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Diccionario de la Posverdad
Especulación financiera
La especulación consiste en comprar activos con el propósito de obtener un lucro, normalmente en un plazo corto, mediante su posterior venta a precios más altos. Y la información juega un papel esencial en el proceso. Santiago Carbó (Universidad de Granada) Hay dos tipos de especulación. En primer lugar, una de naturaleza positiva que sería aquella que, en una coyuntura económica determinada y considerando las perspectivas futuras, se invierten los recursos financieros en uno u otro mercado, para obtener un legítimo beneficio personal y social. Según John Maynard Keynes “la especulación afortunada beneficia a la comunidad, es siempre extremadamente reducida en proporción al negocio normal. El especulador que tiene éxito obtiene su beneficio por anticiparse, no por modificar las tendencias existentes. Aunque los especuladores no alteran la tendencia a largo plazo, en el corto plazo (menos de un día) su acción puede modificar el valor de los títulos”.
Una información manipulada, escasa o que solamente conocen unos pocos favorece la especulación
Por otro, una especulación negativa sería la que, mediante el abuso de información privilegiada, el especulador se beneficia de unos rendimientos elevados con un mínimo esfuerzo y bajo o nulo riesgo. En este sentido, en la Teoría General de John Maynard Keynes, se considera que la especulación, si domina el mercado, ejerce una influencia negativa sobre la economía.
Información vs. especulación
Respecto a la especulación, es conveniente realizar las siguientes puntualizaciones: la información disponible tiene mucho que decir en materia de especulación. Una información manipulada, escasa o que solamente conocen unos pocos favorece la especulación. Una información transparente y disponible para todos ayuda a minimizar la especulación y la manipulación.
Otro aspecto clave es la volatilidad (cambio frecuente de valor) de un activo. A mayor volatilidad, mayores posibilidades de especular. Un ejemplo claro es lo que está aconteciendo actualmente con algunas criptomonedas (Bitcoin, por ejemplo) que explican parte de su éxito por su gran volatilidad y consecuente especulación, así como por ser un mercado con poca transparencia.
Una especulación negativa es la que, abusando de información privilegiada, el especulador se beneficia de unos rendimientos elevados con un mínimo esfuerzo y bajo o nulo riesgo
Al respecto, muchos piensan que la especulación debe ser vigilada y frenada. Sin embargo, tampoco es bueno inhibir excesivamente la actividad de los mercados de valores. Por ello, afortunadamente, son los propios mercados los que han puesto en marcha en los últimos años una serie de mecanismos de control para evitar que esas conductas especulativas o incluso fraudulentas se generalicen. Las comisiones de vigilancia del mercado (como en el caso de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores) juegan un papel muy relevante en ese sentido, aunque queda mucho por hacer aún por la aparición de nuevos instrumentos con limitada transparencia, como las mencionadas criptomonedas.