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Dependencia
Trabajadoras y usuarias acusan a la empresa Sacyr de deteriorar el Servicio de Atención Domiciliaria
“Han pasado por aquí más de 80 personas, mi madre está peor con tanto cambio continuo”, comenta con impotencia Encarni Mellado, que se encarga del cuidado de su madre de 103 años, que necesita del apoyo diario de una profesional, por lo que el pasado agosto de 2022 contrató el servicio de atención domiciliaria a través del Ayuntamiento de Sevilla. Desde entonces denuncia la irregularidad en el servicio y los cambios constantes de trabajadora: “todos los días viene una persona diferente, solo una mujer estuvo un par de semanas y cuando ya estábamos acostumbradas a ella nos la cambiaron, esto afecta negativamente a la salud de mi madre”.
Además de las constantes variaciones que afectan a la calidad del servicio ofrecido en ocasiones, Mellado se ha visto sin que le llegará la ayuda: “A mí se me ha dado el caso de no mandarme a nadie y llamar allí y decirme que la culpa es mía y que me he equivocado yo”. Actualmente, esta familia lleva varios días sin auxiliar, una necesidad fundamental para poder afrontar el día a día.
En un caso parecido se encuentra Angelita, que se encuentra al cargo de su marido y necesita de los servicios de atención domiciliaria para poder atenderlo: “Yo estoy sola y no puedo con mi marido, hay que moverlo y todo”. En este caso que el servicio no llegue supone que no pueda ni levantar a su marido “He estado más de cinco días sin auxiliar y cuando me la mandan viene un par de horas, una, al día siguiente otra, ¿a qué viene tanto cambio?”.
La empresa que se encuentra detrás del servicio de atención domiciliaria ofrecido por el Ayuntamiento de Sevilla es la constructora SACYR. Una empresa dedicada a la ingeniería, infraestructuras y construcciones que se engrandeció con el boom inmobiliario y que en la actualidad ha entrado con fuerza en el mercado de los cuidados al puro estilo de CLECE de Florentino Pérez. El sindicato CGT ha denunciado que “La entrega del servicio de atención en domicilio a empresas constructoras como SACYR lo convierte en un mero instrumento de lucro, descuidando tanto a las trabajadoras del SAD como a las personas dependientes”.
Las trabajadoras se enfrentan diariamente a una inestabilidad laboral que atraviesa desde el sueldo que reciben, hasta el horario. Unas irregularidades que son, por desgracia, el pan de cada día en el sector, pero que bajo el mandato de SACYR se han incrementado, según expone Ana Richarte, trabajadora del Servicio de Atención Domiciliaria y sindicalista “La situación es lamentable como siempre, pero con esta empresa, es que está mal todo, no hay por donde cogerla, por todos los sitios por donde la mires está incumpliendo”.
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Richarte denuncia opacidades en cuanto a las nóminas “No están completas ni correctas, no muestran el salario base, hacen un cómputo, ellos que no se sabe muy bien de donde sale y te tienes tú que partir la cabeza para saber cuánto tienes que cobrar”. A pesar de que el estatuto de trabajadores recoge que el máximo de horas realizada por un trabajador nunca puede exceder las 9 horas, las auxiliares del Servicio de Atención Domiciliaria hacen jornadas diarias de más de 10 horas “la mayoría de las compañeras están depresivas porque las tienen todo el día en la calle yendo de un domicilio a otro, todo el día en la calle, disponible y pegada al teléfono”, insiste la trabajadora.
Las trabajadoras también han puesto sobre la mesa la falta de respaldo que tiene la empresa ante situaciones que exponen a peligros a las trabajadoras: “Una compañera ha sufrido agresiones en domicilios y ante esto la empresa le ha dicho que tiene que volver allí al día siguiente, que para eso es una profesional”, comenta Richarte que además añade que la empresa contrata a personas en una situación de “mucha vulnerabilidad” para tener una “plantilla sumisa”.
Ana Richarte, trabajadora del Servicio de Atención Domiciliaria expone que: “La situación es lamentable como siempre, pero con esta empresa, es que está mal todo, no hay por donde cogerla, por todos los sitios por donde la mires está incumpliendo”.
Ana Richarte ha denunciado además la falta de respuesta por parte de SACYR de las quejas de trabajadoras y usuarias, y ha anunciado que en septiembre se darán diversos actos y movilizaciones para presionar a la compañía. No es la primera vez que SACYR es expuesta por sus trabajadoras en 2020 Comisiones Obreras (CCOO) denunciaba que la empresa había recortado de forma “ilegal” salarios a 3.200 personas de la plantilla de Ayuda a Domicilio en Madrid pese a que el Ayuntamiento de Madrid le había abonado íntegramente el contrato. Además, las limpiadoras del Hospital Puerta del Mar en Cádiz exigían a la empresa a través de huelgas y manifestaciones el pasado abril una mejora en sus condiciones laborales.
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Este es uno de los tantos ejemplos de la comercialización de los cuidados y de la privatización de los servicios públicos que se está dando en Andalucía y en el resto del territorio del estado español. Una realidad protagonizada por unos gobiernos, como el andaluz, cuyas políticas se basan en la comercialización de los servicios públicos y por macroempresas logísticas a la cabeza del Ibex 35 que se reciclan para cooptar el mercado de los cuidados, a costa de la salud de trabajadoras y personas dependientes.