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Economía
Entender los presupuestos de la Junta de Andalucía (I)
Los presupuestos presentados por el ejecutivo andaluz al Parlamento autonómico se han visto afectados, irremediablemente, por la crisis sanitaria. Inyección de dinero público, ayudas a los sectores más perjudicados y, lo más importante, cómo se llevan a cabo estas medidas. Para ello, el autor nos trae un artículo, dividido en dos partes, para comprender qué son los presupuestos y de qué partidas se componen, sin olvidar los factores clave influidos por decisiones políticas.
En esta primera parte, de carácter más técnico, el autor clasifica los tipos de ingresos y gastos incluidos en los presupuestos.
Los presupuestos de las Administraciones Públicas no vienen a ser nada más que predicciones –que pueden cumplirse o no- sobre cuánto y en qué van a gastar el dinero y de dónde lo van a obtener. Es decir, el presupuesto nos indica:
- Qué es (cantidad) lo que va a gastar el Sector Público.
- Dónde lo va a gastar (destino). La decisión sobre las actividades en la que se van a efectuar los gastos va a determinar la orientación de los planes públicos y sus posibles efectos.
- El volumen (cantidad) de los recursos financieros de los que dispone la administración para hacer frente a dichos gastos.
- La procedencia (origen) de estos recursos, es decir, los distintos tipos de ingresos con que la Administración financia sus gastos. La procedencia de los ingresos tendrá distintos efectos sobre la población.
El presupuesto es resultado de algún tipo de plan o está basado en él, por lo que se presenta como una herramienta útil y objetiva a la hora de analizar los planes de nuestros gobernantes. Todo esto nos sitúa ante el que tradicionalmente se ha considerado el problema básico de la economía: la necesidad de elegir entre varias alternativas (posibles distribuciones de los gastos entre las diferentes partidas) restringidas por la escasez de los recursos (ingresos obtenidos) y el carácter virtualmente ilimitado de las necesidades. Las opciones adoptadas reflejan, por tanto, las intenciones y definen una política.
Obviamente, los presupuestos solo tienen sentido si se llevan a la práctica. Una simple previsión de los gastos e ingresos carece de valor, especialmente para las Administraciones Públicas, salvo que tenga carácter obligatorio. Para el caso de las Administraciones Públicas, se han desarrollado varias leyes y normas sobre la gestión y el control presupuestario que aseguran un debido cumplimiento del presupuesto, y que establecen los cauces necesarios para modificarlos durante su aplicación ante algunas situaciones especiales1 como, por ejemplo, una pandemia a escala mundial o una catástrofe natural.
Composición del presupuesto
El presupuesto está compuesto por los ingresos y los gastos. A la diferencia entre ambos se le denomina saldo presupuestario.
La clasificación funcional, de especial importancia a la hora de interpretar las directrices de la política pública, divide el gasto en función de los objetivos perseguidos y, a un nivel más detallado, por programas que se esperan implementar para la consecución de estos objetivos.
Ingresos
Los ingresos son los recursos de los que cuenta la Administración Pública para acometer sus diversas actividades. Pueden provenir de:
- Impuestos (Ingresos tributarios): Es una detracción obligatoria y sin contrapartida directa efectuada por los organismos públicos para sufragar los gastos de la Administración Pública. Sin contrapartida directa significa que no se obtiene un bien o servicio concreto identificable con esos pagos.
- Tasas y precios públicos: A diferencia de los impuestos, estas detracciones se pagan a cambio de un servicio directo y específico que proporciona la Administración a quien paga, por ejemplo, la recogida de basuras o la posibilidad de circular con un vehículo.
- Transferencias corrientes: Son operaciones de redistribución de la riqueza que adoptan la forma de desembolso efectuado por un agente económico a otro sin contrapartida aparente y directa, con un objetivo social y económico. Un ejemplo es el dinero que recibirá el estado y las CC.AA. de fondos europeos para afrontar las repercusiones del COVID-19.
- Ingresos patrimoniales: Son los que el Sector Público obtiene por ser propietario de un patrimonio.
Al conjunto de estas operaciones se le denomina operaciones corrientes, pues reflejan las variaciones que se producen por el funcionamiento de la Administración.
Sin embargo, estas no son las únicas actividades de las que pueden obtener sus ingresos las Administraciones públicas, sino que existen otras partidas de ingresos. No debemos olvidar que las administraciones públicas son agentes económicos con capacidad para comprar y vender, tener cuentas corrientes o fondos e inversiones y realizar muchas otras actividades susceptibles de generar ingresos. Podemos agruparlas en:
- Ingresos obtenidos por operaciones de capital: Comprende los ingresos obtenidos por la venta de patrimonio susceptible de producir renta (activos) y las transferencias de capital recibidas.
- Ingresos obtenidos por operaciones financieras: Reflejan las variaciones positivas de los activos en dinero y crédito. Por tanto, abarcan los depósitos, títulos a corto y largo plazo, obligaciones, acciones, créditos, bonos, etc.
Para el caso de los presupuestos de las CC.AA., es necesario señalar que los ingresos proceden de transferencias de administraciones estatales y comunitarias, los tributos gestionados por el gobierno andaluz y, principalmente, por la cesión de las cuantías que les corresponden a las CC. AA. de los tributos gestionados por el Estado.
Gastos
Los gastos se pueden clasificar según su estructura económica (al igual que los ingresos) o según su estructura funcional, que tiene en cuenta las políticas, programas y líneas de gasto.
Al igual que ocurre con los ingresos, la clasificación económica distingue entre:
- Gastos corrientes, reflejan las variaciones que se producen por el funcionamiento de la Administración y que comprenden los gastos de personal, los gastos por adquisición de bienes y servicios corrientes, los gastos financieros de pago de deuda, y las transferencias corrientes realizadas.
- Los gastos por operaciones de capital incluyen las adquisiciones de patrimonio susceptible de producir renta (inversión en activos) y las transferencias de capital efectuadas.
- Los gastos de operaciones financieras reflejan las variaciones negativas de los activos en dinero y crédito.
La clasificación funcional, de especial importancia a la hora de interpretar las directrices de la política pública, divide el gasto en función de los objetivos perseguidos y, a un nivel más detallado, por programas que se esperan implementar para la consecución de estos objetivos. Más adelante se profundizará un poco más en cada función, pero a grandes rasgos, esta clasificación relaciona los gastos en:
- Deuda pública. Cuando una administración pública necesita gastar más de lo que ingresa, pide dinero prestado. Esto es lo que se conoce como emisión de deuda pública. Los agentes económicos que la adquieran estarán prestando dinero a esta administración, que tendrá que devolverlo con intereses. Los pagos por deuda pública incluyen amortización (el montante que le han prestado) más los intereses.
- Servicios de carácter general: gasto en personal y bienes y servicios de la Administración Andaluza (Junta de Andalucía) y sus organismos autónomos, así como las competencias en Justicia.
- Protección civil y seguridad ciudadana
- Seguridad, protección y promoción social
- Producción de bienes y servicios públicos de carácter social: sanidad, educación, vivienda, cultura, deporte, bienestar comunitario.
- Producción de bienes y servicios públicos de carácter económico: Infraestructuras, transportes, comunicaciones, investigación e innovación y “sociedad del conocimiento”.
- Regulación económica general. Son gastos para mantener o implantar un marco que la administración considera idóneo y accesible para que los agentes económicos desarrollen su actividad
- Regulación económica de los sectores productivos
- Relaciones con otras Administraciones.
Además, también se puede esbozar el presupuesto de gasto atendiendo a las secciones a las que se destinan, es decir, los distintos organismos que tienen poder para ejecutarlo.
Como ya se adelantó, la diferencia entre ingresos y gastos se denomina saldo presupuestario. Si los ingresos previstos no son suficientes para cubrir las necesidades previstas de gastos, la situación será de déficit público y la Administración recurrirá a la emisión de títulos de deuda pública. En el caso de que los ingresos superen los gastos, habrá lo que se denomina superávit, mientras que, si ambos coinciden, el presupuesto está equilibrado.
Economía
Notas económicas Entender los presupuestos andaluces (y II)
Tras publicar la primera parte en la que se explicaba la parte básica de los presupuestos públicos de ingresos y gastos, en esta segunda y última entrega, el autor hace referencia a las distintas políticas fiscales que suelen aplicarse según la orientación ideológica y las partidas más importantes que hemos de observar para conseguir una mayor cohesión, políticas sociales e inversión pública de cara a satisfacer las necesidades básicas de la población. ¿Keynesianismo, inversión privada, recortes? Los presupuestos, como deja en evidencia el autor, son un ejercicio básico que la ciudadanía debe atender porque de él depende su futuro.
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1 El presupuesto tiene cuatro etapas: elaboración, discusión y aprobación, ejecución y control.