Genocidio
Clamor entre empleadas de las big tech ante la complicidad de Google con el genocidio israelí en Palestina

El gigante tecnológico de Silicon Valley ha firmado este mismo año un acuerdo de colaboración con Israel que, según sus propios trabajadores, puede aumentar la capacidad de videovigilancia y selección de objetivos militares a través de Google Photos.
No tech for apartheid
Trabajadores de Google y de Amazon crearon en 2021 la plataforma "no a la tecnología para el apartheid" que ha seguido denunciando el uso de estas herramientas en el genocidio de Gaza.
14 abr 2024 05:11

Es oficial: el ejército israelí utiliza la infraestructura de Google. Tras negarlo a sus trabajadores y a la opinión pública, una información revelada el viernes por la revista Time ha confirmado las denuncias, que han subrayado, desde hace al menos tres años, que el gigante de Silicon Valley ha seguido negociando con las Fuerzas Armadas de Israel (FDI) para proveer más herramientas que, presuntamente, son utilizadas para la localización e identificación de objetivos por parte del régimen sionista.

El documento revelado por la revista estadounidense detalla que las FDI tienen una “zona de aterrizaje” propia en Google Cloud, la “nube” en la que la compañía unifica la información almacenada en sus servidores y en la que se integran distintas herramientas de inteligencia artificial y big data.

La profundización de la relación entre la compañía estadounidense y el Ejército israelí ha permitido que “múltiples unidades” de las FDI accedan a estos servicios. Además, es una ampliación financiera del polémico Proyecto Nimbus, en el que participa también Amazon Cloud, anunciado en 2018 y por el que, desde 2021, se provee a Israel de tecnología de uso militar y civil. El propio Ministerio de Finanzas israelí aseguró ese año, que Nimbus sería utilizado por las FDI y se jactó de que Google tendría poca capacidad para limitar las actuaciones con sus herramientas. El acuerdo, de más de 1.200 millones, incluye cláusulas para que Google no intervenga incluso aunque la presión ciudadana le empuje a querer hacerlo.

El hecho de que se haya reconocido esta nueva provisión de herramientas confirma la posible implicación de Google en la red de reconocimiento facial en toda la Franja de Gaza denunciada por Sheera Frenkel en otro medio estadounidense, The New York Times, a través de la cual se está escaneando a los palestinos comunes y corrientes mientras se mueven por el territorio devastado. El medio especializado The Intercept amplía la información sobre la nube proporcionada a Israel, y cómo esta le daría “capacidades para la detección facial, la categorización automatizada de imágenes, el seguimiento de objetos e incluso el análisis de sentimientos que pretende evaluar el contenido emocional de imágenes y discursos”.

Aunque no hay confirmación oficial de que la tecnología de Google Cloud se esté utilizando con esos fines, el hecho es que, en el marco de Nimbus, la compañía estadounidense no tiene apenas capacidad de controlar lo que se hace con sus herramientas y eso pese a que en sus propios términos de responsabilidad corporativa, Google prohíbe el uso de su herramienta de fotos “para promover actividades, bienes, servicios o información que causen daños graves e inmediatos a las personas”.

La información revelaba que el sistema de reconocimiento estaba basado en una tecnología fabricada por el contratista israelí Corsight y otra que toma imágenes subidas a Google Photos. Los agentes de la Unidad 8200 del ejército israelí, de Inteligencia, subieron las bases de datos de “sospechosos” a la herramienta de Google, desde la que usaron una función de búsqueda para localizar personas.

Una de ellas fue el poeta Mosab Abu Toha, que fue detenido en un control de carreteras y recibió una paliza en lo que posteriormente fue presentado como un error de identificación por parte de las FDI.

“Google silencia sistemáticamente las voces palestinas, judías, árabes y musulmanas preocupadas por la complicidad de Google en las violaciones de los derechos humanos en Palestina", denunció la programadora Ariel Koren

Las acciones de Google han sido objeto de fuertes críticas de un número creciente de empleados de la empresa. Organizados en el movimiento No tech for Apartheid (no a las tecnologías para al apartheid), las denuncias se han sucedido desde la aprobación del programa Nimbus. La acusación inicial, que dio nombre al grupo, recalcaba que Google y Amazon están haciendo negocios con el apartheid: “Al ampliar la capacidad de computación en la nube pública y proporcionar su tecnología de punta al gobierno y al ejército israelíes, Amazon y Google están ayudando a que el apartheid israelí sea más eficiente, más violento e incluso más mortífero para los palestinos”, señalaba este grupo de programadores y personal vinculado a la alta tecnología. Se estima que, al margen de simpatizantes, el grupo está formado por más de 200 personas de la plantilla de Google.

En 2021, un grupo de programadores judíos de Google (jewglers) denunciaron que el acuerdo iba a servir para que la empresa ayudara a construir centros de datos y proporcionar infraestructura en la nube “a varias agencias gubernamentales israelíes, incluido el ejército de Israel, y la Autoridad de Tierras de Israel, que es la agencia responsable de robar más tierras palestinas para asentamientos ilegales israelíes”. La carta esta firmada por 500 trabajadores que preservaron su anonimato por temor a represalias.


Una de las programadoras, Ariel Koren, fue despedida por esa carta, lo que provocó la protesta de otro centenar de empleados del gigante tecnológico. Koren escribió un texto en el que detalla las circunstancias de acoso que vivió hasta ser despedida: “Google silencia sistemáticamente las voces palestinas, judías, árabes y musulmanas preocupadas por la complicidad de Google en las violaciones de los derechos humanos en Palestina, hasta el punto de tomar represalias formales contra los trabajadores y crear un ambiente de terror”.

Ya después del inicio de la campaña de exterminio dirigida por Israel desde el 7 de octubre de 2023, las protestas entre empleados de Google han dado lugar a episodios relevantes. El más conocido es la protesta del empleado Eddie Hatfield durante una conferencia del director general de Google Israel, Barak Regev en Nueva York el 4 de marzo. Hatfield fue despedido y otros dos trabajadores han renunciado en consecuencia.

El martes 16 está previsto que empleadas de Google participen en tres concentraciones simultáneas frente a las sedes de Google en Nueva York, Seattle y Sunnyvale, en el californiano Valle del Silicio: “Ahora es el momento de levantarnos contra el Proyecto Nimbus, en apoyo de la liberación palestina, y unirnos a los llamamientos para poner fin a la ocupación israelí y al genocidio de los palestinos en Gaza. Esto nunca ha sido más urgente”, dice la convocatoria.

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