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Tauromaquia
Financiación pública de la tauromaquia, política extremeña y crisis de valores
Una reflexión sobre la ética de la violencia y del trato a los animales, centrándose en el caso de la tauromaquia y del dinero público invertida en ella en Extremadura, mientras algunas necesidades de carácter social quedan desatendidas.
Imagina que tienes la potestad de diseñar un mundo ideal en el que vivir, imagina que en esta construcción puedes incluir diferentes elementos, tanto animados como inertes. Seguro que, en tu plan para un mundo feliz, se incluyen animales no humanos.
En el debate abierto en la época presente sobre la relación existente entre el ser humano y todo lo que le rodea (el planeta que habita y sus integrantes) es posible reconocer la existencia de problemas y dificultades en los modelos prioritarios de valores éticos que afectan a la sociedad en su conjunto y como ésta se desarrolla en el medio físico que ocupa. Estos conflictos se convierten de manera directa en un verbo matriz, en un problema estratégico de la educación ambiental, la sostenibilidad y el equilibrio.
Todas las teorías éticas al respecto (utilitarismo, igualitarismo, consecuencialismo negativo o las teorías de los derechos) apoyan una defensa de la consideración moral de los animales no humanos como animales sintientesUn valor ético o moral es la cualidad abstracta de un objeto, estado o situación, que provoca en el sujeto un interés o aversión por esa cualidad, que puede ser tanto racional como sensitiva. Valorar, emitir un juicio u otorgar una importancia, es inherente a la propia capacidad del ser humano de emitir respuestas ante los estímulos recibidos. Si nos centramos en analizar las relaciones que se mantienen en la actualidad entre animales humanos y no humanos, es fácil observar cual es la importancia que atribuimos a dichas relaciones a la hora de acometer un juicio o decisión moral: es muy escasa (aunque vaya en aumento ) y, en algunos casos, es inexistente. No obstante, en el campo del estudio de estas relaciones todas las teorías éticas al respecto (utilitarismo, igualitarismo, consecuencialismo negativo o las teorías de los derechos) apoyan una defensa de la consideración moral de los animales no humanos como animales sintientes.
Antiespecismo
Juan Ignacio Codina: “El antitaurinismo no es una simple moda”
El periodista y doctor en Historia Contemporánea Juan Ignacio Codina explica en Pan y Toros que los argumentos contra la tauromaquia y a favor de los animales ya eran esgrimidos hace siglos por destacadas personalidades de la filosofía, ciencia, letras, religión y política.
El camino de la virtud se aleja de la desorientación que emana del uso de la violencia para resolver conflictos, sea cual fuere el contexto en el que esta aparece. Entendemos la violencia como la interacción entre sujetos que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma aprendida e intencional, amenaza o inflige un daño, mal o sometimiento grave, ya sea éste de tipo sexual, físico, psicológico o verbal, a un individuo o a una colectividad. La violencia es el uso intencional de la fuerza física o de amenazas, que tiene como consecuencia (o es muy probable que tenga como consecuencia) atentar contra la dignidad de otro individuo. ¿Es menos violencia si una conducta humana intencional que en último término tiene como consecuencia la muerte, se acomete contra un animal no humano? ¿Es menos lesivo el sometimiento a voluntad de un individuo sintiente de otra especie, por fines meramente recreativos, de entretenimiento u ociosos? ¿Qué virtud ampara al ser humano que somete a otros animales?
Partiendo desde esta fundamentación ética necesaria para construir un mundo mejor, abordar la financiación pública de los espectáculos taurinos en Extremadura, de las escuelas de tauromaquia, de las peñas, las asociaciones y festejos de toda índole en la que se cambia para el ocio del pueblo, por ejemplo, un balón por un ovino (animal sintiente) se presenta, cuanto menos, como preceptivo.
La inversión publica realizada por los representantes del pueblo extremeño para los festejos taurinos, sumado al dinero que pagamos con nuestros impuestos invertido por el PSOE en la adquisición de utillaje y material para escuela taurina (40.000€), asciende a un total de 562.764€Analizando los datos derivados del dinero público destinado desde la Diputación de Badajoz al lobby de las “artes” taurómacas, éstos arrojan unos resultados preocupantes. Sólo en el último ejercicio presupuestario de 2019, entre el dinero de los y las extremeñas destinado a la administración general de tauromaquia (unos 39.750,00 €); la inversión realizada por los que representan al pueblo extremeño en su totalidad a los festejos taurinos (478.214,00 €); más la subvención a la federación taurina de Extremadura de 4.500,00 €; la cuota a la Asociación Nacional de Escuelas Taurinas (300,00 €), sumado al dinero que pagamos con nuestros impuestos invertido por el PSOE en la adquisición de utillaje y material para escuela (40.000,00€), asciende a un total de 562.764 €. ¿Pero cómo se interpretan estos datos?
La siguiente comparativa puede presentarse como esclarecedora. En Villanueva de la Serena, la localidad natal del presidente de la Diputación de Badajoz, desde 2016 se habla de la construcción de una Guardería Municipal. En el ejercicio presupuestario de ese año se contemplaba un anexo de inversión de una partida de 270.000 € destinadas a dicha guardería, que no llegó a ejecutarse nunca. Con el dinero presupuestado para la tauromaquia y sus derivados, al menos dos guarderías se podrían construir al año en la provincia de Badajoz.
La Diputación de Badajoz debiera estructurar las inversiones en función de las necesidades de todos los ciudadanos y ciudadanas, y no respondiendo como hasta ahora a los intereses de unas pocas empresasSi queremos superar la crisis de valores que afecta a toda la sociedad en el siglo XXI, deben ser, en primera instancia, las administraciones públicas quienes den ejemplo y trabajen para construir un futuro mejor que, obligatoriamente, debe pasar por priorizar en las inversiones públicas. Al igual que, cuando hablamos de valores, se entiende que éstos deben estar debidamente jerarquizados para alcanzar la virtud (partiendo de los valores transcendentales, pasando por los morales, los sub-morales, hasta los biológicos no racionales) a la hora de tomar decisiones que afectan al total de la ciudadanía pacense, desde la Diputación de Badajoz debiera imperar el mismo principio y estructurar las inversiones en función de las necesidades de todos los ciudadanos y ciudadanas, y no respondiendo como hasta ahora a los intereses de unas pocas empresas.
Invertir en violencia contra un animal no humano, un animal que no pertenece a nuestra especie pero que al igual que nosotras y nosotros siente dolor, no puede ser justificada en ningún caso, y mucho menos ser costeado con el dinero de la ciudadanía extremeña.