Opinión
El gobierno de la muerte y las ganas de vivir

Koldo falleció en Gasteiz de una enfermedad crónica que le causaba problemas graves en el corazón. Primero fue desahucidao, luego Osakidetza decidió no operarle porque, al no tener casa, no reunía las condiciones “adecuadas” para un postoperatorio. En Europa hemos pasado de la explotación asalariada a la expropiación masiva sin apenas transición, y ahora tenemos ambas en un mismo cuerpo.
Calle Cuchillería Gasteiz
Calle Cuchillería. Foto: Santiago López Pastor
21 sep 2021 06:00

Argilan-ESK y la plataforma Derecho a Techo denunciaron que “Osakidetza ha decidido no operarle de dicha dolencia [a Koldo] porque no podría hacer un postoperatorio “adecuado” al no vivir en una “vivienda digna”. Además de padecer dicha enfermedad que le llevaba a una muerte anunciada si no se le operaba, Lanbide le reclamaba ilegalmente, tal y como Argilan demostró, 9.000 euros de una deuda prescrita y, por si fuera poco, los servicios sociales, que no sé si lo sabéis, pero son los más íntimos amigos de la ciudadanía, se pasaban la pelota de mano en mano mientras el departamento de Territorio y Acción por el Clima empezó a multarle a Koldo por vivir en una lonja. Toma Acción por el Clima. 

Koldo no tuvo otra opción que empezar a vivir en su propio bar-lonja, insalubre y sin actividad desde hacía tiempo, porque fue desahuciado por el banco en 2019 junto a su anciana madre. Es decir, el Estado, que pagamos entre todas, con sus ayuntamientos, sus servicios sociales, su policía y su sanidad pública, dejó a Koldo en una lonja insalubre morir despacio como una colilla, con una enfermedad grave que le afectaba al corazón, del cual no quisieron operar porque vivía en una lonja insalubre como una colilla. 

No quisiera, en cambio, indagar aquí sobre los errores y negligencias humanas que han llevado a Koldo a vivir sus últimos meses como si fuera una colilla. Preferiría que nos centráramos en este proceso kafkiano que acabo de relatar como un fenómeno estructural que caracterizará este crudo siglo veintiuno, porque un Estado que desahucia una familia cada 12 minutos es un Estado organizado en contra de su población, un Estado subsumido por las corporaciones, en este caso, bancarias, que viven de la riqueza que todas producimos, que viven por tanto de lo que vulgarmente se conoce como “robo a mano armada” y, no vulgarmente, como expropiar. La expropiación se compone de desposesión, humillación y violencia directa. Las vidas expropiadas no tienen sueldo, no tienen derechos y no tienen futuro. Es la muerte en vida, fraguada por las instituciones públicas que solo tienen un 2% de alquileres sociales porque están al servicio del capital financiero, parte del cual está compuesto por la élite política que dirige dichas instituciones. Eso explica, por poner un ejemplo, por qué Kutxabank puede vender legalmente sus viviendas a un fondo buitre sin que ni el Ayuntamiento de Gasteiz ni el Gobierno Vasco ejerzan su derecho a retracto y tanteo. No se expropia a Koldo, a Carmen, a Nayua y a millones de personas en la última década, por despiste o error humano. Es todo un sistema político el que produce vidas expropiadas. 

Hemos oído muchas veces eso de que el dinero crea más dinero. En cambio, menos oímos que la pobreza crea más pobreza porque la creación de dinero que crea más dinero lo hace creando más pobreza

Hemos oído muchas veces eso de que el dinero crea más dinero. En cambio, menos oímos que la pobreza crea más pobreza porque la creación de dinero que crea más dinero lo hace creando más pobreza. Como decía Jason Moore, detrás de un Manchester siempre hay un Mississippi, y detrás de Mendizorrotza el Casco Viejo y Abetxu, detrás de Neguri Basauri y detrás de un Ayuntamiento que privatiza los espacios, las viviendas y los servicios sociales está Koldo en su lonja, Carmen sin calefacción y Nayua sin tratamiento. 

Servicios públicos
País Vasco Fallece un vecino de Gasteiz al que el Servicio Vasco de Salud se negó a operar por no tener domicilio
En julio de 2019 le desahuciaron de la vivienda donde residía con su madre en la calle Cuchillería de la capital alavesa por impago del crédito hipotecario. El fallecido denunció en mayo que Osakidetza le requería un entorno “adecuado” para pasar el postoperatorio de un cambio de válvula cardíaca.

Obediencia ciudadana

Al parecer, Koldo “no encajaba” con las ayudas y los recursos que el ayuntamiento ofrecía. Es algo habitual en los pobres. Tienen la manía de no encajar en las leyes, los derechos, las normas y las ayudas pensadas por la bondadosa ciudadanía. Así que van por ahí jodiendo el Estado social y constitucional de los ricos y de la pudiente obediencia ciudadana. Por lo que al final resultará que el único responsable de morir como una colilla será Koldo. No hay nadie al otro lado. Solo burocracia y capital. Porque ni el Ayuntamiento, ni sus servicios sociales, ni Osakidetza, ni el Gobierno vasco tienen la responsabilidad. ¿Sabéis por qué? Porque al privatizar las instituciones públicas, privatizan la responsabilidad. Y, entonces, si no te operan, es tu responsabilidad porque vives en una lonja indigna para el posoperatorio y si vives en una lonja insalubre porque te han desahuciado es tu responsabilidad porque ya hay albergues para dormir y si no te dejan quedarte en un albergue para pobres porque tienes perro, pues te quedas en tu multada e insalubre lonja enfermando aún más, bajo tu responsabilidad, hasta morir arruinado. Bajo tu responsabilidad. 

Al final, resultará que el único responsable de morir como una colilla será Koldo; al privatizar las instituciones públicas, privatizan la responsabilidad

Pero nada tiene esto que ver con nada, y menos con el hecho de que la inversión pública y por tanto el dinero de Koldo, el tuyo y el de nuestras abuelas vaya a Iberdrola, Endesa, Repsol y Naturgy que tienen solo en la CAV a 100.000 personas con restricciones en suministros y a un 1,4% de las viviendas familiares sin ningún tipo de calefacción. Nada tiene que ver con que la inversión municipal sea caritativa y estén los servicios sociales y la atención primaria colapsados con el hecho de que Euneiz, la nueva universidad privada de Gasteiz, reciba medio millón por decisión de las autoridades públicas que han votado en contra de limitar los alquileres pero a favor de redirigir el dinero de Koldo a los bancos rescatados, rescatados también con el dinero de Hassan, de Jose y de Amaia, que tampoco tenían vivienda, porque las tienen Blacstone y Caixabank. 

Por eso la ocupación no es solo una opción legítima sino una virtud ético-política. 

Pasamos de regímenes europeos que, desde el siglo pasado, y en las capitales del capital, separaban más o menos nítidamente la explotación de la expropiación a un sistema que ya no necesita separarlos. Para que se dé la explotación productiva hay que crear sujetos o vidas productivas: los trabajadores blancos con derechos del siglo veinte son un buen ejemplo de vidas explotadas. En cambio, cuando hablamos de expropiación hablamos de la producción de vidas esclavas, hablamos de sujetos que se explotan sin sueldo ni derechos: la mayoría de la población mundial está en este eje. La distinción, dentro del capitalismo, entre el liberal concepto de gobernar la vida y el neoliberal concepto de gobernar la muerte, es que en la primera necesitas crear un tipo concreto de vida, vidas productivas, lo cual requiere que la población tenga ciertas capacidades y conocimientos que le posibiliten producir (cierto tipo de plusvalía), es decir, requiere desplegar masivamente estructuras de educación y sanidad pública, acceso a vivienda y servicios varios para que las trabajadoras puedan vivir productivamente, mientras que el objetivo del segundo tipo de gobierno no es gobernar la vida, sino la muerte porque les sobra vida. Les sobra Koldo, les sobra Carmen, barrios enteros, pueblos enteros, países enteros. Porque el capitalismo financiarizado actual produce “dinero creando más dinero”.

Les sobra Koldo, les sobra Carmen, barrios enteros, pueblos enteros, países enteros

Les sobra mano de obra (asalariada), les sobra el sistema sanitario público y los servicios sociales, así que aumentan los recortes y las subcontratas, aumentando así los errores humanos, las listas de espera y el tiempo de diagnóstico mientras la gente va muriendo de enfermedades operables o tratables. Y para poder hacer esto democráticamente, la Justicia se une grácilmente a este baile macabro avalando leyes que legalizan este gobierno de la muerte, este dejar morir a la población, sea en lonjas sea en el mediterráneo, legalizando esta expropiación que son los desahucios, normalizando la falta de tratamientos, y convirtiendo en sistema la ausencia estructurada de cuidado y de atención. Por ello, todo esto, no son daños colaterales del progreso o errores humanos, son objetivo premeditado y estudiado de un sistema que ya no va a gobernar masivamente la vida de la población para hacerla productiva porque no la necesita, por lo que va a gobernar su muerte para que una pequeña élite engorde sin límite sus carteras y sus bitcoins.

En Europa hemos pasado de la explotación asalariada a la expropiación masiva sin apenas transición, y ahora tenemos ambas en un mismo cuerpo. En una misma vida. La vida de Koldo. De Nayua, de Jose, de nuestros padres e hijas.  

Pero siempre habrá algo que no nos pueden expropiar: las ganas de vivir y de organizar la resistencia. Así que estad atentas a los llamamientos. Si nos dan muerte, que no esperen paz.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Agroecología
Agroecología El euskera es agroecológico
No es casual que en las huertas de Euskal Herria el euskera, con sus diferentes acentos y procedencias, sea el puente común que conecta cosmovisiones sedientas de justicia para el campo y emancipación para las personas
Ecologismo
Infraestructuras Ecologistas recuerdan que hay una alternativa al TAV por Aralar ante la amenaza de expropiaciones
El secretario de Estado de Transportes del Gobierno español, José Antonio Santano, abrió la puerta a hacer “expropiaciones temporales” ante los obstáculos que se están encontrando en los municipios afectados por la conexión entre Navarra y Euskadi
Educación
Educación ¿Qué le pasa al profesorado?
Muchas personas se preguntan qué está pasando para que las huelgas de la educación pública vasca tengan un seguimiento tan masivo si somos un colectivo con buenas vacaciones y salarios dignos
Tunigu
21/9/2021 15:21

Buen artículo, gracias.
Para que Koldo haya muerto abandonado, se ha adiestrado a toda una sociedad en la indiferencia hacia el dolor ajeno y a colectivos concretos, además, en la crueldad. Es esa soberbia del "alguien tiene que hacer el trabajo sucio", que permite justificarse moralmente a lxs psicópatas; el cierre de identidades sociales esterilizadas emocionalmente...
Nos hemos dejado solxs, es posible que por miedo a no poder existir materialmente, pero el precio ha sido vivir como zombis, ni vivxs ni muertxs.
Si todavía hay algo que nos cause dolor en las entrañas, si nos enloquece este "mundo", tal vez nos podamos sentir afortunadxs. Siendo así, seguir luchando es la única forma de poder seguir.

0
0
Infancia
Infancia Reforma de la ley de infancia: cinco claves para proteger a las madres protectoras
El Ministerio de Infancia y Juventud ha iniciado un proceso para ampliar esta norma aprobada en 2021. Varias organizaciones dan las claves para evitar el castigo a las madres protectoras.
Israel
Israel Israel lleva de nuevo a Gaza al borde de la hambruna con su bloqueo de suministros más prolongado
“Hay días que no puedo permitirme comer”, comenta Muhammad, residente en la ciudad de Gaza, donde regresó con su mujer y su hijo después de la tregua del 19 de enero, tras más de un año desplazados.
Granada
Urbanismo 146.574 m² de solares vacíos en Granada por disfrutar
“¿Y si estos espacios no estuvieran esperando al próximo gran inversor? ¿Y si ya fueran nuestros?”. Esta y otras reflexiones sobre la especulación inmobiliaria, en un proyecto artístico exhibido en el Centro José Guerrero.
Música
Kiliki Frexko “No me interesa el arte político que te dice qué pensar o cómo deben ser las cosas”
Tras años de trabajo colectivo, Kiliki Frexko presenta su primer proyecto en solitario. ‘Iltze 1’ es un paso adelante en su trayectoria, donde mezcla referencias, explora nuevos sonidos y habla desde un lugar más personal, sin perder el filo.

Últimas

Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Opinión
Opinión Es el militarismo, amigo, el militarismo
¿Puede que si el militarismo es la solución para todo, realmente no solucione nada, sino que realmente sea el problema?
Guerra en Ucrania
Conflicto bélico Rusia y Ucrania acuerdan un principio de alto el fuego marítimo a instancias de Estados Unidos
La Casa Blanca emite dos comunicados que coinciden en señalar una tregua en el Mar Negro y en prometer trabajo para el final de los ataques energéticos por ambas partes.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Más noticias
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.

Recomendadas

Galicia
Galicia Un municipio gallego demanda a la Xunta por la contaminación del embalse de As Conchas
Los vecinos de la comarca de A Limia llevan a la Xunta ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por la contaminación provocada debido a la cría intensiva de ganado porcino y avícola en esta zona de Ourense.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Naturae, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.