Rif
Rif: Entre la represión y el mar

Sin perspectivas de futuro y acosada por la represión del régimen marroquí, la juventud del Rif se ve forzada a migrar. Cinco jóvenes residentes en Catalunya y Bélgica explican por qué se fueron, y cómo su compromiso político persiste tras dejar su tierra.

La historia de Achraf —el joven del vídeo— no es un caso aislado. Muchos jóvenes que han participado en el Hirak, el movimiento popular del Rif, se encuentran entre la espada y la pared. Por un lado, hay una tasa de paro juvenil muy elevada y una falta de perspectivas de futuro generalizada; por otro lado, las autoridades marroquíes han ejercido una represión muy fuerte a la población rifeña, especialmente a la juventud.

Según los datos que recoge la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, unas 2.000 personas fueron arrestadas durante el período de ascenso del movimiento rifeño, a partir del año 2016, entre las cuales 850 ingresaron en prisión. 94 de las personas detenidas eran menores de edad. Actualmente, 4 años después del inicio de la represión, 24 personas siguen encarceladas, con condenas de hasta 20 años de prisión. Se les acusa de resistencia a la autoridad y de manifestarse sin permiso del gobierno, generalmente.

Amnistía Internacional, denuncia que “los procesos de los centenares de activistas son a menudo basados endenuncias inventadas, exageradas o infundadas”. También hay indicios de tortura a los detenidos, para forzar confesiones de culpabilidad.

“Nos empujan a dejar el país, acaba siendo una obligación. Llega un punto que los jóvenes no encontramos nada en el Rif. No hay oportunidades laborales, y cuando las pedimos nos responden con represión”

Jaouad, Mohamed, Nouraddin y Mourad son jóvenes rifeños que se vieron obligados a irse de su casa: por falta de perspectivas y como consecuencia de la marginación crónica que sufre el Rif, desde hace décadas, por parte de las autoridades de Marruecos. Llegaron a Catalunya y Bélgica, dos zonas con una comunidad rifeña activa, donde pueden hacer red. Jaouad llegó a Catalunya hace un año, después de participar activamente en el Hirak. Mohamed y Nouraddin se fueron del Rif hace más de 10 años, y también viven en Catalunya. Mourad estuvo preso en Marruecos durante 2 años y 4 meses. Hace un año y medio que llegó a Bélgica, y se encuentra en el proceso de demanda de asilo político.

Todos ellos comparten una serie de vivencias que les han forzado a abandonar el Rif. “¿Por qué me fui? Nos empujan a dejar el país, acaba siendo una obligación. No somos inmigrantes que se van voluntariamente porque queremos explorar el mundo. Llega un punto que los jóvenes no encontramos nada en el Rif. No hay oportunidadeslaborales, y cuando las pedimos nos responden con represión”, afirma Jaouad.

El ascenso del Hirak, un punto de inflexión

La región del Rif, al norte de Marruecos, hace décadas que persiste en sus demandas y reivindicaciones. Algunas de sus reclamaciones son el fin de la corrupción y del bloqueo económico en el Rif, la construcción de escuelas y universidades, la creación de hospitales, mejoras en la red de comunicaciones de la zona y la desmilitarización de Al Hoceima, su capital.

El 28 de octubre de 2016 fue un punto de inflexión para el Rif. Mouhcine Fikri, un joven pescadero rifeño, fue asesinado por la policía de Marruecos, triturado en un camión de la basura. Este hecho desencadenó una respuesta ciudadana, con manifestaciones masivas diarias en todo el territorio del Rif durante los siguientes 7 meses. El Hirak, el movimiento popular, resurgió con fuerza como respuesta a la marginalidad y a la violencia estructural de la zona.

Mohamed: Todas las manifestaciones tenían el gran lema común de la no-violencia, el movimiento siempre ha sido pacífico. Y se demostró en cada una de las manifestaciones. El sistema buscaba cómo provocar disturbios para que la gente se sumara, pero había participantes voluntarios de las manifestaciones que hacían cadenas humanas para que todo fuera pacífico.

Rif
Marruecos condena a 20 años a los líderes de las revueltas del Rif

Cincuenta y tres personas, detenidas a raíz de las protestas que se desarrollan en el Rif desde octubre de 2016, han sido condenadas por un tribunal marroquí a penas que van desde uno hasta 20 años de prisión.

El Hirak no es un movimiento independentista, su conjunto no se ha posicionado así en ningún momento, sino que sus reivindicaciones son la demanda de derechos básicos. El movimiento ha sido asambleario desde sus inicios, y se ha organizado mediante comisiones, de tal manera que todas las personas pudieran tomar su rol. Las mujeres también participaron activamente tanto en la organización como en las manifestaciones.

Pasados 7 meses de reivindicaciones masivas desde el asesinato de Fikri, a partir del mes de mayo de 2017, hubo un declive del movimiento más activo en las calles como consecuencia de que las autoridades marroquíes respondieron con mucha represión, detenciones y condenas de prisión muy elevadas. Durante junio de 2017, AmnistíaInternacional, que tenía observadores locales, declaró que “temían que la ola de detenciones fuera una respuesta premeditada para castigar al Rif por los meses de protestas pacíficas”.

Jaouad: La represión llegó a un punto que era tan fuerte que la gente tampoco podía volver atrás.

Mohamed: Las formas con las que la policía marroquí detenía a los jóvenes eran brutales. De madrugada, entraban a tu casa reventando la puerta, buscaban cualquier joven que estuviera en la casa y lo detenían, de manera totalmente arbitraria. La cuestión era causar el máximo pánico posible para evitar que las movilizaciones siguieran. E iban a por los jóvenes.

Mourad: A mí me detuvieron por haber participado en una manifestación no autorizada, y estuve encarcelado durante casi 2 años y medio. En el Rif, si te manifiestas, vas a prisión directamente. Las cárceles son inhumanas: me torturaron y viví en una celda pequeña con 8 personas más. Yo dormía en el lavabo, entre miles de cucarachas.

“Las formas con las que la policía marroquí detenía a los jóvenes eran brutales. De madrugada, entraban a tu casa reventando la puerta, buscaban cualquier joven que estuviera en la casa y lo detenían, de manera totalmente arbitraria”

Migración forzada

Según los datos de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en el año 2017 el 25% de la población marroquí menor de 30 años, un grupo de edad que representa la mitad de toda la población marroquí, estaba en el paro. En la ciudad de Al Hoceima, el paro afecta al 21% de la población activa. Con esto, calculan que casi un 70% de los jóvenes de la zona quiere emigrar. La falta de perspectivas y la represión y persecuciónde las autoridades respecto al Hirak agudizan los problemas estructurales de la región, e irse acaba siendo una obligación para muchos jóvenes rifeños.

Mohamed: En el Rif solo puedes trabajar en la construcción o un poco en la agricultura, o estar parado. No hay fábricas ni empresas. La marginalidad también es en este sentido.

Jaouad: Con todas las detenciones a los jóvenes solo nos quedaba o cruzar el Estrecho y llegar a España o vivir bajo el miedo. O te escapas, porque si has participado en el Hirak y eres joven eres un proyecto de futuro preso político, porque tarde o temprano te cogerán. O si no, tendrás que vivir en la miseria y asintiendo a todas las órdenes del régimen, sin poder decir ni hacer nada.

Mohamed: Tienes la policía delante y el mar detrás, y tienes que escoger. No es fácil, pero tampoco tienes otra opción.

Mourad: Cuando salí de la cárcel denuncié el trato denigrante que tuve allí. Me informaron que, por haber hecho esta crítica, la policía volvía a buscarme. Tuve que salir del país en 24 horas, pasando por Ceuta.

Nouraddin: A Marruecos le interesa que se vayan rifeños. Las políticas que utiliza el gobierno actual son las mismas que utilizaban en las revueltas del 1958-1959, cuando el Rif se alzó también contra el régimen marroquí. En aquella época, faltaba mano de obra en Holanda, Bélgica y Alemania, e iban a Marruecos a buscarla. Y era el mismo régimen marroquí que facilitaba pasaportes a los rifeños, y no a personas de otras regiones de Marruecos, para que fueran los rifeños quienes se fueran a trabajar fuera. Así se los quitaba de encima y desalojaba la zona.

Jaouad: Ahora hay varias formas de irse, y la peor es irse en patera. Después del Hirak se marcharon muchas pateras, y muchas no llegaron a ningún sitio.

Mourad: Ahora, cuando hablo con amigos y conocidos que siguen en el Rif, tengo la impresión de que la gran mayoría de gente joven está pensando en irse, a pesar de tener que hacer un viaje muy arriesgado por el Mediterráneo. Y a raíz de la crisis del Covid-19, también veo que cada vez hay más familias enteras que hacen lo mismo y cogen una patera, porque la suma de la crisis económica los deja sin alternativas.

Destino: Europa

Según Blanca Garcés, investigadora sobre políticas migratorias del CIDOB, los criterios para dar asilo a una persona pueden variar dependiendo de cada país de la Unión Europea. “En el caso del estado español, muchas de las solicitudes de asilo, y sobre todo en los procedimientos rápidos que se hacen en las fronteras, se hacen en función de la nacionalidad. Hay una serie de países que se consideran seguros, como es el caso de Marruecos, con lo que si eres marroquí es muy difícil recibir protección internacional.”, afirma. “En la práctica no se evalúan las solicitudes de asilo de forma individualizada, que es lo que se tendría que hacer según la Convención de Ginebra”.

Derechos Humanos
De la persecución política en el Rif al CIE de Aluche

El sábado, varios jóvenes iniciaron una huelga de hambre en el Centro de Internamiento de Extranjeros. Vienen del norte de Marruecos, donde la persecución política y la depresión económica impulsa a cientos de jóvenes a cruzar el Mediterráneo para denunciar al Estado marroquí.

La especialista en políticas migratorias enfatiza que es verdad que hay un dilema de fondo y de capacidad de acogida de las sociedades de destino, que también están afectadas por múltiples crisis, pero “es una falacia pensar que las vallas o muros lo detendrán”. Hay problemas estructurales de bases y, en este caso, la población joven no tiene más alternativa.

Mohamed: Si llegas, la siguiente pregunta es “¿y ahora qué?”. Porque cuando llegas aquí, a España o donde sea, las cosas no son fáciles. De entrada, no eres ni un inmigrante, eres un “extranjero”. No tienes papeles y legalizar la propia situación es muy difícil, y estás lejos de todo lo que hasta entonces era tu vida. Esto si no te deportan a la mañana siguiente de llegar. Es todo un sufrimiento, se tiene que luchar mucho.

Hay un sesgo de género respecto a la migración de la población rifeña. Existe una diferencia muy grande de perfil entre la población migrada y refugiada, explica Blanca Garcés. En el caso de Marruecos, los que primero migran son hombres jóvenes, y solos. Hay excepciones, pero las mujeres que migran son minoría, ya que generalmente lo hacen cuando tienen una red activa en el país de destino. El género es un factor muy determinante, como también lo es el origen socioeconómico.

“Mi esperanza es que haya un movimiento nacional en todo Marruecos, porque también se vulneran derechos, no solo en el Rif. Si las protestas estuvieran esparcidas por todo el país, sería la manera más difícil de pararlas y reprimirlas”

El movimiento más allá del Rif

El Hirak quedó hundido a finales del año 2017 como consecuencia de la represión del gobierno marroquí. Pero la diáspora rifeña en distintos países europeos sigue denunciando las vulneraciones de derechos y libertades que ejerce la autoridad marroquí sobre el pueblo rifeño. Se organizan en Catalunya, Bélgica, Holanda y Alemania, entre otros.

Mohamed: En Catalunya y Bélgica es donde se formaron los primeros grupos de apoyo al Rif. Eran comisiones de rifeños y nos reuníamos periódicamente. Nouraddin y yo nos conocimos en la Comisión de apoyo al movimiento rifeño en Barcelona.

Nouraddin: Mi esperanza es que haya un movimiento nacional en todo Marruecos, porque también se vulneran derechos, no solo en el Rif. Si las protestas estuvieran esparcidas por todo el país, sería la manera más difícil de pararlas y reprimirlas. Personalmente no espero nada de ningún gobierno europeo, solo confío en la sociedad civil.

Mohamed: Las autoridades marroquíes han destruido el Hirak en Marruecos, pero los rifeños que hemos tenido que irnos a Europa nos seguimos movilizando. Desde aquí hemos de desenmascarar la realidad de allí y visibilizar las vulneraciones de derechos que sufre la población rifeña y marroquí.

Achraf, Jaouad, Mohamed, Nouraddin y Mourad no confían que ni los estados ni el conjunto de la UE tengan ningún interés genuino de mejorar la situación colectiva del pueblo rifeño, ya que la UE y Marruecos están demasiado interconectados por intereses económicos y geopolíticos, entre otros.

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#80306
19/1/2021 12:36

El regimen marroqui, profundamente corrupto y cooptado por las elites economicas locales y extranjeras, aplica unos niveles de represion y tortura enormes, sea en su propio territorio o los territorios ocupados saharauis. Es increible como por luchar por trabajo y desarrollo social aplique tales niveles de aniquilamiento. Mientras tanto, la UE mira hacia otor lado y se alegra por los negocios que hacen sus multinacionales en el Rif y el Sahara Occidental

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#80287
19/1/2021 10:19

Gran trabajo! mucho apoyo al pueblo Rifeño y a todos los pueblos oprimidos del mundo.

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