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Precariedad laboral
Precariedad: experiencias, anhelos y propuestas
Del Labirinto a Taupadak, las luchas de gentes precarias, de currelas de fábrica, de pensionistas, de ecologistas latirán todos los lunes a las 18 horas en la Eguzki Irratia. Latidos de quienes buscan lo mismo, escapar del laberinto del capitalismo o, mejor aún, terminar por destruirlo.
Aunque sin ser capaz de teorizar sobre la precariedad, sobre sus causas y sus porqués, os aseguro que la conozco bien. La he vivido en primera persona, he peleado y peleo con quienes la sufren de una manera brutal. De esta experiencia es de donde soy capaz de hablar de precariedad, de luchas precarias y de la dificultad que supone organizarse, incidir, y poner en primer plano de medios y clase política la situación de cada vez mas familias y personas.
La precariedad no es algo que la crisis capitalista actual haya inventado, aunque si la ha generalizado llegando a sectores que se creían a salvo de ella. Era algo casi marginal para convertirse en algo cada vez más habitual entre la clase trabajadora y sobre todo entre una juventud cuyos proyectos vitales se ven imposibles de realizar. Ante este panorama es hora de enseñar la precariedad y unas consecuencias la mayoría de las veces vividas de puertas para adentro de los hogares. Es hora de dar voz a quienes la sufren, de intentar organizarnos quienes la sufrimos.
Bajo esa idea de organizarnos quienes la sufrimos es de donde he participado en una asamblea de paradas que aunque no logró ser nunca mayoritaria fue capaz con sus protestas y actos de mostrar una realidad muy dura. El hecho de conseguir esto, exponer la dureza de una vida de paro y miseria, fue algo increíble; el hecho de organizarnos los precarios fue una dura y muy gratificante experiencia. Fue sin duda una asamblea no solo políticamente necesaria sino también imprescindible en el plano vital. El intercambio de experiencias, el conocer a gentes con iguales “problemas”, el sentir la lucha como algo personal marcó a quienes allí nos juntamos durante varios años. Llevamos nuestra voz a medios de comunicación, parlamentos, ayuntamientos, mancomunidades; e incluso sacamos una revista propia con nuestras ideas y propuestas. Siempre entendiendo a las personas paradas y las precarias como parte de una clase obrera, llevando la solidaridad a fábricas en lucha y participando en huelgas y otras protestas como la defensa de lo público.
De aquella asamblea surgieron otras propuestas que aún hoy perduran, caso de los Martes al Sol, y otras que ya no funcionan como la Plataforma por una Renta Básica. Siempre con la idea de unir a activistas sociales y personas que sufren esa precariedad y sus consecuencias.
Pasado el tiempo, alcancé una “estabilidad laboral” en una fábrica y pude comprobar cómo la situación de las personas precarias como yo era algo ajeno para quienes trabajan en cadenas de montaje. Quitando pocas y excelentes personas, la mayoría de la gente no muestra intereses por situaciones que cree erróneamente alejadas de él. Creer que el hecho de tener un empleo te convierte en inmune ante la precariedad, es no entender que lo que el sistema y sus amos quieren es convertirnos a todas en precarias laborales, sociales y vitales.
Mi experiencia de estos años y la cruda realidad de desinterés ante la situación de capas cada vez mas amplias de precarias me hizo entender que había que hacer llegar en un mismo plano la lucha de precarias, paradas y rentistas; y las luchas laborales en fábricas y tajos. De ahí surgió mi participación en el programa de radio “Labirinto” de Eguzki irratia, y desde esos micros y esa casa a lo largo del tiempo he intentado durante una hora a la semana informar a currelas sobre luchas sociales y precarias, y al revés. Unificar ambas peleas en un mismo plano de lucha obrera con el anhelo de que esto también se traslade a la calle, a las organizaciones y a la mentalidad de quienes tienen un curro. Quienes sufren la precariedad tienen interiorizado que es la misma lucha.
Durante el curso que ahora arranca volveré a los micros de la Eguzki con la misma idea aunque con diferente cabecera, el programa pasará a llamarse "Taupadak". Latidos de luchas de gentes precarias, de currelas de fábrica, de pensionistas, de ecologistas, etc. Latidos de quienes buscan lo mismo, escapar del laberinto del capitalismo o, mejor aún, terminar por destruirlo. Volveremos a unificar luchas obreras y sociales, peleas mas teóricas con internacionalismo de clase. Volveremos a poner todas las luchas en un mismo plano de lucha de clases. La cita en la Eguzki los lunes a las 18h, el día 2 de octubre arrancamos.
Israel