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Camino al paraíso
Entreguemos las armas
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
La leyenda del gran bosque de Caledonia, nombre con el que los romanos llamaron al territorio de Britannia al norte del muro de Antonino que no llegaron a controlar, está en entredicho. Por lo menos su extensión, y desde luego su impenetrabilidad. Parece ser que fueron los romanos los que esparcieron esa idea de bosque cerrado, oscuro y lleno de amenazas. Exageraron sus cualidades para llevar mejor la derrota de sus fuerzas frente a las tribus locales, o eso es lo que defiende, entre otros, Jim Crumley, escritor escocés especializado en historia natural, autor de The Great Wood (El gran bosque, Birlinn, 2011).
Biodiversidad
‘Rewilding’, el planeta reclama lo suyo
La defensa del medio ambiente se ha centrado en conservar lo que tenemos, pero cada vez hay más voces que plantean la necesidad de renaturalizar grandes áreas que han perdido su biodiversidad vegetal y animal. En España aún no se ha hecho, aunque tenemos amplias zonas potenciales.
La gran arboleda que fue tomando las tierras escocesas tras la última glaciación, hace unos 12.000 años, no era, según las últimas investigaciones, especialmente densa. Tampoco está nada claro que ocupara la mayoría del territorio escocés como aparece en los mapas de Ptolomeo. Pero aunque no se sabe su extensión máxima, sí hay consenso en que colonizó un área muy superior a las manchas dispersas que existen hoy y que ocupan apenas el 2% del país. Ahora, en pleno siglo XXI, hay quien quiere recuperarla; el bosque y a sus habitantes primigenios.
The Scottish Rewilding Alliance tiene un plan: hacer de Escocia la primera nación rewilding con un 30% de los hábitats resalvajizados en 2030
Recuperar tampoco es la palabra exacta. El término que mejor lo describe es inglés, rewilding, porque en castellano no está clara la traducción: ¿resalvajizar?¿reasilvestrar? Sea como fuere, en Escocia esto del rewilding ya no es una moda, es todo un frente organizado para recuperar la biodiversidad y los espacios naturales. En algunos lugares lo que toca es replantar el bosque caledonio, proteger las plántulas del pastoreo excesivo y eliminar las especies no nativas. Es lo que lleva haciendo Trees for Life desde los años 90. En otras áreas, lo que hay que hacer es reintroducir especies perdidas, como se va a hacer con el gato salvaje en Cairngorms Connect, en el Cairngorms National Park, o como ha hecho el Grupo escocés del castor salvaje en sus diferentes reintroducciones llevadas a cabo. Y en otras, simplemente hay que dejar de pegar tiros a los seres que los habitan y darles un poco más de espacio. Echarnos a un lado.
Aunque ya no es posible reintroducir algunos de los animales que el Homo sapiens extinguió en aquellas tierras, como la extinta subespecie caledonia de oso pardo, sí está sobre la mesa devolver algunos de sus depredadores. Es el caso del lince o del lobo, como está planteando el propietario privado de la Reserva Natural de Alladale, Paul Lister. Sí, es necesario para conseguir un equilibrio ecológico (anótese bien, que por aquí van quedando pocos).
Leer sobre esto, aun sabiendo que no es oro todo lo que reluce, produce una sanísima envidia. Pienso en la posibilidad de hacer algo así en la península que habito
Pero lejos de quedar en acciones aisladas, 23 organizaciones se han unido en The Scottish Rewilding Alliance con un plan claro: quieren hacer de Escocia la primera nación rewilding. Y ponen cifras, y fechas: plantean un 30% de los hábitats escoceses (incluidos los acuáticos) resalvajizados para 2030.
Leer sobre esto, aun sabiendo que no es oro todo lo que reluce, produce una sanísima envidia. Pienso en la posibilidad de hacer algo así en la península que habito, aunque no hay que olvidar conocidos esfuerzos en ese sentido (los programas Life para recuperar el lince, por ejemplo). En 2019 pregunté al respecto a alguna gente que sabe de esto. Deli Saavedra, doctor en biología y director regional en Rewilding Europe, fue uno de los que apuntaba entonces al Sistema Ibérico como una de las zonas susceptibles de ser “resalvajizadas”. Entonces apenas había iniciativas rewilding en España. Cuatro años después, este biólogo señala que “el rewilding ha llegado para quedarse” y enumera las diferentes reintroducciones de especies realizadas, casos como la renaturalización de ríos o la eliminación de presas que realizan entidades como AEMS-Ríos con vida. Además, Rewilding Europe ha puesto en marcha el proyecto Iberian Highlands con la idea de actuar precisamente sobre el sur del Sistema Ibérico, una zona hoy más famosa por ser epicentro de la España vaciada que por espacio natural.
El conocido entomólogo Edward O. Wilson planteó una idea que para muchos es clave: dejar medio planeta a la biodiversidad
Presentada en octubre, esta iniciativa pretende “recuperar funciones de los ecosistemas que se han perdido”, relata Saavedra. En concreto, comenzarán con la reintroducción de grandes herbívoros: “Aquí ha habido ganado mayor, caballos y vacas, durante siglos, quizá milenios, y por primera vez en la historia estos animales desaparecen por el abandono. Así que tenemos ecosistemas donde crecen los arbustos, estos no se comen y al final se producen los incendios forestales”. Para restaurar estas funciones naturales, y no tener que paliarlas con desbrozadoras, están reintroduciendo razas antiguas de bovino y equino, de momento caballos serranos y tauros, la raza criada para intentar recuperar el desaparecido uro, el gran bovino euroasiático cuyo último ejemplar murió en 1627. También trabajan por la conservación de los bosques viejos y quieren aprovechar todo esto para el desarrollo humano local a través del ecoturismo, que aunque esto en el fondo no va de humanos, sin ellos no es posible hacerlo.
Así, en un mundo acosado por las actividades humanas, acciones que han llegado al punto de desestabilizar el clima global y producir la sexta extinción masiva de especies, toca no solo meter el freno de mano, sino dar marcha atrás. El conocido entomólogo Edward O. Wilson, fallecido en diciembre de 2021, planteó una idea que para muchos es clave: dejar medio planeta a la biodiversidad. Es un proceso que incluiría la drástica ampliación de áreas protegidas unida a toda una serie de transformaciones, del decrecimiento económico a la disminución de nuestra huella de carbono. De no hacerlo, no solo acabaremos con miles de especies y vidas, también destruiremos nuestra casa y los procesos que hacen que esta sea habitable para nosotros mismos. Así que, Homo sapiens de la Tierra, aceptemos los hechos. Entreguemos las armas, y devolvamos el planeta.