Educación
Necesitamos la jornada partida en educación

El cambio de horarios en las horas lectivas no es una prioridad para la educación pública, que tiene otras necesidades acuciantes. No empecemos la casa por el tejado.
Ikastola pública en Iruñea
Patio de la ikastola pública Amaiur de Iruñea-Pamplona, uno de los 79 centros que van a votar la jornada continua Israel Gonzalez
Aitor Balbás Ruiz

@aitorbalbasruiz

22 nov 2021 12:30

Hay en la demanda a favor de la jornada continua en los centros escolares dos impulsos legítimos: uno mayoritario entre el profesorado y otro extendido entre una parte de las familias. Sin dudar de la buena voluntad de ambos, la sensación es que, en gran medida, parten de diagnósticos erróneos. En otro contexto, es una discusión que podría tener sentido pero, aquí y ahora, es completamente inapropiada, más sin haber salido del todo de una pandemia que está agravando las desigualdades sociales.

El profesorado defiende el modelo de la jornada continua con argumentos pedagógicos. En abstracto, algunas de las razones podrían discutirse. El problema es que la vida y la realidad no son abstractas, son lo que tenemos, y con eso hay que pensar cuál es la secuencia de los pasos para mejorar la educación pública infantil y primaria de nuestras personas pequeñas. Desde ese punto de vista, es decir, considerando que lo primero es ordenar las prioridades para ir hacia un modelo universal, gratuito y de calidad, el cambio de horario lectivo supone poner el carro delante de los bueyes. O peor, tirar por un atajo que, con toda seguridad, va a acentuar algunos problemas, sin la garantía de que resolverá los que se propone superar. ¿Qué habría que abordar antes de ir a una jornada continua? Pues lo que es obvio y toda comunidad educativa ve a diario cuando acude a su centro escolar: las ratios en el aula, la interinidad de las plantillas, la privatización de los servicios de comedor, transporte, limpieza y actividades extraescolares y, fuera de las horas lectivas, la desconexión entre los menores y el profesorado y, en menor medida, entre los menores y el resto del personal de la comunidad (de comedor, transporte, limpieza y actividades extraescolares).

“Las claves son las ratios, la interinidad, la privatización de los servicios, y la desconexión de la comunidad educativa fuera del centro”

Hay más cuestiones candentes y algunas no son precisamente irrelevantes. Están los despidos que la jornada continua conlleva en las plantillas de los comedores, un sector feminizado, mal remunerado y con poco prestigio social. Está el desplazamiento del horario de las comidas hacia las tres de la tarde en los centros educativos con dos turnos. Y está que, en las comunidades autónomas con lenguas cooficiales, dar pasos atrás en tramos horarios de inmersión lingüística reglada no beneficia el contacto con el idioma. En ese sentido, la epidemia ha sido devastadora (el acoplamiento de las lenguas hegemónicas a la aceleración comunicativa inherente a las crisis ha pulverizado los débiles reductos sociolingüísticos de las lenguas minorizadas). Hacer compatible la jornada continua con la mejora de las expectativas del euskera, catalán o gallego, entre otras lenguas, no parece realista. En cualquier caso, más allá de estos aspectos conflictivos (y de otros que la extensión del texto no permite abordar), lo fundamental es detenerse en las cuatro variables antes mencionadas, que son las que acotan los límites del proyecto pedagógico de cualquier comunidad educativa. Sin su transformación profunda es imposible que se alcancen, aquí y ahora, los objetivos de las propuestas a favor de la jornada continua.

Con más de 20 alumnos y alumnas en clase, el profesorado hace lo que puede (de la vocación y del compromiso no hay motivos para dudar), pero con 25 personas pequeñas por aula es imposible atender con fundamento a los distintos ritmos de aprendizaje y, no digamos ya, a la diversidad. Por descontado, sin plantillas estables, es también una quimera desarrollar proyectos educativos a medio plazo. Por duro que resulte de oír, sencillamente no es creíble que con una parte relevante del claustro desapareciendo cada año, los equipos docentes vayan a poder mantener esfuerzos extraordinarios sostenidos durante años, como los que exigiría la implantación de un nuevo horario lectivo y sus múltiples derivadas. Sin unos servicios de comedor, transporte, limpieza y actividades extraescolares públicos, se mantiene la precariedad laboral de los agentes educativos subalternos (pero imprescindibles) vinculados a la economía de los cuidados. La salvaje estratificación salarial entre esos segmentos y el profesorado, dentro del mismo centro, convierte la retórica sobre la cohesión de la comunidad educativa en pura palabrería. Y sin el compromiso de los docentes (y, en buena medida, del personal del comedor, transporte, limpieza y actividades extraescolares), en el sentido de fijar sus residencias en los barrios o en los pueblos de los centros educativos, o cerca de ellos, como recomiendan (o incluso exigen) las legislaciones educativas más avanzadas, cualquier hipótesis de comunidad integral es una entelequia. Sí, hablamos de que se obligue a esto último, con la flexibilidad y excepciones que sean necesarias, por supuesto.

“La jornada continua ensancha la brecha entre las familias de clases medias y las de clases populares”

Esta es la situación a día de hoy, y para cambiar algo de arriba a abajo no basta con escribir quejas en formularios, reunirse con políticos a puerta cerrada, o enviar cartas a la prensa. O el profesorado de la educación pública, y los agentes de los comedores, transporte, limpieza y actividades extraescolares, se arremangan, y se ponen en la primera fila de la lucha por un cambio profundo del modelo, o la enseñanza pública seguirá básicamente donde está. Los docentes que se han ido jubilando estos últimos años, o que están a punto de hacerlo, lo saben bien. En sus biografías laborales hay encierros, concentraciones, manifestaciones, jornadas de lucha, huelgas, denuncias a los representantes políticos que calientan poltronas nadando y guardando la ropa, y lo que hiciera falta. También expedientes y sanciones administrativas.

Educación
Hezkuntza 2021-2022 ikasturtea
Nafarroako ikastetxe kontzertatuek ohiko ordutegiak mantendu ahal izango dituzte, ikastetxe publikoak legezkoa ez den jardunaldi jarraia izateko arriskuan dauden bitartean.

Las familias, por su parte, quieren lo mejor para sus hijas e hijos. Nos pasa a todo el mundo, pero ¿qué es lo mejor? Aquí es donde, nuevamente, y como en el caso del profesorado, es fundamental distinguir lo importante de lo prioritario. Lo fundamental, lo estratégico, para quienes estamos en la educación pública, es no dejar a nadie atrás. ¿Y por qué la jornada continua ensancha la brecha entre las familias de clases medias, que van holgadas, y las de clases populares, o con necesidades especiales, migrantes, monoparentales, de minorías étnicas, desestructuradas o en la exclusión social? Porque para este segundo grupo de familias, con menos recursos, cuantas menos horas de escolarización obligatoria, menos oportunidades. Y cuanto menos patio compartido, menos construcción de redes comunitarias, solidaridad, y apoyo mutuo (el patio, como espacio de articulación social, desaparece con la jornada continua, porque se sale en tres horarios diferentes: antes de comer, después de comer y tras las extraescolares). Y cuanto más actividad extraescolar que separe a las familias por renta (como pasa en la jornada continua, en la que hay simultáneamente actividades de pago y gratuitas), más segregación. Menos oportunidades, menos comunidad y más segregación, para quien tiene menos o es más frágil, es caminar en la dirección equivocada.

“O el profesorado de la educación pública se arremanga, o la enseñanza pública seguirá básicamente donde está”

El itinerario curricular individual hasta los doce años es importante, pero no es lo principal. Es la etapa en que más profundamente se fijan la empatía, la autoestima, la generosidad y la autonomía. Hay mucha gente desorientada por la permanente propaganda neoliberal del “sálvese quien pueda” y “tonta la última”. Y esa confusión hace que vayamos naturalizando dinámicas que, en el fondo, no compartimos: la competitividad tóxica aplicada al deporte desde edades cada vez más tempranas, las notas y exámenes en fases de maduración cognitiva y emocional inadecuadas (que en todo caso deberían dejarse para el último ciclo de la educación primaria), o la sobreprotección antinatural y desempoderante que facilita las relaciones manipuladoras. Todo esto ocurre cuando nos alejamos de lo esencial: que nuestra hijas e hijos necesitan entornos saludables para sentar las bases de su seguridad y felicidad y que, cuanto más agrietados y segregados estén esos entornos, más problemáticos serán. Y cuanto más dificultosos, más complejo, aunque no imposible, que nuestras hijas e hijos se conviertan en personas empáticas, generosas, empoderadas y autónomas, o sea, en hombres y mujeres libres. Batek goserik diraueno, ez gara gu asetuko, bat inon loturik deino, ez gara libre izango.

En la lucha por la educación pública, tenemos que ir toda la comunidad educativa a una, a por todas, y sin dejar a nadie atrás. Por eso, este no es un momento histórico para pasarse a la jornada continua, y menos para hacerlo con procesos cogidos con pinzas, apenas participativos, poco transparentes, y con marcos de ganadoras y perdedoras. Ahora bien, si el profesorado está dispuesto a recoger el guante, y se pone a liderar la vuelta al calcetín de la educación pública, que es una tarea tan colosal como apasionante, de esas que dan sentido a la existencia, la inmensa mayoría de las familias iremos detrás, no os quepa duda. A eso nos apuntamos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Libertad de expresión
Solidaridad 237 músicos apoyan a Raimundo El Canastero y defienden “el derecho a criticar las instituciones”
El colectivo musical navarro será juzgado el próximo 12 de febrero por las letras de sus canciones y han recibido el respaldo de artistas como Anari, Olaia Inziarte, Eñaut Elorrieta, J Martina o Ibil Bedi
Euskal Herria
Crisis Los datos que preocupan a la juventud vasca: precios de alquiler disparados, salarios estancados
El precio del alquiler de una vivienda sube un 9% y ya acumula un 20% en los últimos cinco años. Desde 2010 los jóvenes entre 18 y 34 años solo han visto crecer en 142 euros su salario medio.
Opinión
Lanaren Ekonomia Etxebizitza legeak ez du ekarri alokairuen prezioen mugatzea
VV.AA.
Etxebizitza-legearen asmoak ez dira bete, eta etxebizitza hutsen kopuru handiak dauden bitartean, familia askok etxegabetze arriskuan jarraitzen dute.
Guraso eta irakasle
23/11/2021 15:53

También se contradice en varios puntos con la lucha que se plantea desde el propio El Salto en éste otro artículo reciente, https://www.elsaltodiario.com/conciliacion/sobre-la-batalla-por-el-tiempo

también publicado por ATTAC https://attac.es/sobre-la-batalla-por-el-tiempo/

0
0
Guraso eta irakasle
23/11/2021 15:47

Pues no parece q hayas indagado mucho para publicar dichas afirmaciones. Estudio Generalitat, 25 centros piloto, baja absentismo y conflictividad.
https://drive.google.com/file/d/1ekKs65i1xhiPeRMzSEunC0ShYP1fO9To/view?usp=drivesdk
Además, en el caso de Nafarroa, es importante la opción de oferta extraescolares gratuitas para todas las familias, ahorrándose el gasto en ellas por parte de las familias más vulnerables.

0
0
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que son caros)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Laboral
Laboral Tres nuevos días de huelga para parar el ERE en Bridgestone
Los sindicatos de forma unánime convocan paros los días 24, 25 y 26 de abril y no descartan ampliar las acciones de lucha para evitar el despido de 546 trabajadores.
There Is Alternative
There Is Alternative De redes, software, cacharritos y todo lo que no sea Elon Musk | TINA #1
Primer programa del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de la tecnología y sus alternativas éticas y responsables.

Últimas

Opinión
Opinión Priorizar bombas sobre camas de hospital
El presupuesto público parece tener siempre un límite cuando se trata de contratar personal o mejorar infraestructuras en Sanidad. Pero no lo tiene cuando se trata de gasto militar.
Opinión
Guggenheim Urdaibai Respuesta al Agirre Center: no participaremos en este juego con cartas marcadas
VV.AA.
El “proceso de escucha” se invalida a sí mismo al existir un plan ya elaborado y no publicado “de expansión discontinua del Guggenheim de Bilbao en Urdaibai”.
Estados Unidos
Extrema derecha Los beneficios de Tesla caen un 71% y Musk anuncia que reducirá su colaboración con Trump
Las protestas contra Elon Musk funcionan y hacen caer los beneficios y el valor en bolsa de la compañía. El anuncio del millonario hace que las acciones de Tesla crezcan cerca de un 5% en apenas unas horas.

Recomendadas

El Salvador
El Salvador El caso Ábrego García destapa el turbio pacto de Trump con Bukele
El joven salvadoreño no ha sido condenado ni en Estados Unidos ni en su país de origen, pero es uno de los cientos de personas con la vida pendiente de un hilo por las políticas de Trump y Bukele.
Siria
Siria Fragmentos de un retorno
Regresar no siempre es fácil. En estas misivas, los sirios Naoura A., residente en Francia, y Basem Al Bacha, residente en Alemania intercambian opiniones con motivo de la vuelta de Naoura a la ciudad donde se conocieron: Damasco.
Historia
Historia Miguel Martínez: “En Villalar, la izquierda arrancó los comuneros al franquismo”
Miguel Martínez, profesor de historia y literatura españolas en la Universidad de Chicago, analiza desde una óptica progresista la Edad Moderna, el momento histórico fetiche de las derechas españolistas.