We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Yolanda Díaz
El camino de Yolanda-candidata, un enigma que ya suelta esquirlas en Podemos
Era el 23 de febrero cuando la vicepresidenta Yolanda Díaz anunciaba por televisión que tenía la intención de lanzarse a iniciar “la escucha democrática” en todo el territorio español durante seis meses. Si bien aclaró que esto no suponía que vaya a ser candidata en las próximas generales, reconoció en aquella oportunidad en el 24H de TVE que estaba “ilusionada” porque veía que podía haber un “proyecto de país”. Claramente era la primera declaración pública concreta que la posicionaba como precandidata de Unidas Podemos.
Pero el destino quiso que, al día siguiente, el Gobierno de Vladimir Putin invadiera Ucrania y comenzara nuevamente una guerra feroz en Europa. El ojo mediático se apartó un poco de la política estatal y el foco pasó a estar en el eje Kyiv-Moscú. En aquel momento de hace mes y medio, Díaz olió quizás un posible adelanto electoral por la llegada de Feijóo tras el fratricidio entre Casado y Ayuso y quiso dar pistas que ella también estaba calentando motores. Los tiempos cambiaron.
Tanto el ungimiento de Feijóo al frente del partido alfa de la derecha española como el comienzo del camino de Díaz fueron opacados por la guerra. Lo doméstico ha pasado a un segundo plano y el equipo de la vicepresidenta segunda decidió postergar ese proceso de escucha. De hecho, ella misma lo admitió hacerlo “por pura responsabilidad“ porque si no hubiese sido por la crisis internacional lo hubiera “lanzado ya”.
“No soy un proyecto electoral todavía. No me preocupa que se adelanten las elecciones. Me preocupa que se debilite la democracia”, dijo a la cadena SER. Comentarios aparte sobre si este tipo de discurso tan solemne y cauteloso le puede ayudar a captar -o espantar- votos, lo concreto es que la salida por los territorios, con todo lo que eso incluye en la instalación de un candidato (fotos con movimientos sociales, con líderes comunitarios locales, etc.), sigue en el congelador.
Los pocos gestos y guiños hechos hasta ahora por Díaz, y su rol en el Gobierno de coalición, despiertan algunos resquemores en Podemos
Pero los pocos gestos y guiños hechos hasta ahora por Díaz, y su rol en el Gobierno de coalición, despiertan algunos resquemores en Podemos, el partido principal de UP y base desde la cual se sostendrá la plataforma que lleve a la vicepresidenta. El encono en varios de la cúpula de la formación morada tuvo una primera visualización mediática: una crítica indirecta de Pablo Iglesias.
Nubarrones en el cielo morado
Preguntados por El Salto, desde el entorno de la ministra de Trabajo informaron que no hay fecha para esa recorrida territorial pero que su equipo “sigue trabajando” en la organización para cuando se ponga en marcha. Aclaran que el énfasis está puesto, tras el plan de contención de la crisis por la guerra, en la siguiente negociación clave para la coalición: el precio del megavatio.
Sobre los rumores de desencuentros con Podemos, responden que “el ruido es más por lo que dice Iglesias que por otra cosa. Ella tiene buena relación con Ione (Belarra) y con Enrique (Santiago), pero no le presta mucha atención a esas cosas”, y recalcan que los protagonistas del proceso de escucha deben ser personas de la sociedad civil y no los partidos.
¿Qué es lo que ha dicho Iglesias? En una entrevista para La 2 de Catalunya, preguntado sobre su elección de Díaz como sucesora, respondió: “No tengo claro que fuera lo correcto. Quizás lo que tendría que haber hecho era dejar en manos de los partidos para que organizaran unas primarias, quizás hubiera sido mucho más previsible y democrático que dar mi opinión”.
“Pero también sabía que si dejaba las cosas correr, y si al final eran las formaciones políticas las que tenían que abrir un proceso para elegir un liderazgo, Yolanda se iba a desentender”, también agregó. Curiosa elección de palabras. ¿Quiso decir que Díaz no hubiera querido disputar primarias o que no se hubiera animado sin el “dedazo” -como le llaman los mexicanos a la elección del sucesor- previo para tener más seguridad?
Iglesias, que tras su partida ha quedado en un rol de una suerte de autorictas en la izquierda transformadora, puede haber querido expresar en modo metamensaje la irritación de algunos dirigentes de UP con Díaz por la forma en que está desarrollando el camino a su candidatura.
“Es cierto, hay cierta disconformidad en la forma de su construcción. Algo de desprecio a Podemos que no gusta, no hay diálogo y está muy por su cuenta”, explica a El Salto el secretario general de Podemos de una de las comunidades autónomas más importantes. Pide discreción pero admite que el sentimiento actual es éste: “No se objeta a Yolanda ni su trabajo como ministra pero sí la manera en la que está preparando su plataforma. Incluso las formas comunicativas no se discuten, se entiende lo que quiere mostrar y el acercamiento con otras formaciones, pero debería respetar más a quienes han construido antes para que ella esté donde está”.
El alto cargo partidario dice que el ambiente interno en Podemos es de “expectativa” ante lo que Díaz haga porque “nadie quiere mover ni decir nada aunque se lleva esperando ya demasiado con que empiece ese proceso de escucha. Es hora de empezar a concretar”.
Un cargo del Bloque Nacionalista Galego, viejo conocido de Díaz de los tiempos en que ella era sindicalista y concejala en Ferrol por IU, opina que el estilo de la vicepresidenta, a quien no le discute su capacidad ni vocación transformadora, siempre ha sido el mismo: “Una construcción muy personal, no tan colectiva. Si se analiza su trayectoria se verá que siempre ha actuado de la misma manera”.
Una de las pocas señales que ha enviado Díaz en cuanto a la construcción política es que será una nueva plataforma que trascienda a Podemos y que incluya a otras fuerzas
Detractores a parte, una fuente de la cúpula de Unidas Podemos, con buena relación entre la vieja guardia y también con Díaz, asegura que si bien “todo es un poco etéreo por el momento”, comenzará pronto la recorrida territorial que durará menos de seis meses y que acabará con la decisión final. “En Podemos, el 99% asume que la marca está gastada y que hace falta otra, eso se entiende”, añade, y sobre si duda de una candidatura de la vicepresidenta en las próximas generales, es concluyente: “Es prácticamente imposible que no se presente”.
El eje madrileño-valenciano
Una de las pocas señales que ha enviado Díaz en cuanto a la construcción política es que será una nueva plataforma que trascienda a Podemos y que incluya a otras fuerzas. Los guiños hasta ahora van dirigidos a Más País y a Compromís. La relación personal de la vicepresidenta con la valencianista Mónica Oltra y con la líder de la oposición madrileña, Mónica García, es muy buena.
De hecho, la semana pasada Díaz y el diputado Iñigo Errejón (excandidato a las generales de 2019 por Más País y con claras ambiciones presidenciales) compartieron un acto en el que presentaron la creación de una comisión de expertos sobre el impacto de la precariedad laboral en la salud mental. Esa foto era una exigencia de Más País cuando acordó apoyar la reforma laboral que fue aprobada pírricamente hace dos meses.
Salud mental
Yolanda Díaz e Íñigo Errejón presentan la Comisión sobre precariedad laboral y salud mental
En Más País hay una nítida división entre la construcción de García y Errejón y el interés de confluir con Díaz es también diferente. Pero desde el equipo de la diputada médica explicaron a El Salto que “el diálogo se dará, nunca se ocultó la buena sintonía y se está dispuesto a entablar una conversación que puede desembocar” en un acuerdo electoral.
Sin embargo, advierten que “no ha habido mucho más que pequeños intercambios de mensajes” y que desde el acto organizado por Oltra de “Otras Políticas” en València, “no ha habido mucha comunicación”. Enfatizan que García está enfocada en su próxima candidatura a las autonómicas que habrá dentro de 13 meses y que la estrategia no se va a mezclar: “No habrá confluencia con Unidas Podemos a nivel regional, sí puede haberlo a nivel estatal”.
Con respecto a Compromís, sucede algo similar. Las dos familias políticas mayoritarias que componen la coalición valencianista, El Bloc e Iniciativa del Poble Valencià, tienen diferente interés con respecto a confluir con Díaz
Cabe recordar que Podemos a nivel autonómico en Madrid carece de poder y se ha derrumbado en las elecciones regionales llegando a ser la última fuerza, superado por Vox. Si bien en las generales resiste (obtuvo 13,12%), en las autonómicas adelantadas por Ayuso en mayo pasado arañó el 7,24% y con Iglesias liderando la papeleta (venía de un 5% en 2019).
Con respecto a Compromís, sucede algo similar. Las dos familias políticas mayoritarias que componen la coalición valencianistas, El Bloc e Iniciativa del Poble Valencià tienen diferente interés con respecto a confluir con Díaz. La primera organización es liderada por Joan Baldoví y la segunda por Oltra.
Fuentes de Compromís cercanas a Baldoví recalcan que “es una reducción” creer que Oltra se ha lanzado de cabeza a Díaz y que el Bloc se resiste. “Lo que se dice es que falta mucho tiempo y no estamos en momento electoral. Para nosotros la alianza con Más País ha sido más satisfactoria que la que hubo con Podemos. Por ahora no existe nada y tenemos alianzas con Nueva Canarias y con Més per Mallorca, hay que ver cómo se encausa todo”, explican.
Las dudas son válidas. ¿Cómo va a gestionar Díaz a la vieja guardia morada en su nueva plataforma?
El País Valencià es una plaza muy importante para la izquierda porque es la cuarta comunidad autónoma en escaños en el Congreso (casi todos de las circunscripciones de València y Alacant) y con un Madrid escorado a la derecha -y un suelo alto de voto soberanista en Catalunya-, el electorado progresista valenciano es un objetivo necesario a seducir.
Por ahora se va cociendo a fuego lento, muy lento, la candidatura de Díaz, quien tiene, es verdad, la tarea nada fácil de capear una vicepresidencia en un Gobierno que transita la pospandemia y que enfrenta las consecuencias de una guerra sin final previsible. Pero los tiempos electorales son los que son, es posible que las elecciones andaluzas sean en junio, las municipales serán en 13 meses y las generales como muy tarde en un año y medio. Aunque Sánchez defina esa jugada.
Las dudas son válidas. ¿Cómo va a gestionar Díaz a la vieja guardia morada en su nueva plataforma? Ese juego de equilibrismos requiere de audacia y humildad, especialmente con una izquierda que suele perder demasiado tiempo en narcisismos.
¿Qué rol jugará Iglesias? ¿Querrá ser lo que Lula da Silva fue con Dilma Rousseff? Una especie de voz referente ineludible con poder simbólico de veto en una parte nada despreciable del electorado. ¿Cómo tentar a dirigentes como Baldoví y Errejón sin desperfilar la nueva marca electoral ni espantar al votante morado duro? Preguntas solo para empezar. El tiempo empieza a correr.
Relacionadas
Derecho a la vivienda
Vivienda Sumar propone una hipoteca regulada a tipo fijo que los bancos deberán ofertar obligatoriamente
Política
Xosé Manuel Beiras “A esquerda estatal á esquerda do PSOE leva ano e medio dando un recital de apoio ao PP”
Reforma laboral
Trabajo y precariedad Europa da la razón a UGT y fuerza al Gobierno a mejorar las condiciones de los despidos
Creo que estaría bien matizar esta noticia a raíz de este comentario de Pablo Iglesias, https://twitter.com/PabloIglesias/status/1513471606437421064?s=20&t=PVRRBwPTmzW03he9O7tyKw
Una columna de opinión que se trata de hacer pasar por artículo periodístico. Y con esa fijación con Iglesias... "el auctoritas" de la izquierda (es LA auctoritas, en todo caso; cuando no se sabe utilizar expresiones latinas es mejor dejarlas). Sorprendente, cómo puede seguir teniendo influjo un megalómano así. Las declaraciones en La 2 CAT son de señoro sin paliativos: comentando sus propias intervenciones del pasado, parece Arturo Pérez Reverte.
Yo he leído como 5 fuentes citadas y ninguna mentira. No se hace pasar por nada. Si eres fan de Yolanda u odias a Iglesias el periodista no tiene la culpa
Ya estamos otra vez (la enésima) con los análisis a la interna, las especulaciones y las conjeturas. ¡Con los problemas que tiene la clase trabajadora!