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América Latina
Castillo asume el poder en Perú con promesas de cambio y escaso margen de actuación
Este 28 de julio, Pedro Castillo, del partido Perú Libre, se convertirá en el nuevo presidente de Perú. En la ceremonia de investidura estará presente, entre otros dignatarios extranjeros, el rey de España, Felipe VI. Será una investidura especial, pues coincide con la celebración del Bicentenario de la Independencia de la Corona española. Es la primera vez en décadas que el candidato electo es confirmado con tan poco tiempo, y es que la proclamación de Castillo como presidente de la República por parte de las autoridades electorales se efectuó solo unos días antes, cuando lo normal es que se haga un mes antes de asumir el poder.
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Para entender lo que ha ocurrido hay que remontarse al 6 de junio, la fecha de la segunda vuelta de las elecciones, cuando frente a todo pronóstico, Castillo se enfrentó a Keiko Fujimori, la hija del exdictador Alberto Fujimori y candidata de Fuerza Popular. En una entrevista realizada en diciembre de 2020, el periodista Marco Sifuentes le preguntó a Castillo por quién votaría en la segunda vuelta, dando por hecho que él no pasaría. Castillo contestó, entre risas, que eso no ocurriría porque serían los otros candidatos los que no llegarían a la segunda vuelta. Marco Siguientes, sorprendido, le contestó: “Pero si usted solo tiene el 0,001% de tendencia de voto…”. Castillo replicó con seguridad: “Eso dicen las encuestas de arriba, pero cuando bajo y voy al pueblo, no encuentro a los señores que quedan primeros en los sondeos”.
Aquí está la base para entender la campaña de Castillo. Mientras el resto de candidatos empleaban todas sus energías para convencer al electorado acomodado limeño, él hacía campaña en los rincones más remotos del país, ganándose la confianza de los sectores menos favorecidos de Perú.
El papel de los medios
Desde que se supo que Castillo pasaba a la segunda vuelta se inició una “guerra mediática”, catapultada cuando se conocieron los resultados electorales. Los principales medios de comunicación se posicionaron claramente a favor de la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. Alonso Zambrano, periodista de El Foco, un medio independiente, cree que la polarización es más evidente que nunca.
“Los medios tomaron una postura política para perjudicar al candidato que no querían ver en el poder. Esto muestra una clara interferencia en cómo uno media la información y desde qué ángulo se pretende informar. Los medios se desacreditaron a sí mismos por completo”, denuncia. Se llegaron a ver amenazas hacia los propios periodistas. Un ejemplo de esto fueron los reporteros de un conocido programa dominical de investigación llamado Cuarto Poder que renunciaron a sus puestos de trabajo porque estaban interviniendo directamente en el material en el que trabajaban.
“Las propuestas que da Castillo y sus grupos afines son más sociales, están en sintonía con los derechos humanos básicos, pero los del lado contrario serán un muro de piedra. Las propuestas del ejecutivo no saldrán adelante"
Los grandes medios recurrieron como parte de la campaña contra Castillo a la desinformación y las fake news, al no haber sanciones administrativas por difundir información falsa, comenta Alonso. Frente a este caos informativo, estaba la prensa independiente, que ha crecido mucho en el país desde comienzos de la pandemia. “Los medios independientes han salido muy fortalecidos de esto, El foco es uno de ellos, pero debido a que no tenemos una gran infraestructura, nos hemos visto afectados por la polarización, porque cuando investigábamos a uno de ellos, para los lectores ya significaba que automáticamente apoyábamos al contrario. Ha habido muchos insultos y ataques a periodistas, tanto en la TV como en los eventos”, relata. Esa división derecha-izquierda que tanto ha afectado a la sociedad peruana será la que para Alonso pueda desestabilizar el próximo Gobierno de Castillo. “Las propuestas que da Castillo y sus grupos afines son más sociales, están en sintonía con los derechos humanos básicos, pero los del lado contrario serán un muro de piedra. Las propuestas del ejecutivo no saldrán adelante. Van a estar en constante conflicto y por lo tanto se darán a la improvisación y no me sorprendería ver que el Congreso se convierte en una herramienta para desarmar al poder ejecutivo, como con la vacancia presidencial”, añade, en referencia al recurso constitucional que permite desarmar un ejecutivo apelando a la ”incapacidad moral permanente“ del presidente.
El 43% de los peruanos, según una encuesta de Ipsos, votó por Castillo porque esperaba ver un cambio. Pedro Castillo ofrecía en campaña un lema demoledor para aquellos veían peligrar sus privilegios: “No más pobres en un país rico”. Esa fue la consigna a la que la mayoría de la población se agarró porque vive ahogada en una profunda desigualdad. En estas elecciones se ha visto cómo la sociedad peruana tiene muchas cuestiones pendientes en las que trabajar en materia de igualdad, racismo y unidad. En el discurso que realizó después de ser designado presidente, Castillo dio la bienvenida a todos los peruanos a un gobierno “de todas las sangres” donde “nadie se quede atrás”. Sin embargo, el hecho de que Perú Libre no vaya a tener una mayoría consolidada en el Congreso es un problema que preocupa a la mayoría de la población, y más aún cuando han sido testigos de como los congresistas han llegado a echar a presidentes electos y colocado a otros. Por eso hay tanta expectación en la toma de poder del nuevo presidente, de la presentación de su equipo, las alianzas y del conocimiento de sus planes de trabajo, porque de eso dependerán los próximos años.
“Un gobierno inestable”
Daniel Tello, fotógrafo y creador de contenido de 31 años, cuenta cómo vivió este cambio tan radical en el panorama electoral y cómo decidió su voto en el último momento. Al principio, como tantos otros, “no sabía quién era Castillo”. En la primera vuelta votó por un candidato de derechas porque le parecía el mejor currículum profesional para dirigir el país. Sin embargo, ya con el voto depositado, se arrepintió: “Después me di cuenta de que quería votar por Verónika Mendoza, pero los medios habían hecho una campaña muy fuerte contra ella”.“Lima tuvo mucho voto escondido hacia Castillo, daba vergüenza decir que votabas por él, pero al final es el que reflejó las necesidades de la mayoría de los peruanos”
Con la prensa conservadora del país ocupada en desprestigiar la campaña de Mendoza (Juntos Por El Perú), de izquierda progresista, Castillo se libró momentáneamente de los ataques de la derecha. En la segunda vuelta, con Fujimori y Castillo como únicas opciones, este fotógrafo se planteó en primer lugar votar en blanco, y no cambiaría de opinión hasta que presenció la “asquerosa” campaña contra Castillo llevada a cabo por los grandes medios de comunicación. “Me puso muy triste darme cuenta de que después de 200 años de independencia, los peruanos, en especial los limeños, seguían siendo racistas”, dice. Así que finalmente votó por Castillo. “Lima tuvo mucho voto escondido hacia Castillo, daba vergüenza decir que votabas por él, pero al final es el que reflejó las necesidades de la mayoría de los peruanos”, explica. Daniel también reflexiona sobre el papel de Fujimori: “Ella decía que iba a respetar la democracia, pero luego no fue así, quiere estar en el poder como sea porque tiene muchos favores que devolver”. Este es uno de los motivos por los que Daniel piensa que Castillo no podrá gobernar con tranquilidad: “Ya han dicho que no lo aceptarían como presidente, lo van a sacar”.
En cuanto la candidata de Fuerza Popular vio que Castillo ganaba las elecciones las declaró fraudulentas y llegó a gastar hasta un millón de soles (217.000 euros) en recursos legales que demostraran que las mesas electorales habían cometido fraude. No contenta con estas declaraciones también animó a sus votantes a salir a las calles a reclamar sus derechos y a luchar contra “el comunismo”.
Sin embargo, el hecho de que Perú Libre no vaya a tener una mayoría consolidada en el Congreso es un problema que preocupa a la mayoría de la población, y más aún cuando han sido testigos de como los congresistas han llegado a echar a presidentes electos y colocado a otros
El día de la segunda vuelta, el 6 de junio, los peruanos utilizaron sus cuentas oficiales en redes sociales para desmentir todas las noticias falsas que hablaban de fraude. Después, se enfrentaron a los continuos ataques de los fujimoristas que amenazaban con atentar contra los funcionarios y alentaban a los militares a tomar cartas en el asunto. Finalmente, la autoridad electoral del país rechazó todas las peticiones de Keiko Fujimori por falta de evidencias y proclamó a Pedro Castillo como nuevo presidente legítimo de Perú.
Daniela Montejo, graduada en Administración con 25 años, fue una de esas personas que en la primera vuelta quería una opción moderada de izquierdas: “No pude ir a votar, pero lo hubiera hecho por Julio Guzmán o Verónika Mendoza, no tanto por ellos como candidatos sino por las propuestas de sus partidos y planes de Gobierno”, pero en segunda vuelta se decidió finalmente por Keiko: “Voté por Keiko casi que tapándome la nariz, porque jamás hubiera pensando votar por ella ni por su partido. Pero viendo todo lo que podía suceder a nivel económico con Castillo, era la única opción que garantizaría una estabilidad económica”. No obstante, Daniela es crítica con las declaraciones públicas de Keiko sobre el fraude electoral: “Keiko llego a hacer el ridículo, no supo aceptar la derrota. Detesto a la gente que salió a la calle a decir que era fraude porque llega un punto en el que están sobrepasando la voluntad de medio país que quiso a Castillo”, explica. Aunque votara por Keiko, sus expectativas con Castillo no son tan desastrosas como la de otros votantes. Daniela cree que el nuevo Gobierno no será como el de Venezuela porque “no dará tiempo a eso”, como tanto se ha mencionado en campaña, y tampoco cree que “se vayan a hacer los cambios estructurales que la gente necesita y no porque él no quiera sino porque su partido no tendrá esa capacidad de gestión para lograrlo”.
Muchos peruanos manifestaron su intención de votar en blanco o nulo durante la segunda vuelta aunque no fueron tantos —solo el 6%— como inicialmente se pensó. Alexis Sipán, trabajador de Recursos Humanos de 26 años, al igual que Daniela, se decantó por la izquierda moderada en la primera vuelta, pero en la segunda decidió votar en blanco. “Los dos candidatos me parecían pésimos, la improvisación vs la impunidad, estuve tentado de votar por Keiko, pero básicamente porque leí que Castillo proponía el cierre de importaciones y eso no le hace ningún bien al país, pero cuando Keiko dijo en TV que su padre no fue un dictador, decidí invalidar mi voto”. Sobre el Gobierno que se avecina, Alexis espera moderación por parte de Castillo, “el plan de Castillo básicamente nos llevaría a una crisis económica dentro de una crisis sanitaria, yo espero moderación por su parte, no es una persona cerrada al intercambio de ideas, y creo que ha dejado ciertas propuestas radicales para tratar de mejorarlas, pero seguramente sea un gobierno inestable y con muchos intentos de vacancia”.