LGTBIAQ+
¿Donde están nuestras amigas bisexuales? Sobre bifobia y amistad

A pesar de sufrir altos niveles de violencia, por encima incluso de otras orientaciones sexuales disidentes (gays, lesbianas), las personas bisexuales apenas tenemos vínculos de amistad con otras personas bisexuales. Si la alianza de la amistad es uno de los pilares más importantes a la hora de luchar contra la cisheteronorma, ¿por qué no nos hemos juntado?
Activista bisexual, creadora del taller "Viajar solas sin dinero y sin miedo" y autora del fanzine "Mitos del amor romántico"
23 sep 2019 08:20

El año pasado hubo un periodo de varios meses en los que algunas de mis amigas más cercanas y yo nos veíamos constantemente en manifestaciones, charlas y otros eventos relacionados con el activismo, pero nos costaba horrores encontrar un hueco para tomar un café y contarnos qué tal nos iba la vida. Entonces surgió una broma que estiramos hasta lo inestirable porque, la verdad, nos parecía graciosísima, aunque probablemente pierda toda la gracia al explicarla: si llegara el día en que se acabaran todas las opresiones, ya no tendríamos nada de lo que hablar ni manera de relacionarnos y nuestra amistad quedaría obsoleta. Nos imaginábamos a todas sentadas en torno a una mesa camilla, con una mantita y tés, sumidas en un incómodo silencio sin saber qué decir mientras el mundo celebraba la paz mundial.

Por muy divertida que nos pareciera esta imagen, lo cierto es que tiene una base de realidad: los grupos de amistades suelen tener en común circunstancias estructurales, opresiones o privilegios. Hace poco leí un artículo publicado en 20061 de M. Paz Galupo, profesora en la Universidad de Towson que ha realizado investigaciones sobre las amistades en el colectivo LGTBIQA+ (dentro de un contexto occidental) que muestran la tendencia, dentro de dicho colectivo, a construir vínculos con personas del mismo género, raza [sic] u orientación sexual. Leyendo este artículo caí en la parte más dura de esta broma: nuestra amistad está marcada, en sus propias palabras, "en parte por el heterosexismo y la homofobia [sic] dominantes". Si todo esto no existiera, ¿nos habríamos hecho amigas?

Sin embargo, Galupo encontró una excepción. Una excepción que, a pesar de serlo, apenas ha sido estudiada y mucho menos visibilizada, y que a mí me dejó planchada al leerlo: las personas bisexuales apenas tenemos vínculos de amistad con otras personas bisexuales. La mayoría de la gente de la que nos hacemos amigas se nombran como homo/heterosexuales, especialmente estas últimas. ¿Por qué? ¿Dónde estamos las bisexuales? Teniendo en cuenta que, en términos de orientación sexual, tenemos las tasas más altas de violencia sexual, de violencia en pareja (incluida la violencia de género), de riesgo de sufrir depresión o ansiedad ¿por qué no nos hemos juntado?

Las personas bisexuales apenas tenemos vínculos de amistad con otras personas bisexuales

Otra autora y activista bisexual a la que admiro, Shiri Eisner, menciona en su libro Bi: Notes for a bisexual revolution un estudio publicado en 2011 en Estados Unidos2 que recogía la frecuencia de angustia mental ("mental distress") de mujeres lesbianas y bis en áreas rurales y urbanas. Ambos colectivos muestran niveles similares en el entorno rural, pero al estudiar zonas urbanas, los de las lesbianas "se reducen significativamente, mientras que los de las bis prácticamente se duplican". Una de las razones principales tiene mucho que ver con los estudios de Galupo: en las ciudades existen comunidades LG que acogen, validan y empoderan, haciendo de colchón y refugio frente a las violencias derivadas de la cisheteronorma. Sin embargo, apenas existen en el estado español comunidades o colectivos bisexuales, y los que hay se han formado muy tardíamente, careciendo a día de hoy de la afluencia, la cohesión y el amplio discurso político que tienen otros colectivos con más recorrido histórico.

Lo cierto es que les bisexuales siempre hemos estado ahí: en nuestros grupos de amigues heteros, bolleras, maricas. Pero estas amistades han estado condicionadas, en parte, por nuestras prácticas. En un encuentro Bi-Bollo que organicé con algunas compañeras el año pasado en Madrid, varias chicas/es bisexuales contaban que en sus entornos cercanos el trato cambiaba significativamente en función del género de la pareja con la que estuvieran. Esta historia se repite una y otra vez, y Galupo la recoge en el mencionado artículo: en amistades entre chicas bis y heteros, una dinámica muy extendida es omitir el hecho de que las bis son, precisamente, bis, y centrarse en todo lo que se tiene "en común", creando una imagen falsa de heterosexualidad compartida, traducida al final en un armario translúcido. Y aunque no he encontrado aún estadísticas parecidas respecto a las amistades bi-bolleras, en aquel encuentro quedó claro que se da una dinámica parecida y a veces más difícil de encajar por venir de un colectivo con el que se comparten tantas violencias: si estás con un tío es que tan disidente no serás. Todo esto, además, normalmente marcado por una visión binarista del género y dejando a un lado una vez más a las identidades no binarias.

En entornos cercanos, no es raro que el trato cambie en función del género de la pareja que tengamos

Y ahora, el misterio de Cuarto Milenio: si las bisexuales no estamos juntas, pero a su vez las heteros y bolleras se rodean principalmente de heteros y bolleras, ¿dónde estamos, entonces? Muchas de nosotras, nosotres, metidas en armarios. Desde que me nombré abiertamente como bisexual, no son pocas las amigas (y compañeras, conocidas o personas con las que he compartido dos cervezas) que me han confesado que ellas también son bisexuales aunque gran parte de su entorno no lo sabe. La mayoría de ellas se nombraban heterosexuales, pero algunas se nombraban lesbianas. Varias han dejado de nombrarse, simplemente. Porque nuestra "transición" a nombrarnos bisexuales muchas veces es, simplemente, la omisión: no concretar, no situarnos en ningún lado. Y esto significa, muchas veces, ocultar (de forma más o menos consciente) una parte de quienes somos, cercenar parte de nuestra identidad sin dejarla crecer, florecer, sin compartirla con quienes más queremos: nuestras amigas.

¿Lo bonito? En comunidades donde otras opresiones son tan fuertes que sobrepasan o se funden con la bifobia, a las que no pertenezco por mis privilegios (soy blanca, cis, sin diversidad funcional): que el concepto de disidencia sexual puede resultar mucho más amplio y menos divisorio, demostrando una vez más que ni una sola violencia estructural caerá si no caen todas. En mi entorno: que hablar de bifobia nos ha hecho, a mis amigas y a mí, acercarnos y cuidarnos más y mejor. Crear la verdadera alianza bihetero, la verdadera alianza bibollo: dejar de omitir las partes inconvenientes, incómodas de nuestra amalgama de vivencias y deseos y dolores y ponerlas desnudas sobre la mesa, señalando cariñosamente los privilegios y dando espacio a las preguntas cuidadosas sin miedo a ofender, para poder convertir ese unas/otras en un nosotras diverso. Y, por favor, estando atentas a nuestro lenguaje cuando hablemos de disidencia afectiva/sexual, y no sólo respecto a la bisexualidad sino también considerando disidencias aún más invisibilizadas como la asexualidad - porque es posible que nuestras palabras condicionen la decisión de un ser querido de salir del armario con nosotres, o de seguir escondiéndose en él. Los armarios están llenos de bisexuales y la amistad es la patada más fuerte que se puede dar a la puerta para destrozarla y no volver dentro nunca más.

1 M. Paz Galupo (2006), Sexism, Heterosexism and Biphobia, Journal of Bisexuality, 6:3, 35-45
2 San Francisco Human Rights Comission LGTB Advisory Committee (2011), Bisexual Invisibility: Impacts and Recommendations. San Francisco, California (EEUU)
Sobre este blog
Escribo sobre bisexualidad, feminismos y amigas. Ya no viajo sola.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Antipunitivismo
Antipunitivismo Las malas víctimas responden
Este texto lo firmamos dos malas víctimas, comprendiendo con ello sujetos que deciden disputar tal categoría.
Literatura
Antonio Orihuela “En España existía un sujeto femenino radical y de cambio antes del movimiento sufragista”
A propósito de la publicación de su ensayo “Las sin amo”, repasamos con Antonio Orihuela la historia silenciada de unas escritoras de los años treinta comprometidas contra la lógica burguesa, el Estado, el capitalismo y la explotación.
Feminismos
Feminismo Solo el feminismo nos va a salvar de esta
El ascenso de líderes autoritarios pone en peligro las democracias occidentales. ¿Podrá el feminismo ser la clave para detener esta deriva?
#39801
24/9/2019 11:39

Respecto a lo que comentas de que hacer en caso de terminarse la opresión y demás no te preocupes, siempre se pueden encontrar otros motivos de enfrentamiento

1
0
Sobre este blog
Escribo sobre bisexualidad, feminismos y amigas. Ya no viajo sola.
Ver todas las entradas
Desahucios
Escudo social Sanitarios y sanitarias de atención primaria se unen contra los desahucios, “un problema de salud pública”
Depresión, ansiedad, empeoramiento de enfermedades crónicas o surgimiento de nuevas afecciones acompañan a los problemas habitacionales. Lo denuncian médicos de Vallecas (Madrid) y lo refrendan los estudios.
Sareb
Madrid Una rentista planea desahuciar a una pareja con tres niños en Tetuán
Su vivienda pertenecía al parque de pisos de la Sareb, que puso a subasta pública en 2023. Hoy, la nueva propietaria pretende echar a la calle a Alam y a su mujer “para arrendar la casa a un precio mucho más alto”
Argentina
Argentina “Existen solo dos géneros: fascistas y antifascistas”: las luchas LGTBIQ+ aglutinan el rechazo a Milei
Una gran movilización recorrerá centenares de localidades en Argentina y en grandes ciudades del mundo este 1 de febrero en respuesta al discurso de odio del líder ultra.
Periodismo
Premio libertad de expresión Las periodistas de El Salto Aurora Báez y Susana Sarrión, premiadas por su trabajo sobre violencia sexual
La investigación que recoge la denuncia de nueve alumnas contra el director de una escuela de teatro por violencia sexual ha merecido el reconocimiento en los Premios de Periodismo de la Asociación de Periodistas de Granada.
Palencia
Agresión El Sindicato de Estudiantes denuncia una agresión fascista en Palencia: “Rojo de mierda”
Los hechos ocurrieron delante del profesor del aula, que no actuó para evitarlos. El estudiante ya ha denunciado lo sucedido ante la Policía y exige la expulsión inmediata de los agresores y una investigación a la directora del centro y al docente.

Últimas

Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Comunidad de Madrid
Sanidad a la madrileña Huelga indefinida de ambulancias en Madrid ante un nuevo concurso que consideran “fraude de ley”
Sindicatos denuncian que la empresa Santa Sofía ha impuesto sus condiciones para que ninguna otra empresa pueda presentarse al pliego. Temen que peligren la subrogaciones de parte de la plantilla.
Educación
Educación La escucha activa en la propaganda de Educación del Gobierno Vasco
El Departamento, que nunca se pone en contacto con el profesorado, nos escribió una carta tratándonos como “compañeras y compañeros” a raíz de la convocatoria de huelga
Hidrógeno
Descarbonización Los planes de expansión del hidrógeno en Europa chocan con la falta de energía verde para producirlo
La escasez de hidrógeno producido con renovables y el exiguo desarrollo del aluvión de proyectos anunciados ponen en entredicho la estrategia de descarbonización en Europa, según un informe de Global Energy Monitor.
El Salto Radio
El Salto Radio Árboles contra el desierto
Las señales de hoy no sólo quieren hablar de árboles y bosques, de reforestación, de recuperar nuestros entornos maltratados. También pretenden sembrar un poquito de esperanza ante tanta desolación, porque hay muchas cosas que podemos hacer, que ya s
Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.

Recomendadas

Siria
Kurdistán Entre las bombas turcas y las negociaciones con el Gobierno: Rojava ante la construcción de la nueva Siria
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria presiona al nuevo Gobierno para crear un Estado que respete los derechos de las mujeres, descentralizado, tolerante y multiétnico.
Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista
Jaén
Andalucía Lopera no quiere que Greenalia especule con sus olivos
Decenas de pequeños olivareros de la Campiña Norte de Jaén podrían perder sus terrenos en beneficio de una empresa que quiere talar los árboles para instalar siete parques fotovoltaicos.