Poesía
Eladio Méndez: “Escribo para evitarme una úlcera de estómago”

“No conozco un poeta más limpio que este Eladio Méndez, más fino, más fraterno, más despierto a las mentiras del Estado y del Capital, un poeta más hecho en la casa de la memoria que él, más encendido allí que él”.

Suscribo palabra por palabra lo que dice Antonio Orihuela sobre nuestro poeta en este epílogo a La casa encendida. Eladio es poeta y poema él mismo. Conspirador de versos y solidaridades. Poeta de la memoria y de la dignidad, poeta del pueblo.

En esta entrevista repasamos su trayectoria literaria y nos acercamos a los manantiales y temáticas de su obra.

Eladio, si te parece, comenzamos la conversación por tu infancia. Naciste en Castuera en 1957 pero vives en Mérida desde la niñez. En tu poesía hay una huella muy fuerte de tus padres y de tus abuelos. “Los brazos de mi padre/son un cálido río que envuelve mis latidos,/ sus labios como azules libélulas/que vuelan mis mejillas”. Háblanos de esa etapa.

Efectivamente nací en Castuera, aunque de aquel período no guardo ningún recuerdo ya que mi familia se trasladó a Mérida cuando yo contaba con poco más de cuatro años.

El haber estado siempre cerca de mis padres, sentir todo su cariño y por supuesto el que me hayan transmitido la historia familiar de forma constante, deja huella, de ahí su presencia en mi poesía.

Creo que tuviste que dejar la escuela muy pronto y trabajar desde niño. En un breve y delicioso relato, Lección de libertad, hablas de ello: “Era una mañana soleada de noviembre del 68, yo tenía en aquel momento once años de edad y me encontraba en los aledaños del mercado de abastos, ejerciendo de lazarillo”.

Sí, es un bonito relato que escribí para una antología que coordinó el poeta Uberto Stabile y que se titula un Un minuto de ternura.

Por otro lado es cierto que mi paso por la escuela fue más que efímero, de hecho mi memoria apenas guarda una ambigua reminiscencia de mi estancia en el aula. No recuerdo haber estado ni tan siquiera un curso, tuve que hacer las veces de lazarillo para mi padre, en casa no nos podíamos permitir pagar uno.

No recuerdo haber estado ni tan siquiera un curso en la escuela, tuve que hacer las veces de lazarillo para mi padre, en casa no nos podíamos permitir pagar uno

Es muy poco frecuente que personas de extracción obrera cultiven la literatura. ¿Cómo le cogiste el gusto a la poesía? ¿Por qué escribes?

El primer contacto que tengo con la poesía se produce a través de las obras completas de Don Antonio Machado, un libro que cayó en mis manos de manera más o menos ilegal (no lo robé, lo gané jugando a las cartas) a principios de los años setenta y que aún conservo, aunque yo llego a la poesía de la mano de Paco Ibáñez y su disco en el Olympia y de Víctor Jara y su Derecho de vivir en paz.

He dicho en más de una ocasión que yo escribo para evitarme una ulcera de estómago y, aún así, hay veces que la boca me sabe a sangre.

Mérida, en los años setenta, es seguramente una de las ciudades con más actividad cultural y también política. ¿Cómo recuerdas ese período?

Uf, que lejano queda todo aquello. Pero, efectivamente, Mérida siempre ha sido un hervidero cultural, aunque en esa década, sobre todo al principio, la mayoría de las veces la accesibilidad a cenáculos y eventos culturales se limitaba a la gente que pululaba alrededor del poder. Ya con la entrada de la democracia comenzaron a surgir iniciativas y grupos culturales, dos de los más emblemáticos fueron el pub La Rivolta con Manolo Sánchez y la tertulia Alcandoria.

En lo referente a la política fueron momentos apasionantes en los que la juventud masticaba con ahínco la libertad recién estrenada. Recuerdo con cariño de aquella época, la ORT, el PTE, el PCE, CCOO, la redada antiterrorista en el pub La Rivolta, la quema de la sede de la CNT, las tristes muertes de Juan Canet, Joaquín Macías, Francisco Javier Servant y Bienvenida Gómez, la mili y la prohibición de asistir al entierro… En fin, creo que el enumerar las experiencias vividas en esa década daría para una charla de varias horas.

Con la entrada de la democracia comenzaron a surgir iniciativas y grupos culturales, dos de los más emblemáticos fueron el pub La Rivolta con Manolo Sánchez y la tertulia Alcandoria.

Háblanos de tus maestros y lecturas de formación.

Mi escuela ha sido la calle. Como he dicho anteriormente, desde muy niño me tocó trabajar y he tenido que hacerme a mí mismo. No tuve maestros ni formación académica, si exceptuamos que a los doce años recibí clases particulares durante un par de cursos por parte de Don Pedro Nieto Vidal, al que recuerdo con cariño y respeto (me enseñó mucho, también humanamente) mi formación ha sido, bueno, en realidad sigue siendo, autodidacta.

Creo que en los años ochenta publicas tus primeros versos en la revista Babel. Y participas también muy activamente en colectivos culturales como Poetas por la Paz y en la fundación de Gallos quiebran albores. ¿Qué subrayarías de esos años? ¿Los gallos siguen cavando la aurora?

Esos años que mencionas fueron mi despertar a la poesía, en esos encuentros con la literatura conocí a gente maravillosa con las que aún hoy continúo relacionándome y cuya amistad ha ido creciendo con el transcurrir del tiempo. Las inquietudes culturales nos llevaron a crear grupos y tertulias poéticas, entre ellas a principio de los noventa destacaría la de Gallos Quiebran Albores que, desde hace un par de años, digamos que está en un periodo de hibernación.

Las inquietudes culturales nos llevaron a crear grupos y tertulias poéticas, entre ellas a principio de los noventa destacaría la de Gallos Quiebran Albores

Aunque eres un poeta muy activo, sin embargo, el primer poemario tuyo que se publica es Arrullos, un libro de nanas, compuesto de “versos sencillos y transparentes”, como dice en el prólogo Miguel Combarros. “La nana es un pajarillo/ que anida en el corazón/ de todas las madres”. Creo que este libro te ha dado muchas alegrías, que incluso lo llegaste a presentar en un colegio infantil de La Habana.

Sí es cierto, Arrullos fue el primer libro que me publicaron allá por el año 2008 y lo recuerdo con especial cariño porque me dio la oportunidad de continuar evolucionando en la poesía. Mi intención al escribir Arrullos no era escribir nanas que sirvieran para dormir, sino para despertar conciencias. Lo de Cuba, más que una presentación fue una lectura de varias nanas que coincidió con un viaje que realizamos en 2006 y que aprovechamos para llevar libros, bolígrafos y libretas. La casualidad nos llevó hasta un colegio cuyo nombre nos llamó la atención “Colegio Infantil Futuros Comunistas” así se llamaba. Entre el material que donamos iban varias antologías de la Tertulia de Gallos Quiebran Albores y al explicar a la directora que entre ellas había una titulada Cometas de luna blanca y que esta contenía varias nanas de lo que luego sería Arrullos nos invitó a pasar y a leer algunas a las chiquillos, al final estábamos divirtiéndonos tanto que casi sin darnos cuenta leí las nanas y otros muchos poemas de la citada antología y puedo asegurar que no he hecho una lectura de la que guarde un recuerdo tan hermoso como la de aquel día.

En La memoria encendida, tu libro publicado más reciente, se incluyen poemas sobre la guerra y la postguerra, pero también otros sobre las injusticias del presente. “Cuándo, compañeros,/ cuando seremos nosotros/ los escultores de la historia”, preguntas en el poema El fracaso de la inmensa minoría. A Blas de Otero le gustaba más la expresión poesía histórica que poesía social. ¿Cómo definirías la poesía que reúnes en este poemario? ¿Seguimos sin esculpir la historia?

Desde muy niño he tenido el conocimiento y la conciencia de las atrocidades del fascismo sobre mi familia, entendiendo en este caso como familia a todo el pueblo oprimido. Por lo tanto, yo definiría esta obra como un híbrido de poesía del recuerdo histórico, de la rabia y de la conciencia crítica. Sí, continuamos sin esculpir la historia, pero creo que ahora conocemos mejor la roca a la que nos enfrentamos y ya hay compañeros/as que saben utilizar el cincel, el buril y la maceta y aunque ellos aún lo ignoran eso es un primer paso.

Desde muy niño he tenido el conocimiento y la conciencia de las atrocidades del fascismo sobre mi familia, entendiendo en este caso como familia a todo el pueblo oprimido

Ya estáis de nuevo entre nosotros, No todo fueron ejecuciones o La Gamonita son algunos de los poemas estremecedores que dan cuenta de la brutal represión fascista que continuó a la guerra civil. ¿Qué sientes ahora, Eladio, cuando los aires de neofranquismo arrecian, minimizando el crimen?

Siento pena y rabia, creo que la situación actual la define perfectamente el poeta Antonio Orihuela en su poema Cada vez veo a más gente

Cada vez, veo a más gente

con una venda

puesta en los ojos.

Incluso he visto gente, a las que,

habiéndoseles movido un poco

se la vuelven a colocar correctamente.

Aunque también es cierto que la contestación por parte de un sector importante de la izquierda ante estos movimientos es cada vez más firme y eso me da esperanza.

La Gamonita es uno de los poemas más hermosos que se han escrito sobre un campo de concentración, en este caso el de Castuera, y sobre la supervivencia de la esperanza. ¿Cómo valoras la tarea del movimiento de la memoria histórica? ¿Cuáles crees que son las líneas de trabajo que debían impulsarse en el futuro?

Mi valoración sobre las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica es muy positiva, la labor que realizan es encomiable a pesar de los obstáculos que impone la administración, entre otros, la falta de presupuesto para la realización de sus faenas o la negación de permisos para investigar en fincas privadas por parte de los dueños de las mismas.

Mi valoración sobre las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica es muy positiva, la labor que realizan es encomiable a pesar de los obstáculos que impone la administración

Con respecto a las líneas de trabajo a seguir, creo que una de las imprescindibles y que me consta que realizan es la obtención de datos y documentación de forma oral para que no se pierda esa fuente de información que por desgracia es cada vez es más escasa.

Otra línea de actuación, a mi parecer imprescindible, debería ser la de presionar a las distintas administraciones para intentar que a todos los terrenos datados como lugares donde se ejerció la represión franquista, ya sean públicos o privados, se les de la categoría de lugares de interés cultural para evitar que se puedan destruir, como ocurrió con la plaza de toros de Badajoz. En Castuera pretendían poner una planta de energía solar en los terrenos del Campo de Concentración y gracias a la labor de AMECADEC (Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera) se logró que la Junta de Extremadura declarara esos terrenos como bien de interés cultural con categoría de sitio histórico.

Los nombres de la memoria

La masacre de la plaza de toros de Badajoz y el empeño por vaciar la memoria

Félix Población

6

Memoria histórica

La masacre de la plaza de toros de Badajoz y el empeño por vaciar la memoria

Félix Población

6

El coso taurino se derribó en 1998 bajo la presidencia de Rodríguez Ibarra y ante los impactos de las ejecuciones en la tapia del cementerio se construyó un cerramiento.

Otra línea de actuación debería ser la de presionar a las distintas administraciones para intentar que a todos los terrenos donde se ejerció la represión franquista, ya sean públicos o privados, se les de la categoría de lugares de interés cultural para evitar que se puedan destruir

La ironía, el cierre sorpresivo, la frase hecha o lo coloquial que esconde una enseñanza inesperada, son algunos de los recursos característicos de muchos de tus poemas, como Verborrea carnívora, Abominar, Un país enfermo, La ley de la gravedad o Sello de correos. ¿No crees que al canon poético dominante le sobra solemnidad y elitismo?

No, creo que en la poesía hay lugar para todas las tendencias, si bien es cierto que yo puedo prescindir en el poema de la musicalidad, el ritmo, la melodía... a mí concretamente lo que me interesa de un poema es la autenticidad, el sentimiento y el mensaje con el cual pretendo llegar al lector.

Especial mención merecen en tu obra las temáticas relacionadas con la clase obrera. Salud laboral, Anhelos, Jornalero o Biografía obrera son algunas de las piezas en las que retratas la condición proletaria y sus afanes: “Con precariedad habito/ en los suburbios de la esperanza”. ¿Por qué el mundo del trabajo y las duquelas de la clase obrera están prácticamente ausentes en la inmensa mayoría de las obras literarias?

Quizá porque es un tipo de poesía que no vende, aunque no es del todo cierto que esté ausente en el panorama literario, la poesía de la conciencia crítica, tiene muy presente esta temática en su oposición global al capitalismo postmoderno.

En La memoria encendida están muy presente también la denuncia de las injusticias contemporáneas. La ignominia de las muertes de inmigrantes en el Estrecho, el atropello a los niños de la calle en Brasil, el peligro siempre latente de las guerras, los abusos policiales, la hipocresía de la jerarquía de la Iglesia Católica, la denuncia del trabajo infantil, la crítica a “los políticos hijosputamente correctos” son algunos de los temas que abordas. ¿Qué papel crees que juega la poesía, la literatura en general, en la lucha social y política?

La literatura en general y la poesía en particular son, o al menos deberían de serlo, vehículos necesarios para sensibilizar, para cambiar mentalidades y transformar la sociedad, para lograr un sistema político y social más justo. Aunque, como dijo Nicanor Parra, “La poesía puede perfectamente no conducir a ninguna parte”

La literatura en general y la poesía en particular son, o al menos deberían de serlo, vehículos para cambiar mentalidades, para lograr un sistema político y social más justo. Aunque, como dijo Nicanor Parra, “La poesía puede perfectamente no conducir a ninguna parte”

Eres una persona muy comprometida con los movimientos sociales, en tu poesía y fuera de tu poesía. “Aunque ellos aún lo ignoran/soñar es el principio”. Participaste activamente en el 15M y eres miembro del Campamento Dignidad, al que has dedicado varios hermosos poemas. E, incluso, junto a Daniel Casado, organizaste la edición de un libro colectivo para apoyar sus luchas. ¿Cómo ves a los movimientos sociales en la actualidad, ves visos de renovación y de nuevo impulso?

Creo que están pasando por un periodo de transformación y de adaptación a estos nuevos tiempos que imperan, tal vez en la actualidad no tengan el poder de convocatoria de estos últimos años,pero tengo el convencimiento de que hay una semilla latente que está enraizando en la conciencia de los más desfavorecidos, aquí en Extremadura concretamente, la gente que está dando calor con su lucha a esa semilla para que germine y crezca con fuerza es la Asociación 25 de marzo que a pesar de la criminalización y el desprestigio al que se ven sometidos por el fascismo más trasnochado y la maquinaria del Estado, no cejan en su actitud de defensa de la clase obrera, yo necesito creer en la pervivencia de estos movimientos.

La Asociación 25 de marzo, a pesar de la criminalización y el desprestigio al que se ven sometidos por el fascismo más trasnochado y la maquinaria del Estado, no ceja en su actitud de defensa de la clase obrera, yo necesito creer en la pervivencia de estos movimientos

Formas parte de Voces del Extremo, la corriente de la poesía de la conciencia. ¿Cómo valoras la labor que viene desarrollando? ¿Acaso la escritura -también la escritura crítica- no es “un valor de cambio y un medio de avanzar en el proceso de desclasamiento y construcción de una identidad atractiva”, como señala Constantino Bértolo?

Voces del Extremo es un crisol donde confluye a modo de poesía el pensamiento crítico de una conciencia colectiva, incisiva y díscola contra el poder, fraternal y antipatriarcal que reivindica lo inútil de una sociedad demasiado mimetizada con el capitalismo y sus depravaciones, por lo tanto, sí, creo que realiza una labor imprescindible en la visibilidad de la cultura marginal y en la lucha por el desclasamiento, a pesar del esfuerzo que la cultura oficialista hace para silenciar esta corriente constantemente se habla en prensa, radio, y tv. de la obra de muchos de los nuestros, Enrique Falcón, Jorge Riechmann, Antonio Orihuela, Ana Pérez Cañamares, Montserrat Villar González o el Niño de Elche entre otros.

Voces del Extremo es un crisol donde confluye a modo de poesía el pensamiento crítico de una conciencia colectiva, incisiva y díscola contra el poder, fraternal y antipatriarcal que reivindica lo inútil de una sociedad demasiado mimetizada con el capitalismo

Desde el año 2011 tú y Mari venís organizando en Mérida, en “el almacén encantado”, el Encuentro de escritores por Ciudad Juárez. “Grito al cuchillo/ que violenta tu carne/ a la mano asesina que silencia tu nombre”, escribes en La flor del nopal, poema dedicado a Susana Chávez. ¿Cómo valoras las ediciones de estos encuentros?

No soy la persona indicada por razones obvias para valorarlos, pero si nos atenemos a la participación en los mismo la sensación no puede ser más positiva, la implicación por parte de las personas que en ellos participan es total, en alguna edición hemos logrado reunir a medio centenar de personas de diversas localidades de la región, e incluso gente de Madrid y de Méjico. A lo largo del año son bastantes las personas que me muestran el deseo de participar en estos encuentros, por lo que creo necesaria su continuidad.

Tienes algunos poemarios sin publicar, pero ya terminados, como Poemas para María y Corazón convulso. Podrías adelantarnos algo al respecto y cuándo esperas que salgan a la luz.

Soy bastante perezoso y desordenado a la hora de enviar mis obras a las editoriales, no tengo un interés especial en publicar, de hecho las obras que me han publicado lo han sido a propuesta de las editoriales y por el interés que han mostrado mis amigos, sin embargo, sí me gusta participar en libros colectivos y en antologías de varios autores/as.

Respondiendo concretamente a tu pregunta, he de decir que espero que en este año vea la luz Corazón convulso,que ya se está maquetando, creo que este libro sorprenderá por su temática.

Háblanos también de tus otras actividades artísticas, de la poesía visual y de la fotografía.

He de decir que la poesía visual no es un genero distinto a la poesía discursiva, solo que a veces para expresar una idea o sentimiento utilizamos soportes distintos al papel y la tinta, lo mismo podría decir de la fotografía, a veces una mirada captada a través del objetivo de una cámara fotográfica resulta un hermoso poema, yo me encuentro igual de a gusto creando en cualquiera de estos formatos.

Me gustaría que nos hablaras del gremio, de tus influencias y gustos en poesía. Me consta que entre tus poetas de cabecera han estado o están Miguel Hernández, Roque Dalton o José Martí. ¿Qué destacarías de ellos? También que apuntases tus poetas o escritores contemporáneos preferidos.

Podría decir entre otros muchos que mis preferencias poéticas son, Charles Bukowski, Mª Ángeles Pérez López, Manuel Pacheco, Montserrat Villar González, Antonio Orihuela, Mª Ángeles Maeso, Juan Carlos Mestre...

Sí, efectivamente, José Martí, Miguel Hernández y Roque Dalton son poetas a los que acudo con asiduidad y lo que me atrae de ellos además de la calidad de sus versos, es que los tres, antes que poetas eran hombres comprometidos con la causa.

José Martí, Miguel Hernández y Roque Dalton son poetas a los que acudo con asiduidad y lo que me atrae de ellos además de la calidad de sus versos, es que los tres, antes que poetas eran hombres comprometidos con la causa

Por último, Eladio, y en relación a la actualidad más rabiosa, y nunca mejor dicho, ¿cómo estás pasando este período tan difícil de la pandemia del coronavirus? ¿Qué mundo se nos viene encima, qué pálpitos tienes? ¿Cuáles son las tareas a las que estamos abocados?

Intentaré ser conciso: la reclusión en casa la llevo bien, creo que mentalizarme de que este aislamiento era necesario para detener la pandemia me ha ayudado bastante. El porvenir, en lo referente a las relaciones afectivas, no creo que cambie sustancialmente. Quizás al principio nos saludemos con algo de prudencia pero pasado un tiempo olvidaremos la nueva normalidad. En lo referente al comportamiento cívico siento tristeza, espero y deseo que los episodios de egoísmo e insolidaridad que hemos podido contemplar en supermercados y tiendas de abastecimiento de material sanitario nos hagan reflexionar por el bien de todos.

Estos nuevos tiempos se nos presentan como una oportunidad que deberíamos de aprovechar para cambiar las actuales condiciones político-sociales, si no logramos invertir las condiciones laborales que tanto oprimen a la clase trabajadora, es que no hemos aprendido nada de esta situación

Estos nuevos tiempos se nos presentan como una oportunidad que deberíamos de aprovechar para cambiar las actuales condiciones político-sociales, si no logramos invertir las condiciones laborales que tanto oprimen a la clase trabajadora, si no somos capaces de mantener en el tiempo los avances conseguidos para las personas más desfavorecidas, si no somos conscientes de la imposibilidad de mantener la inaceptable sobreexplotación de los recursos naturales, es que no hemos aprendido nada de esta situación y si es así, podemos estar seguros de que más temprano que tarde la naturaleza nos ofrecerá otra oportunidad, quizás más contundente para que recapacitemos.

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