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Reducción de jornada
Reducción de la jornada laboral, un asunto pendiente
La lucha histórica del movimiento de los trabajadores y del sindicalismo por la reducción de la jornada laboral estuvo ligada a las condiciones de trabajo del conjunto asalariado, es decir, trabajar menos horas como elemento de permanencia frente a unos periodos larguísimos y sobrehumanos. Hoy en día, la exigencia sindical está relacionada con otras hipótesis y objetivos.
Ahora se pretende establecer una relación entre la reducción del tiempo de trabajo y creación de empleo, y que las personas logremos una unión más gratificante entre tiempos de trabajo y tiempos de vida.
Un logro histórico
El debate sobre la jornada de trabajo y su dimensión temporal está sobre la mesa desde los tiempos de la Revolución Industrial en Inglaterra en la primera mitad del siglo XIX. En esa época, la regulación social era prácticamente inexistente, por lo que los empresarios imponían largas jornadas laborales que les permitía ahorrar costes de personal.
En esta etapa, las jornadas de trabajo superiores a doce horas y la explotación infantil y femenina era algo frecuente. También lo eran los accidentes de trabajo e incluso las muertes durante la jornada, lo cual provocó protestas dentro de los trabajadores y otros sectores de la sociedad civil.
La idea de una jornada laboral de cuatro días sin recortes salariales lleva mucho tiempo en la agenda de España
Fue un largo conflicto que nunca se ha terminado de cerrar, pero que en un principio consiguió imponer la limitación de jornada a mujeres e hijos. A principios del siglo XX, las movilizaciones y protestas se centraron en conseguir la jornada laboral de ocho horas diarias y, aunque a ritmos desiguales, se fue imponiendo en muchos países.
El histórico debate sobre la reducción de la jornada laboral a ocho horas ha tenido como objetivo principal brindar mejores condiciones de vida a los trabajadores. Si bien cabe destacar que el movimiento obrero siempre ha sostenido que la reducción de la jornada laboral también es una forma de promover la creación de empleo. En los últimos años, a raíz de las crisis y el desempleo masivo, ha resurgido el debate sobre el tema de la asignación de puestos de trabajo y la eliminación del desempleo.
Valencia, cada vez más cerca
Hoy en día es una opción a la que se acogen cada vez más trabajadores, y por eso cada vez más empresas facilitan estrategias para convertir el derecho a reducir la jornada laboral en una ventaja competitiva. Para los trabajadores, aunque reducir la jornada signifique ganar menos dinero, prefieren acogerse a ello para poder conciliar la vida laboral y familiar.
La idea de una jornada laboral de cuatro días sin recortes salariales lleva mucho tiempo en la agenda de España. Esta propuesta siempre ha sonado a discusión sobre el futuro, a un hecho que parecía que no se iba a dar, pero desde la pasada legislatura, y sobre todo desde la pandemia, en el Gobierno valenciano suena con gran fuerza.
Reducción de jornada
Pedro Gomes “Ya no se puede ignorar el debate de la reducción de jornada laboral”
En el año 2021, la Conselleria de Economía de Valencia, a través de la secretaría autonómica de Empleo, incluyó en los presupuestos de este ejercicio una partida de 4 millones para subvencionar a empresas que implanten la jornada de trabajo de cuatro días o 32 horas semanales, sin que ello suponga una reducción de sueldo para sus trabajadores.
Perpetual Guardian, en Nueva Zelanda, implementó un sistema para que sus trabajadores trabajaran cuatro días y descansaran tres, aumentando la productividad de la empresa en un 20%
Estas ayudas, según cuenta el secretario autonómico de Trabajo Enric Nomdedéu, estarían dirigidas a promover una reorganización de los tiempos de trabajo y permitirían mejorar la conciliación entre la vida laboral y la privada; reducir la huella de carbono, dado que se producirían un número inferior de desplazamientos diarios; aumentar la productividad; o generar nuevas contrataciones.
En un principio, las ayudas mencionadas anteriormente estarán dirigidas a compensar el incremento del coste salarial por hora que supondría para las empresas llevar a cabo esta medida de innovación organizativa, hasta que esta decisión pueda generar un aumento de productividad.
Japón y Nueva Zelanda, pioneras
Esta iniciativa ya se ha adoptado en varios países como por ejemplo en Japón, donde las filiales Microsoft y Yahoo emplean cuatro días a la semana a la jornada laboral, aumentando la productividad en un 40% año tras año y reduciendo el consumo de energía y papel en un 60%. También se ha podido ver lo efectivo que ha sido esta medida en la empresa Perpetual Guardian de Nueva Zelanda, en el cual implementaron un sistema para que sus trabajadores trabajaran cuatro días y descansaran tres, aumentando la productividad de la empresa en un 20%.
En lo que a España se refiere, pocas empresas se han atrevido a implementar esta medida, como puede ser el caso de Zataca Systems. Una pyme de Elche, dio a elegir a sus 20 empleados entre varios días laborables a la semana, 37,5 horas semanales e incluso cuatro jornadas, opción elegida por la mitad de la plantilla. Pero este caso es de los pocos que se han dado en esta nación.
Sin embargo, la pandemia parece marcar un cambio de principio a fin en las prácticas laborales (como por ejemplo el teletrabajo) y los bloqueos están impulsando a los empleados y empleadores a repensar su relación con el tiempo de trabajo. De hecho, Mercadona fue una de las primeras empresas en implantar la semana laboral de cuatro días de forma especial ante la crisis sanitaria.
“Como creemos que tiene ventajas de varios niveles, estamos dispuestos a acompañar a las empresas e incentivarlo”, señala Enric Nomdedéu
Según el Ministerio de Economía, algunas pequeñas y medianas empresas ya han mostrado interés en el cambio. Desde el sector laboral explicaron que algunas empresas se han puesto en contacto con ellos para saber qué tiene previsto hacer la Generalitat Valenciana para impulsar este cambio en la plantilla, por lo que creen que las ayudas que se introducirán el próximo año serán bien recibidas.
Enric Nomdedéu, secretario autonómico de Empleo, dejó en una entrevista a Valencia Plaza evarias declaraciones sobre el asunto en cuestión. Entre otras cosas, considera que esta idea debe implementarse poco a poco, estudiando en qué ámbitos puede ser conveniente usarlo, ya que como él bien nos puntualiza, “no se puede imponer a todo el mundo igual, cada sector es diferente”.
Nomdedéu asegura que la primera reacción de la patronal ante esta medida, por boca de su presidente, fue decirle: “Eso ya lo podemos hacer, está en el marco de la negociación colectiva”. Tal y como dice el secretario: “Tiene que hacerse en ese marco, no estamos planteando una legislación que cambie nada. Simplemente como creemos que tiene ventajas de varios niveles, estamos dispuestos a acompañar a las empresas e incentivarlo.”
Mejora de la productividad
La Conselleria de Economía señala que, en general, los problemas que enfrentan las empresas son los modelos productivos y organizacionales. Siempre se habla de innovación tecnológica, básica pero costosa, y se olvida la innovación organizacional, es decir, de reestructurar los sistemas productivos de la empresa. Esto no significa necesariamente más producción, sino una producción más eficiente. Si pueden reformar la forma en que funcionan algunas empresas, es posible que se reduzcan las horas de trabajo sin que la empresa se vea afectada.
Evidentemente, para sindicatos y trabajadores la idea es más fácil de vender porque les pagan lo mismo, trabajan menos horas y tiene sus ventajas a nivel medioambiental y de mediación, pero las empresas pueden llegar a tener algunas dudas al respecto. Es por eso que desde la Generalitat Valenciana están dispuestos a apoyarlos financieramente siempre que demuestre se que este nuevo modelo organizacional les hará ganar el mismo dinero o producir el mismo dinero.
“Es importante la combinación de variables que acompañan a la reducción de la jornada laboral”, apunta José Lominchar
Sobre este debate que está hoy en día sobre la mesa también se ha pronunciado José Lominchar, profesor del Grado en Dirección y Gestión de Recursos Humanos. En su opinión, una reducción de jornada es viable, lo importante es la combinación de variables que acompaña a esto. En el escenario actual, Lominchar ve sindicatos que los defienden con firmeza, siguiendo los pasos de protección de sus compañeros europeos, y enfrentando el rechazo de la patronal.
Si se permite abordar las variables mencionadas, entra en juego una gran oportunidad para generar debate y potencialmente reducir la jornada laboral: revisar los procesos productivos y avanzar en la cultura del trabajo, no solo presencial (ya que como se ha mencionado anteriormente, el teletrabajo es una realidad incuestionable hoy en día). A nivel mundial, casi el 80% de las organizaciones se ven afectadas directa o indirectamente por las prácticas de teletrabajo, y casi el 70% de ellas entiende que este será un estilo que continuará después del covid-19.
Reducción de jornada
Trabajo Reducir la jornada para ensanchar el futuro
Junto con una revisión de los procesos productivos y una plena aceptación del teletrabajo o modelos híbridos, Lominchar propone, al igual que Nomdedéu, incrementar el trabajo sobre objetivos para asegurar la viabilidad y rentabilidad de la organización y los trabajadores. Para saber cómo afectará todo esto a las finanzas, la variable clave será si se puede modernizar el sistema productivo y evitar perder tiempo efectivo/productivo, es decir, tiempo de trabajo. Como se ha mencionado anteriormente, la reducción de jornada debe ser proporcional a la mejora del sistema productivo.
10 millones de euros para la reducción de jornada
Cabe destacar, que en España, el Gobierno reactivó el debate sobre la reducción de la jornada laboral, por un proyecto piloto de reducción horaria que se pactó hace más de un año con Iñigo Errejón, diputado de Más País. Como se ha mencionado en un artículo anterior, el proyecto consta de una dotación presupuestaria de 10 millones de euros, con la intención de impulsar la reducción de jornada laboral sin reducir el salario. Y aunque desde el Ministerio de Trabajo se muestran partidarios y defienden una nueva ley de usos del tiempo del trabajo, deben cambiar muchas cosas para que este plan se lleve a cabo.
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Llega un momento donde el ansia de acumulación ciega de tal manera a las empresas que se piensan que el trabajar más y explotar más a los trabajadores significa rentabilizar más los beneficios. Es una mentira total. La reducción de jornada, visto desde el ámbito empresarial, va a generar más satisfacción laboral, más productividad, menos costes para la empresa y más consumo (mientras los trabajadores disfruten de su tiempo libre). Lo que pasa es que tienen miedo a cualquier avance del movimiento obrero y esto les ciega
También lleva mucho tiempo en la agenda mundial, las 40 horas semanales. En España un siglo. Con 30 horas, la economía puede...pero claro...las plusvalías, el lucro.. se llama capitalismo, y ahora financiero, más peligroso que el industrial.
bueno, y si el gobierno nacional y algún gobierno regional lo ven como algo conveniente: ¿por qué no lo aplican en la administración pública? (conste que no lo digo por ironizar, hace mucho que soy partidario de la reducción de jornada, entre otras cosas para repartir el empleo, ya que se ha vuelto "un bien escaso")