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Economía social y solidaria
¿Hacia una Mesa del Mercado Social Catalán?
La evolución de la estrategia de Mercado Social de la XES
En febrero de 2015 se aprobó el Plan Estratégico 2015-2017 de la XES, donde se dibuja el enfoque de la estrategia de Mercado Social. Esta estrategia se fundamentó sobre una premisa básica: a diferencia de otros territorios del Estado, la XES no generaría un ente específico desde el que impulsar el Mercado Social, y menos uno que tomara forma de cooperativa mixta a la que empresas y consumidores debieran asociarse para formar parte del Merdado Social, tal como se ha articulado, por ejemplo, en Aragón o Madrid. Esta premisa partía de la concepción de la XES como espacio facilitador y potenciador -incluso podríamos considerar una especie de órgano regulador- de las relaciones económicas dentro del mercado social, pero en ningún caso mediador o intermediario. Así pues, se describía el Mercado Social como algo que no ocurre sólo dentro de las fronteras de la XES, sino que ésta se concebía como agente central y regulador del ecosistema económico de la ESS, y su principal papel era la creación de instrumentos o herramientas al servicio de las organizaciones y personas, y la facilitación de procesos de articulación, tanto territoriales como sectoriales. Partiendo de esta premisa, las principales expresiones del Mercado Social proyectadas desde la XES serían dos: la web del mercado social catalán, y el Informe del Estado del Mercado Social Catalán.
Las herramientas o instrumentos que se dispusieron eran la FESC -la Feria de Economía Social de Catalunya-, el Balance Social y los encuentros de intercooperación. Estas herramientas han evolucionado durante estos años, especialmente la FESC -que en 2021 llega a la décima edición- y su influencia territorial: además del impacto de la propia FESC, el modelo de feria de ESS se ha replicado en gran cantidad de municipios de la mano de las XES locales, ayuntamientos y Ateneos Cooperativos, llegando, incluso, a tener una réplica enfocada al mundo rural: el Festival de Economía Social y Solidaria Rural. También ha crecido el Balance Social, tanto en número de organizaciones que rinden cuentas anualmente (234 en 2021), como en influencia, especialmente en su incidencia sobre la compra pública responsable y el despliegue de nuevos itinerarios de recogida de datos sectoriales y territoriales. También se han incorporado nuevas herramientas, como Pam a Pam, mapa de referencia de la ESS en toda Catalunya, con 1.121 iniciativas mapeadas y el impulso de proyectos sectoriales, como Abastiment Agroecològic o el diagnóstico de economías comunitarias. De hecho, el informe del Estado del Mercado Social en Catalunya, es fruto del análisis compartido de los datos recogidos con Pam a Pam y el Balance Social cada año.
Efervescencia de la intercooperación sectorial y territorial
En cambio, el impulso de la intercooperación ha tenido un recorrido más irregular, ya que tuvo bastante empuje en un momento inicial (hasta 2017) y, tras una pausa de tres años, en 2020 se reanudó con fuerza para favorecer la cooperación sectorial. Esta falta de continuidad ha condicionado, en cierta medida, la evolución de los procesos de articulación sectorial, que han tenido un éxito desigual. En cualquier caso, hoy podemos decir que, en el marco de la XES, existen estas comisiones o redes sectoriales de intercooperación sociopolítca: la Sectorial de Vivienda Cooperativa en Cesión de Uso; la Red de Espacios Comunitarios; la Comisión de Ecología; la Comisión Procomún; la Comisión de Economías Feministas y la Comisión de Formación y Publicaciones. Además, se han hecho ciclos de encuentros sectoriales en el ámbito de la comunicación y la educación, formación y ocio.
En algunos casos, los procesos de intercooperación sectorial han acabado derivando en proyectos de intercooperación socioempresarial (grupos cooperativos, cooperativas de segundo grado, proyectos comunes), más que articulaciones sectoriales de carácter sociopolítico. Un ejemplo claro lo encontraríamos con la Xarxa de Restauració i Cultura Cooperativa (XAREC).
En cuanto a los procesos de articulación territorial, la creación de redes locales ha resultado especialmente exitosa: de las cinco redes locales que había en 2015, se ha pasado a una quincena de redes consolidadas y unas cinco más en fase de constitución.
Nuevos actores, nuevos retos, nuevas articulaciones
Más allá de las herramientas y procesos, la estrategia de 2015 también preveía una intervención coordinada para impulsar el Mercado Social entre todas las comisiones implicadas, como eje estratégico dentro de la red. Esta acción coordinada y trenzada alrededor de unos objetivos estratégicos, no se ha dado. Lo que ha sucedido es que algunas de las herramientas y procesos han ido creciendo a un ritmo acelerado, aumentando su impacto, pero siguiendo una estrategia propia, descoordinada del resto. Es evidente que el mayor impacto de las herramientas de las que nos hemos dotado para alimentar el ecosistema de mercado social de Catalunya es positivo: más personas conocen y consumen bienes y servicios de la ESS, y más empresas y entidades forman parte de ella.
Aparte de la evolución de los espacios propios de la XES, desde 2015, han entrado nuevos actores en escena que han enriquecido el ecosistema del Mercado Social en Catalunya. Uno de los más relevantes es la Xarxa de Municipis per l’ESS (XMESS), red que aglutina a 50 municipios de toda Catalunya. Dentro de esta red, tiene un peso específico la ciudad de Barcelona, que ha llevado a cabo una política pública de impulso de la ESS decidida, hasta formalizarla en la Estrategia de la Economía Social y Solidaria en Barcelona 2030, en la cual una de las palancas estratégicas es, precisamente, la intercooperación y la construcción de mercado social.
Cabe destacar también las nuevas políticas públicas impulsadas desde la Dirección General de Economía Social y Solidaria, el Tercer Sector y las Cooperativas de la Generalitat, especialmente los Ateneos Cooperativos, como dispositivos co-gestionados con el tejido de la ESS del territorio, para la creación de empleo y articulación de la intercooperación en el territorio. De hecho, una buena parte de estos ateneos están gestionados o participados por las redes locales de la XES, y están teniendo un papel muy significativo a la hora de acompañar la creación de nuevos proyectos socioempresariales y polos cooperativos.
Finalmente, también vale la pena reseñar la creación de la Asociación Economía Social Catalunya (AESCAT), como entidad que aglutina a todas las entidades representativas de la ESS: Confederación de Cooperativas de Catalunya, Confederación del Tercer Sector, Mesa del Tercer Sector Social, Federación de Mutualidades y la propia XES. Desde este espacio se está acompañando la creación de la futura Ley de ESS de Catalunya, que prevé, entre sus medidas, «promover el mercado social y la integración económica».
Así pues, aquella semilla que sembró la XES, cuando empezó a conceptualizar e impulsar la creación de mercado social, ha crecido y ha arraigado en un ecosistema catalán de la ESS diverso y en expansión. Pero, de todos los retos que plantea este crecimiento, seguramente hay uno que sobresale: ¿cómo se gobierna este ecosistema de Mercado Social? Es decir, hoy encontramos una constelación de actores impulsando iniciativas propias, sin un espacio de coordinación regular que permita dibujar una estrategia común, y que reparta, entre los diferentes agentes, las acciones o líneas de trabajo a llevar a cabo (generando, a menudo, duplicidades y disfunciones). En definitiva, ¿es posible que haya llegado el momento de convocar la Mesa del Mercado Social Catalán? O, aún más: ¿debe prever, el futuro Consejo Catalán de la ESS previsto en las Bases de la Ley de ESS, un grupo de trabajo dedicado al impulso y coordinación del Mercado Social Catalán? La FESC 2021, del 17 al 24 de octubre, será un buen momento para plantear estas preguntas. Os esperamos.