América Latina
Bolivia y los silencios rotos

En Bolivia se ha roto con los silencios impuestos y no habrá golpes en el Estado ni gritos en los cuarteles o despachos que puedan volver a imponerlos.

Un militar coloca la banda presidencial a la flamante presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, designada sin la participación de la Asamblea Legislativa, en donde el MAS tiene mayoría absoluta..
Un militar coloca la banda presidencial a la flamante presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, designada sin la participación de la Asamblea Legislativa, en donde el MAS tiene mayoría absoluta.

Mugarik Gabe

14 dic 2019 06:00

El silencio se instala en Bolivia y cada día se hace más impenetrable. En teoría las gentes hablan y los medios de comunicación siguen contando lo que ocurre en calles y despachos, en el campo y en la ciudad, pero el silencio se espesa hasta convertirse en algo viscoso que recorre todo el país y lo trata de enmudecer. Como antiguamente ese vuelve a ser el objetivo pretendido por quienes siempre mandaron y nunca quisieron compartir con los nadie, autoconvencidos de que ellos encarnaban el todo.

Se quieren hacer regresar tiempos pasados. Aquellos en los que uniformes y fusiles se instalaron en gran parte de los palacios de gobierno de América Latina y el silencio se imponía a gritos. Contradicción aparente entre gritos y silencio pero es que los primeros solo salían de comisarías y cuarteles para hacer que el silencio se extendiera y homogenizara todo el país. Las portadas de la prensa no hablaban, gritaban también, pues simplemente repetían lo que el alto mando ordenaba. Incluso las radios solo repetían, por lo que las ondas enmudecían. Todo era por el bien y la estabilidad, incluso por el progreso y el desarrollo del país, aunque éste se vaciara con miles de desaparecidos, asesinatos y represión.

Los lloros y lamentos se hacían en silencio, en el fondo de las casas y, quizás, en alguna parroquia olvidada. Y sin embargo, a pesar de ello, los oídos del régimen se afinaban cada vez más, penetraban hasta esos últimos rincones y hacían que las personas contuvieran la respiración para poder sobrevivir a la muerte.

Lo correcto es que unos pocos, cada vez menos, tengan la palabra al igual que la riqueza, porque ellos saben lo que conviene a los silenciados. De lo contrario esto sería como un gallinero y así no hay forma de crecer, desarrollarse y multiplicar los dividendos

Y aquella época pasada, hoy cual pesadilla, se revive en Bolivia. Cierto es que hubo un breve tiempo en el que se hablaba tanto que incluso quienes nunca hablaron tomaron la palabra. El ser y el estar callado de las grandes mayorías había rasgado el silencio para dejarse oír. No importaba que mezclara castellano con aymara, o que se expresara mejor en quechua o guaraní, no importaba que hubiera ido a la universidad o que recién diera sus primeros pasos en la alfabetización.

Lo que en ese breve tiempo era importante es que a los silenciados y a las triplemente enmudecidas se les empezaba a escuchar y, por tanto, removían los pilares de la sociedad colonial, patriarcal y racista. Aquella que pervivía por más de 500 años y que ni espejismos como la proclamación de la república y la libertad prometida, o las revoluciones liberales y la libertad prostituida o el desarrollo perseguido y nunca alcanzado tras la libertad cercenada habían conseguido romper. Pero el silencio que se había interiorizado durante siglos, que había calado hasta el tuétano, ahora, durante escasos catorce años se había hecho casi añicos.

Esto era altamente subversivo y demasiado peligroso incluso para el orden continental; mal ejemplo. Cómo se iba a permitir que todos y todas hablaran, expresaran sus ideas y fueran escuchadas, eso no es entendible por nadie en su sano juicio. Lo correcto es que unos pocos, cada vez menos, tengan la palabra al igual que la riqueza, porque ellos saben lo que conviene a los silenciados. De lo contrario esto sería como un gallinero y así no hay forma de crecer, desarrollarse y multiplicar los dividendos. Por eso, había que acabar con el experimento. Al fin y al cabo los ensayos mejor en las probetas de los laboratorios, sin sacarlos a la calle, que generan confusión. No sea que se acostumbren a la palabra y luego, no haya quien se la quite.

Como escribió la autoproclamada presidenta del país en sus tiempos prolíficos en las redes sociales, esas que hoy le gritan lo que dice que nunca dijo: “Los indios mejor en el altiplano y en la selva que en la ciudad”

Como escribió la autoproclamada presidenta del país en sus tiempos prolíficos en las redes sociales, esas que hoy le gritan lo que dice que nunca dijo, “los indios mejor en el altiplano y en la selva que en la ciudad”; es decir, los indios mejor en silencio y sirviendo que no hablando y dirigiendo sus propias vidas. Eso no es normal y atentaría contra el orden natural de las cosas y los deseos de la divinidad que es única y verdadera. Y, por supuesto, solo la autoproclamada y sus cívicos amigos pueden interpretar correctamente los deseos y conveniencias para el resto de los humanos del país, aunque tengan serias dudas de que esta cualidad, la humana nos referimos, pueda asignarse a quienes tuvieron la osadía de querer hablar.

El capital y la capital colonial, tanto la anterior a 1825 como la posterior siempre consideró al indio, y mucho más a la india, como seres con cierto atraso congénito. Seres hechos para la explotación, la servidumbre y el silencio de la no protesta. Durante siglos su destino ha sido malvivir en comunidades, trabajar las minas hasta la extenuación o sobrevivir en los barrios pobres. Mientras, quienes habían sido elegidos, decían que por dios aunque en realidad lo era por su capacidad para imponer su dominio (cruz y espada), desarrollaban la economía del país, traían la libertad y la democracia, ambas endogámicas, pues solo a ellos pertenecían y solo ellos las podían ejercer y disfrutar.

Por eso en Bolivia, a pesar de todo, se sigue hablando igual que se habla también en las calles de Chile, Ecuador, Colombia, Haití, Argentina; porque se han roto los silencios impuestos y las grandes mayorías decidieron no volver a perder la palabra

Ahora, tras 14 años de voces diversas construyendo algo diferente, se trata de imponer nuevamente el silencio asfixiante. Pero no saben que cuando los nadie lo rompen ya nunca estarán dispuestos a regresar a ese tiempo. Recuperaron la dignidad arrancada hace quinientos años por la colonia extranjera; la misma dignidad que les prometieron hace doscientos cuando volvieron a ser carne de cañón silenciada para mayor gloria de las nuevas élites criollas y blanqueadas. El tiempo del cambio de esta última fase vivida ha sido tiempo para hablar, para conversar, para debatir, pero todos y todas y sin bajar la voz. En Bolivia se ha roto con los silencios impuestos y no habrá golpes en el Estado ni gritos en los cuarteles o despachos que puedan volver a imponerlos. La dignidad y la palabra son valores humanos irrenunciables se tenga el color que se tenga, se pronuncien en el idioma que se pronuncien, se quiera a quien se quiera, se crea en quien se crea.

Y estos silencios rotos en Bolivia hoy se constituyen en muro frente a la imposición que se pretende. Por eso en Bolivia, a pesar de todo, se sigue hablando igual que se habla también en las calles de Chile, Ecuador, Colombia, Haití, Argentina; porque se han roto los silencios impuestos y las grandes mayorías decidieron no volver a perder la palabra.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Bolivia
Adriana Guzmán “No nos organizamos para que una compañera feminista sea diputada o presidenta”
Esta referente del feminismo comunitario antipatriarcal boliviano critica al actual Gobierno de su país por sus políticas de extractivismo al tiempo que reclama un proceso de reorganización de las comunidades indígenas y feministas.
América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
El historiador e investigador argentino especializado en la relación entre Estados Unidos y América Latina, analiza el triunfo electoral de Donald Trump y el impacto que tendrá en una región que Washington sigue considerando su “patio trasero”.
Bolivia
Ruth Alipaz “La minería es una de las armas más letales para extinguir a los pueblos indígenas”
La portavoz de la CONTIOCAP, Ruth Alipaz, denuncia las agresiones a territorios indígenas en Bolivia por el plan IIRSA y cómo la figura de Estado plurinacional ha servido para justificar invasiones.
Turismo
Turismo Free tours: la atracción turística de la precariedad
La popularidad del 'free tour' para visitar las ciudades ha aumentado de manera vertiginosa, especialmente con la proliferación de plataformas intermediarias que se encargan de su comercialización.
Alemania
Alemania La izquierda alemana, esperanza al borde del precipicio
Die Linke deberá conseguir que quienes lideran su candidatura sean un poco menos desconocidos para el gran público cuando llegue el día de las elecciones. Las encuestas no le acercan al 5%, pero la formación sigue confiando en ganar tres distritos.
Desahucios
Escudo social Sanitarios y sanitarias de atención primaria se unen contra los desahucios, “un problema de salud pública”
Depresión, ansiedad, empeoramiento de enfermedades crónicas o surgimiento de nuevas afecciones acompañan a los problemas habitacionales. Lo denuncian médicos de Vallecas (Madrid) y lo refrendan los estudios.
Análisis
Análisis Making Europe Competitive Again: Ursula von der Leyen quema su propio Pacto Verde
La Comisión Europea antepone la desregulación a la descarbonización con el Partido Popular Europeo compitiendo con la extrema derecha en romper, diluir e impedir leyes de protección socioambiental.
Entrevista La Poderío
Claudia GR Moneo “Intento observar desde el buen pensamiento. Rechazo el ‘piensa mal y acertarás’”
Claudia GR Moneo retrata lo bello que se escapa por las rendijas del día a día de su tierra. Es una periodista que ilustra con tino la sencillez que nos rodea, pero también una ilustradora de inevitable mirada periodística, gitana y andaluza

Últimas

Periodismo
Premio libertad de expresión Las periodistas de El Salto Aurora Báez y Susana Sarrión, premiadas por su trabajo sobre violencia sexual
La investigación que recoge la denuncia de nueve alumnas contra el director de una escuela de teatro por violencia sexual ha merecido el reconocimiento en los Premios de Periodismo de la Asociación de Periodistas de Granada.
Palencia
Agresión El Sindicato de Estudiantes denuncia una agresión fascista en Palencia: “Rojo de mierda”
Los hechos ocurrieron delante del profesor del aula, que no actuó para evitarlos. El estudiante ya ha denunciado lo sucedido ante la Policía y exige la expulsión inmediata de los agresores y una investigación a la directora del centro y al docente.
Argentina
Argentina “Existen solo dos géneros: fascistas y antifascistas”: las luchas LGTBIQ+ aglutinan el rechazo a Milei
Una gran movilización recorrerá centenares de localidades en Argentina y en grandes ciudades del mundo este 1 de febrero en respuesta al discurso de odio del líder ultra.
Sareb
Madrid Una rentista planea desahuciar a una pareja con tres niños en Tetuán
Su vivienda pertenecía al parque de pisos de la Sareb, que puso a subasta pública en 2023. Hoy, la nueva propietaria pretende echar a la calle a Alam y a su mujer “para arrendar la casa a un precio mucho más alto”
Más noticias
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Comunidad de Madrid
Sanidad a la madrileña Huelga indefinida de ambulancias en Madrid ante un nuevo concurso que consideran “fraude de ley”
Sindicatos denuncian que la empresa Santa Sofía ha impuesto sus condiciones para que ninguna otra empresa pueda presentarse al pliego. Temen que peligren la subrogaciones de parte de la plantilla.

Recomendadas

Galicia
Galicia ¿Quién es quién en Greenalia? La empresa que quiere otra celulosa en Galicia y arrasa olivares en Andalucía
Los tentáculos del entramado empresarial tras esta corporación tocan a gran parte de la oligarquía gallega. Desde medios de comunicación como 'La Voz de Galicia' hasta equipos de fútbol como el Deportivo o entidades financieras como Abanca.
Siria
Kurdistán Entre las bombas turcas y las negociaciones con el Gobierno: Rojava ante la construcción de la nueva Siria
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria presiona al nuevo Gobierno para crear un Estado que respete los derechos de las mujeres, descentralizado, tolerante y multiétnico.
Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista