Rojava
Cuando ganemos aquí...

Nosotras, que vinimos aquí cuando la guerra aún no había estallado, tuvimos que lidiar con diferentes miedos y contradicciones

15 dic 2019 21:07

A punto de cumplirse dos meses desde el inicio de la invasión de los territorios del Norte de Siria por parte del Estado turco –o más bien, desde la puesta en marcha de una nueva fase de la operación militar que comenzó hace poco menos de dos años en Afrîn, y que se inició políticamente mucho antes-, me resulta muy difícil ordenar en mi cabeza todo el conjunto de ideas y sentimientos acumulados desde que pusimos los pies en Rojava.

Sin duda, muchas cosas han pasado dentro de las internacionalistas que vinimos aquí cuando la guerra aun no había estallado. Algunas de nosotras, que no habíamos venido a defender la Revolución, sino a aprender de ella, sabiendo que asumíamos riesgos pero no teniéndolos que enfrentar más que en plano de las suposiciones lejanas, dónde los cálculos de probabilidad siempre ayudan a minimizar las posibilidades de enfrentarlos realmente, tuvimos que lidiar con diferentes miedos y contradicciones. Porqué si bien no habíamos decidido venir a un territorio en guerra abierta (ya que la guerra, aquí y allí, de una manera u otra, está siempre presente), nos encontramos la guerra de frente y tuvimos que tomar decisiones. Ahora agradezco esos momentos de sentirme realmente desubicada, removida, con mis pensamientos de un lado para otro, con más dudas que certezas, incómoda con tener que tomar una decisión; esa incomodidad fue necesaria y valiosa, porqué en las zonas de confort se está muy bien pero no sirven para avanzar.

Entre el arroyo de sentimientos y suposiciones, algunas cojimos aire para respirar y decidimos quedarnos, ahora sí, a defender la Revolución. Había mil argumentos que iban y venían, pros y contras, intentos de hacer balanzas difíciles de sostener en plano. Poqué había algo que sin poder acabar de describir bien aun ahora, hacía decantar la balanza sin ponerle peso alguno: un sentimiento claro que nos anclaba al territorio, que nos hacía saber que nos teníamos que quedar.

Una de las cosas que he aprendido aquí, o que más bien estoy en el camino de aprender, es que hay cosas que se sienten y que el hecho de no poderlas poner en palabras que construyan grandes disertaciones no las hace menos reales. Quizás era la madre de Kobane que, dos días antes de empezar la guerra, me decía que ella se quedaría arma en mano a defender su casa; quizás eran las miles de tumbas de mártires que había visitado y que me miraban sonrientes desde las fotos de las tumbas donde reposan sus cuerpos; quizás eran las decenas de familias de esas personas mártires que me habían abierto las puertas de sus casas para darme cobijo y comida con una hospitalidad enorme inversamente proporcional a sus bienes, sin conocerme de nada y sin a penas podernos comunicar; quizás eran esas mujeres de las montañas que nos decían con una mirada incorruptiblemente sincera que luchaban con sus vidas por la libertad de todas las mujeres del mundo; quizás era aquél texto de Terra de Ningú que hablaba de internacionalismo que me leí unas semanas antes y en el cual se rememoraba el internacionalismo de antaño, el de poner el cuerpo sin reservas...

Quizás era todo eso junto, haciendo un torbellino dentro de mí que después de removerlo todo había dejado una idea mucho más clara a su paso: no importaba dónde luchase si lo hacía por la Revolución. Y ahora, que me encuentro enmedio de un proyecto revolucionario que nos aporta esperanza a tantas luchadoras alrededor del mundo, y que se ve amenazado por el fascismo, por qué no iba a aportar mi granito de arena a defenderlo como parte de la Revolución mundial que es. No es que Rojava sea más importante que la lucha en los Països Catalans, es que es igual de importante que haya personas que desarrollen la lucha en todos los lugares, independientemente si nacieron en ellos o no, si estaban de visita o vivían allí hacía años. Porque no hacemos turismo, somos internacionalistas, y como tal lo que ocurra en el lugar donde nos encontramos no puede sino interpelarnos, más aún si cabe en un lugar como este y con un proyecto como tal en juego.

Ahora agradezco esos momentos de sentirme realmente desubicada, removida, con mis pensamientos de un lado para otro, con más dudas que certezas, incómoda con tener que tomar una decisión; esa incomodidad fue necesaria y valiosa, porqué en las zonas de confort se está muy bien pero no sirven para avanzar.

Recuerdo tres momentos en qué estos debates nos enfrentaron a nuestro concepto de internacionalismo. El primero, aún sin haber llegado a Rojava, pero de camino, fue minimizado por pensar que las amenazas de Erdogan no se harían realidad y porqué las ganas de llegar a la "Tierra Prometida" de las revolucionarias del sigo XXI eran sin duda más fuertes.

El segundo, ya en Rojava, fue el que nos hizo darnos de frente contra nuestra pequeñez, contra nuestro egoísmo, contra la distancia que nos separa de las Brigadas Internacionales del 36 o de los voluntarios y voluntarias cubanas en el Congo. Muchos argumentos para tapar lo que por otro lado es tan normal que nos pasase: teníamos miedo a morir o a caer en manos de los grupos yihadistas que le hacen el trabajo sucio a Turquía, temíamos por estar poniendo en riesgo nuestras vidas y no volver a la "placidez" de nuestra lucha en nuestro territorio. Un miedo que aún no ha desaparecido, y que no es nada de qué avergonzarse ni que nos haga menos revolucionarias; como revolucionarias no estamos obligadas a no tener miedo, pero sí que es nuestra responsabilidad reconocerlo y trabajarlo colectivamente, analizarlo, sabiendo de dónde partimos, y no intentar ocultarnos bajo argumentos y cálculos racionales que nos impidan abordar la realidad.

Y con todos esos miedos y dudas llegó el tercer momento. Esta vez la invasión no era sólo la vigésima amenaza de Erdogan, sino que su puesta en marcha era imminente. Pero esta vez, después de hablar durante tanto tiempo de qué nos daba miedo, de qué es el internacionalismo, de qué pensábamos al venir y hacer autocrítica al respecto, tuvimos ese sentimiento dentro que no nos gritaba, porqué lo decía con mucha calma, pero nos dejaba bien claro, que nuestro sitio en este momento para hacer la revolución era en este lugar del mundo. Y fue todo ese proceso colectivo de debate, de dudas, de críticas y autocríticas, el que nos llevó hasta esa decisión.

Porqué es cierto que nadie es imprescindible y todo el mundo es importante, tanto allí como aquí; porqué es cierto que lo determinante no es tanto la dificultad de la situación sinó la voluntad y determinación de sobreponerse a ella, tanto allí como aquí; porqué es cierto que solas no podemos hacer nada, ni enfrentarnos y superar nuestros miedos ni mantener la esperanza y la ilusión por el mundo nuevo que estamos construyendo, tanto allí como aquí.

Después de dos meses, seguimos con muchas incertidumbres sobre qué pasará las siguientes semanas y meses, pero hay cosas que en cambio se han ido convirtiendo en certezas. Intentar enmendar nuestra perspectiva consumista del internacionalismo y entender que tanto da el lugar del mundo en el que luches por la Revolución, ya que esta será internacional o no será, se quedará ya muy grabado en nosotras. Tan grabado como todas aquellas veces que las familias con las que hablo, al decirles que soy de los Països Catalans, me dicen que cuando ganemos aquí vendrán a hacer la Revolución con nosotras. Y lo dicen con ese sentimiento internacionalista que allí poco a poco nos han ido robando y que se hace imprescindible que recuperemos, por responsabilidad con nuestra historia pasada y con la historia que como pueblos tenemos que escribir.

Archivado en: Rojava
Sobre este blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Rojava
Pueblo kurdo Alina Sánchez o Legerin: huellas para quien busca
El 17 de marzo de 2018, la internacionalista argentina Alina Sánchez perdía la vida en Rojava.
Libertades
Cárceles turcas Öcalan cumple 25 años de prisión en aislamiento total con el aval de España y la Unión Europea
Cuando se cumple un cuarto de siglo de la detención del líder kurdo, una misión de organizaciones de DDHH a Turquía constata la sistemática utilización de la tortura y el aislamiento contra presos políticos.
Kurdistán
Pueblo kurdo El hombre más peligroso de Medio Oriente
Abdullah Öcalan, fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), está encarcelado desde 1999 en una isla de Turquía. Su historia resume la lucha del pueblo kurdo que, hasta estos días, demanda libertad, democracia y autodeterminación.
#44794
16/12/2019 21:02

Pero son de YPJ enternasyonal BATALLION INTERNATIONAL...??

0
0
Sobre este blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver todas las entradas
Palestina
Palestina Salamanca y La Rioja se suman a las más de 300 acampadas universitarias contra el genocidio
Estudiantes de ambos centros universitarios instalarán hoy las tiendas, cerca de sus respectivas bibliotecas, impulsados por la chispa que ha prendido alrededor del mundo y coincidiendo con el 76 aniversario de la Nakba.
Videovigilancia
Derechos y libertades Videovigilancia algorítmica en nombre de la seguridad de los Juegos Olímpicos de París
Aunque las autoridades francesas aseguran que no se utilizará el reconocimiento facial durante los Juegos Olímpicos de París, existe el temor de que el uso de la videovigilancia algorítmica se convierta en permanente.
Palestina
Palestina Françoise Vergès: “La liberación de Palestina sería una verdadera sacudida para el mundo”
La politóloga antirracista Françoise Vergès radiografía el momento de quiebre en el que se encuentra el relato del excepcionalismo occidental que abandera Israel, y analiza los movimientos que le plantan cara desde las acampadas o el Sur global.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE
Análisis
Análisis Israel nunca tuvo derecho a existir
Sobre Israel hay quienes se sobresaltan al escuchar que no tiene derecho a existir. Inmediatamente le atenazan décadas de falsos axiomas y propaganda de occidente para sostener su colonia en Palestina.
Agroecología
Día de la Persona Agricultora Milikua: “Las tareas del campo cobran valor cuando las hacen los hombres"
La autora del libro 'Sobre la tierra, bajo la sombra' (Consonni, 2023) reflexiona en el Día de la Persona Agricultora sobre el papel que ha tenido y tiene la mujer en el campo, su representación en los espacios de poder o sobre el Estatuto Vasco de las Mujeres Agricultoras
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas de Madrid escenifican la tragedia de la sanidad pública en una acción sorpresa en el Metro
El próximo domingo 19 de mayo a las 12:00 horas cuatro columnas desde Nuevos Ministerio, Plaza España, Hospital de La Princesa y Atocha partirán hacia Cibeles en la que se espera otra masiva marcha en defensa de la sanidad pública.

Últimas

Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.
Más noticias
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Sidecar
Sidecar Problema Trump
Los críticos siempre han tratado a Trump como un desgracia que hay que deplorar, más que como un problema que hay que resolver.
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.

Recomendadas

Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.