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Palestina
Cisjordania: el reto de ver a un médico para los palestinos en la ciudad vieja de Hebrón
En el corazón de la ciudad vieja de Hebrón, en Cisjordania, hay una zona controlada por Israel conocida como H2, donde viven 42.000 palestinos y unos 700 colonos israelíes. Esta zona se ha convertido en un punto crítico de la violencia de los colonos, y los residentes palestinos están sometidos a restricciones de movimiento que impiden gravemente su acceso a la asistencia médica y su capacidad para llevar una vida normal.
Barreras por dentro y por fuera
El H2 es una de las zonas con más restricciones de Cisjordania. Cuenta con 21 puestos de control permanentes operados por las fuerzas israelíes que regulan los movimientos de los residentes palestinos y son una importante barrera para que el personal sanitario pueda acceder a la zona. El Ministerio de Sanidad palestino gestiona un centro para personas con enfermedades graves, pero aparte de MSF, no hay otras organizaciones médicas en la zona.
A menos que logren obtener un permiso especial, los palestinos tienen prohibido conducir vehículos en el H2, lo que tiene graves consecuencias para las personas con discapacidad, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con problemas médicos urgentes que necesitan ser atendidas de forma inmediata.
Una paciente nos contó que sus tres sobrinos pequeños, uno de ellos un bebé, murieron cuando se incendió una casa y los soldados israelíes impidieron que los bomberos entraran en H2 a apagar el incendio
Las restricciones a los vehículos se aplican también a los vehículos de los servicios de emergencia, como los camiones de bomberos y las ambulancias. Una paciente nos contó que sus tres sobrinos pequeños, uno de ellos un bebé, murieron cuando se incendió una casa y los soldados israelíes impidieron que los bomberos entraran en H2 a apagar el incendio, a pesar de las súplicas de la comunidad.
Con los limitados servicios médicos disponibles en el H2, los residentes deben pasar por los puestos de control para ir a los centros de salud fuera de la zona. Cuando se producen enfrentamientos entre los residentes palestinos y los colonos israelíes o con los soldados israelíes, los puestos de control suelen cerrarse, impidiendo a los residentes salir o entrar en la zona.
Palestina
Hebrón: un museo del apartheid en Cisjordania
El centro de la ciudad de Hebrón, restringido para los palestinos desde 1997, está ahora dominado por soldados y colonos. Se ha convertido en un microcosmos que condensa la realidad de la ocupación en Cisjordania.
Una mujer de 23 años que vimos tras sufrir complicaciones en el embarazo nos contó que no pudo ir al médico para hacer las revisiones periódicas del embarazo porque todos los días había enfrentamientos cerca del puesto de control por donde salía.
Dentro de H2, los palestinos que viven cerca de los colonos israelíes a menudo tienen restringida la libertad de movimiento incluso dentro de su propio barrio: se les prohíbe el acceso a ciertas calles y están sujetos a múltiples controles de seguridad. Algunos residentes del H2 tienen que pasar hasta cuatro puestos de control para llegar a la clínica de MSF, otros no consiguen acceder a ella.
Ningún lugar es seguro
Además de restringir su acceso a la asistencia sanitaria, la situación en el H2 es perjudicial para la salud mental de los residentes palestinos, tanto adultos como niños. Muchos hogares palestinos son objeto de incursiones nocturnas por parte de las fuerzas israelíes, que controlan temporalmente partes de sus viviendas. Según una encuesta de la ONU, entre 2015 y 2018, las fuerzas israelíes registraron el 75% de los hogares palestinos en el H2 y, en un tercio de estos casos, un integrante de la familia sufrió algún tipo de agresión física. Durante el mismo periodo, uno de cada cinco hogares encuestados informó de que un niño había sido detenido por las fuerzas israelíes.
Además de restringir su acceso a la asistencia sanitaria, la situación en el H2 es perjudicial para la salud mental de los residentes palestinos, tanto adultos como niños
Una mujer de 41 años atendida por MSF, que tiene cuatro hijos y dos hijas, nos explicó que vive con miedo permanentemente de que los soldados o los colonos les hagan daño a sus hijos, así que espera ansiosa que vuelvan del colegio para cerrar la puerta con llave y no salir.
Entre los pacientes infantiles que tratamos, solemos ver síntomas de ansiedad que afectan a las interacciones de los niños con sus familias y con otros niños. Entre los pacientes en edad adulta, solemos observar casos de trastornos mentales de moderados a graves, como depresión, ansiedad y dificultades en las relaciones interpersonales.
Sabemos que lo único que mejorará significativamente la situación de la población en el H2 son soluciones a largo plazo que terminen con las restricciones de acceso. Pero mientras llega esa situación es necesario aumentar significativamente los servicios médicos que hay en el H2 y acercarlos a la población.
Como consecuencia de las restricciones de acceso y los limitados servicios sanitarios disponibles en la zona, MSF decidió ampliar sus servicios en octubre de 2021. Esto coincidió con un considerable aumento del volumen de pacientes que acudían a MSF para recibir atención médica. Entre agosto de 2021 y mayo de 2022, MSF trató a 5.135 pacientes, de los cuales alrededor de la mitad eran menores de 15 años. En el mismo periodo, el equipo de MSF prestó apoyo psicológico a 989 pacientes.