pregunta a la gente lectora: en el caso de ruptura democrática en el Estado español: ¿cuál sería el mejor destino del Borbón en su camino al exilio? ¿Beberlly Hills, Las Vegas, Islas Caimán....?
Los borbones habrían de repartirse proporcionalmente a los distintos PIB de cada fracción resultante del (antiguo) Estado Español. Y Rajoy como el "antiguo español" que más habrá hecho por la independencia de Cataluña debería ser adjudicado íntegramente a la porción más grande de las resultantes de la "antigua Cataluña."
Recojo la conclusión del ártículo: "¿Como vamos a actuar ahora?" y el último comentario de hoy: "Organización y lucha". ¿Nos quedamos con las manos en los bolsillos viendo como los PP´s uno, dos y tres llevan a Catalunya a unas elecciones como DIOS manda, es decir con chantaje económico, mordaza mediética, ruido de sables, patada a la puerta?...¿O se empiezan a dar pasos que conduzcan a una confluencia de fuerzas decididas a acabar con el régimen borbónico nacido de la transacción del 78?
Hermoso texto. Aunque un tanto melancólico. Deberíamos saber que el verdugo está muerto, sólo se le ha olvidado acostarse. No demoraremos tanto en percibirlo. Espero. Con el corazón apretado.
Es la anulación del ser humano. Solo queda, como diría Labordeta, el espacio de la "casa". Solo la familia, porque los amigos hace tiempo que ya no. Nos queda la mirada, el abrazo, la caricia, y el amor. Hasta que llegue la muerte. Moriremos con mucho dolor, por los hijos que se quedan.