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País Vasco
El sector público saca a la calle a más de 30.000 trabajadoras para reivindicar calidad y salarios
“Hay que movilizarse para reclamar que los servicios sean públicos y de calidad, es lo que la sociedad necesita”, resume Pedro Iglesias, empleado fijo en Justicia que este mediodía se ha manifestado en Bilbao. Más allá del salario y de la temporalidad, miles de personas se han acercado a la manifestación para defender su función como trabajador público. “No nos tocamos las narices, buscamos el beneficio de todas la sociedad. Desde el médico hasta el fontanero municipal que arregla las tuberías cuando se rompen”, añadían tres administrativas, también fijas, que prefieren no dar su nombre. “Osakidetza no te puede hacer un escáner cuando tienes cáncer, pero todos los meses deriva millones a la privada”, continuaban.
Laboral
Laboral El Gobierno vasco boicotea la tercera jornada de huelga en el sector público ampliando los servicios mínimos
Como ellas, más de 30.000 trabajadoras del sector público han recorrido las calles de las tres capitales de la Comunidad Autónoma del País Vasco, según los sindicatos convocantes, ELA, LAB, CC OO, Steilas y ESK. El enfado era palpable. “Este año, por primera vez, Educación no ha pagado las vacaciones de Navidad a una compañera. Le cortaron el contrato y la volvieron a llamar después de Reyes para sustituir a la misma persona de baja”, alertaban Garazi y Hegoa.
“Por primera vez, Educación no ha pagado las vacaciones de Navidad a una compañera. Le cortaron el contrato y la volvieron a llamar después de Reyes para sustituir a la misma persona de baja”
Solo en Bilbao, cuando la cabecera ha llegado al edificio del Gobierno vasco, en Gran Vía 85, la cola salía de la plaza Moyua, según la Ertzaintza. Ha sido la manifestación más concurrida de las tres jornadas de huelga del sector —25 de octubre, 19 de diciembre y hoy martes—, a las que estaban llamadas a participar 150.000 trabajadoras de Educación, Sanidad, administraciones, la radio-televisión pública, el transporte y un largo etcétera. La intersindical ha calificado el seguimiento de “muy amplio”, a pesar de lo que ha calificado como “abusivos” servicios mínimos decretados por el Departamento de Trabajo del Gobierno vasco en vísperas de la huelga.
Seguimiento complicado
Achacan a estos servicios el difícil seguimiento de la huelga en Osakidetza, donde se ha trabajado más que un día normal, por ejemplo, en los Puntos de Atención Continuada (PAC). A pesar de ello, los quirófanos del Hospital de Zumarraga están cerrados, también uno del Alto Deba y los de traumatología de Txagorrituxu. También han cerrado los servicios de rayos del Hospital de Gorliz y no han trabajado los celadores de Basurto y los conductores de Zamudio. El seguimiento ha sido notorio en EITB (hoy solo está emitiendo informativos) y en la Orquesta Sinfónica de Euskadi, que ha anulado el concierto en Iurñea. En Euskotren solo han circulado los servicios mínimos, el 30% de los convoyes, en Metro Bilbao se han mantenido el 64% de los viajes y en el tranvía, el 56%.
En la educación infantil pública —haurreskolak—, el 75% de la plantilla ha apoyado la huelga, mientras que en la educación no universitaria la media se ha situado en el 65% en los docentes y el 60% en cocina y limpieza. Los campus de la UPV/EHU de Magisterio, Letras, Periodismo, Arquitectura, Relaciones Laborales, Economía e Informática no han abierto sus puertas. En las administraciones municipales, destaca el seguimiento en los ayuntamientos de las tres capitales, así como los servicios de bibliotecas y centros cívicos.
En la Comisión de Seguimiento del Concierto Económico los sindicatos no tienen representación
La intersindical, de la cual también forma parte Comisiones Obreras, reclama que los Presupuestos Generales del Estado “son una oportunidad para eliminar los vetos marcados en Madrid”. Los trabajadores públicos piden dos cosas: recuperar el poder adquisitivo perdido desde la crisis financiera de 2008 (perdieron un 20%; reclaman un 10%), y para ello necesitan que PNV, EH Bildu y PSOE se pongan de acuerdo y avalen la apertura de la negociación colectiva en Euskadi —el último convenio colectivo se firmó en 2010—, y unos servicios públicos de calidad. Esto significa terminar con las privatizaciones sistemáticas, reducir el abuso de temporalidad al 8% (ahora es del 44%), euskaldunizar la administración e implementar políticas feministas. Resumiendo, “las políticas públicas que han llevado hasta ahora deben cambiar radicalmente”, sostiene el texto acordado entre los cinco sindicatos.
El frontón de la Esperanza, en el Casco Viejo de Bilbao, reabrió hace dos semanas después de años de obras, con una biblioteca infantil y juvenil, tal y como reclamaba el barrio. Pero externalizaron a las trabajadoras. A mediodía la biblioteca estaba cerrada, con pegatinas en las puertas de la jornada de huelga.
Cerrazón del Gobierno
El Gobierno vasco se ha mostrado inmune a la tercera convocatoria de movilizaciones en el sector público, con el que no mantiene interlocución. El líder del PNV, Andoni Ortuzar, ha dicho que “esta huelga no hay por dónde cogerla”. “PNV y EH Bildu votaron en el Congreso de los Diputados en 2021, 22 y 23 a favor de que se decidan en Madrid las tasas de reposición y los incrementos salariales”, recuerda Igor Eizagirre, del sindicato ELA. El pasado noviembre, el PSOE acordó con PNV para el acuerdo de legislatura que se traiga al País Vasco la negociación. “Pero en la Comisión de Seguimiento del Concierto Económico los sindicatos no tienen representación”, añade Xabier Ugartemendia, de LAB. “El problema fundamental es que carecemos de una negociación colectiva del sector pública y la mesa es una mera mesa consultiva en la que el Gobierno vasco te trae sus planteamientos y si te parece bien, bien y si no, también”, agrega Loli García, de CC OO.
Escrivá ha anunciado una subida salarial del 2% para cumplir con el aumento del 9,5% entre 2022 y 2024, aunque la inflación de los primeros dos años ya se eleva al 8,8%
Esta mañana el ministro de Función Pública, José Luis Escrivá ha anunciado que subirá los salarios de los trabajadores públicos de todas las administraciones un 2% sin esperar a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2024. Con esta subida se cumpliría el acuerdo firmado con UGT y CC OO sobre salarios, en el que pactaron un aumento del 9,5% entre 2022 y 2024 —un fijo del 8% y uno variable del 1,5% ligado a la evolución del PIB—. La inflación de 2022 y 2023 ya suman un 8,8%, según el INE.
“Llevo 22 años trabajando en un ayuntamiento, soy fijo, pero no estoy aquí por mí, sino por el futuro. Gran parte de mis compañeros están en precario, con contratos renovándose cada seis meses”, explica José Felipe. Un joven de 27 años, temporal de la Educación, no ha dudado en sumarse a la manifestación: “No podemos ayudar al correcto progreso del alumnado si siempre somos gente nueva, que no conoce a sus críos”.
La media de empleo público en la Unión Europea es del 20%, mientras que en el Estado se sitúa en el 17% y en la CAV “apenas supera el 15%”, concluye el secretario general de Gizalan de ELA.