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Movimiento BDS
La negativa de Ben and Jerry's a vender en los territorios ocupados deja helado al Estado de Israel
El Estado de Israel y medios de comunicación afines a sus posturas han arremetido contra la compañía estadounidense Ben and Jerry's tras la decisión que la heladera hizo pública en julio de dejar de vender sus productos en los territorios ocupados en Palestina.
El Gobierno de Naftalí Bennett, en el cargo desde junio, ha amenazado con tomar “consecuencias severas” contra la empresa. Benett se comunicó con el presidente de Unilever, grupo al que pertenece Ben and Jerry's, para advertirle sobre lo que considera una decisión “anti-Israel”.
La polémica ha continuado esta semana. Ayer, 9 de agosto, el medio Aurora, publicaba un texto de Alan Baker, presidente del Institute for Contemporary Affairs, dependiente del Jerusalem Center for Public Affairs, en el que acusa a Ben and Jerry's de antisemitismo por la decisión tomada en torno a criterios de boicot expresados por el movimiento BDS “cuyos objetivos”, a juicio de Baker, “son socavar la existencia misma de Israel”.
En la misma línea, el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, acusó previamente a la empresa de haberse “rendido vergonzosamente al antisemitismo”. Por su parte, el presidente del país Isaac Herzog, ha calificado de “terrorismo económico” la decisión de Ben and Jerry's.
No obstante, distintas organizaciones como J Street, New Israel Fund y Americans for Peace Now, formadas por miembros de la comunidad judía, han avalado la decisión de Ben and Jerry's, en cuanto “la decisión es una protesta legítima y pacífica contra la injusticia sistémica de la ocupación y un recordatorio de que los asentamientos son, de hecho, ilegales según el derecho internacional”, escribía Jeremy Ben-Ami, en la web del movimiento J Street, que no se alinea con el movimiento BDS.
Los fundadores de la compañía Bennett Cohen y Jerry Greenfield, escribieron un artículo en The New York Times justificando la decisión y recordando que son “orgullosamente” judíos.
Pese a ese rechazo sobre los métodos de BDS, Ben Ami recalcaba que el boicot no puede ser interpretado como una muestra de antisemitismo: “Estoy asombrado por la reacción exagerada de quienes llaman a esta decisión 'antisemita'. El antisemitismo es brutal y real. Mi familia perdió la vida por eso. Los judíos de todo el mundo le temen a diario. Pero llamar a esta decisión 'antisemita' es absurdo. De hecho, socava y trivializa la lucha crítica contra el aumento muy real del antisemitismo en los Estados Unidos y en todo el mundo en los últimos años”.
Racismo
Antisemitismo de ida y vuelta
El auge de los discursos de odio en todo el mundo y dos atentados contra sinagogas en 2018 y 2019 han dado la voz de alarma ante el crecimiento del antisemitismo. Pero también se produce un fenómeno contrario: la acusación de antisemitismo y la identificación de las críticas al Estado israelí como críticas al pueblo judío están siendo utilizadas para desacreditar protestas legítimas.
Por su parte, los fundadores de la compañía Bennett Cohen y Jerry Greenfield, escribieron un artículo en The New York Times justificando la decisión y recordando que son “orgullosamente” judíos. “Que apoyemos la decisión de la empresa no es una contradicción ni es antisemitismo. De hecho, creemos que este acto puede y debe considerarse como un avance de los conceptos de justicia y derechos humanos, principios fundamentales del judaísmo”, dicen Cohen y Greenfield.
La propuesta de ejercitar el boicot, las desinversiones y sanciones como forma de apoyo al pueblo palestino es una espina para el estado de Israel, que ve en ese Movimiento BDS la principal amenaza política a sus planes para Palestina. El movimiento BDS ha celebrado la decisión de Ben and Jerry's, aunque ha instado a la compañía a cesar todas sus operaciones en Israel, no solo en los territorios ocupados.
El medio estadounidense Truthout refleja que el movimiento BDS ha jugado un papel fundamental en el descenso de la inversión extranjera directa en Israel. La campaña de presión a la heladera, llevada a cabo por la organización Vermonters for Justice in Palestine (VTJP) —Ben and Jerry's es originaria del estado de Vermont— es considerada como el mayor éxito hasta la fecha por parte del Movimiento BDS. “La respuesta exagerada de los líderes israelíes al anuncio de la compañía, incluidas las amenazas de obligar a los estados de EE UU a aplicar leyes estatales inconstitucionales para limitar los boicots contra Israel, muestra que victorias inmateriales como estas pueden hacer temblar a un vasto imperio: ese es el poder de organización", explicó Sandra Tamari, abogada implicada en ese movimiento.
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…La importancia de esta noticia se sustenta en la ignorancia total del comercio y las reglas del capitalismo. Se nos muestra un hábil movimiento empresarial (proyección publicitaria mundial y gratuita) para aumentar ventas de la marca en el mundo árabe. El único “pero” que tiene la marca es que sus dueños son judíos. ¿Sacrificamos las ventas en Palestina para entrar a tope en Qatar, EAU y otros?
Queda el simpático asombro de ver esto presentado como asunto de crisis política (je), como una nueva “crisis de los misiles”; también quedo enternecido al ver cómo los medios “antisistémicos” atisban justicia en esta “crisis internacional de los helados”.
Tras lo de Ben & Jerry, está claro que Israel tendrá que claudicar y someterse a la legalidad internacional. :-D
…La importancia de esta noticia se sustenta en la ignorancia total del comercio y las reglas del capitalismo. Se nos muestra un hábil movimiento empresarial (proyección publicitaria mundial y gratuita) para aumentar ventas de la marca en el mundo árabe. El único “pero” que tiene la marca es que sus dueños son judíos. ¿Sacrificamos las ventas en Palestina para entrar a tope en Qatar, EAU y otros?
Queda el simpático asombro de ver esto presentado como asunto de crisis política (je), como una nueva “crisis de los misiles”; también quedo enternecido al ver cómo los medios “antisistémicos” atisban justicia en esta “crisis internacional de los helados”.
Tras lo de Ben & Jerry, está claro que Israel tendrá que claudicar y someterse a la legalidad internacional. :-D
Pues muy bien por Ben&Jerry. Ahora me comeré sus helados con mayor satisfacción si cabe.
Y lo de considerar antisemita a cualquiera que critique los crímenes de Israel es simplemente un insulto a la inteligencia. A mí me trae sin cuidado, porque sé muy bien la admiraión que siento por los judíos y su influencia en la cultura occidental. Pero el estado de Israel es otra cosa... y merece una atención más psiquiátrica que política.