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Andalucismo
Una reflexión sobre el campo andaluz y la “polémica” de las inspecciones de trabajo.
El Ministerio de Trabajo a mediados de Mayo remitió una instrucción a los inspectores de trabajo provinciales para las campañas agrícolas de los meses de mayo y junio, con visitas conjuntas de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Su objetivo era detectar supuestos que van más allá de las infracciones administrativas y constituyen ilícitos penales, en especial se ponía énfasis en los casos de explotación laboral. A partir de este momento, la patronal agraria ha mostrado una gran indignación, incluyendo amenazas directas por parte del presidente de UAGN, que ha amenazado con que «como no retire las inspecciones, no vamos a ser pacíficos». A continuación, vamos a analizar cuál es la situación laboral en el campo y el porqué es necesario tomar medidas urgentes contra la explotación laboral.
¿Sabéis que en el Campo, a diferencia del Régimen General del trabajo, tras darte de alta el primer día de trabajo, el empresario no tiene obligación de declarar el resto de días trabajados hasta pasado 1 mes? ¿Os imagináis qué provoca esto?
En primer lugar, un fraude manifiesto y evidente, pues se abre la puerta del abuso, dado que el patrón te apunta las peonadas que a él le convienen, y tiene una cobertura “legal” ante cualquier Inspección. En segundo lugar, una muy desigual correlación de fuerzas patrón/jornalero, pues de la firma de esa peonada (jornada declarada) depende la posibilidad de cobrar o no el subsidio. Hay que tener en cuenta, además, que la falta de trabajo en el campo supone un problema para conseguir las peonadas especialmente para las jornaleras, que son las primeras expulsadas de un mercado de trabajo cada vez más débil. Tercero, un mercadeo por parte del patrón, que acumula peonadas, que después vende en la mayoría de los casos a los jornaleros que la necesitan pese a ser su Derecho, dado que ya la han trabajado, un doble abuso. Cuarto, las peonadas acumuladas irregular e ilegalmente permiten al patrón cuadrar las nóminas dentro de la legalidad, pues, aunque haya pagado 25€ por 10 horas de trabajo, a mes pasado tienen la infame posibilidad de cotizar por la mitad de días y poner la cifra numérica que les convenga.
Por si fuera poco, la presencia de las empresas de trabajo temporal en el campo agudizan toda esta situación de explotación, ya que dichas ETTs, sin dar un palo al agua, roban diariamente a los jornaleros y los arrean como si de animales se trataran. Además, debido a la impunidad y poco control que reina en el campo, esto provoca que crezcan aún más los abusos. Por ejemplo, cada vez es más frecuente que haya jornaleros sin ni siquiera dar de alta, a los que pagan aún menos y les exigen más horas de trabajo.
¿Por qué se está dando esta situación? Porque la patronal agraria busca ahorrar costes de producción a través de precarizar cada vez más las condiciones de trabajo en el campo, con la excusa de que no cubren los costes de producción y que los precios agrícolas están muy bajos, en vez de enfrentarse con quienes están tirando los precios por los suelos, que son, principalmente, los intermediarios y los grandes centros comerciales como, por ejemplo, Mercadona, y las políticas agrarias de la Unión Europea, por otro lado, que mediante la Política Agraria Común fomenta las ayudas a los que tienen más tierra en lugar de fijar las ayudas en base a la producción, a la generación de puestos de trabajo dignos y a una producción respetuosa con el medio ambiente.
Desde el Sindicato de Obreros del Campo-Sindicato Andaluz de Trabajadores/as llevamos muchos años demandado un cambio del modelo de agricultura de Andalucía. Creemos que el sector primario debe ser un sector económico estratégico para nuestra tierra que sea la base para la generación de una industria alimentaria que permita crear puestos de trabajo, trasformar los productos agrícolas para que el valor añadido se quede en Andalucía y que permita avanzar hacia la soberanía alimentaria de nuestra tierra. Por lo que, consideramos que hay que tomar ya una serie de medidas urgentes:
1.- Más Inspecciones de Trabajo, con sanciones más duras contra quien no cumpla con la Legalidad. Se ha demostrado con las cientos de sanciones que ha puesto la inspección de trabajo, las miles de sentencias condenatorias a la patronal del campo, los reportajes de medios internacionales como la BBC o el relator de la ONU, que la situación en el campo andaluz es de extrema gravedad. Perseguir estos fraudes no solo es beneficioso para los trabajadores, sino también para la propia Seguridad Social y para el conjunto de la sociedad.
2.- Cambiar el sistema de Altas y Cotizaciones en el campo, y que se haga como en el Régimen General, donde cotizas y estás dado de Alta desde el primer día hasta el último día trabajado, eliminando la fraudulenta posibilidad de “apuntar las peonadas” a mes pasado.
3.- Eliminar las ETTs del Campo.
4.- Eliminar el requisito de las peonadas para poder cobrar el subsidio del campo, para revertir la correlación de fuerzas patrón/jornalero, además de eliminar el fraude del mercadeo de peonadas.
5- Una Reforma Agraria Integral, que revierta la actual situación de latifundismo, que es totalmente insostenible tanto desde la perspectiva humana como medioambiental, como primer paso hacia la reconversión del sector agrario andaluz hacia los ciclos cortos, la producción agroecológica y la soberanía alimentaria. Entendiendo la soberanía alimentaria como un derecho a elegir la forma de producción agrícola de los pueblos, como lo recoge la coordinación de la Vía Campesina de la que somos fundadores :
“La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos sanos y culturalmente adecuados, producidos mediante métodos sostenibles, así como su derecho a definir sus propios sistemas agrícolas y alimentarios. Desarrolla un modelo de producción campesina sostenible que favorece a las comunidades y su medio ambiente. Sitúa las aspiraciones, necesidades y formas de vida de aquellos que producen, distribuyen y consumen los alimentos en el centro de los sistemas alimentarios y de las políticas alimentarias, por delante de las demandas de mercados y empresa”
6.- Avanzar en iniciativas como el Ingreso Mínimo Vital para que lleguen a todas las familia; es decir, un ingreso mínimo vital universal que vaya encaminado a seguir avanzado hacia una renta Básica Universal. Pues, esta evitaría que nadie tenga que trabajar por debajo de la ley para poder comer, pagar la luz o la hipoteca.