Análisis
La vuelta de los Chalecos Amarillos

¿Qué queda del movimiento que encendió las calles de París y puso contra las cuerdas al gobierno de Macron entre finales de 2018 y principios de 2019?
Asamblea de Asambleas chalecos amarillos
Asamblea de Asambleas de los “chalecos amarillos” a principios de abril de 2019 en Saint Nazaire (Francia). Foto de Yves Monteil de la web Reporterre

 Investigador doctoral y docente en sociología política en la Universidad de Lausana
@aldo_rubert

Es investigador en la Universidad de Lausanne y en el INRAE.
9 nov 2021 05:01

Ante el aumento histórico del precio de la gasolina, el gas y la electricidad en Francia, muchas son las voces que pronostican el posible regreso masivo de los chalecos amarillos a las calles. Sin embargo, ¿es esto posible? ¿Y qué queda de este movimiento que encendió las calles de París y puso contra las cuerdas al gobierno de Macron entre finales de 2018 y principios de 2019?

En primer lugar, hay razones para no sobredimensionar esta pretendida vuelta del movimiento, empezando por la durísima represión vivida en carne propia. Recordemos que en los dos primeros meses de chalecos amarillos hubo más personas mutiladas por la actuación policial que en los diez años anteriores. El balance humano, sólo hasta abril 2019, es de un muerto, tres personas en coma, cinco perdieron una mano y 23 perdieron un ojo. 12.000 personas fueron registradas e interrogadas durante los primeros 6 meses del movimiento, de las cuales casi el 90% fueron detenidas preventivamente por la policía y unas 2.000 personas fueron condenadas, 800 personas habiendo recibido una pena de prisión.

Y es que a la represión policial se une la represión judicial (juicios exprés), la represión de los servicios de inteligencia (dosieres, escuchas, captación de datos, etc.) y la represión administrativa encarnada principalmente por la polémica “ley antidisturbios”, que facilita detenciones en las manifestaciones y permite castigar con hasta 15.000 euros o con una pena de prisión a quien se tape la cara. No es muy difícil de imaginar lo que todo esto supone para los que tienen menos recursos.

Ley de Seguridad Ciudadana
Francia amordaza los vídeos de denuncia de la violencia policial

La Asamblea Nacional francesa aprueba la ley de “seguridad global”, que restringe la difusión de imágenes de la policía, pese a multitudinarias protestas como la de este sábado. Un texto simbólico de la deriva liberticida de Macron.


También hay otras razones más endógenas al movimiento que nos hacen ser precavidos: desgaste de una militancia muy intensa con efectos laborales y lo que el sociólogo Peter Berger llama una limpieza afectiva, es decir, las separaciones sentimentales, amicales o familiares que se han producido a causa de un movimiento muy exigente y polémico en el seno de las estructuras familiares y de sociabilidad cotidiana. Además en varias rotondas ocupadas, con el paso del tiempo y los cambios en la opinión pública, reaparecieron las divisiones sociales o políticas que se habían puesto en suspenso garantizando la unidad y su éxito inicial. La manifestación de las diferencias políticas entre participantes, pero también de clase (la división entre “buenos” y “malos pobres” tan presente hoy en las clases populares) hicieron mella en un movimiento que fue perdiendo apoyo social al ser, sobre todo, asociado a la violencia.

Muchas de estas personas que no estaban “interesadas por la política” ahora también miran con lupa las decisiones del ejecutivo y pueden re-movilizarse

Dicho esto, también hay razones para pensar que una re-movilización es posible. Hay todavía rotondas activas, chalecos amarillos que manifiestan en otros conflictos sociales, los grupos de Facebook siguen ahí y existen acciones que se preparan desde los anuncios de las subidas de precio o eventos que se organizan para el tercer aniversario del movimiento. Por lo general los militantes siguen en contacto, debaten y esperan el momento adecuado para salir a la calle. Entre los chalecos amarillos encontramos una parte considerable de primo-manifestantes y entre estos hay muchos para los que el movimiento ha supuesto más bien una socialización agonística y están dispuestos a todo para enfrentase al ejecutivo. Muchas de estas personas que no estaban “interesadas por la política” ahora también miran con lupa las decisiones del ejecutivo y pueden re-movilizarse.

Chalecos amarillos
El legado imborrable de los chalecos amarillos

Un año después de la irrupción explosiva del malestar, el número de manifestantes ha decaído de forma significativa en Francia. Pero la solidaridad y la construcción de lo común persisten como herencia de las protestas.


A partir de sus estudios sobre el movimiento feminista, la socióloga Verta Taylor nos invita a pensar la continuidad de los movimientos sociales según sus ciclos de movilización, postulando que se parecen más a una montaña rusa y son bastante dependientes de los ciclos de atención mediática. Y observa como algunos movimientos sociales devienen “estructuras durmientes” que se re-activan con contextos políticos favorables. ¿Y qué mejor contexto que el de una subida histórica de los precios de la electricidad, el gas y la gasolina? Unas reformas como estas, mal medidas, pueden ser la chispa que reavive la protesta y la legitimidad pública de los chalecos amarillos.

Como ha dicho el historiador económico Adam Tooze, “la lección de la crisis de los chalecos amarillos no es que la tarificación del carbono sea imposible, sino que hay que hacerlo siendo conscientes de los efectos distributivos". En esto reside la clave de la cuestión, en saber si Macron ha aprendido la lección. ¿Actuará como en 2018 con etnocentrismo de clase, es decir menospreciando u obviando los efectos en desigualdad de estas subidas, o tratará de corregir este impacto desproporcional, más allá de algunas medidas cosméticas como los cheques, para evitar un nueva crisis política justo antes de las elecciones? Unas reformas mal medidas pueden ser la chispa que reavive la protesta y la legitimidad pública de los chalecos amarillos.

Con los chalecos amarillos como protagonistas o no, lo que está claro es que una movilización social semejante sería condición de posibilidad para volver a situar la cuestión social en el centro del debate y despejar el marco dominante seguridad/migración, que favorece la dupla Le Pen y Zemmour de cara a las elecciones de 2022.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Francia
Francia El ecologismo de los pobres, la huella cultural de los chalecos amarillos cinco años después
El heterogéneo movimiento social incendió las calles de Francia y puso contra las cuerdas al presidente Macron a finales de 2018, evidenciando la dificultad de una transición ecológica que no tenga en cuenta las diferencias de clase.
Control social
Protesta Descontrolados
Pronto chegará o verán e os expertos no clima confirman que nos chegará descontrolado. Con temperaturas descontroladas, con incendios descontrolados, con ferocidade descontrolada.
Chalecos amarillos
Chalecos amarillos Aldo Rubert: “Las clases populares no están condenadas a la desmovilización”
Este investigador catalán afincado en Francia ha estudiado el movimiento de los chalecos amarillos. Ahora que se está produciendo una movilización de transportistas en España, el estudio de lo que sucedió en Francia ayuda a situarse respecto a temas clave como el combustible, el trabajo y la reproducción de las clases trabajadoras.
Migración
Migraciones Bruselas anuncia un nuevo proyecto de ley para acelerar las deportaciones de personas migrantes
La Comisión Europea ha presentado este martes un nuevo proyecto de ley que tiene como objetivo intensificar y acelerar las deportaciones de personas indocumentadas a sus países de origen o países de tránsito.
Toledo
Medio ambiente El vecindario de Seseña lucha contra una planta de asfalto que se instalará a 650 metros de sus casas
Tan solo falta un informe de la Junta de Comunidad de Castilla-La Mancha para que se comience a levantar una planta de asfalto cerca de las viviendas de este pueblo de Toledo.
Galicia
Galicia La Xunta del PP ejecuta su última maniobra para hacerse con el control total de la TVG
El PP lleva al Parlamento la nueva ley de medios que otorga al Gobierno gallego la capacidad de elegir al director de la cadena sin mayoría cualificada, elimina la fiscalización de contenidos por profesionales y abre la puerta al castellano.
Ecuador
Ecuador Los derechos de la naturaleza en Ecuador, una “luz de esperanza” en la lucha por el medio ambiente
El caso del Bosque Los Cedros, en el norte de Ecuador, donde el derecho a la naturaleza permitió frenar un proyecto minero devastador, se ha convertido en un referente de la lucha contra la devastación de los ecosistemas.

Últimas

Rusia
Guerra en Ucrania Kagarlitsky, desde la cárcel, sobre las negociaciones de alto el fuego: “Sin liberación de presos no hay paz”
Borís Kagarlitsky es una de las figuras más reputadas de la izquierda rusa. Desde 2023 escribe desde la cárcel. El Salto publica dos cartas recientes ante la perspectiva de un alto el fuego en la guerra que Rusia sostiene con Ucrania.
Música
Vivir Quintana “Desde la alegría resignificamos la tristeza y la violencia que nos ha estado machacando”
La artista mexicana se encuentra en Madrid, donde marchó junto a miles en la manifestación del sábado 8 de marzo por la mañana. El martes 11 ofrece un concierto en la Sala Villanos presentando canciones de un álbum que estrena en abril.
Opinión
Opinión El belicismo de Europa
Los gobernantes europeos hablan de que ese rearme está destinado a proporcionar paz a Europa. Pero hay que recordarles que armarse hasta los dientes es paz negativa.
Análisis
Análisis La izquierda y la política de rearme de la Unión Europea
El aumento en defensa pondrá en marcha una nueva carrera armamentística que no puede resultar más que en un mayor empobrecimiento de las clases populares.

Recomendadas

Galicia
Galicia La Xunta entorpece el acceso a más de 8.500 contratos que suman 57 millones de gasto
La Axencia de Doazón de Órganos e Sangue indexa miles de pagos sin concepto e imposibilita su fiscalización. La Xunta de Alfonso Rueda aduce que la opacidad es causada por “un fallo de codificación”. Sin embargo, esa práctica se repite desde 2018.
Islamofobia
Religión El aumento de vetos al hiyab en escuelas reaviva el debate sobre la islamofobia en España
Cada vez son más los centros educativos que están vetando estas prendas propias de la cultura musulmana a través de disposiciones en sus protocolos internos.
Fronteras
Fronteras Sombras en el acuerdo de cesión de competencias pactado por el PSOE y Junts
El acuerdo sobre transferencia de las competencias en materia de migración entre PSOE y Junts encuentra el 'no' de Podemos y de organizaciones de migrantes y el 'sí' con matices de la izquierda independentista y de Sumar.
República del Sudán
Belkis Wille “En Sudán hay milicias practicando violaciones a gran escala contra mujeres y niñas”
Belkis Wille, investigadora de Human Rights Watch, denuncia los abusos de grupos armados como las Fuerzas de Apoyo Rápido en el conflicto sudanés, donde se registran crímenes tanto de esclavitud sexual como de sometimiento mediante violaciones.