Cine
Arantza Santesteban, cineasta: “El desencanto y la reflexión crítica son para mí condiciones indispensables de un estar político en el mundo”

La historiadora y documentalista, antigua cabeza visible de la izquierda abertzale, ha cosechado el premio a la mejor película en el festival Doclisboa por ‘918 gau’, un filme testimonial e introspectivo sobre el cuestionamiento de la militancia propia que surgió de una larguísima estancia en prisión preventiva.
Arantza Santesteban
Arantza Santesteban. Foto cedida por la autora
24 nov 2021 06:00

Activista navarra proveniente del activismo feminista, joven miembro de la comisión negociadora de la izquierda abertzale en la mesa de partidos sobre el futuro político vasco organizada por el entonces lehendakari Ibarretxe, Arantza Santesteban fue detenida el 4 de octubre de 2007. Muchos años después, esta licenciada en Historia ha firmado un largometraje documental, testimonial, donde recuerda esos casi tres años de prisión preventiva a los que alude el título del filme (‘918 gau’, 918 noches). El memorial de experiencias y percepciones parte de la introspectiva voz en off de Santesteban, pero la autora alude al contexto de los hechos con un cierto dispositivo de objetividad. La digitalización de los documentos oficiales de entrada en prisión sirven de soporte documental del relato evocado en primera persona.

Santesteban usa fotos escogidas para ilustrar esta memoria. También incluye secuencias que se abstraen temporalmente del relato de las vivencias propias. Con todo, la mayor parte del metraje del filme supone una inmersión en una historia personal acontecida en un momento relevante de la historia de Euskadi: el final de las negociaciones entre ETA y el gobierno Zapatero y una aplicación de la doctrina Garzón de persecución judicial de la izquierda abertzale entendida como un todo integrado orgánicamente en la banda armada. 918 gau se escapa de cualquier cierre de filas y explica una experiencia de desencanto activista con críticas del entorno supuestamente propio. Por ejemplo, la voz en off se muestra en desacuerdo con la tutela inflexible sobre las conductas individuales que alguna líder encarcelada ejercía sobre sus compañeras de presidio.

Desafiada a señalar posibles influencias de su inusual propuesta audiovisual, la documentalista navarra afirma que ha usado mucho la intuición, pero que “también están en la película muchas conversaciones con gente cercana, muchas lecturas acumuladas y piezas de cineastas como Chantal Akerman, Nicolas Klotz y Elisabeth Perceval o Alessandro Bosetti”. “De Akerman me gusta como introduce en algunas de sus películas planos muy largos, escenas que requieren una atención continuada, un tiempo ensanchado”, revela.

Cine
Chantal Akerman, el tiempo y el espacio

El 5 de octubre de 2015 se suicidó Chantal Akerman, directora belga a la que se señala como una de las grandes referencias cuando se habla de cine feminista. Una etiqueta, la de cine feminista, que ella prefería obviar.

Retrato de un cuestionamiento

918 gau ha ganado el premio a la mejor película en el festival Doclisboa y se ha proyectado en el Festival de Cinema Independent de Barcelona L’Alternativa, que ofrece sesiones presenciales y mantiene una segunda vida virtual en la plataforma Filmin. El certamen catalán es un ejemplo inusual de sensibilidad política e interés por las formas más o menos experimentales, alejadas a menudo de las convenciones del cine político narrativo de los Ken Loach y compañía. La obra de Santesteban no se propone reafirmar un ideario de un espectador, o dirigirlo hacia algún posicionamiento a través de la denuncia o exposición de una realidad, así que agradece el enfoque del festival y reclama más espacios “que sirvan para cuestionarnos una determinada posición o visión de lo ‘político’, lo ‘alternativo’, lo ‘crítico’. Es necesario reflexionar partiendo de las preguntas, de las dudas, y desde la apertura de la sensibilidad para poder acceder a otras cosas”. La cineasta afirma que hacer cine es para ella una forma de “quebrar el estereotipo, de tambalearlo, forzarlo y ver qué sucede ahí”.

Tras la estancia en prisión, parece imposible volver a casa, quizá porque lo que es para nosotros nuestro hogar se transforma cuando se transforma nuestro yo

La película muestra la evolución del pensamiento de la creadora y protagonista. Durante su encarcelamiento, va desarrollando un distanciamiento respecto a su participación en la política y sobre una serie de maneras (¿heroicas?, ¿inerciales?) de entender la militancia. Este proceso sigue adelante cuando recobra la libertad. Las recepciones, los homenajes, parecen incomodarla. Se traslada a Berlín, pero sigue afectada (“su admiración es una carga para mi”, explica la voz en off del filme). Tras la estancia en prisión, parece imposible volver a casa, quizá porque lo que es para nosotros nuestro hogar se transforma cuando se transforma nuestro yo. Y las identidades son dinámicas. “We can’t go home again”, como dice el título de una obra de Nicolas Ray.

918 GAU
Fotograma de 918 GAU, de Arantza Santesteban.


Una duda que puede quedar en los espectadores de la ‘918 gau’ es qué significa el activismo y la política para Santesteban en 2021. El rechazo a las certezas que proporciona un cierto activismo cerrado en sí mismo puede entenderse como un rechazo al activismo en general. La cineasta explica que la confección de la obra explica cómo siente actualmente la práctica política: “He hecho esta película con muchas dudas, muchas idas y venidas, todavía están ahí apretándome, pero sin embargo, la he hecho. No reivindico una duda que paraliza, sino una duda que impulsa a buscar algo diferente. Creo que hay que proponer desde el hacer, con la inseguridad de equivocarse. Y no creo que esto sea una receta general, pero sí que puede sugerir una forma de afrontar los procesos en los que nos vemos envueltas cuando pasamos por una experiencia política colectiva”.

“Intento pensar en lo que me ha pasado para pensar en otras formas de hacer política desde la vida y desde lo común, sin ánimo de ofrecer un lugar de llegada desde el que aleccionar a nadie”, explica la realizadora

918 gau es una obra más bien introspectiva donde no se opina explícitamente sobre el contexto histórico. No hay reproches demasiado contundentes a la doctrina Garzón de identificación de ETA con Batasuna y otras organizaciones políticas. Tampoco se percibe esa escenificación de arrepentimiento que se exige a los sujetos para hacerse perdonar activismos pasados. “Intento pensar en lo que me ha pasado para pensar en otras formas de hacer política desde la vida y desde lo común, sin ánimo de ofrecer un lugar de llegada desde el que aleccionar a nadie”, explica la realizadora. “Me interesan pensar de forma crítica lo que hacemos, por qué lo hacemos y qué generamos con todo ello”, afirma, consciente que “todo esto es complicadísimo, porque el compromiso político de una colectividad respecto a algo es muy complejo. Mi película es simplemente una revisión crítica que hace tambalear algunos de los modelos y los imaginaros políticos que nos han construido durante décadas”.

La voz en off en primera persona es una parte importantísima del conjunto. También alude de paso a otras experiencias. Como la de una compañera de presidio cuya salud mental se deteriora gravemente. O las dudas y autocuestionamientos de un compañero cuyas palabras ofrecen uno de los momentos más emotivos de la película. También hay momentos para el deseo sexual, para los cambios de escenario vital.

ETA
Maria Jauregi “Desde el cese de ETA vamos perdiendo el miedo a hablar”
Cuando Maria Jauregi tenía 20 años, ETA mató a su padre. Once años después, su madre participó en los encuentros de justicia restaurativa. La sociedad vasca camina hacia un futuro en el que víctimas de diferentes violencias se entienden mejor que políticos de distinto signo.

Un paseo compartido con la audiencia

En general, Santesteban parte de la expresión personal, pero parece haber limado discursos muy explícitos que facilitarían que la audiencia se sintiese dirigida. De alguna manera, su autora parece haber conseguido construir una especie de paseo compartido que permite que el espectador deambule. La autora explica que le costó “encontrar el tono de la voz, cómo dejar al público el margen para pensar, o sentir, o avanzar en una dirección zigzagueante”. El enfoque no siempre fue así: “En una primera versión del filme le decía a la persona espectadora lo que debía pensar exactamente, pero alguien me dijo que era una pena no dejar más espacio. Entonces busqué otra forma de no contar tanto y de sugerir más”, recuerda.

De manera explícita o implícita, la película aborda o sugiere muchos temas. El espectador puede reflexionar sobre el uso y abuso de la prisión preventiva o sobre la naturaleza de la misma institución penitenciaria, sobre los cuidados, los autocuidados y la empatía en el activismo. La autora destaca también el ya mencionado desencanto político, su reflexión sobre “qué supone sufrir de desencanto, y cómo hay que buscar una nueva forma, una nueva piel con la que ubicarse en tu devenir político. El desencanto y la reflexión crítica son para mí condiciones indispensables de un estar político en el mundo”.

“Sería excesivo pensar que mi película pueda contribuir de forma directa a esta labor tan difícil, solo puede aspirar a desordenar algunos estereotipos con mucho peso en la sociedad vasca”, concluye

En algunos momentos de su obra, la voz de Santesteban explica la necesidad que siente de recuperar el anonimato. En este contexto, llevar a cabo una película de memoria personal puede tener un cierto componente de paradoja. Por sus características, la película difícilmente resultará masiva, pero su tema puede exponer a la realizadora a polémicas públicas con costes personales. Al fin y al cabo, su pasado ya comprometió su presente profesional: su designación como coordinadora de un centro cultural generó polémica mediática y el proyecto terminó clausurado. “Cómo se recibirá el filme es algo que no puedo controlar”, concede, “pero cuando hablo de la necesidad de anonimato no quiero decir que eso me impida hacer algo con mi propia experiencia. Creo que la fase de anonimato es muy necesaria en la biografía de las personas que atraviesan militancias políticas intensas porque se elabora un pensar diferente, en soledad, muchas veces en crisis, desde la que pensar mejor cómo ser una más sin estar por encima de otras personas”.

Santesteban afirma que no pretende estar en el centro de ningún debate. “Solo considero que lo que me ha pasado puede ayudar a pensar qué formas de afinidad política necesitamos para vivir mejor las militancias”, explica. Se muestra escéptica sobre la posibilidad de que su propuesta pueda servir como herramienta útil para ese proceso de construcción colectiva que es la convivencia en Euskadi, aunque sea a escala de unos pocos individuos: “Algo como la paz requiere de muchísimo esfuerzo, muchísima empatía, muchísima sensibilidad. La paz como concepto complejo, si escapa del cliché de paz que impera, creo que tiene que ver con dimensionar al ‘otro’ en su trayectoria, su complejidad, desde el lado humano. Sería excesivo pensar que mi película pueda contribuir de forma directa a esta labor tan difícil, solo puede aspirar a desordenar algunos estereotipos con mucho peso en la sociedad vasca”, concluye.

Archivado en: Euskal Herria Cine
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Sevilla
Derechos Humanos ‘A dos velas’, la lucha contra los cortes de luz en Sevilla llega a la gran pantalla
Los cortes de luz en varios barrios de Sevilla siguen siendo una realidad diaria que afecta a miles de personas a pesar de años de presión social.
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Guerra en Ucrania
Conflicto bélico Rusia y Ucrania acuerdan un principio de alto el fuego marítimo a instancias de Estados Unidos
La Casa Blanca emite dos comunicados que coinciden en señalar una tregua en el Mar Negro y en prometer trabajo para el final de los ataques energéticos por ambas partes.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.

Últimas

Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.

Recomendadas

Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.