Ilustración Cruceros 1

Turismo
Derechos laborales por la borda: 80 horas semanales siete días a la semana en los megacruceros

Sin días de vacaciones, sin derecho a baja ni a seguridad social, las jornadas interminables en los buques turísticos se amparan en el vacío legal de las banderas de conveniencia.
@MartinCuneo78
@martincuneo.bsky.social
29 abr 2021 06:00

Cuando la crisis del coronavirus golpeó el sector turístico, los megracruceros estaban en su apogeo. El cierre de las fronteras y de los puertos, los confinamientos y las noticias de estas ciudades flotantes convertidas en ratoneras en cuarentena viajando a la deriva sin poder amarrar hicieron el resto: entre marzo y septiembre de 2020, se perdieron 518.000 puestos de trabajo y 23.000 millones de dólares en salarios en todo el mundo. Las imágenes de estas moles de acero y cristal que dejan pequeñas las ciudades del litoral mediterráneo o del Caribe se convirtieron en estampas de cruceros en los desguaces o anclados en alta mar esperando tiempos mejores.

Será de las ramas del turismo que más tarde en recuperarse —llegaron a hacer viajes gratis “para demostrar su seguridad” frente al covid—, pero pocos dudan que tarde o temprano lo hará. Y con la paulatina reanudación de la actividad volverán, aún con más intensidad que antes, unas tasas de explotación laboral difícil de encontrar en otras ramas de la economía.

La tendencia de los últimos años, hasta la llegada del coronavirus, habla de barcos cada vez más grandes, con más viajeros y, proporcionalmente, con menos tripulación por pasajero

Son territorios de excepción, donde la jornada de 40 horas suena a broma, donde la norma es trabajar once horas al día, siete días a la semana, donde no existen apenas momentos de ocio ni separación entre la vida personal y laboral, donde no se pagan las vacaciones ni las bajas médicas ni la seguridad social, donde el uso de banderas de conveniencia impide la acción sindical, una “institución total” en donde no es posible reclamar ni escapar. El estudio Trabajo en cruceros. De la ampliación a la intensificación de las jornadas laborales, escrito por Ángela Teberga, investigadora del instituto de investigación sobre turismo Alba Sud, revela las condiciones de trabajo de las tripulaciones de estos buques turísticos. Para ello, entrevistó a cien trabajadores de estos cruceros entre agosto y noviembre de 2019.

Un sueño hecho pesadilla

El imaginario de un trabajo que te permite aprender idiomas, conocer gente de todo el mundo, tomar un poco de sol marino en los momentos de descanso y ganar un buen dinero a la vez que visitas tus destinos turísticos favoritos, solo se cumple en contadas ocasiones.

En efecto, la alta demanda de personal y el pago en dólares o en euros convierten el trabajo en los cruceros en “una alternativa laboral interesante”, especialmente para personas que viven en países periféricos o que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, explica la autora del informe. El carácter global de la marina mercante se traslada a los megracruceros y lo primero que nota un turista que pisa estos resorts flotantes es la diversidad de orígenes de la tripulación, una especie de “mini Naciones Unidas”. También puede ser una impresión apresurada. 

Son territorios de excepción, donde la norma es trabajar once horas al día, siete días a la semana, donde no existen apenas momentos de ocio ni separación entre la vida personal y laboral, donde no se pagan las vacaciones ni las bajas médicas ni la seguridad social

La jerarquía de la marina militar se traslada también a los cruceros, donde por lo general, subraya el informe, los oficiales son noruegos o italianos; los trabajadores cualificados son europeos occidentales o estadounidenses y el resto de la tripulación, la de menor rango y la que cobra los peores salarios, es asiática, caribeña o de Europa del Este. Hasta el 19% de la tripulación proviene de Filipinas, un país “notablemente conocido como proveedor de mano de obra barata cualificada a precios asequible”. 

La violación sistemática de los derechos laborales, en un negocio controlado en un 88% por tres compañías —Carnival Corporation y PLC, Royal Caribbean Cruises Ltd. y Star Cruises—, se basa en el truco de las banderas de conveniencia. Aunque las principales compañías de cruceros son propiedad de Estados Unidos y Suiza, los barcos están registrados en Panamá, en las Bahamas, Bermuda o Malta. La razón es sencilla y pragmática: la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar determina que las normas que se aplican en un buque serán las de su bandera, es decir, del país en el que estén registrados, entre ellas las condiciones laborales. Cuando las compañías eligen un país distinto para aprovecharse de leyes más laxas o inexistentes se habla de banderas de conveniencia, una práctica condenada por la propia ONU en 2017.

Banderas de conveniencia cruceros
Las grandes compañías de cruceros alrededor del mundo, registran sus barcos en países con leyes más laxas para ahorrarse hasta la mitad de los costes laborales. Fuente: ‘Trabajo en cruceros. De la ampliación a la intensificación de las jornadas laborales’

Poco ha importado esto a las principales compañías de crucero y esta es la práctica habitual de todas ellas y lleva a múltiples problemas laborales que llevan siendo denunciados desde hace más de una década: explotación e inestabilidad laboral, impago de vacaciones y festivos y un nulo control del impacto ambiental de estos cruceros. La elección de la bandera de conveniencia adecuada puede ahorrar a estas grandes empresas la mitad de los costes laborales por la reducción de los pagos habituales como los impuestos o las cargas sociales.

En 2013, entró en vigor una normativa internacional sobre trabajo marítimo que mejoró la situación, cuenta el informe, pero no ha sido suficiente para terminar con las prácticas de abusos laborales que exprimen a una tripulación cada vez más saturada y explotada.

‘Sweatship’

Diversos estudios previos cifran en 100 las horas semanales medias de la tripulación en los cruceros, a razón de diez o incluso de 14, 16 o 17 horas diarias. Más allá de los casos más extremos, el actual estudio de Alba Sud, realizado en base a cien encuestas, concluye que los trabajadores de los cruceros trabajan una media de 10,8 horas al día y 6,3 días a la semana. Sin embargo, si se considera solo los escalafones mayoritarios y más bajos de la jerarquía de estos buques turísticos la jornada media aumenta a 11,3 horas al día y 6,97 días a la semana. Con casi 80 horas semanales y apenas unas horas de descanso, la mayoría de los trabajadores de los cruceros doblan el máximo de horas permitidas por los convenios marítimos y niegan a la tripulación cualquier posibilidad de ocio o reposo.

La situación de explotación laboral sistemática, según la encuesta realizada en el marco del estudio, ha ido a peor. Para el 56% de las personas entrevistadas se ha producido un aumento de la jornada laboral a lo largo del tiempo.

Las posibilidades de descanso también se ven comprometidas por la falta de un horario fijo y la disponibilidad constante que se deriva de la falta de separación física entre el trabajo y el lugar de residencia. El confinamiento en el espacio del barco, “en el que conviven el trabajo y la vida”, señala esta investigadora experta en turismo, es una de las principales causas de la prolongación de la jornada laboral. El crucero se convierte en un panóptico, una “institución total” donde la administración “tiene control total sobre el espacio y el tiempo de la tripulación” y en donde la “división entre lo público y lo privado es prácticamente inexistente”. 

Turismo
Megacruceros, leviatanes del turismo marino

El número de cruceristas se ha multiplicado por 25 desde 1992 en España, y el plan es que siga creciendo. Barcelona es ya el primer puerto de este tipo de buques en el Mediterráneo. Las impactos sociales y medioambientales de estos barrios flotantes, estandartes de la industria turística global cada vez más grandes, preocupan a un importante sector de la sociedad.

No hay dónde escapar. Los entrevistados relatan cómo la jornada laboral invade los tiempos de ocio o descanso: en cualquier momento los pueden llamar desde la administración para que se reincorporen al trabajo. Muchas veces, relata el informe, el tiempo de ocio se utiliza para recuperar las horas de sueño perdidas. 

El crucero se convierte en un panóptico, una “institución total” donde la administración “tiene control total sobre el espacio y el tiempo de la tripulación” y en donde la “división entre lo público y lo privado es prácticamente inexistente”

En este esquema, la posibilidad de conseguir una o dos horas libres durante el horario laboral para atender asuntos personales o familiares es algo difícil para el 48% de los encuestados e imposible para el 31% de ellos.

Y si no pueden disponer de este tiempo en los días laborables, tampoco en los que teóricamente son de descanso. En los cruceros, no existe ese concepto de “días libres de 24 horas consecutivas”. En alta mar, da igual el día que sea, todo tiene que funcionar igual, lo que implica que la enorme mayoría de la tripulación no goza de ningún día completo de descanso. A lo sumo, unas horas de asueto, muchas menos en los trabajadores poco cualificados, revela el informe.

Las encuestas realizadas confirman que la jornada laboral es cada vez más larga. Pero eso no es todo. También ha aumento de forma considerable, según el estudio, la carga de trabajo que debe asumir la tripulación en ese tiempo de trabajo. Para el 81% de los entrevistados hubo un aumento de las tareas y deberes laborales.

La tendencia de los últimos años, hasta la llegada del coronavirus, habla de barcos cada vez más grandes, con más pasajeros y, proporcionalmente, con menos tripulación. En la economía de escala de estos gigantes del mar, los megacruceros permiten ampliar las habitaciones, y por lo tanto los ingresos, mientras los costes de explotación y los de la tripulación se mantienen prácticamente estables, explica el informe. 

“La construcción y la operación de navíos cada vez más grandes son una tendencia creciente en el mercado de los cruceros. Los buques de gran capacidad son una necesidad del mercado para reducir los costes por unidad”, señala Teberga.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
#88612
2/5/2021 12:07

Hasta que no coman cárcel los empresarios que hacen estas cosas esto no va a parar. La impunidad para quebrantar los derechos de los trabajadores es igual a no tener derechos. ¿De que me sirve tener unos derechos como trabajador si no se obliga al empresario a respetarlos?

0
0
#88535
30/4/2021 16:25

¡Contaminad! ¡Contaminad!

¿Sabéis lo que dicen las letras al respecto?:

"Si tu partes un palo con un Hachazo, ese Hachazo se volverá contra ti y te cortará la cabeza".

_Dicho Popular_

0
0
#88476
29/4/2021 22:51

Creo que la mejor solución es boitocear estas empresas de cruceros.

3
0
#88542
30/4/2021 17:41

Sobre todo porque son exageradamente contaminantes.

1
0
#88468
29/4/2021 20:28

Muy buen artículo, gracias a Él Salto por sacar a la luz las pésimas e infernales condiciones laborales que sufren los trabajadores de los mega cruceros.
Y todo ello, si le añadimos la evasión fiscal, la contaminación y el encarecimiento del servicio que generan, llegamos a la conclusión de un turismo corporativista, en manos de un puñado de capitalistas, que ni genera ningún tipo de desarrollo endógeno y que pone en peligro el turismo local y popular, el que realmente cuida y poner en valor el patrimonio cultural de los pueblos.
Por mí, y espero que por muchos trabajadores, no se van a llevar ni un centavo

2
0
Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
La justicia española ha entrado en un callejón peligroso. Desde hace años, el Poder Judicial se ha mostrado escorado a la derecha y más como un problema para la resolución de cuestiones cruciales para el Estado.
Opinión
Revista El Salto Debajo de la palabra “lawfare” no está la playa
El sistema judicial, si se fijan, no obedece o asume propuestas o presiones del Ejecutivo o del Legislativo. Sino que más bien ocurre lo contrario.
COP29
Cumbre del Clima La COP29 cierra su acuerdo de financiación en 300.000 millones y corta la ambición de los países del sur
Tras dos semanas de negociaciones arduas, la Cumbre del Clima celebrada en Azerbayán ha aumentado sus objetivos de financiación, pero quedan muy lejos de las demandas de los países en vías de desarrollo que pedían al menos 500.000 millones para 2035.
Galicia
LGTBIfobia El jurado declara culpables de asesinato a tres de los acusados por el asesinato de Samuel Luiz
El tribunal popular aprecia homofobia en el crimen, absuelve la única mujer encausada y considera cómplice al único varón que no estaba en la cárcel.
América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
El historiador e investigador argentino especializado en la relación entre Estados Unidos y América Latina, analiza el triunfo electoral de Donald Trump y el impacto que tendrá en una región que Washington sigue considerando su “patio trasero”.
Euskal Herria
Cultura Los judíos en la tierra del euskera
Un repaso de la acogida que les brindó el Reino de Navarra tras su expulsión de Castilla y Aragón, a la red clandestina que los ayudó a cruzar la muga durante la ocupación nazi de Francia y las relaciones con el Estado de Israel
Opinión
Opinión Aprender de las fantasías de la conspiración
Difícilmente los desmentidos científicos convencen a quienes ya han incorporado una fantasía de la conspiración. Sin embargo, estas fantasías se corresponden con un hecho como que el desasosiego por el futuro es un sentimiento generalizado.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
La vida y ya
La vida y ya Huipil
Han escrito un libro que se titula 'Nuestros tejidos son los libros que la colonia no pudo quemar'. No hay lugar para las dudas sobre lo que te vas a encontrar al leerlo.
Opinión
Opinión La distopía no es un género literario
Hay grandes carteles por todos lados donde te hacen responsable de tener el móvil bien cargado y aconsejan llevar una batería externa para evitar percances.
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
El capitalismo de licitación, o capitalismo licitador, es el modelo económico que mejor define las prácticas que los diferentes gobiernos del PP valenciano han llevado a cabo a lo largo de la historia.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De contracumbres y personas sin hogar
VV.AA.
Abrimos noticiero con el G20 de Brasil y la ausencia de soluciones de vivienda para las familias afectadas por la dana.
Más noticias
València
Dana La Diputación de València adjudica a dedo otros 735.000 euros a una empresa de Gürtel para obras de la dana
El gobierno del Partido Popular contrata por el procedimiento de emergencia a CHM Obras e Infraestructuras, que tienen detrás a los hermanos Martínez Berna, condenados en el marco del 'caso Gürtel' a un año y nueve meses de prisión.
COP29
Cumbre del clima La propuesta de los países ricos para cerrar la COP29 enfurece a las naciones en desarrollo
El Norte global, causante histórico del cambio climático, propone 250.000 millones de dólares anuales para la adaptación y mitigación climática del Sur, cuando el propio borrador del acuerdo establece que al menos serían necesarios cinco billones.
Opinión
Opinión Vacío y censura en el colonialismo del interior
VV.AA.
La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.

Recomendadas

Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.