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Palestina
Tengo un amigo gazatí
Tengo un amigo gazatí que el sábado pasado perdió a su hermano en Gaza durante los primeros ataques de Israel. Su hermano sólo estaba en una ambulancia ayudando a los primeros heridos por esos ataques.
Tengo un amigo gazatí que tiene a toda su familia en la zona norte de Gaza, a su familia y amigos.
Tengo un amigo gazatí que tiene una madre y cinco hermanos y hermanas que siguen ahí; ayer, pudo hablar con ellos y me dijo “¡Están vivos!”, y le pregunté si estaban bien y me repitió,“¡Están vivos!”, y no quise preguntar más.
Tengo un amigo gazatí, un amigo que vive a cuatro portales de mi edificio, un amigo al que aprecio, al que ayer abracé y pude ser consciente del nivel de estrés al que está sometido por lo tensa que tenía su espalda.
Tengo un amigo gazatí que ha podido tener doble nacionalidad después de casi una década porque en Estado español no reconocía su nacionalidad, un amigo gazatí que intentó traer a España a otro de sus hermanos que trabaja en Médicos sin Fronteras y después de casi un año, no tiene respuesta de su visado. ¿Tendrá su hermano respuesta para ese visado? No se sabe pero lo que sí sabemos es que llegará tarde.
Hablando hoy con mi amigo me ha dicho que se queda toda su familia en la zona norte, que no se arriesgan a desplazarse al sur porque allí no les espera nada. “Esto es una nueva Nakba y van a entrar y ese territorio será israelí y después irán a por la zona sur y después nos esperan campos de refugiados en Egipto”.
Tengo un amigo gazatí que me ha dicho que su familia es posible que mañana ya no exista porque se van a quedar ahí, en su hogar, en la zona norte, todos juntos porque a “Palestina hay que llevarla en el corazón”, porque su familia no quiere arriesgarse a cruzar un campo con bombardeos y ver morir a los suyos mientras otros corren. Su familia prefiere morir unida y que en sus corazones siempre exista Palestina.
Tengo un amigo gazatí que es posible que mañana sea el único de su familia, amigos y vecinos que sobreviva a este genocidio que está a punto de cometer Israel, un amigo gazatí que reza por la paz y el amor y pide amor para aquellos que envían bombas, un amigo que me pide que recemos por las almas de los palestinos y por las almas israelíes que están a puntos de cometer un genocidio.
Tengo un amigo gazatí.
¿Cuántas personas más tendrán un amigo gazatí como yo, y cuántas estarán pasando lo mismo?
El mundo se ha vuelto loco y después de lo que está a punto de pasar me pregunto, ¿hay algún punto de retorno como “humanidad?.