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Memoria histórica
Los trotskistas extremeños: la Izquierda Comunista y el POUM
En Extremadura, muy pronto apareció la figura destacada de Luis Rastrollo, un personaje muy activo, que había nacido en Fuente del Arco en 1908 y que se instaló en Llerena, una de las poblaciones extremeñas donde el trotskismo alcanzó una mayor implantación.
Cuando, tras la expulsión de Trotski de la Unión Soviética, en enero de 1929, se constituyó el trotskismo como movimiento político independiente, a nivel internacional, y se creó la denominada Oposición Comunista de Izquierda en una conferencia que tuvo lugar en París en abril de 1930, muy pronto se formaron también organizaciones trotskistas en toda Europa. De hecho, desde el inicio de los conflictos que en la URSS, después de la muerte de Lenin, habían enfrentado a Stalin contra Trotski, este había tenido partidarios en todos los países. Y España no fue una excepción. Aquí se estaba saliendo de la Dictadura de Primo de Rivera, en un momento en que el Partido Comunista de España se hallaba en una crisis total y en la que parte de sus militantes y dirigentes –como sucedía con otros partidos y sindicatos de izquierdas- se encontraban en el exilio. Y fue justamente en el exilio, en concreto en Lieja (Bélgica), donde en febrero de 1930 se celebró la primera Conferencia Nacional de la Oposición Comunista española, impulsada por un dirigente de la Federación Comunista de Vizcaya, Francisco García Lavid (que firmaba sus artículos con el seudónimo de Henri Lacroix).
Nos encontramos en vísperas de la proclamación de la Segunda República, que tuvo lugar el 14 de abril de 1931, y en un momento en que se estaba produciendo el regreso masivo de casi todos los exiliados y al mismo tiempo se estaban reorganizando el conjunto de fuerzas sociales y políticas. En este contexto –y también con la llegada a España de importantes dirigentes, como Andreu Nin, que llegó a Barcelona después de nueve años de estancia en la URSS-, al proclamarse la Segunda República se impulsó la organización de la Oposición Comunista de España –en marzo de 1932 pasó a denominarse Izquierda Comunista de España-. A partir básicamente de la adhesión personal de miembros expulsados del Partido Comunista se empezaron a crear secciones de la Oposición en Madrid, Asturias, el País Valenciano, Andalucía, Cataluña, y Extremadura.
En ella apareció con el seudónimo de L. Siem, en representación de Extremadura, donde dio cuenta de la situación en que se hallaba la demarcación por él representada
En Extremadura, muy pronto apareció la figura destacada de Luis Rastrollo, un personaje muy activo, que había nacido en Fuente del Arco en 1908 y que se instaló en Llerena, una de las poblaciones extremeñas donde el trotskismo alcanzó una mayor implantación. Según parece, Rastrollo formó parte ya de la primera dirección que la Oposición Comunista tuvo en España y participó en su II Conferencia reunida en Madrid el día 7 de junio de 1931. En ella apareció con el seudónimo de L. Siem, en representación de Extremadura, donde dio cuenta de la situación en que se hallaba la demarcación por él representada. Que muy pronto organizó a los campesinos de la comarca de Llerena, viene constatado por la información que apareció en la revista “Comunismo”, en octubre de 1932, con estos términos:
“El obrero del campo, en Badajoz, es explotado de una manera mucho más bárbara que ningún otro trabajador español. Adormecido por el socialismo, el campesino extremeño no había despertado a la lucha de clases hasta muy recientemente. Pero anhelantes de pan y trabajo, no pueden ver transcurrir el tiempo los campesinos de Badajoz, dejándose morir de hambre; están dispuestos a defender su derecho a la vida, sea como sea. (…) A pesar de ello, los campesinos de Llerena, Berlanga, Maguilla, etc., no están dispuestos a morirse de hambre ante la perspectiva de un invierno que se presenta con caracteres verdaderamente trágicos. En dichos pueblos, los campesinos actúan bajo la influencia directa de la Oposición Comunista. Todas las organizaciones campesinas del distrito de Llerena cuentan en su dirección únicamente con elementos oposicionistas. Contra nuestros camaradas va dirigido todo el odio de la burguesía y de sus servidores, y principalmente contra nuestro camarada Luis Rastrollo, que ha puesto todo su entusiasmo y revolucionarismo al servicio de aquellos explotados de la tierra.”
De hecho, en el mismo año 1932 Rastrollo había impulsado una huelga de campesinos que, finalmente, le había llevado a la cárcel, en un momento en que, aprobada la Ley de Reforma Agraria, su aplicación se llevaba de manera muy lenta y no solo no resolvía el acceso de los campesinos a su tierra sino que tampoco resolvía el tema del paro. Los conflictos agrarios que vivió Llerena a lo largo de 1932 y también en los años siguientes fueron, ciertamente, muy importantes y violentos, como ha estudiado José Hinojosa Durán en Un episodio original en el movimiento obrero extremeño: el núcleo trotskista de Llerena durante la II República (1931-1936) (en Francisco J. Mateos Ascacibar, Felipe Lorenzana de la Puente (coord..): Actas de la I Jornada de historia de Llerena. Llerena, 2000).
Hasta tal punto que en febrero de 1933 “nuestros compañeros Rastrollo, Martín, Fuentes y Gallarín llevan siete meses (aparte de varios otros que estuvieron antes) en la cárcel de Fuente de Cantos, de la provincia de Badajoz, solo por acusárseles de ser los dirigentes de una huelga en que los campesinos se limitaban a pedir trabajo para los demás” (Comunismo, febrero de 1933). Que su actuación había hecho mella entre los campesinos de Llerena y la comarca aún se constataba en el mes de abril del mismo año cuando se recordaba que “los campesinos del distrito de Llerena están cada día más firmemente adheridos a la Izquierda Comunista, que ha dirigido con éxito sus luchas, y cuyos militantes más caracterizados se encuentran en la prisión por defender resueltamente sus intereses”.
Cuando en septiembre de 1935 la Izquierda Comunista se unificó con el Bloque Obrero y Campesino para constituir el Partido Obrero de Unificación Marxista, la inmensa mayoría de los militantes extremeños se afiliaron al nuevo partido, desoyendo las consignas de Trotski
Además de Rastrollo, otros militantes de la Oposición Comunista que dirigieron a los trabajadores de Llerena fueron Eduardo Mauricio; Regino Marín, que organizó el sindicato de la construcción de Llerena; José Martín, jornalero, miembro del Comité Central de la Izquierda Comunista y presidente de la Federación Local de Sindicatos Obreros de Llerena; Félix Galán, campesino; Carlos Llarza, seudónimo de Julián Gómez Sánchez, etc.
Otras poblaciones de la comarca donde la Izquierda Comunista tuvo presencia fueron Maguilla, con una veintena de militantes en abril de 1932 y unos 50 un mes más tarde. Militantes de esta población formaron parte del Comité de huelga que dirigió las huelgas campesinas del verano de 1932. En Fuente de Cantos, un militante de la Oposición, Pedro Corraliza Peguero, fue candidato por Badajoz en las elecciones generales de noviembre de 1933, presentado por el Partido Comunista, y poco después fue juzgado y condenado a tres años de cárcel por atentado a la autoridad. Otra población que sabemos que estuvo influenciada por la Oposición fue Berlanga.
Cuando en septiembre de 1935 la Izquierda Comunista se unificó con el Bloque Obrero y Campesino para constituir el Partido Obrero de Unificación Marxista, la inmensa mayoría de los militantes extremeños se afiliaron al nuevo partido, desoyendo las consignas de Trotski, que pretendía que los militantes de la Oposición se afiliaran al Partido Socialista, constituyendo en su seno una fracción. De hecho muy pocos de ellos aceptaron esta suposición y en el caso de los antiguos trotskistas extremeños solo unos casos puntuales se avinieron a los designios de Trotski.
El hecho es que con el nuevo partido se produjo un aumento de la militancia. Si en el momento de constituir el nuevo partido en Llerena contaba con 122 militantes, unos meses más tarde, al estallar la insurrección militar en julio de 1936, tenía unos 230 militantes. Ello en buena medida se explica porque tras elecciones del Frente Popular (febrero 1936) el POUM de Llerena había organizado una colectividad agraria de 12 fanegas de extensión. Los mismos militantes de Llerena lo explicaban así, en las páginas del periódico del POUM La Batalla, del día 5 de junio de 1936:
“Después de trabajar nuestra parcela particular, la que nos ha correspondido individualmente, trabajaremos la de nuestra Sección. Rápidamente hemos realizado ya las faenas preliminares. Primero roturado la tierra para los barbechos, trabajo realizado voluntariamente por nuestros militantes. El que tiene yuntas las ha facilitado y los demás las herramientas. La roturación ha sido difícil porque el terreno venía destinado a pasto”.
En Extremadura (en el radio de Llerena) nuestros camaradas tienen una verdadera influencia de masas en la vida política y profesional de la región
De hecho, según parece, en el momento de la fundación del POUM, si hemos de creer a Jean Rous, un trotskista francés que vino a España en septiembre de 1935, a raíz del proceso de unificación que se estaba viviendo, los militantes que había en Extremadura eran en total unos 400, y en su informe añadía que “esta cifra debe ser reducida si se tiene en cuenta que por razones de nivel político de algunos militantes, se procedió en estos últimos tiempos a un reagrupamiento más estrecho. En Extremadura (en el radio de Llerena) nuestros camaradas tienen una verdadera influencia de masas en la vida política y profesional de la región. Los sindicatos de trabajadores de la tierra, de artesanos (panaderos, zapateros) están bajo su dirección”.
El estallido de la Guerra Civil truncó la situación de manera muy rápida. Si bien en un primer momento Llerena quedó bajo el control de la República, en su avance desde Andalucía los militares insurrectos se plantearon conquistar Llerena por el interés estratégico que poseía la ciudad y, de hecho, a principios de agosto de 1936, a pesar de la resistencia que pusieron los milicianos, la ciudad acabó bajo el control de los militares. La represión que llevaron a cabo fue intensa. Se habla de “un mínimo de 440 personas las que fallecieron en Llerena o que siendo de Llerena murieron en otras localidades por motivo de la guerra y la dictadura. De ellas, 330 fueron como consecuencia de la entrada de las tropas franquistas y de la represión posterior, a los que habría que añadir los presos republicanos muertos en la cárcel o fusilados” (Ángel Olmedo Alonso: De la esperanza revolucionaria a la fosa común. Represión franquista en el caso de Llerena (Badajoz), en El genocidio franquista en Extremadura, publicado en Memòria Antifranquista del Baix Llobregat, nº 8, 2012). De ellos sabemos que de los 230 afiliados que tenía el POUM en la población, más de 50 murieron en la represión de principios de la guerra, entre otros José Martín Rafael, que fue fusilado en Badajoz, en el Campo de San Juan.
Tampoco se salvó Luis Rastrollo, pero en este caso no fue fusilado en Extremadura sino en Galicia. El que fuese, sin duda, el dirigente más destacado de la Izquierda Comunista y del POUM de Llerena, desde 1935, antes, pues, de estallar la guerra, había sido destinado para organizar la Federación Gallega del POUM y de hecho organizó el POUM de Galicia creando diversas secciones en Santiago de Compostela, La Coruña y otras ciudades gallegas. Residente en Santiago, fue detenido al iniciarse la guerra, juzgado por un tribunal militar y fusilado el 3 de diciembre de 1936.
Otros dirigentes consiguieron salvarse, pasar al campo republicano y, después de la guerra, exiliarse en Francia. Pero la presencia, primero del trotskismo y después del marxismo revolucionario que representaba el POUM, no consiguió consolidarse en Extremadura, si bien, ciertamente, Llerena acabó siendo un referente para muchos de los militantes del POUM que acabaron marchando al exilio.
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Este estalinista no se entera: los trotskistas para combatir no esperaron a la guerra civil, dirigieron las huelgas generales de la comarca en 1932 y 1934, y por ello fueron encarcelados por la República. En Llerena, por hacerles frente, los exterminaron los franquistas al entrar. Los supervivientes combatieron en diversos frentes durante la guerra, y además tuvieron que aguantar la represión encabezada por el PCE y los órganos soviéticos por defender la revolución obrera y campesina frente a la opción estalinista de contemporizar con burgueses y estados burgueses "democráticos"... ¡vete a leer los nombres de la fosa común de Llerena y no sigas calumniando a los que dieron su vida por una sociedad sin clases ni opresión!
Es cierto que el POUM tuvo una gran presencia en la zona de Llerena durante la república, pero no es que fueran muchos, simplemente era destacable que fuera de sus áreas de influencia en Catalunya, hubieran conseguido sacar un núcleo, es por ello que este articulo tiene más de propaganda y de mito que de realidad.
Es más, durante la Segunda República mientras los campesinos tomaban las tierras al asalto el 25 de Marzo, dirigidos por la FNTT-UGT controlada por los largocaballeristas, este núcleo del POUM no participó en ninguna acción revolucionaria. Es más, tampoco se significo en la lucha contra el fascismo que teñía de rojo toda Extremadura.
Por otro lado si es reseñable el valor y la valentía de otros lideres obreros de la provincia de Badajoz como Pedro Martínez Cartón, Margarita Nelken o Luis González Barriga los cuales fueron un ejemplo para los trabajadores y las trabajadoras, destacándose en la defensa de los ideales de la clase obrera.
Dos apuntes. Algunos de los militantes del POUM de Llerena que lograron huir acabaron combatiendo bajo las órdenes de Mika Etchebéhère en Sigüenza. Ella los recuerda en sus memorias.
Otros miembro de Izquierda Comunista de Llerena fue Grandizo Munis, seudónimo de Manuel Fernández-Grandizo Martínez, que tuvo un cierto papel en los debates de la Cuarta Internacional en los años cuarenta. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Grandizo_Munis
No se si tendrá que ver pero en los años 80 el sindicato de estudiantes tuvo una influencia importante en la zona
Que curioso e ironías de la historia, en las misma zona donde ahora el PCPE tiene presencia en la escasa implantanción que tiene en Extremadura
Qué maravilla conocer historias tan desconocidas de nuestra tierra como ésta, gran artículo
Revelador. Otro capítulo desconocido de nuestra historia y de nuestra memoria. Así que tuvimos en Extremadura nuestra propia Tierra y Libertad, fuera de heterodoxias y dogmas...