Tribuna
Juan Luis Cebrián: del franquismo nutricio a la rusofobia de calidad, pasando por...

Una reflexión de Pedro Costa Morata acerca de la crítica de Juan Luis Cebrián de su libro ‘Rusia es culpable’ en las páginas de ‘El País’.
Cebrián
Juan Luis Cebrián. Sancho Somalo
2 nov 2023 12:45

Si Pedro Costa Morata, autor de ¡Rusia es culpable. Cinismo, histeria y hegemonismo en la rusofobia de Occidente (ReC, en adelante) fuera Juan Luis Cebrián (JLC, en adelante), director que fuera del diario El País en la etapa fundacional (1976-1988) y luego alto directivo de la empresa editora PRISA, y le constituyera la vida del prestigiado periodista, atravesando sistemas políticos diferenciados con admirable adaptabilidad, acumulando éxitos sin despeinarse y engordando su cartera sin cesar, lo menos que haría con ese libro sería calificarlo de “casi panfletario”. Aunque para el politólogo y periodista que ha escrito ReC, con el despliegue de datos que su lealtad intelectual le ha dado a entender, que ese JLC, tránsfuga triunfante de —como quien dice— tres regímenes califique de esa forma ese trabajo es un regalo para su conciencia ya que le otorga un claro (y ético) distanciamiento.

Pues, hete aquí que JLC acometió el análisis/crítica/reseña de tres libros recientes sobre el actual conflicto ruso-ucraniano (suplemento “Babelia”, de El País, 19 de agosto de 2023) deteniéndose en dos de ellos y liquidando el tercero, al que aludimos, con un juicio tan expeditivo que le ahorra referirse a algún rasgo del mismo que así lo dé a entender. No cabe duda de que aludir de esta forma a un libro sobre el conflicto ruso-ucraniano —a la sazón densamente documentado y claramente redactado, vive Dios— supone que quien así actúa o es un crítico falsario que selecciona sin criterio lo que tiene entre manos o un periodista incompetente al que le faltan conocimientos para acometer el análisis o un militante adverso al tema a considerar, atrapado en falta y fugitivo de ciertas responsabilidades que le alcanzan (y que en el libro, vaya, lo obligan a reflejarse).

Guerra en Ucrania
La guerra de Ucrania y la farsa de los “valores occidentales”
La guerra de Ucrania y el enfrentamiento general con Rusia se explica, desde Occidente, como un noble episodio de vigencia y de defensa de los “valores occidentales”

Remiten a cobardía, en primer lugar, esas palabras despectivas, y más si la frase completa es “que algunos tildan casi de panfletario”. Porque, atribuyendo a “algunos” tan poco cordial calificativo, echa sobre otros, anónimos e ilocalizables, cualquier compromiso personal que a él lo exponga a reconvención, pretendiendo eludir una respuesta contundente que lo trate en proporción. Queda claro, en todo caso, que no se atreve a decir lo que sin duda piensa, gesto que encaja con lo que “algunos” piensan de su carácter retraído, habitual en los que nunca dan la cara. Nuestro personaje es más dado a la oscuridad, las maniobras y las interposiciones, que son todos ellos elementos distintivos de la falta general de arrojo y convicción: de vulgar cobardía humana, ya digo.

Y en segundo lugar, lo de “panfletario”, no perteneciendo al ámbito de lo elogioso, ciertamente, necesita —si se es periodista o crítico al uso— de una explicación, aclaración o referencia argumentada, toda vez que ese libro compendia un trabajo analítico y explicativo difícil de ignorar. Este autor debe creer que tan activo hombre de negocios solamente ha ojeado su libro, dejando para otros su lectura o resumen, que ha resultado sumario, vaya que sí, y que habrá procedido de alguno de los numerosos redactores y colaboradores de El País entregados a la propaganda anti rusa; es decir, de esa nutrida nómina de entusiastas otanistas a los que este autor engloba en un estilo —a cuento del derroche generalizado de indecencias que se escriben sobre la crisis ruso-ucraniana— que califica de periodismo sin honor, y así lo deja escrito en esa obra, ReC. Por lo que comprende la poca gracia que le haya hecho y, en consecuencia, el trato recibido de JLC, mentor y en todo caso con-cofrade, de varios de los componentes de la misma trinca rusófoba. Redactores y comentaristas que se entregan, con ardua sistemática y el mayor de los desparpajos, al trapicheo de la realidad en el conflicto ruso-ucraniano, es decir, de la Historia y de la dinámica de las Relaciones Internacionales, pretendiendo llevar a ambas al molino de un alineamiento de consigna.

En los primeros meses de la andadura de El País, su director, JLC podía consentir que entraran en la redacción comunistas o compañeros de viaje, sí, pero nunca antinucleares del tipo del fulminado

A este autor, de quien el lector ya advertirá la poca gracia que le ha hecho el juicio del eminente JLC, no se le pude escapar el triple acompañamiento —a modo de descripción del mismo— que sigue a la frasecita de marras, que es “escrito por el ecologista, activista y profesor jubilado de la Universidad Politécnica de Madrid”; que parece querer que se traduzca en algo así como “por alguien ajeno al tema”. Aventurada ocurrencia ya que, la primera andanada, lo de “ecologista”, a más de enardecer al autor le hace recordar que, en los primeros meses de la andadura de El País, su director, JLC podía consentir que entraran en la redacción comunistas o compañeros de viaje, sí, pero nunca antinucleares del tipo del fulminado; porque ese diario, llamado a cumplir funciones bien precisas en la ensalzada Transición, tenía las ideas claras sobre aquel peligro incontrolado (el ecologismo) que se cernía sobre las previsiones de cambio, con probable quiebra del programa nuclear (como así fue).

Lo de “activista”, igualmente exacto, ha de remitir a un antifranquista que no tenía dudas sobre su papel y trayectoria, como demuestran sus docenas de artículos en las revistas antifranquistas (Ciudadano, Doblón y Triunfo, 1974-1979). Desde ellas se oponía a un régimen oprobioso al que, mientras tanto, JLC servía como periodista y con su mejor saber desde aquel aparato de propaganda que tanto odiábamos los demócratas y en el que se le adjudicaban papeles ciertamente destacados, bien como subdirector del diario Pueblo —de los sindicatos “verticales” y dirigido por el innombrable dinosaurio del contubernio falangista-franquista, Emilio Romero, claro exponente del más redomado cinismo servil y paradigma del periodismo vicario y baboso que pretendía ser “independiente”—, bien como director de los servicios informativos de RTVE: casi nada. Los que han destacado el papel de JLC en el arranque de la democracia, debieran investigar sus méritos democráticos durante el tardo franquismo, aun sospechando que no los hubo. Porque nuestro hombre sirvió al franquismo en una de sus facetas más infames: el periodismo oficial y oficioso, en los medios dependientes del (glorioso) Movimiento Nacional. Y con esa abigarrada experiencia mediático-franquista, JLC fue seleccionado, con tantos, en la magna operación de reconversión del franquismo casposo en democracia homologable, misión que realizó con gran acierto y habilitad, concitando la admiración de propios y extraños.

Tampoco es inocente ni descuidada la alusión a la etapa de profesor en la Universidad Politécnica de Madrid, algo justamente relacionado con su formación y carrera de ingeniero, que respaldaron su papel de ecologista y activista como buen conocedor de los asuntos energéticos y ambientales (lo que, con gran probabilidad asustó al poco audaz JLC cuando sintió próxima la presencia de este autor). Más elocuente, si cabe, es el silencio de ese pillastre de JLC cuando omite describir al autor como “doctor en Ciencias Políticas y periodista”, con (otras) decenas de artículos y trabajos sobre política internacional, también desde 1974.

Juan Luis Cebrián se marca un tanto como crítico miserable y periodista de tómbola, algo impropio de un director de medios internacionales repetidamente premiado por el establishment

Así que reproduciendo de la biografía del autor los datos de tipo, digamos, disuasorio frente al trabajo comentado y ocultando los que abonan su competencia y legitimación (presentes, ambos en la misma fuente, que es la solapa del libro), JLC se marca un tanto como crítico miserable y periodista de tómbola, algo impropio de un director de medios internacionales repetidamente premiado por el establishment. Digamos, rematando este alegato de defensa frente al retorcido JLC que, calificando con dos palabras el libro ReC y omitiendo rasgos esenciales de su autor, elude encararse con el fondo o el objeto del libro y menosprecia sus argumentos, lo que lo califica elocuentemente. Deja además al lector con un palmo de narices (violando, con seguridad, el Libro de Estilo de El País, mira por dónde), y provoca al autor impidiendo, en consecuencia, que este pueda contestarle defendiendo sus argumentos y demostrándole lo poco que tienen de panfletarios.

Así que nuestro hombre, y así lo señalan sus biografías, fue criado profesionalmente en el franquismo propagandístico más prístino, el de la prensa y la comunicación, seleccionado para el transicionismo y elevado como símbolo de la modernización de una España ambigua en la que tan eficientemente participó. E incluso a través de El País pudo ser destinado a la educación (o “reeducación”) de las élites de izquierdas, atraídas por un PSOE triunfante y deslumbrante; lo que fue puesto en evidencia con su activa participación en el (deshonroso) capítulo de la entrada de España en la OTAN, de la mano de ese PSOE y más concretamente de su amigo Felipe González, gran muñidor de la faena (al que Emilio Romero, por cierto, calificaba, con la agudeza que nadie le negó, de “prestidigitador”).

Lo de la OTAN, sí. El libro al que aludo dedica su primer capítulo a destacar la faena aquella, tan hipócrita y aviesa contra el pueblo español, al que se le retorció la voluntad con una campaña de propaganda de la Alianza Atlántica (destacando bondades y beneficios) y de engaño de los contenidos del acuerdo (que no se cumplieron en su faceta más decisiva, como era la relación estrictamente militar). Aquella operación en la que algunos (más bien muchos) creen que resultó decisiva la labor de El País con su participación, elaborada con técnicas de influencia de un tiempo nuevo, y su entendimiento con un PSOE traicionero y mendaz. Y, en cualquier caso, nos unió a una Alianza militar belicosa y provocativa, haciéndonos copartícipes de sus crímenes y abusos en el futuro.

A su papel en aquello de la OTAN las biografías de JLC añaden su relación con el Club Bilderberg, de destacadas personalidades que tratan en secreto (o sea, en clandestinidad) la situación internacional

El libro ReC, en efecto, dedica su capítulo 3 a las andanzas de esa OTAN siempre en busca de pelea, traicionando sus compromisos respecto de la Rusia sucesora de la URSS (y, a la sazón, nada comunista y muy capitalista). Y destaca el papel militarista de una España que —en línea con la jugarreta de 1986— contribuye con exaltación en el cerco militar a Rusia y en el apoyo al régimen ultra de Ucrania, asumiendo con unción el papel que ya considerábamos adjudicado los que rechazábamos entonces aquella integración: el de recrecido pelele de Estados Unidos a través de la OTAN.

A su papel en aquello de la OTAN las biografías de JLC añaden su relación con el Club Bilderberg, de destacadas personalidades que tratan en secreto (o sea, en clandestinidad) la situación internacional y deciden sobre las estrategias y los instrumentos de afirmar, y si cabe incrementar, un poder que en definitiva es económico, pero que por eso mismo necesita ser también político, militar y, por supuesto, mediático. Un alto estado mayor económico-financiero, en el que se da cita lo más granado de esa trinca de peligrosos millonarios que gustan —y necesitan— de mangonear las cosas de este perro mundo, exhibiéndose con sus elegantes cuellos blancos, pero ocultando sus siniestras garras negras.

Curioso resulta, finalmente, que JLC eluda citar la segunda parte del título del libro, la verdaderamente esclarecedora, quedándose con solo ese ¡Rusia es culpable! que, siendo el grito de los fascistas que lanzaron la División Azul contra la Unión Soviética acompañando al ejército nazi en 1941, con seguridad que debe resonarle desde su educación primeriza. Total, que de llamarse JLC —con esa misma historia de cooptación por el Imperio y de conspiraciones de altura, y haciéndose millonario por jugar a fondo en los negocios mediático—especulativos-, nuestro autor advertiría, con tan amplísima experiencia y la sabiduría de la edad, que quien le recuerde su currículum y ponga en solfa a su periódico no puede producir más que un texto panfletario. Pues claro, hombre.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Tribuna
Tribuna Las tres mil viviendas. Hoy hablamos de seguridad
Las metrópolis postfordistas, representativas del modelo securitario, se constituyen a sí mismas como dispositivos de vigilancia.
Tribuna
Tribuna Europa puede y debe promover la paz
Tanto las guerras como la militarización y escalada militar son cortinas de humo hipócrita que esconden el negocio de la industria militar, el comercio de armas y la protección de privilegios.
ricardo-3
3/11/2023 12:49

Aplausos, aplausos, aplausos... y agradecimiento

0
0
Congreso de los Diputados
Congreso de los Diputados Gobierno y Podemos siguen sin llegar a un acuerdo para la aprobación del paquete fiscal
El 21 de noviembre por la tarde se vota la transposición de una directiva europea que establece un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Más noticias
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.