Niños y confinamiento por coronavirus
Dos niñas miran un programa infantil durante los días de confinamiento por coronavirus. Dani Gago

Coronavirus
Coronavirus y lucha de clases: los que no tienen qué comer

La crisis del coronavirus tiene un claro sesgo de clase. Después de analizar la situación de los trabajadores de Metro y las personas que trabajan en la limpieza de las calles, el autor repasa el día a día de las personas más precarias, aquellas que no tienen garantizado un plato de comida al finalizar el día.

José Luis Carretero

Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión

27 mar 2020 11:06

El coronavirus sigue haciendo estragos en la sociedad española. Y el impacto de clase de la pandemia es cada vez más evidente. Mientras se disciplina rotundamente a las clases populares, con un estado policial nunca visto, y se mantiene el pulso económico más allá de lo estratégico, pese a los llamamientos desesperados reclamando el cierre de las actividades no esenciales de una buena parte de la comunidad científica, el conflicto de clase se muestra de forma desnuda y perentoria en la mayor parte de los hogares.

Más de 200.000 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) en apenas unos días, con los que se consigue que los trabajadores se paguen a sí mismos la prestación de desempleo mientras dure la crisis, ya que son ellos —los rendimientos del trabajo retenidos en las nóminas en concepto de IRPF— los que mantienen la base fundamental de los recursos fiscales del Estado. Y ello en medio de un caos creciente en el Servicio de Empleo Estatal, que no puede garantizar el pago a inicios del mes de abril, pese a que los trabajadores de dicho servicio público siguen acudiendo presencialmente a las oficinas, aunque no atiendan en ellas a los demandantes de empleo, con el consiguiente peligro para su salud.

Cientos de miles de trabajadores que siguen en sus puestos de trabajo con una evidente carencia recursos preventivos o sanitarios, incluso en sectores no estratégicos como el telemarketing, la obra pública o la jardinería.

Grandes ramas del capital desoyen abiertamente las órdenes de la inspección de trabajo, o de las autoridades sanitarias, y que no son molestadas en modo alguno por las fuerzas de seguridad

Grandes ramas del capital que desoyen abiertamente las órdenes de la inspección de trabajo, o de las autoridades sanitarias, y que no son molestadas en modo alguno por las fuerzas de seguridad, más ocupadas en controlar a quien alarga en demasía el paseo del perro, multiplicando así el número de infectados y la presión sobre los hospitales. Un sistema sanitario desbordado, degradado por el continuado saqueo de los servicios públicos de la última década, y abandonado por un sistema productivo privado que no ha sido disciplinado por el Estado para ponerlo a producir coactivamente lo necesario en esta situación de urgencia —mascarillas, guantes, respiradores…—.

emergencia humanitaria

La clase trabajadora está en el centro de la devastación de esta pandemia: viviendas insalubres, hacinamiento, recursos escasos, salarios de miseria, servicios públicos colapsados, precariedad laboral y vital que impone el trabajo en condiciones inseguras o envía de cabeza a la marginalidad.

Porque no podemos olvidar que ya antes de la pandemia un sector importante de la clase trabajadora estaba en una situación de abierta emergencia humanitaria. Nos referimos a los desempleados, personas dependientes, trabajadores y trabajadoras informales —servicio doméstico, venta ambulante, tiempo parcial indeseado, pequeñas “ñapas”, trabajo sexual—, migrantes sin documentación y, también, no lo olvidemos, a todo ese sector creciente en las últimas décadas, gracias a las recurrentes reformas laborales, conformado por los llamados working poors —trabajadores que, pese a tener un empleo, no consiguen con su sueldo superar el umbral de la pobreza—.

Ese sector abiertamente marginalizado se está multiplicando exponencialmente en las últimas semanas, sin que tengamos siquiera instrumentos para saber en qué medida

Ese sector ha sobrevivido las últimas décadas gracias a ayudas públicas siempre menguantes, al colchón familiar, cuando lo había, y a diversas iniciativas de solidaridad de los movimientos sociales y de otros organismos caritativos, como los Bancos de Alimentos o los Bancos de Tiempo presentes en muchas ciudades. Ese sector abiertamente marginalizado se está multiplicando exponencialmente en las últimas semanas, sin que tengamos siquiera instrumentos para saber en qué medida. Y la profundidad de su miseria se vuelve abisal en una sociedad que, pese a todo, sigue comercializando on line con todo tipo de cachivaches.

Nos lo cuenta Luis Miguel Sáenz, del colectivo Los Invisibles del barrio madrileño de Tetuán. En los últimos tres años, la Comunidad Autónoma de Madrid ha desarrollado una práctica absolutamente rigorista a la hora de conceder la Renta Mínima de Inserción a las familias más vulnerables del barrio. Se han multiplicado las “suspensiones cautelares” de dicha Renta ante la más mínima sospecha, muchas veces infundada, de que el beneficiario estaba obteniendo otros recursos económicos, por escasos que fueran. Ahora, obviamente, los ciudadanos con la renta suspendida “cautelarmente” —es decir, sin que se haya dictado una resolución firme que indique que no les correspondía seguir cobrando— se encuentran sin ningún ingreso y con todos los procedimientos administrativos suspendidos por el Estado de Alarma.

Por otra parte, los comedores escolares de la Comunidad de Madrid se han cerrado, y la nueva ayuda a las personas que tenían anteriormente derecho a precio reducido no llega a todas ellas: solo a los perceptores de la renta mínima, que tienen que ir todos y cada uno de los días de la semana a determinados establecimientos como Telepizza y Rodilla, donde, tras buscar sus nombres en una lista, en abierto incumplimiento de la Ley de Protección de Datos y con clara afectación a su derecho a la intimidad, los dependientes les entregan un menú que ellos mismos califican de “insuficiente, insano y claramente deficiente desde el punto de vista nutricional”.

La cuarentena la van a pasar estos grupos humanos sin comida: los bancos de alimentos de la Iglesia o de los movimientos del barrio han cerrado en su mayoría, al no recibir fondos para continuar funcionando y no disponer de voluntarios para hacer repartos a domicilio

Mientras tanto, otro grupo de perceptores de la ayuda de comedor, los que no tenían concedida la renta mínima, pero si podían demostrar pocos o ningún ingreso mensual, se han quedado sin recibir nada.

Además, la cuarentena la van a pasar estos grupos humanos sin comida: los bancos de alimentos de la Iglesia o de los movimientos sociales del barrio han cerrado en su mayoría, al no recibir fondos para continuar funcionando y no disponer de voluntarios para hacer repartos a domicilio.

Un panorama que nos confirma, con sus variaciones barriales, Aurelio Villanueva, miembro de la Plataforma de Trabajadores en Paro de San Blas y Canillejas, en Madrid: “La gente del distrito está reclamando que haya una ayuda especial, las familias no resisten más tiempo”.

En San Blas, la Plataforma está repartiendo paquetes de comida de urgencia en los domicilios de las familias más vulnerables y está presentando sus reivindicaciones ante la Junta Municipal. Junto a una Asociación de Vecinos del barrio, han organizado una campaña para ayudar a las personas vulnerables a hacer la compra, obtener medicinas o hacer otras salidas el exterior. Hay muchos ciudadanos que no están teniendo absolutamente ningún ingreso. La plataforma acepta donaciones para comprar paquetes de comida, pero tienen que entregarse en efectivo, porque carece de cuenta corriente bancaria. También aceptan comida, bienes perecederos, productos de higiene, etc.

En San Blas, la Plataforma está repartiendo paquetes de comida de urgencia en los domicilios de las familias más vulnerables y está presentando sus reivindicaciones ante la Junta Municipal

Irene Moreno, del Banco Obrero de Madrid, nos informa, por su parte, de que las despensas de esta organización, que tiene varios Bancos Obreros de alimentos en los barrios de Hortaleza, Usera y Tetuán, se están vaciando.

Grupos de voluntarios de la organización están repartiendo comida en los domicilios de las familias más vulnerables. Por ejemplo, en casas de personas mayores o que tienen familiares a su cargo.

Cada día llegan pidiendo ayuda más familias en situaciones más extremas. Para tratar de canalizar la solidaridad proletaria, el Banco Obrero ha puesto en marcha una campaña de donaciones on line, mediante la que todos y todas podemos donar dinero desde nuestras casas para alimentos, productos para bebés, geles, champús, productos de higiene femenina y medicamentos. El dinero puede donarse a través de su página web

Irene Moreno, también, llama nuestra atención sobre lo que puede estar ocurriendo fuera de Madrid, en territorios con poca o nula incidencia de organismos de solidaridad de la clase trabajadora, donde es más difícil mantener el esfuerzo de llevar alimentos a las personas vulnerables, pero hay, sin duda, la misma o mayor extensión brutal de la miseria.

Armonía Díaz, por su parte, nos cuenta cómo están las cosas en la populosa localidad de Badalona, cerca de Barcelona. Armonía es una veterana de las luchas sociales, no en vano fue detenida hace cerca de un año al intentar parar un desahucio de una familia en situación de vulnerabilidad económica. El procedimiento judicial que le abrieron por desobediencia o atentado a la autoridad aún está sin resolver. En Badalona hay mucha gente, en situación muy precaria, cobrando la Renda Garantida que ha puesto en marcha la Generalitat, tras las campañas de movilizaciones al respecto de los movimientos sociales. Sin ese ingreso no tendrían para comer.

Trabajadores y trabajadoras sin empleo, migrantes, subempleados y subempleadas, trabajadores pobres, mayores abandonados. Infraviviendas que impiden realizar cuarentena alguna a familias en la miseria

La Plataforma de Afectados por la Crisis de Badalona ha hecho una recogida y reparto de alimentos entre familias del barrio. Ha habido muchas denegaciones injustas de la Renda Garantida a familias que se dedican a la venta ambulante o de chatarra, partiendo de la base de sospechas infundadas. También es de reseñar que los cooperativistas de la localidad tampoco están cobrando la Renda, pese a que la actividad de la mayoría de las cooperativas, como la iniciativa de reparto AmbBici de la que es socia-trabajadora Armonía, se ha hundido drásticamente durante estas semanas, y sus socios están en una situación de enorme precariedad.

Trabajadores y trabajadoras sin empleo, migrantes, subempleados y subempleadas, trabajadores pobres, mayores abandonados. Infraviviendas que impiden realizar cuarentena alguna a familias en la miseria. Niños y niñas alimentados con comida basura, gracias a que sus padres figuran en las “listas de pobres” de la autoridad, que manejan empleados precarios de grandes transnacionales.

Exijamos una Renta Básica de Solidaridad, incondicional y suficiente, para todos los que sufren hoy las consecuencias del saqueo continuado en que consiste el capitalismo

Cuando veamos la riqueza y el fasto reaparecer en nuestras calles, con toda su pompa y su obscenidad, al acabar todo esto. Cuando veamos, y admiremos, y envidiemos, el lujo suntuoso y el despilfarro de los ricos y de los famosos, de los capitanes de industria y de los vividores del emprendimiento y la política, debemos recordar. Recordemos su precio, lo que no habrá desaparecido, la cara oculta de esta sociedad que no se borra pese que no se enseñe ni se comente en prime time. La cara de la de miseria de la sociedad del trabajo, la faz brutal de la violencia de la que nadie habla, la huella de la lucha de clases en los huesos y los ánimos de los trabajadores a los que se hurta hasta la posibilidad de vender su fuerza de trabajo por un precio suficiente para reproducirla para el capital. Los pobres y las pobres, que existen para que haya ricos.

Y, mientras tanto, exijamos una Renta Básica de Solidaridad, incondicional y suficiente, para todos los que sufren hoy las consecuencias del saqueo continuado en que consiste el capitalismo ya que, literalmente, les va la vida en ello. Lo que se opone a la enfermedad ahora, como ha sucedido siempre, no es la Alarma, sino la Justicia Social.

Coronavirus
Coronavirus y lucha de clases: los trabajadores de Metro

Los Metros siguen abiertos en el marco de la brutal bifurcación histórica que significa la pandemia de covid19. Se está trabajando en el Metro. ¿En qué condiciones? 

Coronavirus
Coronavirus y lucha de clases

La expansión de la pandemia del coronavirus, que ha provocado la declaración en nuestro país del Estado de Alarma, la intromisión más acusada en los derechos individuales de los ciudadanos desde la caída del franquismo, está mostrando, en su más palmaria brutalidad, las contradicciones sociales principales del capitalismo terminal. 

Archivado en: Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
Justicia
Transparencia Un fallo judicial aporta más intriga a la reelección de Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea
El TJUE determina que la alta instancia comunitaria no veló por los derechos ciudadanos a la transparencia al ocultar demasiada información sobre los contratos con las farmacéuticas para obtener vacunas contra el covid-19.
#53379
27/3/2020 11:52

Con todo lo ddicho, el virus no hace distinciones, no hay clase que valga.

1
1
República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
Palestina
Palestina “Es nuestra tierra”: colonos israelíes acampan en la frontera con Gaza para lograr un regreso permanente
Envalentonados, un grupo de ultranacionalistas israelíes están acampando cerca de la frontera con la Franja de Gaza para ser los primeros en establecer ahí su nuevo hogar.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
PSOE
Congreso del PSOE El PSOE borra la Q y el ‘plus’ de las siglas LGTBIAQ+ y los colectivos responden: “Se trasladará en violencia”
Unas enmiendas aprobadas durante el 41º Congreso Federal del PSOE piden excluir a las mujeres trans del deporte femenino y eliminan la ‘Q’ y el ‘plus’ en las siglas del colectivo queer en los documentos internos del partido.

Últimas

Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Urbanismo
Opinión Desordenación del territorio de la mano del Gobierno regional de Madrid
La Comunidad de Madrid impulsa, mediante tramitación de urgencia, un proyecto de ley Omnibus que afecta a diez leyes regionales con cambios de calado.
Más noticias
México
México Mar en Jaque: Trampas al agua
En esta entrega de la serie sonora sobre la salud de las costas mexicanas exploramos cómo actividades como la pesca y el marisqueo, al extraer especies de los ecosistemas, pueden comprometer su equilibrio
Lobo
Fauna amenazada La última llamada para frenar la desprotección del lobo pasa por Berna
El Comité Permanente del Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa decidirá esta semana si acepta la propuesta de la UE de rebajar el estatus de protección del 'Canis lupus'.
Lobo
Opinión El lobo, la democracia y el infierno
La protección del lobo es una cuestión de interés general y de defensa del equilibrio ecológico, pero también de autodefensa democrática contra los discursos de odio y de polarización extremista que están envenenando la convivencia.

Recomendadas

Sevilla
Palestina Dabke: zapateado colectivo para preservar la identidad palestina ante el genocidio
El grupo de dabke Haweia se encuentra realizando una gira por diferentes ciudades del Estado español para “preservar y promover la identidad cultural palestina utilizando el arte” frente al genocidio que está cometiendo Israel en el territorio.
Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.
Kurdistán
Hawzhin Azeez “Encarcelar a Öcalan es encarcelar a toda la nación kurda”
La académica kurda Hawzhin Azeez reflexiona sobre la actualidad de Kurdistán, la posible (pero remota) reactivación de los diálogos de paz en Turquía y la importancia de las mujeres kurdas para la liberación de su pueblo.
PSOE
Congreso Federal del PSOE Sánchez activa el recambio de barones díscolos y compra tiempo sobre la financiación catalana
El 41 cónclave federal del PSOE confirma que Pedro Sánchez no tiene rival en el partido socialista y que varias federaciones en crisis interna, con Madrid a la cabeza, van camino de tensas primarias.