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Fondos buitre
Grietas, ladrillos desprendidos y moho: así deja Fidere los bloques de vivienda que compra
Los vecinos de las Mil viviendas, cuatro bloques comprados en 2014 por la filial de Blackstone en España, denuncian que Fidere, que ha aumentado el precio de los alquileres y de la comunidad, abandona el mantenimiento de los edificios.
La última vez que los bomberos tuvieron que acudir a uno de los bloques que posee Fidere en Tres Cantos, Madrid, fue el 17 de julio. Varios ladrillos se habían desprendido del edificio de la fachada. “En mi casa tengo ocho ladrillos enteros, y otros a trozos. Pero cayeron más: hay unos que regalé en el Pleno y otros dos se los di al conserje antes de llamar a los bomberos”. Habla Esther García, una de las vecinas de las Mil viviendas de Tres Cantos, cuatro bloques que actualmente pertenecen a Fidere.
García acudió al 18 de julio al Pleno del Ayuntamiento de Tres Cantos a contar lo sucedido y pedir ayuda, pero también a recordar que esta era ya la segunda vez que iba. Un año antes, en octubre, también tuvieron que acudir los bomberos a consecuencia de las grietas que salieron en la fachada del edificio. García también fue en esa ocasión al Ayuntamiento a pedir ayuda.
“Lo más fuerte del tema es que tuvimos que llamar a un arquitecto para que hiciera un peritaje y dijo que podía haber riesgo de desprendimiento de fachada; Fidere contrató a otro arquitecto y nos ha mandado solo sus conclusiones, sin sello del Colegio de Arquitectos ni su número de colegiado, y también en las conclusiones pone que hay riesgo de desprendimiento de fachada”, señala Esther García. A las advertencias por parte de ambos arquitectos no le ha seguido ninguna obra.
Las quejas por el mal estado de estos edificios no han cesado: humedades y moho en la garita del conserje, moho y grietas en interiores de la vivienda, grietas de la fachada desde abajo hasta la azotea, revestimientos de ladrillos que se caen, bancos astillados, baldosas rotas, maleza en el garaje, anclajes que se caen…
“El abandono de las viviendas empezó cuando entró Fidere, pero también es verdad que cuando aún eran de FCC eran tan nuevas que prácticamente no había que hacer nada para su mantenimiento”, señala García, que achaca al mal estado de las viviendas a los errores en su diseño, la ejecución de la obra, a los malos materiales utilizados y a la falta de mantenimiento.
A la caza de la vivienda protegida
Fidere, filial del fondo de inversión estadounidense Blackstone, compró cuatro bloques de viviendas en Tres Cantos en 2014. Son las llamadas ‘Mil viviendas de Tres Cantos’, construidas por FCC a través de un convenio con el Ayuntamiento de esta localidad firmado en 2006.La historia de estas viviendas ya comenzó mal. Anunciadas en 2007 como viviendas de protección oficial, con 70 metros cuadrados construidos, un alquiler de 441 euros y con opción a compra a los siete años, por 120.000 euros, un año después —con el sorteo ya hecho— pasaban a tener un máximo de 70 metros cuadrados y un precio de compra de entre 160.000 y 200.000, a descontar el 50% de las rentas de alquiler ya pagadas. “Al principio iban a ser 750 viviendas, pero como nos presentamos 4.000 jóvenes de Tres Cantos, hicieron mil para ponerse la medalla; no podían aumentar el número de metros, así que metieron más viviendas en el mismo sitio”, explica Esther García, que fue una de las personas que ganaron su vivienda de protección oficial en 2007. Finalmente, según afirma García, las viviendas tienen “55 metros cuadrados como mucho”. La suya, en concreto, tiene 51.
Pero las obras se retrasaron. Tanto que, al poco de que la última promoción fuera entregada en octubre de 2013, FCC vendió los cuatro bloques a Fidere por 60.000 euros la vivienda. Según las cuentas de Fidere del pasado año, los cuatro bloques le costaron a la filial de Blackstone, entre compra, impuestos y arreglos, 104,8 millones de euros, y solo en 2018 le dieron unos beneficios de más de 6 millones de euros. También, según aparece en sus últimas cuentas presentadas, en 2018 Fidere vendió cuatro de las viviendas de estos bloques por 643.356 euros en total, 160.839 euros de media, precio en el que ya se habría descontado los cerca de 20.000 euros resultantes de la parte a descontar de los alquileres ya pagados. En total, más del triple del precio que había pagado Fidere por ellos.
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Aun así, algo más de la tercera parte de los inquilinos ejerció su derecho a compra. Esther García fue una de ellos. En su caso compró la vivienda en la que vivía desde 2012 en febrero de 2019 y señala que no podrá venderla hasta que pasen otros diez años por más de 120.000 euros, el precio inicial por el que la tendría que haber comprado ella, mientras que, para Fidere, el plazo es de siete años. Muchos otros decidieron marcharse de las Mil viviendas. “Todas las semanas veías tres o cuatro mudanzas como mínimo”, recuerda García, que cifra en unas 250 viviendas las que continúan en régimen de alquiler con Fidere como casero.
El precio del alquiler también fue subiendo. “Según la publicidad que dio la Comunidad de Madrid, en su momento eran 441 euros. Después, al entregarlos, se habían reducido los metros, y el alquiler, contando la comunidad, se puso en casi 700 euros”. Cuando Fidere entró en la ecuación, continuaron los cambios. “Bajó el precio del alquiler y pasé a pagar 535 euros, pero ahora a eso había que sumarle el pago del IBI y la comunidad, que son 53 euros”, continúa.
Ahora, la situación para aquellos que se han quedado en régimen de alquiler ha empeorado bastante, con subidas de entre 100 y 150 euros en el primer año, y otros entre 100 y 150 en el segundo. “En tres años se queda en casi 900 euros al mes más comunidad y más IBI, y, además, si hay cualquier tipo de desperfecto, lo tiene que pagar el inquilino, que tiene que contratar un seguro porque ellos [Fidere] no se van a hacer cargo de nada de lo que pase”, lamenta García.
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Por parte del Ayuntamiento de Tres Cantos, se han aprobado varias mociones sobre el problema de Fidere y las Mil viviendas. En una de ellas declaran a la filial de Blackstone como empresa non grata. “Hablamos con Ganemos de San Sebastián de los Reyes, donde lo habían hecho antes, para que nos pasaran el escrito de la moción y se lo pasamos a la oposición en el Ayuntamiento de Tres Cantos, supuestamente se aprobó por unanimidad”, señala García. Eso fue en el Pleno del 29 de noviembre de 2018, después de que acudiera para denunciar la presencia de las grietas en la fachada y la falta de respuesta por falta de Fidere, pero, como apunta García, es “algo testimonial”. “Tendrá más dificultades para abrir nuevos negocios en la localidad, pero para nosotros no les obliga a nada”, continúa. El Ayuntamiento también ha aprobado mociones para instar a la reparación de los desperfectos en los bloques impulsadas también por la oposición. “Tenemos el apoyo de Ganemos, PSOE y Podemos; antes también de Ciudadanos, pero ahora calla porque su cabeza de lista [en la localidad], Juan Andrés Díaz Guerra, era el concejal de Urbanismo cuando se dio a FCC el proyecto”.