Economía social y solidaria
Las alianzas público-comunitarias. El 3.0 de la provisión de servicios públicos

La crisis sanitaria ha puesto en el eje de debate la gestión de lo público y cómo atendemos y damos respuesta a las necesidades esenciales. Indagar sobre las fórmulas y alternativas existentes en esta materia es el objetivo del presente texto que bebe de una de las ponencias que tuvo lugar en las jornadas “Somos Ecosistema”, organizadas por REAS Aragón en la vigésimo quinta edición de este espacio donde poner en común experiencias y extender el alcance de alternativas económicas existentes.

Montaje foto mascarilla
Karolina Grabowska
Mercado Social Madrid
14 jul 2020 13:14

Las alianzas o colaboraciones público-privadas en la gestión de servicios públicos son una constante en los discursos de la arena política. Para unos, una medicina que ahorra costes al Estado, para otros una forma de privatizar lo público. Se definen como el acuerdo entre al menos un actor del sector público y al menos un actor del sector privado para la prestación de un servicio público.

Los servicios públicos son aquellos servicios provistos por los Estados que deberían tener como objetivo el bienestar social. Suelen ser servicios esenciales y la mayoría de ellos se pagan a través de las transferencias de la ciudadanía (personas, empresas) al Estado a través de los impuestos. Desde una visión más amplia podríamos decir que los servicios públicos deberían tener como finalidad cuidar la vida humana y no humana – que no significa que la vida se cuide solo con los servicios públicos -. Esta visión engarza con la visión del ecofeminismo: los servicios públicos son una de las herramientas para garantizar aquellas condiciones que permitan una vida que merezca ser vivida.

El debate sobre los servicios públicos se enmarca en el debate sobre la comprensión del Estado, sus funciones y con qué actores se juega la partida. El marco económico bajo el que analizamos las funciones del Estado establece a qué le damos más importancia, qué valoramos más y qué valoramos menos, también en lo económico.

Aprendizajes de pandemia

Durante los meses de economía pandémica se han puesto sobre la mesa una serie de cuestiones muy interesantes sobre las que reflexionar y que tan bien describía Anna Pacheco en este mismo medio en su artículo Esenciales: qué son y para qué sirven. Durante los días de encierro se nos ha obligado a pensar como sociedad cuáles son las actividades esenciales y cuáles no, y ha quedado bastante patente que las actividades esenciales son, sobre todo, las que cuidan la vida, las que mayoritariamente se quedan en la esfera de lo reproductivo y no tanto en lo productivo, muchas de ellas más precarizadas y feminizadas que el resto de las actividades y que por supuesto, en caso de remunerar algo, remuneran trabajo y no capital: cuidado de mayores, limpieza, atención a la dependencia, hostelería a domicilio, supermercados… Hoy, después de aquellos días duros y de vuelta a la normalidad hemos vuelto al criterio de la rentabilidad. Estamos en el punto de partida sin cuestionarnos absolutamente nada. Lo productivo, y las retribuciones al capital, y no al trabajo, han vuelto a tomar el control de los indicadores económicos. El PIB y la prima de riesgo como elementos vertebradores de nuestra vida y no los trabajos y condiciones de vida de aquellas personas que la sostienen.

Ni que decir tiene que esa visión economicista de la sociedad aplica a la batalla por el control y la gestión de los servicios públicos, lo cual ha quedado patente de manera lacerante durante el encierro covid. Las colaboraciones publico privadas de la Presidenta de la Comunidad de Madrid han evidenciado la falta de escrúpulos de la clase política conservadora. Esperanza Aguirre fue siempre la punta de lanza del discurso privatizador con su “no le quepa a usted duda que la empresa privada es más eficaz”. La cuenta de twitter personal de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid se ha convertido en un escaparate de marcas . Existen evidencias contra de la supuesta eficiencia de lo privado gestionando lo público. El propio Tribunal de Cuentas, ese órgano tan poco revolucionario, en un informe escrito en 2013 afirmaba que la gestión pública de servicios como agua, limpieza o basura resulta más barato que la gestión privada.

La pandemia ha plasmado que necesitamos mecanismos de gestión comunitaria de los servicios públicos, también de auditoría de los mismos. Un claro ejemplo han sido las residencias de personas mayores. Necesitamos una tercera vía. Nos faltan mecanismos de control ciudadano, comunitario, para poder establecer servicios públicos que cuiden la vida de verdad, con menos burocracia y con más participación, donde exista una auditoría real de la comunidad a la que ese servicio público sirve. Los servicios públicos han de ser de gestión pública y de acceso universal, no cabe duda. Sin embargo lo público no es necesariamente de gestión estatal, puede ser comunitaria. Es en este punto donde las organizaciones de propiedad colectiva, pegadas al territorio y con criterios sociales y solidarios tienen un gran papel que jugar. La economía social y solidaria se convierte, de facto, en un actor que debería jugar un rol fundamental en la cogestión de lo público ya que estas organizaciones no buscan el lucro, sino que reinvierten los beneficios en su objeto social y no remuneran capital, sí trabajo, aplican criterios de cuidado del planeta y de las personas y actúan en lo local. Deberíamos salir del binomio público privado y empezar a hablar de un sistema público comunitario. Un sistema en red de cooperativas y asociaciones que junto con las administraciones públicas pudieran garantizar la provisión de servicios basados en las necesidades reales de la población, contando con su participación y dinamizado en los barrios.

Otra gestión de lo público es posible

Como muestra un botón: A3Calles es una cooperativa creada por mujeres migrantes para ofrecer cuidados de calidad y condiciones laborales dignas para las trabajadoras. Los cuidados para ellas son un derecho humano individual y colectivo, que el Estado no llega a cubrir, según la entrevista que publicaron en Cuarto Poder. Ofrecen cuidados que van más allá de la Ley de Dependencia, que tan solo contempla a mayores, menores y personas con discapacidad, es decir, ofrecen lo necesario para unas condiciones de vida dignas para todas, incluidas las trabajadoras.

El planteamiento de la dignificación del trabajo es fundamental a la hora de replantear las alianzas del Estado en la provisión de servicios públicos. Las condiciones laborales de las mujeres que trabajan para Clece, una de las mayores subcontratas de servicios de cuidados propiedad de Florentino Pérez, se han puesto sobre la mesa: menos de 1000 euros al mes y despidos abusivos de trabajadoras que denunciaban falta de medios. El salario de los médicos está en torno a los 21.000 euros anuales, casi un 20% menos que la media según el portal Indeed, un buscador que agrega publicaciones de empleo de miles de páginas web incluyendo empresas de reclutamiento y selección. Las mujeres que han montado la cooperativa de A3Calles son soberanas de sus decisiones, y su trabajo, desde luego, no sirve para engordar las carteras de capitalistas que absorben l­a plusvalía generada por sus horas de trabajo. También es interesante contar con un sistema distribuido de servicios públicos a nivel comunitario, ya que podría ofrecer posibilidades de un trabajo digno a muchas personas, la mayoría mujeres si hablamos del sector de cuidados. Las plazas públicas, ya sean de personal laboral o funcionariado quedan fuera del alcance de muchas personas por limitaciones administrativas o falta de dominio del idioma.

¿Pero cómo garantizamos que una organización cumple los criterios de la economía social y solidaria? Dentro de REAS, la Red de Economía Alternativa y Solidaria, existe el Balance Social. Una certificación que supone un ejercicio de transparencia por parte de la organización. La entidad se evalúa en base una una serie de criterios, que coinciden con los principios fundamentales de la eoconomía social y solidaria: trabajo, equidad, cooperación, compromiso con el entorno, ausencia de ánimo de lucro y sostenibilidad medioambiental. Los resultados que obtienen son públicos y transparentes, lo que garantiza que si hay malas prácticas, la organización está expuesta al escrutinio público.

Por supuesto existen retos a la hora de plantear la cogestión público comunitaria de servicios públicos. La escala es siempre un gran debate. ¿Es posible mantener la democracia interna con una empresa que supera determinada escala? ¿Es posible que haya organizaciones de economía social y solidaria en todos los sectores necesarios para la provisión de servicios públicos que cuiden la vida? Desde luego queda mucho por hacer, pero tenemos iniciativas que se han ganado un espacio meritorio en el cuidado de las personas. Reconocerlo es necesario y abrir los espacios, también.

Se puede visionar el debate que da pie a este texto en este vídeo  intervención de Genoveva López a partir del minuto '49):


Si quieres leer las reflexiones que inspiraron la intervención de María Pulido en esta mesa, puedes leer este artículo de nuestro blog.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Derechos Humanos
La compra pública como garante del derecho internacional Derechos humanos y compra pública
El derecho internacional subraya la importancia que ninguna actividad económica contribuya a violaciones del derecho internacional y los derechos humanos. Analizamos el papel de la compra pública en este ámbito.
Economía social y solidaria
ESS Nace ASETT, un centro de investigación 'de vanguardia' para impulsar la economía social desde Donostia
El ‘hub’ nace en Donostia, pero aspira a conseguir proyección internacional. Cuenta con un centro de estudios dedicado al análisis de las empresas de la economía social o un instituto para avanzar las tendencias del sector.
Justicia
Por agresión sexual Jenni Hermoso declara en el juicio a Rubiales: “No pude reaccionar en ningún momento”
La Fiscalía ha preguntado si Rubiales le cogió la cabeza con fuerza, a lo que Hermoso ha respondido que sí: “No busqué el acto ni mucho menos me lo esperé, a mi persona se le faltó el respeto”.
Comunidad de Madrid
Educación Ayuso recula y mantendrá la adscripción a institutos del alumnado que proviene de colegios con Secundaria
El alumnado que proviene de los nuevos colegios CIPSO, que en el curso que viene acogerán 1º y 2º de la ESO, podrá cursar Secundaria en otros centros adscritos y serán admitidos de manera preferente, como hasta ahora.
Barcelona
Barcelona La Justicia aplaza por segunda vez el desahucio de Josep de la Casa Orsola
La presión social convierte en “indesalojable” este bloque en lucha del Eixample, convertido en símbolo de lucha contra la especulación inmobiliaria y los abusos de los grandes propietarios.
Sevilla
Derechos Humanos Denuncias por injurias y movilizaciones contra el archivo del caso de la muerte de Mamouth Bakhoum en Sevilla
Un mes después de la muerte del mantero en Sevilla que huía de una persecución policial la comunidad senegalesa de Sevilla y los colectivos sociales denuncian el archivo del caso y la persecución a las personas que señalan el racismo institucional.
Desahucios
Desahucio en Tetúan Una rentista deja en la calle a Alam y sus tres niños
El desalojo en el distrito de Tetuán se ha ejecutado con violencia a las 10.30 de la mañana, pese a la fuerte presión vecinal. La propietaria, que no se ha personado en la vivienda, se negó a establecer un acuerdo contractual con la familia.

Últimas

Activismo
Activismo El activismo animalista ante el acoso de los taurinos: “Hacer sangrar al toro es parte de la tradición”
Voluntarios de todo el país que recogen firmas para derogar la ley que protege la tauromaquia como patrimonio cultural sufren agresiones verbales y físicas por todo el Estado español.
Green European Journal
Green European Journal Sin novedad en el frente, pero ¿qué frente?: la falsa unidad de la extrema derecha
A diferencia de la izquierda, cuya fragmentación es bien conocida, los partidos y líderes europeos de extrema derecha logran transmitir una imagen de unidad.
Argentina
Argentina Una enorme manifestación antifascista llena de diversidad Buenos Aires contra el discurso de odio de Milei
Los movimientos sociales argentinos dan un golpe en la mesa llenando las calles de varias ciudades tras las declaraciones del presidente en el foro de Davos, donde vinculó explícitamente al movimiento LGBTIQ+ con el abuso infantil.
Opinión
Opinión ¿Quién le riega las plantas a Tilda Swinton?
Cierto cine de prestigio invisibiliza el factor trabajo hasta límites grotescos, con tareas completamente borradas del presente privilegiado de sus personajes.
Psicoactivos
Salud mental PsychedeliCare, una campaña ciudadana para regular las terapias psicodélicas en Europa
Pretenden recoger un millón de firmas para llevar el debate sobre los tratamientos de salud mental con estas sustancias a las instituciones europeas.
Más noticias
Psicoactivos
Salud mental Drogas psicodélicas, una revolución científica del laboratorio al diván
Sustancias psicodélicas extraídas de los hongos o la ayahuasca, o drogas recreativas como la MDMA o el LSD están siendo investigadas para tratar la salud mental o las adicciones.
Alemania
Alemania La izquierda alemana, esperanza al borde del precipicio
Die Linke deberá conseguir que quienes lideran su candidatura sean un poco menos desconocidos para el gran público cuando llegue el día de las elecciones. Las encuestas no le acercan al 5%, pero la formación sigue confiando en ganar tres distritos.

Recomendadas

Turismo
Turismo Free tours: la atracción turística de la precariedad
La popularidad del 'free tour' para visitar las ciudades ha aumentado de manera vertiginosa, especialmente con la proliferación de plataformas intermediarias que se encargan de su comercialización.
Asturias
Asturias Cuando Cascos se comió a FAC
Aunque Francisco Álvarez Cascos figura en los “Papeles de Bárcenas” puede que su avaricia con sus excompañeros de Foro Asturias Ciudadano termine costándole más cara: la Fiscalía pide para él tres años y medio de cárcel.
Siria
Kurdistán Entre las bombas turcas y las negociaciones con el Gobierno: Rojava ante la construcción de la nueva Siria
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria presiona al nuevo Gobierno para crear un Estado que respete los derechos de las mujeres, descentralizado, tolerante y multiétnico.