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Tecnología
Podcast | Post Apocalipsis Nau 46 Comunidad maker y Diógenes digitales
Entrevistamos a Coke, miembro activo de la comunidad maker que viene a contarnos alguno de sus inventos de hardware y software libres. Aurora nos habla sobre el síndrome de Diógenes digital
Año 2047
Aparecieron en todos los medios de comunicación cuando los ilegalizaron y empezaron a ser perseguidos. Las imágenes de los policías disolviendo a golpes las acampadas improvisadas donde vivían desde hacía meses fueron omnipresentes durante una semana. La 'secta del perro' comenzó como un tímido movimiento en la ciudad de jóvenes atascados en un presente continuo e inmóvil. La ansiedad y la depresión carcomían desde hacía años a unas generaciones a las que la sociedad que no paraba de repetir: sois inútiles, todo es culpa vuestra.
Hay quien comparó a la Secta del Perro con aquel 15m del 2011. Según varias fuentes y algunos reportajes podemos vincular los inicios del movimiento a ciertos grupos anarquistas que se oponían frontalmente al uso de las tecnologías. Lo que empezó como una mera cuestión de supervivencia, acabó como convicción política. Todo aparato tecnológico podía ser intervenido por la policía sin que te dieses cuenta.
Ahora, la Secta del Perro reúne a decenas de miles de personas que se han lanzado a vivir en las calles de varias ciudades. Han renunciado a utilizar cualquier dispositivo. No solo no usan teléfono móvil. Rechazan la utilización de tarjetas de crédito y el uso de cuenta bancaria. Se arrancan mediante operaciones caseras los chips que contienen sus NIE. Reniegan de su ciudadanía.
Ya no viven en casas. No acuden a las universidades. No compran ni reciben dinero. No trabajan. Acampan de formas itinerantes en barrios y calles. Al principio nadie pensaba que duraría demasiado, sobre todo en las ciudades más frías. Pero la experiencia de quienes llevaban años viviendo así les salvó. Migrantes ilegales y personas en situación de calle, se acercaron a compartir el conocimiento que tenían.
Año 2020
En lo que va de año, más de 1500 personas migrantes han muerto ahogadas en el Mediterráneo. La Unión Europea se gasta 25 mil millones de euros para infraestructura de control de migración que van a ir a parar a las empresas armamentísticas y tecnológicas. En EURODAC, la oficina de gestión de migrantes europea, suena la música de James Bond cada vez que salta una alarma en relación con la migración. Aunque creen que están persiguiendo al malo de la película, lo normal es que estén impidiendo que se reúnan familias que han ido a parar a distintos países de la unión Europea. En Grecia, Frontex es acusada con pruebas de deportar de forma ilegal y violenta a refugiados.
En Arguineguín, Gran Canaria, centenares de personas son apiladas por las fuerzas de seguridad en los muelles para vivir en condiciones infrahumanas tras haber sorteado una muerte probable en su travesía marítima. Tras ser expulsadas del puerto por las mismas autoridades, duermen al raso en las calles de la isla. Los empresarios de la industria hotelera, con sus habitaciones vacías, dicen que no van a alojar migrantes porque no benefician a su imagen.
En París, decenas de refugiados a los que no se les provee de un techo digno acampan en los suburbios de la ciudad. La policía les desaloja a golpes. De nuevo, esta vez con cierto apoyo de activistas, abogados y periodistas, tratan de acampar en una de las plazas principales de la ciudad. Son reprimidos de nuevo.
En las páginas de su novela, Vernon Subutex, Virgine Despentes incluye a una mujer en situación de calle revolucionaria y guerrera. Qué guía al protagonista, recientemente desahuciado, por la dura senda de la situación de calle. Allí le dice: “Arrancan los bancos, remodelan escaparates para que no podamos sentarnos, pero ¿sabes por qué siguen permitiendo que nos quedemos en la ciudad? Porque la gente tiene que vernos para que nunca olviden obedecer”. Poco después un grupo de jóvenes neonazis se acerca a ellos para pegarles una paliza, pero al descubrir que son franceses, les ofrecen asilo y ayuda.
Siglo IV de la antigua era
El rey Filipo ha anunciado que va a atacar Corintio. En la ciudad, todo el mundo corre de un lado para otro y se organiza en trabajos para enfrntar la posible invasión. Un hombre empuja un barril rodando de un lado a otro sin destino aparente. Cuando le preguntan qué hace, responde que como todo el mundo anda tan agitado haciendo cosas, pero él no tiene nada que hacer, le da vueltas a su barril para que parezca que hace algo.
Diógenes de Sinope es uno de los más antiguos discípulos de Sócrates. Pero se revela contra su maestro, abrazando el camino del perro y transformándose, en palabras de Platón, en un “Sócrates enloquecido”. Después de ser desterrado y despojado de sus derechos de ciudadano, decide despojarse de todos sus bienes materiales y vivir en la calle lanzando proclamas que llaman a demolerlo todo de forma radical.
“Como fenómeno histórico el cinismo griego está determinado por la crisis definitiva de la polis como comunidad libre y autárquica. La destrucción de la polis como marco comunitario independiente y autónomo significó una enorme conmoción espiritual. El poder en las ciudades helénicas quedaba al arbitrio del caudillo militar”. Esto lo cuenta el filólogo helenista Carlos García Gual en La secta del perro, un ensayo que repasa las vidas de Diógenes y los cínicos.
Diógenes se opone al trabajo que encadena el progreso, pero no al esfuerzo en mantener una mirada sobria y lúcida. Un ejercicio activo de la sensibilidad animal. Mirar al objeto, dotarlo de su valor de uso y despojarlo del espejismo simbólico de los acuerdos de una comunidad en torno a él. Como el pensar que una casa puede ser de alguien que no vive en ella. El esfuerzo del cínico consistiría en “falsificar lo admitido como valor troquelado”.
El perro se caracteriza en esta Grecia como un ser falto de respeto y vergüenza. La justicia se yergue como pilar de lo humano frente a los animales, que carecen de leyes dadas a sí mismos. Quienes comienzan a insultar a Diógenes de Sínope con la palabra “perro” no sospechan que él lo abrazará y lo llevará a gala. Se siente más cerca de los cuadrúpedos que de la burguesía de la que él mismo procedía. Gran parte de su legado fueron los chascarrillos que, como dardos envenenados, atacaban al concepto de ciudadanía. Atacaba, a fin de cuentas, a esa misma casta que le desterró y le convirtió en migrante, una persona sin derechos ciudadanos en ninguna polis.
Cuadragésimo sexta entrega de Post Apocalipsis Nau, emitida en directo desde Radio Vallekas el jueves 26 de noviembre de nueve a diez de la noche. Sonamos también en Irola Irratia, Radio Almaina, Ágora Sol Radio y Radiópolis.
En el Feeds N Chips, la sección donde robamos noticias de Internet, hablamos del Papa pidiendo a sus fieles que recen contra la rebelión de las máquinas o del plan anti bulos del Gobierno.
En Los Ángeles 2019, nuestra compañera Alien entrevista a Coke, miembro de la comunidad maker que viene a hablarnos de hackatones, hardware libre y algunos de sus inventos de ciberseguridad. Herramientas que protegen contra ataques tan sencillos como que miren tus contraseñas por encima del hombro.
Acabamos en Comportamientos Digitales donde Aurora nos habla del fenómeno de “Diógenes digitales” o la acumulación de archivos digitales y pestañas que nunca vamos a utilizar.