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Pensiones
Asaltar Oropesa, que los cielos quedarán para más tarde
200 pensionistas viajaron el 26 de noviembre al pueblo de Oropesa (Toledo). Acudían en apoyo de Ángel Oliva, un vecino jubilado que cada lunes se manifiesta en solitario ante el ayuntamiento para reclamar unas pensiones dignas
Los pensionistas afirman que no luchan sólo por una mejora de sus pensiones sino también por la recuperación de lo público y de los derechos perdidosQuise saber con Ángel –uno de los organizadores- los detalles que pudieran ser de interés para esta nota. Él nos había reservado el billete para viajar a Oropesa, a 13 euros, ida y vuelta. Por lo demás, lo combinado era que la comida sería “de traje” (comeré lo que traje). “Espérame un momento, estoy enviando unos whatsapp, enseguida conversamos, ok?” me respondió, atento. Poco hubo que esperar, en ese momento se sentó a nuestro lado Fernando de La Prida: “soy uno más, pero como portavoz de la Coordinadora de Madrid y también de la estatal, puedo darte los detalles que necesites”. Nos informó de todo: Que no luchan sólo por una mejora de sus pensiones –pretenden lleguen a un mínimo de 1.080 euros- sino también por la recuperación de lo público y de los derechos perdidos en educación, sanidad, dependencia. Que tienen una batería de 14 reivindicaciones económicas y sociales. Que se puede contactar con ellos por Internet, o en su página de Facebook, o escribiendo a coordinadoraestatalpensiones@gmail.com También nos contó lo fundamental, que se habían conjurado para llevarle el apoyo y la solidaridad activa a Ángel Oliva, un pensionista que todos los lunes —en alusión a la peli “Los Lunes al Sol” y en consonancia con el día en que lo hacen las plataformas —se manifiesta frente al ayuntamiento de Oropesa, el pueblo en el que vive. Su única compañía es el cartel que él mismo ha hecho: “Por unas pensiones dignas”. Cuatro autobuses integran la comitiva de homenaje, dos partían de Toledo y Talavera y otros tantos desde Atocha y Móstoles, se sumaron algunos coches particulares.
Se enteraron del manifestante solitario por las redes. Su expectativa es que el gesto incentive a otra gente a sumarse a la coordinadoraSe enteraron del manifestante solitario por otro compañero de la plataforma, por las redes, explica Paco, uno los participantes iniciales del 15M. Su expectativa es que el gesto incentive a otra gente a sumarse a la coordinadora. Apenas tres meses atrás, él y Fernando estuvieron organizando las plataformas de pensionistas en Toledo y Talavera, que hoy abrevarían en Oropesa. Un tercero, que escuchaba, quiso hacer su aporte: “a ver si otros nos copian y esto progresa, porque nosotros lo tenemos fastidiado, pero los del baby boom, si no se ponen las pilas, ni jubilaciones van a tener”. Flor, de la PAH de Alcorcón viaja a su lado, “porque estoy jubilada y participo en todas las batallas que puedo”. Contenta porque –asegura- están consiguiendo que los bancos cedan en alquilarle los pisos a los desahuciados, por 150, 200 euros, según sean los ingresos del grupo familiar. Aunque la batalla es dura y no todos son triunfos, “el otro día pusieron en la calle a una familia y, encima, la policía cogió a unos jóvenes que habían ido a ayudar, los esposaron como si fueran delincuentes y los llevaron a comisaría. Fuimos a presionar y por la tarde los soltaron”.
Mª Carmen García, del Colectivo de Mujeres Pensionistas, forma parte del club “Forjadores de Sueños” y va a Oropesa porque le ha ilusionado el saber que las personas spnn capaces, aún en solitario, de poner el cuerpo para defender los derechos de todas. Tiene información de que en Ávila hay otra persona que también empieza a manifestarse –solo, como Ángel Oliva- por pensiones dignas para todos, “de confirmarse esto, estoy personalmente comprometida en impulsar un viaje a Ávila para apoyarle”.
Frente al Ayuntamiento de Oropesa
Difícil contener la emoción que provocaba esa pequeña multitud de unas 200 personas procedentes de Madrid, Parla, San Sebastián de los Reyes, Getafe, Pinto, Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada, Toledo, Talavera, Monte Aragón… Descendían de los autobuses con pancartas, micrófonos y altavoces, en la plaza de un pueblo que, a pesar de la hora temprana –11:30- parecía de atrezzo. Nadie a la vista. Coreaban “gobierne quien gobierne las pensiones se defienden”, “Si se lucha, sí se puede”, “No más precariedad” y los cánticos conocidos. A la que agregaron “Compañero Ángel, no estás solo”. Todo el mundo quería fotografiarse con él. Breves discursos, un par de poemas. Un toque especial dio Mª Ángeles Poveda, portavoz de Jóvenes Pensionistas por Enfermedad. Después de alegar que “estamos luchando contra un sistema que nos está aplastando, la mayoría estamos cobrando el 55% de la base reguladora; para un mileurista son 550 euros, que nos digan estos ladrones ¿quién puede vivir con eso?”. Poveda remató su intervención con un “Ángel, gracias por lo que has hecho”, intentando contener su irrefrenable y contagiosa emoción.EN LA CASA DE CULTURA
Luego de algunos minutos de festejo y abrazos con Ángel, la comitiva marchó rumbo a la Casa de Cultura, cedida por la alcaldía. A los cánticos, en medio del silencio general agregaron: “Oropesa si no luchas, nadie te escucha”. Ya en el salón de actos, uno de los portavoces de la Coordinadora, se explayó en defensa del sistema público de pensiones, aclarando que estaban allí, “sin mochilas de partidos, ni de sindicatos porque, gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”, consigna coreada en el acto por la concurrencia. Se dijo sorprendido por el crecimiento exponencial que las plataformas han tenido en los últimos dos años y exhortó a “estar en las calles permanentemente, porque lo que el PSOE pretende darnos ahora es lo que ya habían negociado PP y PNV”. Criticó la actual base de cálculo, recordando que, hasta 1967, las pensiones estaban incluidas en los presupuestos generales del Estado, situación que desde la plataforma quieren recuperar: se trata del primer punto to de la tabla reivindicativa de 14 medidas de la coordinadora.El mismo portavoz condenó los Pactos de Toledo de 1995, por posibilitar el negocio de los planes de pensiones privados, en provecho de bancos y aseguradoras e introducir el factor de sostenibilidad, que ha sustentado, denunció, tanto el aumento de los años de cotización como “la reducción sistemática de nuestras pensiones”. Las exenciones a los planes privados de pensiones, insistió, se traducen en que el Estado deje de ingresar 2.000 millones de euros. Por último, desgranó uno a uno los puntos programáticos de la coordinadora.Carmen, de la Plataforma de Móstoles, enfatizó la precariedad de las pensiones “que tienen cara de mujer”, y denunció que hay un 24% de brecha salarial entre los salarios de hombres y mujeres, agravio amplificado a un 37% en el cobro de las pensiones, debido a un injusto sistema de contribución, potenciado en gran medida por las reducciones horarias por maternidad y atención a familiares.Cerró la intervención Julia, jubilada octogenaria que sacó cinco hijos adelante, mientras su marido trabajaba en Alemania, de quien lamentó su muerte temprana, a poco de regresar. Relató las penurias que atravesó y, al mismo tiempo revalidó su esfuerzo “si tuviera que volver para atrás, haría lo mismo”. Reclamó que, juntando la pensión de su marido fallecido y la propia no llega a 1.000 euros “y encima tengo que pagar a Hacienda…¡hijos de puta!”, remató, en medio de vítores y aplauso general, explicó a El Salto que está pensionado desde hace 8 años. Era albañil y autónomo; se cayó de un andamio y eso le cambió la vida: “me convirtió en un inútil total. Y no te dan la pensión completa, para eso tendría que ir en silla de ruedas, y quién sabe con ella sí puedes sobrevivir”. Cobra 640 euros mensuales y si se arregla es porque vive en un pueblo con una compañera que cobra 700 euros.
Ángel Oliva: No me imaginaba que iba a venir tanta gente. Si nos estamos moviendo es por los que tenemos detrás. Nuestros hijos y nietos“Soy albañil de cuna, trabajo en esto desde pequeño y me ha tocado ir por todos lados, desde Canarias a Madrid, donde he estado mucho tiempo”, cuenta Oliva. Cuando le preguntamos a qué atribuye la soledad de su protesta, contesta: “es lo que pasa en todos los pueblos, la vergüenza, el qué dirán, quizá sientan que participar en algo así es rebajarse, o que les van a quitar algo”. ¿Será también el miedo?, inquirimos: “no lo descarto es que han pasado sólo 40 años, y eso está ahí todavía”. Alguien le había avisado de que recibiría una visita de apoyo, “pero no me imaginaba que iba a venir tanta gente”. Y es contundente: “si nos estamos moviendo es por los que tenemos detrás, nuestros hijos y nietos, yo no me puedo permitir dejar de hacer esto. Y uno dice mis hijos y mis nietos, porque es lo más directo, pero uno está aquí por todos los jóvenes”. Se enteró del movimiento “Lunes al Sol” a través de Facebook “y entonces me sumé desde aquí por mi cuenta, aunque a lo mejor tendríamos que salir también todos los días de la semana”. ¿Y los vecinos del pueblo, qué te dicen?, le preguntamos: “Algunos me dicen ¿qué haces ahí, tonto?, ven, vamos a tomarnos algo, que de la puerta del ayuntamiento no va a salir nada. Otros me saludan, levantando el pulgar”.Con lenguaje directo, Oliva, dio una clase de empoderamiento: “hasta hace dos años no sabía ni hablar, nunca me he movido en política ni en nada de esto, mi gesto ha salido a partir de verlos en la tele, en el Facebook y a raíz de eso me dije, tengo que estar con ellos. Y he aprendido a expresarme un poco, a escribir con menos faltas”.Antes de subir al autobús de regreso, preguntamos a un corrillo de vecinos que estaba en una esquina, si conocían a Ángel Oliva: “Sí, claro, lo veo ahí con su cartelito todos los lunes”, respondió uno. Preguntado sobre si le parecía bien su motivación, concedió: “está bien que reclame por pensiones dignas”. Y, respecto de por qué no se manifestaban junto a él, explicó: “no sé, no tengo ni idea, quizá por vergüenza, o por comodidad, no sé bien”. Fue el único que respondió a la pregunta.