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Migración
València se manifiesta por tercera ocasión para exigir justicia por la Masacre de Melilla
Este pasado sábado se concentraron alrededor de 60 personas en la Plaza del Ayuntamiento convocadas por el Movimiento Contra la Masacre de Melilla, el cual integra asociaciones como La Federación Unión Africana España y otros colectivos. En el manifiesto las personas indignadas señalaron que, a pesar de los reiterados llamados de la comunidad internacional, “la respuesta del gobierno español y marroquí sigue siendo escasa y débil”.
El movimiento exige justicia por los hechos ocurridos el pasado 24 de junio, cuando en el paso del barrio chino de Nador, en la ciudad autónoma de Melilla, más de 130 personas intentaron cruzar la valla y un número indeterminado de personas fallecieron como efecto del uso de la fuerza desproporcionada por los cuerpos de seguridad de los Estados marroquí y español. La cifra oficial reconocida por los gobiernos ha sido de 23 personas fallecidas, sin embargo, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos aseguró que según sus datos la cifra podría aumentar hasta 58 personas.
Una cantidad importante de supervivientes “que continuaban heridos, fueron deportados y ahora están atrapados en las cárceles de Marruecos”, afirma Mohamed Mboirick, portavoz del movimiento, quien ha exigido durante el acto “el respeto de sus derechos fundamentales y protección internacional”. El activista africano señaló que la ausencia de mecanismos de supervisión en las cárceles marroquíes “perpetúa la impunidad en el uso de la fuerza contra los supervivientes”. Otra parte de los supervivientes, aún con el duelo de amigos y familiares asesinados a golpes por la gendarmería marroquí, según testimonios de los afectados durante la “tragedia de Melilla”, se han instalado en edificios abandonados en Casablanca y dependen en gran medida de la asistencia y la solidaridad de la ciudadanía, o de los ingresos obtenidos ejerciendo pequeños oficios, debido a la falta de programas de ayuda de las instituciones africanas que garanticen su alojamiento y subsistencia. “Es indignante que los políticos de Marruecos y España no se preocupen por hacer una investigación independiente que castigue a los asesinos”, señaló una mujer racializada durante la concentración. “Parece ser que tienen miedo a que alguien que no sean ellos mismos investiguen”, y concluyó, “basta ya de que nuestras vidas no importen”.
Más allá de una posible investigación independiente, la demanda del movimiento en València se ha centrado en la protección de los supervivientes y en su liberación. El pasado mes de julio, la justicia marroquí condenó a 33 supervivientes a once meses de prisión por organizar y facilitar la entrada y salida ilegal de Marruecos y el 17 de agosto fueron condenadas 13 personas más, con penas de dos años y medio de prisión y multas de 10.000 dirhams, unos 950 euros.
Basándose en los compromisos internacionales adoptados por Marruecos y las recomendaciones de las Naciones Unidas, Mboirick exigió que “se garanticen los derechos humanos de todas las personas migrantes que se encuentran en Marruecos, con independencia de su situación administrativa”. Además, en el manifiesto el movimiento exige “la designación de un grupo de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas para acompañar el proceso de las personas supervivientes y que se ponga fin a la política de devolución arbitraria a otros países”.
Durante la concentración pudieron escucharse discursos de varias personas indignadas, música en directo y al nuevo Movimiento Fuerza Migrante de València que nació para motivar el voto en los comicios municipales del próximo año. Durante la concentración se puso en valor la próxima Marcha al Parlamento Europeo, convocada por la Caravana Abriendo Fronteras y por Salvamento Marítimo-Proyecto Aita Mari que con el lema ¡Derechos! ¡No muertes! participarán activistas del Movimiento contra la Masacre en Melilla de la ciudad de València. La marcha saldrá desde varias ciudades europeas para que alrededor de 130 organizaciones migrantes y solidarias se encuentren en Bruselas del 26 de septiembre al 2 de octubre.
La movilización tiene como objetivo presionar a la Unión Europea para denunciar las más de medio millón de vidas perdidas en las fronteras en las últimas tres décadas, exigir el respeto a los derechos humanos, especialmente en la Frontera Sur y exigir que la institución supranacional interceda ante los miembros de la Comunidad Europea para agilizar procesos de regularización masivos para las personas migrantes que viven y trabajan en Europa. En el documento que harán llegar a los europarlamentarios, las organizaciones exigen medidas como la creación de oficinas de personas fallecidas y desaparecidas que permitan identificarlas y ofrecer un tratamiento digno. Exigen además que se permita trabajar a los barcos de rescate, el cese de las devoluciones en caliente y objetivos ambiciosos como la disolución de Frontex y el cierre de los CIE.
La Marcha al Parlamento Europeo y las últimas movilizaciones migrantes se enmarcan en el contexto de la Masacre de Melilla y en la muerte de una joven subsahariana, el pasado lunes 12 de septiembre cuando la gendarmería marroquí disparó a 35 personas personas que intentaban subirse a una patera, entre ellas dos bebés y quince mujeres.