Racismo
Invierno demográfico, racismo y extraccionismo de niños (a la española)

Son nuestras niñas, los hijos y las hijas de las hermanas que han migrado a España, provenientes de excolonias. Su existencia es nuestra resistencia y no vamos a permitir que nos los sigan arrebatando, cueste lo que cueste.

Campo de refugiados de Rosze (Hungría)
Concertinas. Dos niños en el campo de refugiados de Rosze (Hungría), en septiembre de 2015. Olmo Calvo
14 mar 2019 18:47

En mis recorridos de ida y regreso (la trashumancia consiste, entre otras cosas, en una desorientación continua, en no saber cuándo se va y cuándo se regresa) entre América Latina y Europa, fueron muchos los viajes en aviones llamados lecheras, es decir, que iban haciendo paradas en Venezuela, Colombia y Ecuador. Ese gran cafetal extendido. La violencia del paso de los controles migratorios de los aeropuertos, para los latinoamericanos/as que venimos a Europa, está repleta de pequeños obstáculos y muros que poco a poco nos van expoliando de casi todo, menos de nuestro espíritu, que es fuerte y resistente. El paso entre las fronteras son rituales de violencia en el que arrebatar la sabrosa comida que se lleva de un sitio a otro, las miradas sospechosas, el sometimiento a controles y cuestionarios y por supuesto, la aparición de policías fuera de los aviones que piden la documentación a las personas no blancas y la solicitud del sello sagrado de los pasaportes (la visa). Son formas de vigilancia y ejercicio del miedo estatal y colonial.

En Abya Yala no vivimos ningún invierno demográfico. Al contrario, somos un territorio abundante y joven y eso se ve en los aviones y las fronteras. Allí están, siempre viajando, los niños y las niñas, solos/as, con sus mamás o con algún familiar. Aún recuerdo un vuelo Quito-Madrid a un pequeño de no más de siete años que iba perfectamente peinado, con un traje gris, camisa blanca planchada y zapatos nuevos. Las tres primeras horas del viaje, Juan, como se llamaba, era un lamento y una bola de mocos y lágrimas y tristeza. Yo, que iba sentada junto a él, no podía hacer mucho puesto que era una desconocida y apenas hablaba conmigo. He de confesar que yo también era una bola de mocos y lágrimas y tristeza. Entre suspiro y suspiro, Juan pudo contarme que había sido separado de su abuelita y que volaba para reencontrarse con su mamá, que había tenido que migrar para cuidar a los hijos de una familia española. No la recordaba, la mujer se había visto obligada a dejar Ecuador cuando Juan tenía tres años.

En una de las paradas, pude ver que, mientras esperábamos, Juan había encontrado a dos niñas y dos niños que hacían el mismo trayecto. Las cuatro habían logrado burlar un cordón de seguridad y estaban jugando dentro del scanner donde se revisa el equipaje. Durante aproximadamente tres minutos, encima del ruido de los controles y los interrogatorios, se escuchaba una canción alegre y efímera cuyas voces sobresalían, dejando knock out al sistema de control colonial.

Niñas migrantes: 10 - Estado Español: 0

Ese gesto breve pero simbólico fue aplaudido por quienes esperábamos a que nos dejen pasar. Su juego era un festejo colectivo. Todas nos imaginábamos allí, dentro del estómago del monstruo, cantando alegremente.

Nuestras niñas, los hijos y las hijas de las hermanas que han migrado a España, provenientes de excolonias. Su existencia es nuestra resistencia y no vamos a permitir que nos los sigan arrebatando, cueste lo que cueste. La punta del iceberg es igual que las pompas verdes de las zanahorias antes de ser cosechadas. Sobre la tierra, se ve un conjunto pequeño de hojas que son más bien ásperas, pero si se tira de ellas, aparece una extraña verdura anaranjada y alargada que se supone es la delicia de los conejos, es aconsejable para la vista y hace crack cuando se da un mordisco.

La decisión del PP de incluir en su Ley de Apoyo a la Maternidad una propuesta para que se puedan retrasar los trámites de expulsión de las hermanas migrantes sin papeles en el caso de que den a sus hijos en adopción, no es más que un paso más de un sistema estatal que separa de distintas manera a los niños y niñas de sus madres migrantes a través de diferentes vías (trabas para la asignación de la residencia y nacionalidad, dificultad para la reagrupación, apropiación de los niños y niñas por parte de los servicios sociales, etc.) y es, en este sentido, la punta del iceberg o de la zanahoria. Si se tira de la decisión del PP, van a aparecer políticas estatales que son crueles, racistas y colonialistas. ¿Quién adopta a quién?, ¿qué papel juega la circulación de niños y niñas en el flujo de circulación de bienes y servicios en el mercado global capitalista?, ¿cuáles son las nuevas formas de expolio infantil que las sociedades europeas, cada vez más viejas y cansadas, están implementando dentro y fuera de sus fronteras?, ¿son los asesinatos de niños, niñas y sus familias en el mediterráneo otras formas de separación?, ¿cuáles son las lógicas modernas del extractivismo de nuestros niños y niñas?

El PP amenaza con una ley que para retrasar los trámites de expulsión de las hermanas migrantes sin papeles en el caso de que den a sus hijos, nuestros niños y niñas, en adopción. La demora se prolongaría mientras dure el embarazo, de forma que una vez completada la entrega, la hermana podría ser repatriada a su país de origen. Una ley diseñada para luchar contra el invierno demográfico y lo que ellos llaman una política que apueste por una cultura de la vida.

¿La vida de quién? Porque no son nuestras vidas las que importan y menos aún las de las mujeres sin papeles y pobres. Tampoco son las vidas de nuestros niños y niñas las que importan. Son las vidas de los otros, siempre las de los otros las que tienen valor: las de los europeos. Pero eso no es suficiente. Sepan ustedes que nuestra respuesta será contundente porque estamos dispuestos a defender la vida de nuestros niños y niñas, cueste lo que cueste. Estamos organizadas, somos muchas y cada vez somos más. El extraccionismo de nuestros territorios, nuestras ideas, nuestras vidas, nuestros niños y niñas y nuestra esperanza se va a terminar. Ahora y entonces, cantaremos alegremente.

Sunqu Ruruy.

Archivado en: Migración Racismo
Sobre este blog
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Ceuta
Fronteras Ceuta: de El Tarajal a las alambradas administrativas
Once años después de la masacre de El Tarajal (Ceuta) los obstáculos administrativos y la falta de vías seguras para migrar, siguen produciendo cientos de muertes en la frontera cada año.
Cine
Premios de la academia del cine Los y las trabajadoras del cine se solidarizarán con Palestina durante la gala de los Goya
El colectivo Trabajadorxs del Cine x Palestina repartirá pegatinas para mostrar simpatía con la causa del pueblo palestino durante la entrega de los 'cabezones' la tarde de este sábado.
Sobre este blog
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.
Ver todas las entradas
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.
Paterna
Paterna Vandalizan el muro de Paterna donde el franquismo fusiló a 2.238 personas
El paredón amaneció este viernes con grandes letras pintadas con spray negro donde se podía leer “Sagredo eres maricón y tarado”, en referencia al alcalde del municipio.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.

Últimas

Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Comunidad de Madrid
Movilización por la educación 23F: el día que una veintena de colectivos llenarán de verde Madrid para defender la educación pública
La comunidad educativa de todos los niveles en la enseñanza se prepara para una movilización que arrancará a las 12:00 horas desde Atocha hasta Sol, en la región que menos invierte en educación por estudiante.
Política
El Salto Radio Podcast | ¿Cancelar la cancelación?
Hablamos con Antonio Gómez Villar, a partir de su libro “Cancelar no es transformar” sobre malos entendidos y límites de esta acción política
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.