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PSOE
Montero, el SMI y la deuda de las comunidades: otra oportunidad perdida para hacer pedagogía fiscal por arriba
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Coordinador de la sección de economía
Si hace unas semanas asistíamos a uno de los mayores tiros en el pie del PSOE, al no incrementar el mínimo exento al mismo nivel que el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como se había realizado en años anteriores, ahora vemos cómo una vez más M.ª Jesús Montero deja pasar una oportunidad de oro para obligar a los gobiernos autonómicos a que suban los impuestos a los que más tienen. De la misma forma que hizo con el mínimo exento, la ministra de Hacienda ha tomado el rumbo de una pedagogía fiscal que acaban pagando los de abajo, premiando a los gobiernos autonómicos que hayan subido el IRPF, en lugar de premiar a aquellas que no perdonan impuestos a ricos.
El nuevo mecanismo para condonar y asumir las deudas de las comunidades autónomas lleva una compensación adicional a la hora de calcular el montante que será perdonado para aquellas que “hayan ejercido sus competencias normativas al alza en el IRPF entre 2010 y 2022, reconociendo el esfuerzo fiscal que exigieron algunas a sus ciudadanos”.
Es decir, se les perdonará más deuda a aquellas que hayan subido el impuesto del IRPF a sus ciudadanos sin atender a qué tramos, si nos referimos a los tramos marginales más altos o las rentas del capital de los tramos superiores. Es decir, si un gobierno ha subido el impuesto al IRPF a todos los trabajadores, pero le perdona el Impuesto de Patrimonio a los ricos, será premiado con una mayor condonación de su deuda.
Si un gobierno ha subido el impuesto al IRPF a todos los trabajadores pero le perdona el Impuesto de Patrimonio a los ricos, será premiado con una mayor condonación de su deuda
Tal y como expliqué cuando se conoció el primer pacto entre PSOE y ERC sobre la condonación de la deuda autonómica, perdonar deudas y que las asuma el Gobierno central puede tener muchas ventajas desde el punto de vista económico y de promoción de los servicios públicos básicos que están en manos de las competencias autonómicas, pero la condonación de deuda no debe hacerse a cualquier precio.
Perdonar la deuda debe ir ligado a medidas de progresividad fiscal por parte de los gobiernos regionales. Una comunidad autónoma que no utiliza sus herramientas fiscales y que diseña políticas de impuestos regresivas que solo benefician a las rentas más altas en detrimento del resto de ciudadanos, no debería traspasar su deuda al Gobierno central que repartirá el peso entre el total de la población.
Análisis
Acuerdo de gobierno Condonar deuda a las comunidades autónomas, pero no a cualquier precio
Para que se entienda mejor a dónde quiero llegar, lo explicaré con un par de ejemplos simples y fáciles. El primero es el Impuesto de Patrimonio. Los gobierno autonómicos del Partido Popular han bonificado hasta hacer desaparecer, en algunos casos, como sucede en la Comunidad de Madrid, el Impuesto al Patrimonio, un gravamen que sólo pagan los contribuyentes que tienen patrimonios de más de un millón de euros.
Además de ser una bonificación totalmente regresiva y que tan sólo beneficia a unas pocas miles de personas, lo bonifican algunas comunidades autónomas que son demandantes de recursos económicos al Estado como el caso de la Junta de Andalucía que lo ha bonificado al 100% bajo el mandato de Moreno Bonilla o la Xunta de Galicia que lo bonificó un 25% bajo el gobierno de Feijóo y anunció otro 25% más una vez bajo la batuta de Rueda.
Si un gobierno del PP perdona impuestos a los ricos, el Gobierno central no debería asumir una deuda que acabamos pagando entre todos
El Gobierno ha perdido la oportunidad de condicionar la condonación de deuda a que las comunidades autónomas aprovechen todas sus herramientas de recaudación fiscal, sobre todo las que apuntan a las rentas más altas.
Que la señora Ayuso quiere seguir perdonando unos 1.100 millones de euros al año a unas 20.000 personas como ha hecho en los últimos cuatro años, pues muy bien, pero no hay condonación de los 8.644 millones de deuda madrileña que el ministerio ha prometido asumir.
Que Moreno Bonilla le quiere perdonar unos 100 millones a 10.400 altos patrimonios andaluces, pues el Gobierno no debería condonarle los 18.791 millones de euros que prevé asumir con el nuevo mecanismo anunciado. En resumen, si un gobierno del PP perdona impuestos a los ricos, el Gobierno central no debería asumir una deuda que acabamos pagando entre todos.
Isabel Díaz Ayuso
Impuestos Ayuso libra de pagar a los ricos 4.453 millones en impuestos de patrimonio en cuatro años
El otro populismo fiscal al que se han subido todas las comunidades gobernadas por el Partido Popular es la bonificación y la extensión de las bonificaciones que recibe el Impuestos de Sucesiones y Donaciones (ISD). Al contrario de lo que mucha gente cree, el impuesto a las herencias lo paga solo aquellos receptores de herencias que pasan unos mínimos exentos bastante elevados y con un amplio catálogo de bonificaciones. Pero la derecha ha conseguido reducir el pago de dicho impuesto, beneficiando en su mayoría a las rentas altas.
La mecánica de mi propuesta sería la misma que con el Impuesto de Patrimonio: que has bonificado el impuesto al 99% tal y como ha hecho Ayuso, o el Gobierno de Canarias, pues te quedas sin la condonación de los 8.644 millones de euros de deuda madrileña o los 3.259 millones que se asumirá de la deuda canaria. Que has aumentado el tipo de bonificaciones y los mínimos exentos hasta el punto de que casi nadie paga el impuesto como ha hecho Andalucía, Galicia o Extremadura, pues tampoco deberían acceder al mecanismo que calcula que se les perdonará 18.791, 4.010 y 1.718 millones de deuda respectivamente.
Lo que ha anunciado el Ministerio de Hacienda es de todo menos pedagogía fiscal y, si acaso, es una que nuevamente recae en los de abajo
A estos dos ejemplos les podríamos sumar otros como las comunidades autónomas que han reducido o eliminado el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, otras que han reducido impuestos a sectores tan poco éticos como las casas de apuestas online tal y como hace Ceuta y Melilla o a la que ha ofrecido una bonificación bestial a los grandes patrimonios que vengan desde el extranjero y se empadronen en la Comunidad de Madrid tal y como ha hecho Ayuso con la rebaja fiscal conocida como la Ley Mbappé.
Tal y como le señaló a M.ª Jesús Montero la viceministra de Sumar Yolanda Díaz, “la pedagogía fiscal se debe empezar a hacer por arriba y no por abajo”. Condonar más deuda a aquellas comunidades autónomas que han subido el IRPF pero no poner el foco en que algunas de ellas siguen perdonando impuestos a los que más tienen está a la misma altura de “pedagogía fiscal” que hacer pagar IRPF a aquellos que cobran el SMI mientras cae el impuesto a las grandes energéticas o se anuncia una bonificación del IRPF a las rentas que obtiene los caseros.
Lo que ha anunciado el Ministerio de Hacienda es de todo menos pedagogía fiscal y, si acaso, es una que nuevamente recae en los de abajo mientras los altos patrimonios bajo el paraguas de los gobiernos del PP se siguen librando de aportar lo que les corresponde.